El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que no va a ser rehén de nadie ni se va a dejar chantajear, esto en referencia a la inconformidad que han expresado su rechazo a los superdelegados que quedaron regulados en la Ley Orgánica de la Administración Pública.
El tabasqueño aseguró que el único amo que tiene es el pueblo de México, el que lo eligió en las urnas el pasado 1 de julio.
Al respecto, dijo que si los partidos de oposición deciden interponer recursos de inconstitucionalidad por la designación de los superdelegados, será la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) la que determine lo que procede.
Reiteró que será el próximo 1 de diciembre cuando inicie una nueva etapa en el país, una donde haya “cero corrupción y cero impunidad”, pues el pueblo así lo demanda.
