John Brinkley

FORBES

 

El presidente Trump espera que la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá firme el acuerdo comercial que acordó con México, porque ese acuerdo nunca tendrá efecto sin Canadá.

Ni el Congreso actual ni el próximo, que votará sobre cualquier acuerdo comercial firmado por la administración, aceptarán un acuerdo comercial entre México y los Estados Unidos que excluya a Canadá.

Estados Unidos y México alcanzaron lo que denominó un “acuerdo preliminar en principio” sobre las revisiones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte el lunes. La ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, voló de inmediato a Washington para revisar el acuerdo y asegurarse de que sea bueno para Canadá, y para tratar de negociar cambios si no es así. Trump dijo el lunes que si Canadá no se suma, presentará el acuerdo bilateral con México al Congreso para su ratificación y se olvidará de Canadá.

Hay muchas razones por las que eso nunca funcionaría.

Primero, la Autoridad de Promoción Comercial del Congreso, extendido por tres años en julio, se basa en la declaración de la intención de la administración de renegociar el TLCAN como un acuerdo trilateral. Si la administración envia al Congreso un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y México y abandona a Canadá, como Trump ha amenazado, el Congreso podría decir que viola la TPA, también conocida como legislación acelerada, y por lo tanto no es elegible para su consideración .

Segundo, Trump dijo que estaba terminando el TLCAN y reemplazándolo con el acuerdo entre Estados Unidos y México. Pero una parte del TLCAN debe notificar su intención de retirarse con seis meses de anticipación. La retirada también requeriría la aprobación del Congreso, porque el TLCAN está codificado en la legislación implementada. Aparentemente, Trump prevé la ratificación del acuerdo entre Estados Unidos y México, mientras que Estados Unidos sigue siendo parte del TLCAN. En ese caso, EUA tendría dos acuerdos comerciales conflictivos con México al mismo tiempo.

Tercero, la administración tiene que esperar 90 días para presentar un nuevo acuerdo comercial al Congreso. Si Freeland acepta los cambios que Estados Unidos y México hicieron este viernes, como espera la administración Trump, lo antes que podría enviar el TLCAN revisado al Congreso sería el 30 de noviembre. Eso le daría al presidente mexicano Enrique Peña Nieto unas horas para firmarlo porque él deja el cargo al día siguiente.

Trump tiene una proclividad bien conocida para exagerar sus logros (véase: la desnuclearización de Corea del Norte). Dijo que su acuerdo con México era “increíble” y “mucho más justo” para los fabricantes y los agricultores. Si lo es o no lo es, es un punto discutible, porque el acuerdo comercial entre Estados Unidos y México nunca verá la luz del día.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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