¿Por qué nos debe importar en México la conclusión de la investigación especial de Robert Muller sobre Donald Trump? Dos años de investigaciones; 55 de ellas a Donald Trump; 34 acusados y/o tras las rejas, el reporte se lo entregó el viernes pasado Muller al procurador William Barr. Su contenido no se ha hecho público salvo un resumen de parte de la Procuraduría.

La conclusión es que no hubo colusión con los rusos, pero deja abierta la posibilidad de que Trump haya querido obstruir las investigaciones y, por ende, la justicia. Sin embargo, el procurador William Barr llegó a su propia conclusión y la hizo pública: tampoco hubo obstrucción de justicia de parte del presidente Trump.

Así, Trump acaba de tener sus mejores días. Y esa felicidad de Trump es inversamente proporcional al enojo de los demócratas con el cierre del informe Muller. Enojo porque esperaban que Muller daría una conclusión más definida: sí o no hubo colusión; sí o no hubo obstrucción de la justicia. Pero el que la segunda parte de lo investigado fuese inconcluso ha molestado a los demócratas que argumentan que la vaguedad fue así porque Muller nunca entrevistó a Trump cara a cara, solamente vía un cuestionario por escrito.

El encono entre Trump y los demócratas va a estar más exacerbado que antes. Y es por ello que se antoja muy complicado que los demócratas, con su mayoría en la Cámara de Representantes, le quieran dar un triunfo más a Trump.

Aquí es en donde entra en escena México.

Aprobarle a Trump el T-MEC en la Cámara de Diputados, se vuelve más improbable. Por eso nos importa en México la conclusión de Muller. La felicidad de hoy de Trump bien puede convertirse en desesperación en unos meses si los demócratas no aprueban el T-MEC.

Algunos dirán que si no se aprueba el T-MEC, seguiremos en un acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá vía el TLCAN original. Pero hay que tomar en cuenta que Trump, para arrinconar a los demócratas, tiene la herramienta de aplicar el artículo 2205 del tratado, que implica el anuncio de la salida de Estados Unidos del TLCAN original. El anuncio implicaría que seis meses después se daría la salida. Así, Trump piensa que los demócratas tendrán que optar por aprobarle el T-MEC o quedarse sin acuerdo comercial con México.

En los círculos encargados de la renegociación del TLCAN, tanto en México como en Estados Unidos, han tomado en consideración esta posibilidad de que Trump, con su carácter impredecible, decida recurrir al artículo 2205 del tratado para presionar a los demócratas.

Por un lado, me han confirmado que despachos legales estadounidenses, contratados tanto por México como por empresarios del país vecino, están listos para demandar a Trump si decidiera aplicar el 2205.

Esto no hace más que volver aún más atractiva la herramienta del 2205 para un Donald Trump que sabemos se echa más hacia adelante entre mayor conflicto vea venir.

Para complicarle más el escenario a México, el TLCAN renegociado incluyó un Anexo 23A que obliga a México a una reforma laboral antes de que el T-MEC sea ratificado. Esta reforma laboral no se está discutiendo siquiera actualmente, ante una Cámara de Diputados que está distraída con la reforma educativa, entre otras prioridades.

 

Columna completa en El Universal

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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