Latinoamérica y el Caribe serán la región con una menor recuperación en 2021, de apenas el 3.7 %, tras una contracción récord en 2020 por la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, advirtió este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trata del pronóstico de crecimiento más bajo regional del mundo para 2021, después del hundimiento del 9.4% anticipado para este año.
EN DIRECTO: Conferencia de prensa de Alejandro Werner sobre las últimas perspectivas económicas para América Latina y el Caribe. https://t.co/tEZm37cnDv
— FMI (@FMInoticias) June 26, 2020
“Latinoamérica ya era la que venía creciendo a una tasa más moderada”, explicó Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, al presentar el informe regional.
Por ello, y dados los problemas “estructurales” de la región, como la falta de productividad, la baja inversión y problemas de regulación, la región seguirá estando a la cola el próximo año.
Latinoamérica concentra ya cerca del 25% de los casos de contagios confirmados Covid-19 en todo el mundo.
“La pandemia todavía se está expandiendo con rapidez, lo que indica que se necesitará que las medidas de distanciamiento social se mantengan en vigor por un mayor tiempo, lo que deprimirá la actividad económica en la segunda mitad de 2020 y dejará aún más cicatrices”, agregó el economista.
Recordemos que el miércoles pasado, el FMI ajustó sus perspectivas para el conjunto regional de América Latina y el Caribe al pronosticar que su actividad económica se desplomará un 9.4% este año por el impacto de la pandemia del coronavirus. Indicó que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9.1% y 10.5% respectivamente en 2020.
Werner aprovechó para recomendar cautela a los países de América Latina a la hora de reabrir sus economías y dejar a la ciencia y a los datos guiar el proceso de reapertura de la región.
Respecto a las prioridades en las políticas de las autoridades, el director explicó que la prioridad inmediata de los gobiernos consiste en proteger las vidas de las personas. Dado el espacio fiscal limitado de los países, Werner indica que los países deberán repensar los gastos e incrementar la eficiencia de los mismos a través de “maneras creativas” para alcanzar a diferentes segmentos de la sociedad, especialmente en aquellos sitios en los que los niveles de informalidad son altos.
En cuanto a la política monetaria, el FMI aconsejó que los bancos centrales mantengan una política expansiva, dada la perspectiva de inflación moderada, las brechas en la producción y las altas tasas de desempleo. Así, el recorte en los tipos de interés y otras medidas proyectadas para mercados específicas deberían ser consideradas hasta donde sea posible para apoyar la actividad económica y asegurar el apropiado funcionamiento de los mercados financieros.
En ese sentido, apuntó que el Banco de México (Banxico) todavía tiene espacio suficiente para seguir recortando los tipos de interés, los cuales se ubican actualmente en el 5% después de haber sufrido cinco recortes consecutivos en lo que va del año.
Por otro lado, Werner ha asegurado que la relocalización de las cadenas de valor y los suministros tras la pandemia de Covid-19, que comenzó en Asia y produjo una disrupción en dichas cadenas al localizarse buena parte de ellas en el continente, beneficiará a México por la búsqueda de la proximidad, sobre todo en el caso de compañías estadounidenses.
Apuntó la entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC), el cual dijo, se prevé favorezca la inversión en el país.
“La combinación de la entrada en vigor del T-MEC claramente debería beneficiar a México y que (las cadenas de producción) se reubiquen de otras latitudes a territorio mexicano es un fenómeno que va a ocurrir”, dijo Werner.
Sin embargo, advirtió que el T-MEC no va a compensar en los próximos dos años la pérdida de confianza e incertidumbre que está afectando la inversión en nuestro país.