El papa Francisco, que cancelo un retiro espiritual fuera de Roma por un “resfrío”, dio negativo en un estudio para detectar una posible infección con el nuevo coronavirus, afirmó este martes el diario italiano Messagero.

Francisco anunció el domingo que renunciaba a participar en unos ejercicios espirituales de seis días con la curia en Ariccia, al sur de Roma, a causa de un resfriado.

El papa, de 83 años, tuvo dos ataques de tos ese día en la oración del Ángelus, oficiada en la plaza de San Pedro desde la ventana del palacio apostólico, por lo que diversos medios comenzaron a especular sobre si habría sido contagiado por el Covid-19.

“Desgraciadamente, un resfriado me obliga a no participar este año” en ese retiro de la Cuaresma, declaró el domingo tras la oración del ngelus, oficiada en la plaza de San Pedro desde la ventana del palacio apostólico. El jueves ya había reducido su agenda a causa de una “leve indisposición”.

El miércoles ya estaba resfriado, cuando participó en dos actos al aire libre, lo que le llevó a cancelar su asistencia a una misa en la basílica de San Juan de Letrán, en Roma. Durante tres días, renunció a sus “audiencias” oficiales en el palacio apostólico y se quedó en la residencia de Santa Marta, en el Vaticano, donde vive.

La decisión del Vaticano eneró preocupación en todo el mundo debido a la rápida propagación de virus en Italia, donde el coronavirus ha causado la muerte de al menos 52 personas, todos personas adultas mayores con patologías graves, mientras que los contagiados rebasaron las 2 mil personas.

Según fuentes internas es “poco probable” que la Santa Sede divulgue un comunicado sobre la salud del papa pese a que este pontificado ha siempre defendido una “línea transparente” para la comunicación.

De acuerdo al diario romano, el Vaticano “se blindó” para evitar la propagación del virus que afecta de manera particular a las personas mayores con problemas de salud y aumentó todas las medidas de seguridad y control. El diario romano cita la preparación de instrucciones precisas para todo el personal que obligaría a los funcionarios que trabajan con el público de usar guantes y mascarilla.

La mayor preocupación es por la salud del papa emérito, Benedicto XVI, muy frágil de salud y que está por cumplir 93 años, el cual reside en un monasterio frente a los jardines del Vaticano. “Las visitas han sido reducidas y los controles intensificados”, recalcó el diario romano.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario