La Organización de las Naciones Unidas advirtió sobre efectos a largo plazo del brote de coronavirus en los países y la economía mundial y pidió una mayor cooperación internacional para combatir la pandemia.
“El COVID-19 es la prueba más grande que hemos enfrentado juntos desde la formación de Naciones Unidas”, aseguró el secretario general de la organización, António Guterres, al lanzar un informe para abordar las respuestas a la crisis.
El informe de la ONU apela a los países para que sigan las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para lograr una respuesta de salud inmediata y así frenar la propagación del virus, incluyendo aumentar las pruebas, la cuarentena y el tratamiento.
La Organización indicó que la economía global puede contraerse este año alrededor de un 1%, frente al crecimiento del 2.5 % que se preveía, como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, un impacto que puede ser aún mayor si las restricciones para combatir la enfermedad se alargan hasta el tercer trimestre o si las medidas fiscales no son adecuadas.
En un informe, la ONU apunta que un paquete de estímulo bien diseñado, que dé prioridad al gasto sanitario para frenar el virus y que apoye económicamente a los hogares más afectados reducirá la probabilidad de una recesión profunda.
“Se necesitan medidas políticas urgentes, no sólo para contener la pandemia y salvar vidas, sino también para proteger a los más vulnerables en nuestras sociedades de la ruina económica y apoyar el crecimiento económico y la estabilidad financiera”, apuntó en un comunicado Liu Zhenmin, el responsable del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas.
Según la Organización, las restricciones al movimiento y las medidas de confinamiento están teniendo ya un efecto muy duro en las economías de Europa y Norteamérica, sobre todo en sectores como el comercio, el entretenimiento, la hostelería y los transportes, que suponen más de un cuarto de los empleos.
Esos efectos se contagiarán muy pronto a los países en vías de desarrollo a través de los canales comerciales y de inversión, con una contracción del consumo que les afectará y que contraerá la producción manufacturera.
Como comparación, la organización recuerda que la economía global se contrajo un 1.7% en 2009 como consecuencia de la última gran crisis financiera.
El documento advierte de que los países en vías de desarrollo, especialmente los que dependen del turismo y la exportación de materias primas, se enfrentan a riesgos más pronunciados.
Como consecuencia, alerta la ONU, los Gobiernos pueden verse obligados a recortar sus presupuestos en un momento en el que es necesario expandirlos para contener la pandemia y apoyar el consumo y la inversión.