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Argentina vive la última semana del Gobierno del peronista Alberto Fernández, quien estos días viaja a Brasil para la Cumbre del Mercosur, antes de que el próximo 10 deje el poder y tome posesión Javier Milei.

Tras imponerse en el balotaje el pasado 19 de noviembre, el economista ultraliberal asumirá la Presidencia de Argentina por el período 2023-2027 con un gabinete que mezcla integrantes inexpertos en la gestión pública con viejos políticos conocedores que integraron anteriores gobiernos.

Son seis días para que el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) asuma el poder al frente de un Ejecutivo que reducirá a ocho los actuales 18 Ministerios y que deberá buscar la ruta para conducir al país a mejorar las condiciones socioeconómicas en las que termina la gestión del Frente de Todos (Unión por la Patria desde las elecciones).

Con un índice de pobreza e indigencia superior al dejado por el Gobierno de Mauricio Macri, crecimiento de empleo, pero con salarios fuertemente debilitados, con un récord de inflación en más de 30 años, Milei recibe una herencia difícil de gestionar y a la que aplicará sus anunciados ajustes desde el primer momento.

Entre negociaciones con diferentes fuerzas, considerando que la formación de Milei gobernará en minoría parlamentaria, dos de los principales cargos del Ejecutivo estarán en manos de políticos de la órbita de Macri, quien le respaldó después de que su coalición, Juntos por el Cambio (centroderecha), quedase fuera del balotaje.

La excandidata presidencial de esa alianza, Patricia Bullrich, será la ministra de Seguridad, mismo cargo que ocupó en el Ejecutivo de Macri; y Luis Caputo, quien fue secretario y ministro de Finanzas y presidente del Banco Central en ese Gobierno, se hará cargo de la cartera más ‘caliente’, la de Economía.

El nombramiento de Bullrich ha generado cierto encontronazo entre Milei y la vicepresidenta electa, Victoria Villarruel, quien inicialmente iba a controlar esa área y Defensa.

Otro puesto sensible, considerando los comentarios de Milei sobre lo que llama “países comunistas”, China o Brasil, hoy principales socios comerciales de Argentina, o su viraje hacia Estados Unidos e Israel, será la Cancillería, al frente de la cual estará Diana Mondino, quien ya adelantó que Argentina no entrará al grupo de economías emergentes BRICS, al que fue invitado para ingresar desde el 1 de enero de 2024.

Dos ‘superministerios’ serán los de Capital Humano, conducido por Sandra Pettovello, e Infraestructura, a cargo de Guillermo Ferraro; en Justicia estará Nicolás Cúneo, mientras que al frente de Interior estará Guillermo Francos y de la jefatura de Gabinete, Nicolás Posse.

El último nombramiento que se conoció este lunes es el del excandidato a vicepresidente por la coalición Juntos por el Cambio, Luis Petri, quien fue anunciado como el próximo ministro de Defensa en el Ejecutivo de Milei.

El presidente saliente tendrá un papel fundamental en la ceremonia de investidura de Milei, al entregarle la banda y el bastón como atributos de jefe de Estado, después de que el presidente electo haga la tradicional jura ante la Asamblea Legislativa.

Milei protagonizará una ceremonia cercana a las que se celebran en Estados Unidos, pues pretende ofrecer un discurso al público desde un estrado situado en el exterior del Congreso antes de desplazarse a la Casa Rosada (sede del Ejecutivo), donde tomará juramento a sus ministros y saludará a las delegaciones extranjeras.

Por ahora, el rey de España, Felipe VI; los presidentes de Uruguay, Luis Lacalle Pou; de Paraguay, Santiago Peña; de Chile, Gabriel Boric; de El Salvador, Nayib Bukele; de Honduras, Xiomara Castro; y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, han confirmado su presencia.

Además, se esperan invitados como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro o el político español Santiago Abascal, líder del ultraderechista Vox, ambos muy cercanos a Milei.

El día finalizará con una función especial en el Teatro Colón de Buenos Aires para agasajar a los representantes internacionales, sin que haya banquetes de gala, acorde con las promesas de recortar el gasto público.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, anunció este viernes que no se presentará a la reelección en los comicios generales de octubre próximo, algo que le reclamaban desde su propia coalición de centro-izquierda Frente de Todos, que aún no define un candidato.

“El próximo 10 de diciembre de 2023 es el día exacto en que cumplimos 40 años de democracia. Ese día entregaré la banda presidencial a quien haya sido elegido legítimamente en las urnas por el voto popular. Trabajaré fervientemente para que sea alguien que represente a nuestro espacio político”, dijo Fernández en un video publicado este viernes en su cuenta en Twitter.

En su declaración, de casi ocho minutos, bajo el título “Mi decisión”, el mandatario de 64 años hizo un recuento de las condiciones de endeudamiento e inflación en las que recibió el país al asumir en 2019, agravadas luego por la pandemia, la guerra en Ucrania y actualmente por “una brutal sequía”.

“Tengo que concentrar los esfuerzos, el compromiso y el corazón en resolver los problemas de los argentinos”, insistió en su mensaje, que fue tomado por muchos como un balance de su gestión.

El presidente aseguró que el Frente de Todos “necesita generar un nuevo ciclo virtuoso en el que otros se empoderen para volver a conquistar los corazones de quienes siguen mirándonos como el espacio que garantiza que no volverá la derecha a traernos su pesadilla y su oscuridad”.

