Los eurofilos en Gran Bretaña se despertaron el viernes por la mañana con una rara sensación de optimismo, con la esperanza de que el mal resultado electoral del Partido Conservador de Theresa May y lo obtenido por el Partido Laborista y los Demócratas Liberales pudiera significar una salida más suave de la Unión Europea o incluso una reversión de Brexit .

 

Pero para los miembros de la Unión Europea, y funcionarios de la sede en Bruselas, el fracaso electoral de May complica aún más un proceso inevitable que tendrán que seguir a pesar de todo. Casi un año ha pasado desde que Gran Bretaña votó para convertirse en el primer país en abandonar la Unión Europea.

 

Aunque fue una decisión que entristeció a muchos en las capitales europeas, los funcionarios han aceptado los resultados del voto democrático. Sin embargo, han observado los recientes acontecimientos en Gran Bretaña con creciente desaliento.

 

Primero surgieron las luchas internas entre los conservadores sobre el tipo de Brexit que querían y las expectativas poco realistas sobre el acuerdo que podían conseguir, luego una campaña electoral en la que May optó por un objetivo personal. La intromisión de poderes en las encuestas. Y ahora su apuesta simplemente ha salido mal, al grado fe perder su mayoría en el Parlamento. “Es en cierta medida una pesadilla, el peor de los escenarios”, dice Jan Techau, Director del Foro Richard C. Holbrooke para el Estudio de la Diplomacia y la Gobernabilidad. “Esto creará de una forma u otra una contraparte británica débil en las negociaciones y eso es lo que más temía May. [Los gobiernos europeos] quieren una contraparte en la que puedan confiar y ahora tienen la peor de todas las opciones. Ellos no tienen un gobierno con una mayoría decisiva , tienen uno con un mandato debilitado y la incertidumbre sobre quién está a cargo”, aseguró.

 

Los tratados de la Unión Europea establecen un calendario estricto para la salida. Desde la activación del artículo 50, que May hizo el 29 de marzo, antes de que convocara a elecciones anticipadas, hay un período de dos años para negociar los términos de la salida. Cuestiones como los pagos pendiente que Gran Bretaña debe pagar y cómo el trato con la Unión Europea.

 

 

Texto completo  en TIME / Foto: Archivo APO

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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