Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha dejado de ser el mandatario más popular del continente americano, pues ahora, Nayib Bukele, presidente de El Salvador, ha llegado a arrebatarle dicha distinción al tabasqueño.
Y es que luego de que el mexicano se convirtiera en el presidente más popular de América, ahora Nayib Bukele, quien asumió el poder el pasado 2 de junio, ha desbancado a AMLO.
De acuerdo a Consulta Mitofsky, Bukele es el mandatario con mayor aprobación, de entre 19 mandatarios de América y 9 más en Europa, Asia y Australia.
Ahora los cinco presidentes con mayor aprobación en el mundo son: Nayib Bukele de El Salvador; Marcelo Rebelo de Sousa de Portugal; Vladímir Putin de Rusia; Andrés Manuel López Obrador de México y Danilo Medina de República Dominicana.
Respecto a la aprobación del continente, las diez primeras posiciones quedan de la siguiente manera:
- Nayib Bukele, El Salvador – 71%
- Andrés Manuel López Obrador – 64%
- Danilo Medina, Dominicana – 62%
Estos tres presidentes, cuentan con una aprobación sobresaliente, es decir, cuentan con más del 60% de apoyo ciudadano.
- Martín Vizcarra, Perú – 45%
- Donald Trump, Estados Unidos – 44%
Estos dos presidentes se ubican en la categoría de aprobación media, es decir, arriba del 40% pero menor a 50%.
- Evo Morales, Bolivia 37%
- Jair Bolsonaro, Brasil 32%
- Iván Duque Márquez, Colombia 32%
- Justin Trudeau, Canadá 31%
- Daniel Ortega, Nicaragua 29%
Los últimos sitios, pertenecen a los mandatarios que cuentan con una aprobación baja, es decir, menores de 39% pero mayores a 25%.
En cuanto a los presidentes con menor aprobación del continente, se encuentran Nicolás Maduro de Venezuela, quien logra apenas un 15% de aprobación; por encima de él se encuentra Jimmy Morales de Guatemala, quien registra un 21% y Juan Carlos Varela de Panamá con un 22%.
El estudio de Consulta Mitofsky retoma encuestas publicadas en los medios electrónicos de los respectivos países, y aclara que el porcentaje de aprobación registrado para cada uno de los mandatarios es propiedad y responsabilidad exclusiva de cada una de las casas encuestadoras que presentaron sus resultados.