De acuerdo con el director de patrimonio de Notre Dame, solo una pieza de arquitectura dentro de la catedral resultó dañada.

“Algunos lo llamarán un milagro”, dijo Laurent Prades a The Associated Press y afirmó que el altar mayor, que fue instalado en 1989, resultó dañado por la aguja de la catedral cuando se derrumbó entre las llamas.

“Hemos podido salvar todo lo demás”, explicó Prades, quien fue testigo de los trabajos de recuperación durante la madrugada.

“Todas las estelas del siglo XVIII, las ‘pietas’, los frescos, las capillas y el órgano mayor están bien”, detalló.

Entre los elementos más famosos del interior de la catedral, Prades añadió que los tres grandes rosetones se salvaron, aunque pueden haber sido dañados por el calor y serán evaluados por un experto.

Asimismo, los bomberos declararon que el incendio destruyó la aguja y parte del techo de la catedral, pero que no afectó a sus campanarios ni a la llamada Corona de Cristo.

La “Sainte Couronne” (santa corona), elaborada con caña trenzada, fue llevada a Francia desde Constantinopla, en el siglo XII. Aunque carece de las espinas originales, la corona ha sido venerada como un objeto de culto cristiano durante siglos.

Cálices de oro, plata y con incrustaciones de gemas; candelabros y otras piezas sobrevivieron también a las llamas.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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