Fernández anunció su decisión en el marco de una situación económica complicada, con una inflación del 7.7% mensual (marzo), pero del 104% anual; además, su imagen se encuentra en terrenos negativos, con cerca del 70% de rechazo, según una reciente encuesta de la consultora Poliarquía.

El mandatario también acusó el desgaste generado por sus fuertes desavenencias con la vicepresidenta y exmandataria Cristina Kirchner, quien había promovido su candidatura en 2019 en fórmula con ella.

Exjefe de gabinete de Cristina Kirchner, y antes de su esposo, el fallecido exmandatario Néstor Kirchner, la de 2019 fue la primera elección en la que Fernández participó a lo largo de su carrera política.

La decisión del mandatario fue considerada por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, un posible candidato del Frente de Todos, como “un paso necesario para comenzar a ordenar al peronismo, darle vitalidad y volver a soñar”.

En tanto, el jefe del gabinete de ministros, Agustín Rossi, también un posible aspirante a la candidatura, citó al fallecido expresidente Juan Domingo Perón, ideólogo y fundador del peronismo.

“Primero la Patria, después el Movimiento y por último los hombres. Así entienden y hacen política quienes saben que los lugares se ocupan por y para el pueblo”, escribió en Twitter.

Recordemos que Argentina celebrará la primera vuelta de las presidenciales el próximo 22 de octubre, con una eventual segunda ronda el 19 de noviembre. Antes, el 13 de agosto, los partidos políticos deben realizar elecciones primarias obligatorias.

Argentina celebrará elecciones generales el próximo 22 de octubre, con una eventual segunda vuelta presidencial el 19 de noviembre, esto de acuerdo al cronograma que aprobó la Cámara Nacional Electoral (CNE), que incluirá primarias el 13 de agosto.

Los comicios nacionales de este año están destinados a elegir presidente y vicepresidente, 43 parlamentarios del Mercosur, 24 senadores nacionales, en los distritos Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz, de las 72 sillas del Senado y 130 diputados nacionales de los 257 escaños de la Cámara de Diputados.

El tribunal electoral dispuso, además, que se habilite el 24 de junio para presentar las listas de precandidatos para las elecciones primarias y el 2 de septiembre para cumplir con las presentaciones de listas de candidatos proclamados en las primarias.

En la coalición oficialista, el peronista Frente de Todos, aún no hay una candidatura definida, ni siquiera el presidente, Alberto Fernández, se ha manifestado sobre una eventual reelección.

Además, hay un operativo ‘clamor’ para que se presente la vicepresidenta, Cristina Fernández, a un tercer mandato, después de los dos que fueron entre 2007 y 2015; no obstante, ella dijo en diciembre que no sería candidata, algo que después corrigió para decir que está “proscripta” por la Justicia y sus enemigos políticos.

En la principal coalición opositora, Juntos por el Cambio, a la que pertenece el expresidente Mauricio Macri, quien aún no ha confirmado si buscará otro mandato, varios candidatos han lanzado sus intenciones de postularse, entre ellos el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.

Dada la obligatoriedad de celebrar un debate en dos instancias entre los candidatos presidenciales, la CNE dispuso que tengan lugar los domingos 1 y 8 de octubre y, en caso de segunda vuelta electoral, un adicional el domingo 12 de noviembre.

La segunda vuelta electoral se celebra cuando ninguna fórmula obtiene más del 45 % de los votos o el 40% de los votos con una diferencia mayor de 10 puntos porcentuales sobre la fórmula que le sigue en número de votos.

El presidente argentino, Alberto Fernández, inauguró este martes la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), con un duro discurso en el que acusó a una “derecha recalcitrante y fascista” de amenazar la democracia en la región.

“Tenemos que trabajar para garantizar y fortalecer la institucionalidad de nuestra región. (…) La democracia está definitivamente en riesgo. Después de la pandemia hemos visto como sectores de ultraderecha se han puesto de pie y amenazan a cada uno de nuestros pueblos”, dijo el mandatario argentino.

“No debemos permitir que esa derecha recalcitrante y fascista ponga en riesgo la institucionalidad de los pueblos”, añadió, y se refirió en particular a los disturbios de simpatizantes del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro contra los edificios de los poderes públicos en Brasilia para tratar de instigar un golpe de Estado contra Luiz Inacio Lula da Silva.

También se refirió al intento de asesinato contra la vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner, el año pasado, cuyas motivaciones aún se desconocen.

Fernández pidió además un aplauso a los mandatarios presentes en la cumbre para su par brasileño Lula, cuya presencia marca el retorno de Brasil a la CELAC luego de que Brasil se retirara de este foro de concertación regional que reúne a 33 países, por decisión de Bolsonaro.

Recordemos que en 2020, Bolsonaro suspendió la participación de Brasil en la CELAC alegando que “daba protagonismo a regímenes no democráticos como los de Venezuela, Cuba, Nicaragua”. En consecuencia, Brasil no participó en la sexta cumbre que se realizó en nuestro país en 2021.

Precisamente sobre Cuba y Venezuela, Fernández pidió el fin de los bloqueos que, dijo, son un método perverso de sanción, no a los gobiernos sino a los pueblos. Cuba lleva un bloqueo de más de seis décadas y Venezuela otro tanto, agregó Fernández con Miguel Díaz-Canel presente.

En cambio, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, no llegó a la cita de Buenos Aires. El mandatario fue denunciado ante la Justicia argentina por organizaciones civiles y particulares por violación de los derechos humanos, en un intento de que fuera investigado si llegaba al país.

