El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, rompió con la tradición de la fotografía presidencial en las oficinas del Gobierno Federal que fue costumbre en administraciones pasadas, con la imagen del mandatario en turno vigilante sobre las instituciones y servidores públicos.

De acuerdo con Milenio, López Obrador optó por no tener la fotografía oficial, por lo que desde el pasado 1 de diciembre retiraron las imágenes de ese tipo en las oficinas de gobierno.

“Es el respeto a la investidura, pero no la promoción de la persona”, señaló al respecto el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas.

Esta determinación del Presidente no es nueva. Durante su gestión en el entonces Distrito Federal (2000-2005), el tabasqueño tampoco tuvo una fotografía oficial como jefe de Gobierno. En ese tiempo, López Obrador decidió usar, en cambio, una imagen de Benito Juárez y parte de la frase del Benemérito de las Américas: “Los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad. No pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, disponiéndose a vivir en la honrada medianía”.

Distintos integrantes de su primer círculo aseguran que, incluso, le han propuesto pagar por la fotografía oficial para continuar con la simbología republicana, pero el tabasqueño lo ha rechazado.

El propio López Obrador recurre al tema de la austeridad para romper con la tradicional foto presidencial.

Tan solo en la pasada administración se gastaron más de 2 millones de pesos en la sesión, impresión, montaje y reproducciones de la imagen de Enrique Peña Nieto.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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