El gobierno de Corea del Norte habló por primera vez sobre el caso de Otto Warmbier, quien falleció en territorio estadounidense luego de que fuera liberado por Pionyang. El gobierno de Kim Jong-Un negó ningún cualquier tipo de trato cruel o tortura, y calificó a las acusaciones del gobierno de Trump como una “campaña de difamación”.
De acuerdo a la agencia oficial de noticias norcoreana, KCNA, el portavoz del Consejo Nacional de Reconciliación del Norte, aseguró que las “agencias relevantes” del país tratan a “todos los delincuentes” que cometen crímenes contra la república “de acuerdo con las leyes internas y los estándares internacionales” y subrayó que el joven de 22 años de origen estadounidense “no fue una excepción'”.
Añadieron que las acusaciones de maltrato por parte del gobierno norcoreano son “una campaña de difamación” estadounidense, pues no toman en cuenta el trato “humanitario” que Warmbier recibió durante el tiempo que estuvo en territorio asiático.
Por su parte el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte aseguró que Pionyang “no tenía por qué mostrar misericordia ante semejante criminal del Estado enemigo”, sin embargo puntualizó que Warmbier recibió “tratamiento médico y cuidado con toda sinceridad sobre una base humanitaria hasta su regreso a Estados Unidos”.
Con información de RT / Foto: Archivo APO