Maduro tenía un encuentro previsto ayer con Lula, quien mantuvo en cambio en agenda la reunión con el cubano Díaz-Canel para este martes en el marco de la cumbre de la CELAC.

Sobre la celebración de la cumbre de la CELAC, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) justificó su ausencia, señalando “compromisos” en México, y respaldó la decisión de Nicolás Maduro de no asistir al evento.

“Hay mucha especulación del por qué no fui, tengo compromisos en el país, tenía que estar en el Tren Maya, en la supervisión de la obra, pues (si iba a Argentina) era viajar ayer todo el día, estar hoy, regresarme mañana, llegar aquí el jueves, y tengo trabajo bastante”, declaró AMLO.

El mandatario es uno de los grandes ausentes de la cumbre de la CELAC, a la que asisten representantes de los 33 países integrantes, incluyendo cerca de 15 jefes de Estado o de Gobierno. En el caso de nuestro país, es el canciller Marcelo Ebrard quien representa al gobierno.

Si bien es conocido que López Obrador no viaja a foros multilaterales en el extranjero, también se ha especulado sobre un supuesto distanciamiento entre el gobierno de la 4T y el presidente de Argentina, esto luego de ambos presentaron candidatos para presidir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Aún así, “estoy de acuerdo con lo que se va a plantear, hay muchas coincidencias, son más las coincidencias que las diferencias que podamos tener”, sostuvo López Obrador.

“Estamos a favor de todos los gobiernos de América Latina y el Caribe, de las políticas que se están siguiendo, de la auténtica democracia, en contra de los golpes de Estado, tanto militares como mediáticos, o legales, entre comillas. Todo eso”, añadió.

AMLO también opinó que “hizo muy bien” el presidente de Venezuela en cancelar su asistencia para no caer en la “trampa mediática” y “evitar las provocaciones” de los medios “conservadores” de Argentina.

“Fue también prudente la postura del presidente Maduro de no asistir, porque la derecha, el conservadurismo muy beligerante de Argentina, tenían preparado un show mediático, y ahora sí que como diría el finado Juan Gabriel: pero qué necesidad”, expresó.

López Obrador reiteró su respaldo a Alberto Fernández al acusar al Fondo Monetario Internacional (FMI) de “darle dinero al gobierno” del expresidente Mauricio Macri para “garantizar” su continuidad en las elecciones pasadas.

“Deberían estar avergonzados, ofreciendo disculpas los conservadores, que causaron el endeudamiento de Argentina en complicidad con el Fondo Monetario Internacional y que ahora, como son los conservadores de hipócritas, le echan la culpa de todo a Alberto Fernández”, reclamó.

La VII cumbre de la CELAC ocurre en medio de una nueva oleada de gobiernos de izquierda en la región y el regreso del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, pero también entre crisis políticas como la de Perú y tras el intento de golpe de Estado de Brasil.

Los presidentes de México, Argentina, Bolivia y Colombia respaldaron este miércoles a la vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, al señalar que la causa judicial en su contra por supuesta corrupción busca apartarla de la actividad “pública, política y electoral” para implantar un “modelo neoliberal” en el país sudamericano.

Andrés Manuel López Obrador (AMLO) junto a Alberto Fernández, Luis Arce y Gustavo Petro, rostros visibles de la izquierda latinoamericana, firmaron y divulgaron en redes sociales un comunicado de apoyo político a la expresidenta, además de lanzar duras críticas contra la justicia argentina.

Según los firmantes, Fernández de Kirchner es víctima de “una injustificable persecución judicial” que tiene por objetivo apartar a la dirigente peronista “de la vida pública, política y electoral, así como sepultar los valores e ideales que representa, con el objetivo final de implantar un modelo neoliberal”.

“El acoso a la vicepresidenta argentina se lleva a cabo a golpe de señalamiento de sus adversarios políticos, titulares periodísticos e irregularidades judiciales que vulneran el debido proceso y las garantías legales”, dijeron los presidentes.

Y es que un fiscal argentino pidió 12 años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra Fernández de Kirchner por los delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta en el juicio oral que enfrenta por irregularidades en la adjudicación de obras viales durante sus dos mandatos. La fiscalía calculó la defraudación en alrededor de 1,000 millones de dólares.

La expresidenta de 69 años ha dicho que no hay pruebas en su contra y que el objetivo es amedrentar a los gobiernos nacionales y populares que son considerados una amenaza para los intereses de grupos económicos poderosos.

En la misma línea se han expresado los expresidentes izquierdistas Evo Morales de Bolivia y Dilma Rousseff de Brasil.

El tribunal argentino dictará su fallo a fin de año. Si hubiera condena esta no sería de cumplimiento inmediato hasta que no se pronuncie la Corte Suprema, lo que podría llevar años adicionales.

“Condenamos rotundamente las estrategias de persecución judicial para eliminar a los contrincantes políticos”, concluyeron Fernández, López Obrador, Arce y Petro.

El presidente argentino Alberto Fernández reformó ayer su gabinete y designó a un “superministro” económico en un intento por salir de una crisis que ha puesto en duda la gobernabilidad.

El mandatario removió a la ministra de Economía, Silvina Batakis, que tenía 24 días en el cargo, y designó a Sergio Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados, al frente de un nuevo “superministerio” que aglutinará Economía, Desarrollo Productivo y Agricultura, Ganadería y Pesca.

Massa también será responsable de relaciones con los organismos internacionales, bilaterales y multilaterales de crédito.

Recordemos que Silvina Batakis había asumido apenas el 4 de julio en reemplazo de Martín Guzmán, quien había renunciado en medio de la tensión entre el presidente Fernández y su vicepresidenta y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner por el manejo económico.

