El primero en irse fue el avión presidencial.

Luego vino la venta masiva de helicópteros oficiales y furgonetas a prueba de balas. Entonces el asalto a la “burocracia de oro” de México realmente despegó. Salieron los coches con chófer.

Se acabó el seguro de salud privado. En solo 7 meses y medio, el presidente izquierdista de México ha logrado el tipo de revolución de reducción de costos con la que los conservadores de Washington solo pueden soñar.

Miles de empleos federales han sido eliminados. Los viajes al extranjero han sido recortados.

El presidente Andrés Manuel López Obrador incluso se negó a desembolsar el dinero el mes pasado para volar a la cumbre del Grupo de los 20. “No podemos tener un gobierno rico en un país pobre”, dice. Pero lo que comenzó como un ataque popular a los privilegios oficiales ha generado cada vez más caos.

Los jueces se están rebelando por los recortes salariales. Los hospitales públicos han cancelado las cirugías. Los incendios forestales se han descontrolado, a falta de más bomberos.

El recorte de costos es quizás el signo más claro hasta ahora de la visión radical de López Obrador, quien ganó las elecciones el año pasado prometiendo una “cuarta transformación” de México, un cambio en el orden del de la revolución de 1910-17.

No es Hugo Chávez, el difunto líder venezolano que dijo que el capitalismo “nos lleva directamente al infierno”. López Obrador apoya el libre comercio y promete un presupuesto equilibrado. Pero está decidido a reorientar al gobierno de México, reduciendo los gastos burocráticos para que pueda canalizar dinero a otras áreas, incluyendo nuevos programas para los pobres.

Viridiana Rios, una científica política mexicana, dijo que el problema fundamental no es que el gobierno desperdicie, sino que carece de recursos. La tasa de recaudación de impuestos de México se encuentra entre las más bajas de América Latina, y López Obrador ha prometido no aumentar los impuestos.

“Somos un país que siempre ha beneficiado a los ricos. El resultado es un estado diminuto y delgado ”, dijo Rios, profesora visitante en Harvard.

“El lema de López Obrador es que no puedes tener un gobierno rico en un país pobre”, agregó. “Lo que digo es que no puedes tener un país rico sin un gobierno que funcione”.

 

 

Con información de The Washington Post

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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