Con 137 años construyéndose “de forma ilegal”, la emblemática basílica de la Sagrada Familia de Barcelona, España, diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí, recibió la licencia de obras del ayuntamiento de la ciudad.
El consistorio barcelonés aprobó la concesión de esta licencia por 4,6 millones de euros al templo católico que, según se descubrió en 2016, se había estado construyendo sin permiso urbanístico desde 1882.
“La Basílica de la Sagrada Familia lleva 137 años en construcción, tiempo durante el cual ha permanecido a la espera de una respuesta acerca de la petición de permiso que presentó en 1885 al Ayuntamiento de la localidad de Sant Martí de Provençals, establecida actualmente como barrio de Barcelona. Esta petición (…) venía acompañada de un plano de la planta firmado por Antoni Gaudí”, informó la administración de la basílica.
La responsable municipal de urbanismo, Janet Sanz, celebró que han conseguido resolver una “anomalía histórica” de la ciudad: que una obra emblemática como la Sagrada Familia no tuviera licencia de obras.
El permiso obtenido por la junta constructora de la basílica contempla la finalización del templo en 2026, con una altura máxima de 172 metros y un presupuesto de 374 millones de euros.
En las negociaciones con el ayuntamiento de la izquierdista Ada Colau también se acordó el pasado octubre el pago de 36 millones de euros adicionales al consistorio para contribuir a la mejora del urbanismo, la movilidad y la limpieza del monumento.
La licencia que se concedió, aprueba el proyecto de Gaudí, a excepción de la mitad del gran nártex o pórtico monumental que previó en la fachada de la Gloria, situada en la calle de Mallorca. Los responsables indicaron que dicha parte del proyecto se resolverá en el marco de una comisión de trabajo prevista en el convenio firmado el 18 de octubre del 2018 entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Fundació Junta Constructora del Temple Expiatori de la Sagrada Família.
La construcción del recinto religioso es financiada únicamente por las donaciones de los fieles y las entradas de los turistas. Se prevé que la culminación de las obras coincidan con el centenario del fallecimiento de Gaudí. Es el monumento más visitado de Barcelona, con 4,5 millones de personas en 2017, y uno de los principales atractivos turísticos del país.