La ahora exministra, que acababa de regresar de una gira por Estados Unidos en la que había presentado su plan económico a las autoridades de la secretaría de Tesoro y del Fondo Monetario Internacional (FMI), asumirá como presidenta del Banco Nación.

En tanto, Julián Domínguez, titular de Agricultura, presentó la renuncia y Daniel Scioli, ministro de Producción, regresará a su anterior cargo como embajador de Brasil que había abandonado hace poco más de un mes.

De perfil moderado, buena relación con sectores del establishment económico y Estados Unidos, la llegada de Massa se presenta como la última apuesta del presidente Fernández para salir de una crisis económica que combinada con una inflación superior al 60% en los últimos 12 meses, la carga de un endeudamiento externo por más de 100,000 millones de dólares, escasez de reservas en el Banco Central y restricciones cambiarias amenaza la estabilidad del propio gobierno, cuyo mandato concluye en diciembre de 2023.

Antes de oficializarse la llegada de Massa al gabinete, los mercados reaccionaron positivamente con una fuerte caída de la cotización del dólar en el mercado informal, casi 4% respecto al miércoles, y alza de bonos argentinos y de las principales acciones en la bolsa de Buenos Aires.

En contraste, referentes de la oposición se mostraron escépticos con los cambios.

Massa, de 50 años, es una de las figuras principales de la coalición gobernante como líder del Frente Renovador, una corriente de centro dentro del peronismo. La otra es Fernández de Kirchner, del ala de centro-izquierda, quien todavía no se ha pronunciado sobre los cambios en el gabinete.

El nuevo “superministro” fue jefe de gabinete durante el segundo gobierno de Fernández de Kirchner. Luego se distanció de la dirigente y fundó una nueva fuerza con la que se presentó como candidato a la presidencia en 2015.

Massa asumirá la semana próxima luego que la Cámara de Diputados designe a su reemplazante.

No es la primera vez en la historia del país sudamericano que un ministro concentra tanto poder. En la década de 1990 Domingo Cavallo también tuvo bajo su control todas las áreas económicas del gobierno.

El presidente López Orador parece querer ayudar a todo el mundo, y ahora podría hacerlo al gobierno de Argentina, a quien dijo, se le agotó la vida útil de su avión presidencial. Y como México tiene uno que no se ha podido vender, se lo podría dar a pagos chiquitos.

“Les mandamos a decir: Ahí está, llévense el avión nuestro; además, es un gobierno amigo”, dijo AMLO esta mañana.

El mandatario indicó que si bien el avión presidencial que usó el expresidente Peña Nieto tiene un avalúo de 110 millones de dólares, el gobierno argentino tiene disponibles solo 30 millones de dólares, por lo cual se podría vender con un pago inicial, y el resto que sea cubierto en en plazos.

Y aunque el presidente se ha referido a que el avión presidencial “no lo tiene ni Obama”, si quiere que Alberto Fernández lo tenga. Quiere que su “amigo” tenga un bien de la “época faraónica” de México, como se ha referido él mismo al tiempo en que se compró la aeronave.

Ante el cuestionamiento de la prensa, AMLO dijo que si él decidiera usar el lujoso avión presidencial, y por consiguiente el hangar presidencial, costaría 10 veces más de lo que cuesta tenerlo estacionado, haciéndole su respectivo mantenimiento.

Señaló que al año, viajando en vuelos comerciales junto a su equipo de ayudantía, llega a gastar cerca de dos millones de pesos. Recordó que cuando usaron el avión presidencial para ir a Argentina, el último viaje que hizo Peña Nieto en él, costó siete millones de pesos el puro uso de internet.

“Lo ideal era venderlo, pero no hay quién lo compre porque es muy extravagante, muy lujoso. Y, también, no lo podemos rematar, porque imagínense el Reforma y Claudio”, bromeó el presidente.

Sobre el ofrecimiento de Argentina, dijo que se podría firmar un convenio de pago, que involucre los 30 millones de pesos iniciales, y vayan pagando con alimentos u otros insumos. Dijo que en el convenio podría participar los bancos.

López Obrador también dijo que si no se vende o se logra el acuerdo con Argentina, el avión presidencial se va a entregar a la Fuerza Aérea para que lo maneje como parte de la empresa que va a hacerse cargo de los aeropuertos de Tulum, Chetumal, Palenque, Felipe Ángeles y el Tren Maya, y que ellos puedan organizar viajes de estos chárter.

Finalizó indicando que a más tardar en 3 meses se sabrá cuál es la decisión de Argentina, asegurando que “la verdad, es que el avión que traen ya, dicho por propios y extraños, ya cumplió su tiempo útil y sí necesitan un avión”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) denunció este jueves que existe una campaña mediática en su contra orquestada por la “oligarquía” del país, y consideró que esa clase de ataques constituyen un “golpe blando” contra la democracia.

El mandatario respondió así a una consulta sobre la reacción de su administración al alza en homicidios contra periodistas, que ha provocado protestas del gremio, y que ha llevado a que México sea considerado como el país más peligroso del mundo para ejercer la profesión.

Además, los asesinatos surgen en medio de las acusaciones contra López Obrador por sus constantes ataques a comunicadores a quienes considera sus adversarios.

“Estamos enfrentando no sólo al crimen organizado, estamos enfrentando a una mafia del poder. Así como hay delincuencia organizada, hay delincuencia de cuello blanco. Los que se dedicaban a saquear a México están muy molestos”, afirmó López Obrador.

