Cuando el presidente Donald Trump cumplió su promesa de ser “el hombre arancel” esta semana, empujó a los mercados bursátiles a una carrera descontrolada y en gran medida descendente, y emocionó a una parte de su base política, que finalmente vio al presidente dispuesto a usar su arma política más contundente contra el mayor rival económico de Estados Unidos.

Trump afirma que imponer hasta 60,000 millones en nuevos aranceles a los productos chinos perjudicará a China más que a los consumidores estadounidenses. Es probable que ambos resulten heridos, al menos en el corto plazo. Pero las tarifas también tienen un beneficiario inesperado, del cual Trump seguramente está menos emocionado de hablar. En un giro irónico, las tarifas de Trump podrían hacer que México vuelva a ser grande.

El argumento pro-arancelario fácil y erróneo de Trump es que cuando impone un impuesto a los productos de China, hace que el bien sea menos atractivo de manufacturar para las empresas que fabriquen ahí y menos atractivo para los consumidores que lo compren en EUA. Eso crea un incentivo para hacer más bienes en los Estados Unidos. Entonces, América gana, ¿verdad?

Pero la realidad es que Estados Unidos y China van a perder, y no están regateando en el vacío. Hay docenas de jugadores listos para abalanzarse y aprovechar cuando los dos titánes comiencen a herirse entre sí.

Si la guerra comercial de Trump contra China interrumpe la fusión económica entre Estados Unidos y China, los principales beneficiarios no serán los fabricantes estadounidenses. Los ganadores serán otros países, incluido un país muy prominente que limita con los Estados Unidos. Y que Trump ha denunciado por, según dijo, hacer acuerdos comerciales injustos con los Estados Unidos en el marco del TLCAN. Ya Hasbro y GoPro han anunciado cambios en su producción para trasladarla de China a México, junto con cientos de otras compañías que suman decenas de miles de millones de dólares. Otros países que están viendo nuevas opciones para llevar sus inversiones incluyen en la lista a Indonesia y Egipto.

Por lo tanto, es probable que esta guerra comercial no sea efectiva. Parece probable que esta escaramuza terminará con ambas partes (China y EUA) declarando algún tipo de victoria. Parece incluso más probable que esas declaraciones estén vacías y que los que realmente celebren lo hagan en silencio, al sur de la frontera de China y al sur de la de Estados Unidos.

 

 

Con información de politico.com

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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