“Esa oligarquía domina a la mayoría de los medios de información convencionales”, opinó. Además, denunció que ese fenómeno no es exclusivo de México y afirmó que está sucediendo ahora en países como Argentina. “Es una especie de golpismo, es un golpe blando con el poder de los medios”, agregó.

Ante la situación que atraviesa la prensa en nuestro país, donde han asesinado a seis periodistas en lo que va de año por su labor informativa, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, expresó su preocupación, postura que López Obrador tildó de “injerencista”.

Al respecto, el Parlamento Europeo (PE) condenó este jueves las amenazas, el acoso y el asesinato de periodistas y defensores de los derechos humanos en nuestro país, e instó a que estos crímenes se investiguen de manera “rápida, exhaustiva, independiente e imparcial”.

“La libertad de expresión en línea y fuera de línea, la libertad de prensa y la libertad de reunión constituyen mecanismos clave para el funcionamiento de una democracia sana”, recuerda la Eurocámara en una resolución aprobada este jueves por 607 votos a favor, 2 en contra y 73 abstenciones.

Los eurodiputados trasladaron su “solidaridad y empatía” a las familias de las víctimas y subrayaron su preocupación por el “clima de inseguridad y hostilidad al que se enfrentan los defensores de los derechos humanos y los periodistas”.

El texto pide a las autoridades mexicanas medidas para garantizar la protección y la creación de un entorno seguro para los periodistas y los defensores de los derechos humanos, haciendo frente a la corrupción generalizada y las deficiencias en los sistemas judiciales, que provocan altas tasas de impunidad en estos crímenes.

El Mecanismo Federal de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, añadieron, debe aumentar su financiación y establecer procesos más rápidos para incluir a los defensores y periodistas entre sus beneficiarios, con vistas a que puedan recibir medidas de seguridad y protección.

En más de supuestas campañas mediáticas, el presidente López Obrador felicitó a su homólogo argentino, Alberto Fernández, por “resistir la ofensiva de la derecha” en medio de la polémica por el acuerdo de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Celebro que estés resistiendo con dignidad la gran ofensiva de la derecha, apoyándote en el pueblo para salir adelante frente a la crisis que les agobia”, leyó este jueves López Obrador al exhibir la misiva en su conferencia matutina.

El mandatario mexicano reveló que envió la carta con su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, quien participó este martes en un acto por el Día Internacional de la Mujer en Argentina y este viernes representará a México en la investidura del nuevo presidente de Chile, Gabriel Boric.

“Sabemos que estás enfrentando una embestida de la élite conservadora de tu país que, en mayor o menor medida, como en cualquier lugar del mundo, se caracteriza por la deshonestidad y la hipocresía”, añadió AMLO en la carta.

Argentina llegó a un nuevo acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que aliviará la carga de pagos por casi 45,000 millones de dólares que debía encarar entre 2022 y 2023, informó este viernes el presidente Alberto Fernández.

“Quiero anunciarles que el gobierno de Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo el presidente en un mensaje. “Teníamos una deuda impagable que nos dejaba sin presente ni futuro y ahora tenemos un acuerdo razonable que nos va a permitir crecer y cumplir con nuestras obligaciones a través de nuestro crecimiento”, señaló el mandatario.

El acuerdo alcanzado en la madrugada de hoy alivia la carga de vencimientos de deuda que se concentró sobre este año (unos 19,000 millones de dólares) y el próximo (otros 20,000 millones). Además, había otro pago previsto en 2024 por más de 4,000 millones.

“Este entendimiento prevé sostener la recuperación económica ya iniciada. Prevé que no habrá caída del gasto real y sí un aumento en la inversión de obra pública del gobierno nacional. Tampoco dispone saltos devaluatorios”, añadió Fernández.

En concreto, Argentina se comprometió a reducir su déficit fiscal a 0.9% del Producto Interno Bruto en 2024, con metas de 1.9% en 2023 y de 2.5% en 2022, informó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en una rueda de prensa.
El año pasado, con un crecimiento económico de 10%, el déficit fue de 3%.

El acuerdo también prevé un crecimiento en 2022 de 5,000 millones de dólares de las reservas internacionales, que actualmente ascienden a poco más de 38,000 millones.

El gobierno de Fernández comenzó formalmente sus conversaciones con el FMI en agosto de 2020, y ahora el acuerdo debe ser ratificado por el Congreso. Recordemos que en este proceso ha intervenido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien apenas en recientes días pidió al FMI asumir su responsabilidad en el endeudamiento de Argentina.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llamó este viernes al FMI a que le dé “un trato justo a Argentina”, y que asuma “su responsabilidad en el endeudamiento excesivo” del país suramericano y que no quiera ponerles condiciones que van a empobrecer más al pueblo argentino y debilitar por completo al gobierno argentino.

López Obrador señaló que el FMI prestó dinero a la Argentina y le “hicieron agravar la crisis económica y financiera” y ahora “les están imponiendo condiciones completamente injustas”.

Los comentarios llegan cuando se vive una incertidumbre sobre si Argentina logrará cerrar un acuerdo con el FMI antes de marzo próximo se elevó luego de que el Gobierno de Fernández admitiera que mantiene diferencias con el organismo multilateral, ya que pretende comprometerse en un programa que le permita continuar con la reactivación económica y alcanzar el equilibrio fiscal primario en 2027.

Según el acuerdo de 2018, Argentina debería pagar al organismo, entre capital e intereses, 19.020 millones de dólares este año, 19.270 millones en 2023 y 4.856 millones en 2024, unos vencimientos que el Gobierno del peronista Alberto Fernández ya ha dicho que el país, que atraviesa desequilibrios macroeconómicos, no está en condiciones de afrontar.

Al respecto, el presidente argentino, Alberto Fernández, agradeció a López Obrador por “su firme decisión de apoyar la negociación de Argentina” con el FMI, según publicó en su cuenta de Twitter.

“Como bien ha dicho mi querido y respetado presidente de México, el FMI debe asumir la responsabilidad que tuvo al otorgar ese crédito récord al gobierno de Mauricio Macri con el fin de beneficiar a un gobierno en un momento electoral”, afirmó Fernández en sus redes sociales.

El mandatario argentino agregó que como afirma López Obrador, “es necesario que el FMI actúe con honestidad y ética, y no le exija al pueblo argentino mayores esfuerzos a los muchos que ya viene haciendo”.

El presidente argentino Alberto Fernández fue elegido este viernes para ejercer en 2022 la presidencia de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), un foro que busca la integración regional y en el cual varios de sus integrantes están enfrentados con Estados Unidos.

Fernández reemplazará al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al frente del bloque regional de 33 países latinoamericanos que comenzó a funcionar en 2011 como un mecanismo intergubernamental de diálogo y que, según analistas, es el contrapeso en la región de la Organización de los Estados Americanos (OEA), donde Estados Unidos ejerce una influencia histórica.

La designación del mandatario argentino fue realizada de forma unánime en Buenos Aires durante la XXII cumbre de cancilleres de la CELAC, que entró en funcionamiento cuando en el continente gobernaban dirigentes centroizquierdistas y populistas como Hugo Chávez, en Venezuela; Néstor Kirchner, en Argentina, y Evo Morales, en Bolivia.

En una intervención ante los cancilleres presentes, Fernández dijo que el bloque “no nació para oponerse a alguien, para enfrentarse con alguna de las instituciones existentes; no nació para inmiscuirse en la vida política y económica de ningún país; nació como un foro en favor de nosotros mismos que siempre promovió el consenso y la pluralidad”.

La cumbre tiene lugar en momentos en que el gobierno argentino ha reconocido las dificultades existentes para la consecución de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que tiene a Estados Unidos entre sus miembros de mayor peso, con el fin de refinanciar un préstamo de unos 44,000 millones de dólares otorgado a Argentina en 2018 cuando gobernaba el presidente Mauricio Macri.

Fernández agradeció el apoyo de todos los países presentes en las negociaciones entabladas con el organismo de crédito. “Uno se siente más fuerte sabiendo que los hermanos latinoamericanos y caribeños lo están acompañando”, sostuvo.

En tanto, el canciller argentino Santiago Cafiero sostuvo que “trabajaremos en el fortalecimiento institucional de la CELAC con espacios de diálogo y concertación, siempre con la agenda abierta, siempre convocando a todos y escuchando todas las voces”.

En la cita regional no estuvo presente Brasil. El gobierno de Jair Bolsonaro suspendió en 2020 su participación en actividades del bloque al sostener que daba protagonismo a regímenes no democráticos, en alusión a Nicaragua, Venezuela y Cuba.

La designación de Argentina en la presidencia se produjo luego de varios meses de intensas conversaciones con los países miembros.

Con duras críticas a la gestión del presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner aumentó la tensión por la que atraviesa el gobierno desde el revés electoral en las primarias legislativas del fin de semana pasado, al pedir públicamente un cambio de gabinete.

“¿En serio creen que no es necesario, después de semejante derrota, presentar públicamente las renuncias y que se sepa la actitud de los funcionarios y funcionarias de facilitarle al Presidente la reorganización de su gobierno?”, escribió la vicepresidenta en una carta pública en la que criticó a jerarcas que “se atornillan a los sillones”.

Estas declaraciones ocurren un día después de que cinco ministros considerados como cercanos a Kirchner ofrecieron su renuncia a Fernández, que por ahora no las ha aceptado.

Kirchner, líder del peronismo de centro-izquierda, señaló que en varias reuniones con el mandatario durante el último año le pidió un cambio de rumbo, sobre todo en política económica.

“Señalé que creía que se estaba llevando a cabo una política de ajuste fiscal equivocada que estaba impactando negativamente en la actividad económica y, por lo tanto, en el conjunto de la sociedad y que, indudablemente, esto iba a tener consecuencias electorales”, relató en la carta.

Sin embargo, esta mañana el presidente Alberto Fernández pidió cesar las disputas y resaltó que es él quien está al frente del gobierno.

“He oído a mi pueblo. La altisonancia y la prepotencia no anidan en mí. La gestión de gobierno seguirá desarrollándose del modo que yo estime conveniente. Para eso fui elegido. Lo haré llamando siempre al encuentro entre los argentinos”, escribió el mandatario en Twitter.

En su carta, Kirchner, expresidenta entre 2007 y 2015, remarcó que fue ella quien lanzó la candidatura de Fernández con la convicción de que era lo mejor para el país. “Sólo le pido al Presidente que honre aquella decisión… pero por sobre todas las cosas, tomando sus palabras y convicciones también, lo que es más importante que nada: que honre la voluntad del pueblo argentino”, remató.

En recesión desde 2018, Argentina atraviesa una crisis económica que se vio agravada por la pandemia de COVID-19. Para aminorar los efectos de la parálisis económica por las restricciones sanitarias, el gobierno realizó fuertes emisiones de dinero, especialmente en 2020.

a sus elevados índices de pobreza (42%) y desempleo (10%), Argentina suma una de las tasas de inflación más altas del mundo, 32% de enero a agosto, y tiene pendiente una deuda de 44,000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por la cual el próximo 22 de septiembre el gobierno debe pagar un vencimiento de capital por 1,900 millones de dólares y en diciembre otro por el mismo monto.

El gobierno de Fernández y Kirchner, que se encuentra a mitad de su mandato, quedó duramente golpeado por el resultado de las primarias del pasado domingo, en las que la coalición gobernante ‘Frente de Todos’ consiguió apenas 31% de los votos a nivel nacional, un resultado inesperado que mostró un rechazo mucho más amplio de lo previsto.

En tanto, la coalición de centro-derecha ‘Juntos’, del expresidente Mauricio Macri, obtuvo 40% de los sufragios a nivel nacional y le sacó una ventaja de cinco puntos al oficialismo en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión peronista y donde también pusieron a disposición su renuncia los ministros del gobernador Axel Kiciloff.

México enviará el próximo fin de semana a Argentina el primer lote de 800,000 vacunas AstraZeneca envasadas en el país, anunció este martes el canciller Marcelo Ebrard.

“El fin de semana México recibirá 800,000 y Argentina las otras 800,000, mitad y mitad, porque así se convino en agosto de 2020”, detalló el funcionario al participar en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

México y Argentina habían anunciado en agosto del año pasado un acuerdo con el apoyo de la Fundación Carlos Slim para producir en Argentina y envasar en México 250 millones de dosis del fármaco de AstraZeneca para distribuir en Latinoamérica, aunque el proceso se estancó en la planta de Liomont en México.

La ministra argentina de Salud, Carla Vizzotti, y Cecilia Nicolini, asesora de la presidencia de Argentina, viajaron este domingo a México para “seguir de cerca el proceso de liberación” de las vacunas contra el COVID-19 de AstraZeneca que los países producen de forma conjunta.

Ebrard explicó que este primer lote es parte del acuerdo pactado y a partir de ahora, con la aprobación de la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y de AstraZeneca, se va a surtir de la vacuna no solo a Argentina, sino a muchos países de América Latina.

El presidente López Obrador dijo que así como Argentina le ha ayudado a nuestro país, México tiene que corresponder de la misma manera, y el acuerdo de producir conjuntamente la vacuna de AstraZeneca comienza a “dar frutos”.

El mandatario reiteró que la producción del fármaco anticovid en la planta nacional va “a permitir que México tenga vacunas, que tenga vacunas suficientes Argentina y también otros países de América Latina y el Caribe; entonces, es un buen día”.

Adelantó que siempre trabajará de manera coordinada y solidaria con el gobierno de Argentina y destacó que “estamos juntos en la misma causa: buscar el bienestar para nuestros pueblos. Por eso es muy importante esta iniciativa”.

Por su parte el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien se enlazó virtualmente hasta Palacio Nacional, dijo que la producción de la vacuna AstraZeneca entre México y Argentina ayudará a la región a no depender del resto del mundo en el proceso del fármaco.

“Con este anuncio estamos siendo más independientes México, Argentina y América Latina”, destacó el mandatario. “Es un arranque importantísimo, hay que darle el valor y la importancia que tiene”.

Fernández agradeció a López Obrador y destacó que México siempre le ha abierto los brazos a los argentinos en momentos difíciles.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, aseguró este martes que tanto él como el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pasarán a la historia como los presidentes de la pandemia, pues les ha tocado gobernar con la presencia de un enemigo invisible que nadie sabe por dónde ataca, en referencia al virus de la Covid-19.

“Gobernar en la pandemia es gobernar lo desconocido, gobernar lo que no se conoce. Es luchar contra un enemigo invisible que nadie sabe por dónde ataca. Y por lo tanto, todos debimos ir aprendiendo en el camino cómo enfrentar este problema”, dijo el mandatario.

Al participar en la conferencia matutina de Palacio Nacional, Fernández aseguró que México y Argentina deben sumar sus esfuerzos y su potencial en América Latina para crear un “eje” que una a “todo el continente”.

“Desde el país más norteño de la América Latina hasta el país más austral tenemos que ser capaces de trazar un eje que una a todo el continente, ese es el deber que tenemos con Andrés Manuel”, dijo el mandatario argentino.

Fernández, que está en México por una visita de Estado de tres días, defendió que es una “obligación” para América Latina que ambos países “encarnen un futuro común”.

No es la primera vez que Fernández plantea un “eje” latinoamericano con México, pues ya se lo propuso en 2019 a López Obrador cuando visitó México como presidente electo.

Fernández aseguró que dicha unión ya empezó con la “experiencia grata de la producción de las vacunas que los latinoamericanos necesitan”, mediante un acuerdo entre México, Argentina y la Fundación Carlos Slim para distribuir el fármaco anticovid de AstraZeneca en el continente.

Asimismo, mostró todo su apoyo a las gestiones de México ante la ONU para una distribución equitativa de la vacuna en el mundo. “Quiero acompañar la gestión de México en favor de la universalización de la vacuna y quiero acompañar las quejas de México por la forma en que la vacuna se ha acaparado en una decena de países”, dijo.

Fernández aprovechó la comparecencia para elogiar a López Obrador, a quien dijo respeta “sinceramente por sus valores políticos y por el enorme esfuerzo que hace para recuperar un México que al tiempo que le tocó asumir la presidencia estaba en situaciones difíciles”.

Especialmente recordó la gestión de López Obrador para asilar en noviembre de 2019 a Evo Morales cuando “con la complacencia de la OEA (Organización de los Estados Americanos) en Bolivia ocurrió un golpe de Estado y muchos bolivianos vieron peligrar sus vidas”.

“Si Evo Morales está vivo es en gran medida por lo que aquel día decidió el presidente de México, don Andrés Manuel López Obrador”, reivindicó Fernández, quien aseguró que lo rescató “de las garras de sus asesinos”.

Además, confesó que hace un tiempo, cuestionado sobre México por un mandatario europeo cuya identidad no reveló, Fernández le respondió que “por primera vez México tiene un presidente con los valores que merecen los mexicanos”.

Añadió que al verlo y escucharlo reafirma que México tiene el primer presidente honesto y decente en muchos años.

Por su parte, López Obrador agradeció a Fernández por “su apoyo en todo lo relacionado con las vacunas”, pues intercedió para que México tuviera acceso al fármaco ruso Sputnik V. “Estamos muy agradecidos con Alberto y el Gobierno de Argentina. Somos pueblos hermanos y nos da mucho gusto que nos acompañe”, dijo el mexicano.

El peronista de centro-izquierda Alberto Fernández asume este martes la presidencia de Argentina con el desafío de reactivar la economía del país, marcada por una elevada deuda pública.

Abogado de 60 años, exjefe de gabinete de Néstor y de Cristina Kirchner entre 2003 y 2008, Fernández reemplaza al liberal Mauricio Macri.

“Empieza una nueva etapa y tenemos el desafío de poner a nuestra querida Argentina nuevamente de pie. Sé que cuento con ustedes. Cuenten conmigo”, tuiteó Fernández al iniciar la agenda del acto de investidura.

El nuevo mandatario recibirá la banda presidencial y el bastón de mando de parte de Macri en el Congreso. Una escena muy diferente a la de hace cuatro años, cuando Cristina Kirchner dejó la presidencia un día antes de lo previsto y Macri fue investido por el presidente provisional del Senado.

Kirchner, de 66 años, jurará como vicepresidenta, asumirá la presidencia del Senado y le tomará juramento a Fernández.

A la toma de mando de Fernández acuden el presidente cubano Miguel Díaz Canel, así como los mandatarios de Paraguay, Mario Abdo Benítez; y de Uruguay el entrante Luis Lacalle y el saliente Tabaré Vázquez.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, informó por Twitter que no asistirá a la investidura y se quedará en su país monitoreando las tareas de búsqueda de un avión militar chileno que desapareció el lunes cuando se dirigía a la Antártida con 38 pasajeros a bordo.

Brasil, principal socio comercial de Argentina, estará representado por el vicepresidente Hamilton Mourao, un alivio después de crispaciones con el mandatario Jair Bolsonaro.

Es una incógnita si llegará desde Cuba el expresidente Evo Morales, a quien Alberto Fernández ofreció asilo tras lo que él mismo calificó como un golpe de Estado en Bolivia.

Por parte del gobierno mexicano, asiste la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prefirió mantener su agenda en el país, la cual tuvo una modificación de último momento por el tema del T-MEC. Inicialmente se reuniría con los familiares de las víctimas de la guardería ABC.

Los actos estarán acompañados de una fiesta musical de cumbia y rock en la plaza de Mayo, sobre la que se erige la Casa Rosada y de la cual, a pedido de Fernández, fueron retiradas 24 horas antes las vallas que limitaban el paso hacia la sede presidencial.

Tras el  triunfo del candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, a la presidencia de Argentina, con el 48.10% de los votos, presidentes de varios países enviaron felicitaciones, pero el de Brasil, Jair Bolsonaro, opinó que “los argentinos eligieron mal.

En su cuenta de la red social Twitter, el presidente del Gobierno en funciones en España, Pedro Sánchez, confió en que la victoria de Alberto Fernández sea el triunfo y el impulso del pueblo argentino. “Argentina contará siempre con mi apoyo y del Gobierno de España. Nos une nuestro idioma, la Comunidad Iberoamericana y fuertes lazos que seguiremos estrechando”.

Por su parte, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a Fernández y a su compañera de fórmula, Cristina Fernández de Kirchner, por su “contundente e inobjetable” victoria. Confió en que se retomarán “la cooperación integral y trabajo conjunto con las nuevas autoridades del país, según un comunicado divulgado por el gobierno venezolano.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, también envió “felicitaciones y un abrazo revolucionario a nuestros hermanos Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner como presidente y vicepresidenta de Argentina”, y dijo, han sido elegidos con el voto del pueblo en una “fiesta democrática que revive la esperanza por mejores días en ese país”.

En el mismo sentido se pronunció el presidente de Chile, Sebastián Piñera, quien calificó de “gran triunfo el porcentaje obenido por el peronista en el proceso electoral, cuyo resultado evitará una segunda vuelta de elecciones.

Sin embargo, la polémica llegó con lo declarado por Bolsonaro, quien poco antes de salir de los Emiratos rabes Unidos, lamentó el resultado de los comicios en Argentina y anticipó que no enviará felicitaciones al peronista Fernández, porque “no deseo felicitarle”.

Consideró que “los argentinos eligieron mal al votar por el candidato de izquierda”, por lo que pidió esperar hasta conocer la postura real en política del abanderado del Frente de Todos, quien se ha pronunciado a favor del movimiento “Lula Libre”, por considerar que su encarcelamiento es injusto.