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Por un lado el presidente López Obrador ha querido vender la idea de que la contienda presidencial ya la ganó Morena. Que ese arroz ya se coció. Que la oposición no tiene nada que ofrecer más que el regreso al pasado. O es la transformación o es la mafia del poder.

Por el otro lado se dice y se repite que el presidente es un genio para las campañas. Que si bien no ha sabido gobernar el país, estos cinco años ha mantenido encendido el modo campaña y con ello se habla primordialmente del tema que López Obrador pone en agenda en la conferencia mañanera.

Pero estos días ha sido muy claro que el presidente está tan obsesionado con que su transformación no se acabe el 1º de octubre del 2024 y con su intención de que sean dos en la silla presidencial a partir de esa fecha, él y Claudia Sheinbaum, que no se ha percatado de una serie de errores que ha cometido.

En primer lugar, al haber adelantado los tiempos cuando dio a conocer las reglas de su sucesión en el restaurante El Mayor al día siguiente del triunfo en el Estado de México. A partir de entonces ha expuesto a las corcholatas – a Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto y Monreal – a un conflicto con las instituciones electorales por incurrir en actos anticipados de campaña.

Estas reglas también obligaron a los mismos personajes, salvo a Ebrard, a renunciar a sus cargos antes del tiempo que hubieran querido. Claudia Sheinbaum pretendía seguir al frente de la Jefatura de la CDMX cuando menos hasta septiembre. Ahora se las ha tenido que ver con tiburones de la política que le han complicado el arranque.

Aunado a ello, los aspirantes de Morena están abiertamente en conflicto entre ellos. Por más que las reglas de Morena han pedido que no se ataquen ni se confronten entre ellos, los mensajes que manda cada una de las corcholatas es una puñalada para sus compañeros de partido. Como ejemplo perfecto está la fotografía que publicó Claudia Sheinbaum del periódico de Stanford, en el que aparece ella protestando contra el neoliberalismo ante una visita que hiciera Carlos Salinas de Gortari a la Universidad. Sheinbaum pregunta ¿Y ustedes en dónde estaban en 1991?  Lo hace sin mencionar a Ebrard, pero es evidente que es un dardo en su contra. ¿En dónde estaba Ebrard en ese momento? En el PRI, en el gobierno de la Ciudad de México que encabezaba el cercanísimo a Salinas, Manuel Camacho Solís.

Esta rivalidad ha sido motivada por un presidente que no permite una competencia democrática dentro del partido. Un presidente que le gusta acaparar reflectores y detesta compartirlos. Así, cada aspirante no piensa más que en ganar sus simpatías para desbancar a Sheinbaum y la ex Jefa de Gobierno no piensa más que en la forma de mantenerse como la favorita.

Pero quizás su más grande error en estos días ha sido darle el reflector que necesitaba a una figura de la oposición fuerte y carismática como lo es Xóchitl Gálvez. La senadora del PAN había dicho que quería ser candidata a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. López Obrador la difamó al decir que ella estaba en contra de los programas sociales de su gobierno. Ella ganó una demanda para poder ejercer su derecho de réplica en Palacio Nacional. López Obrador incumplió su palabra y no dejó entrar a Xóchitl a la Mañanera. A partir de este acto, el presidente le abrió la puerta a la candidatura presidencial.

Sobre Gálvez hay mucho que escribir. Por lo pronto, simplemente anotar que en ella, Morena podrá encontrar a una rival con la historia personal y política adecuada para el momento actual y por ello una contrincante bastante competitiva. Y fue López Obrador quien la puso en los reflectores.

Columna completa en El Universal

La colonia se llama Ladrón de Guevara. Un nombre ni mandado a hacer para lo que fue utilizada. Ahí se repartió dinero a quienes acudieron a un mitin que no es mitin; para una campaña que no es campaña; para un candidato que no es candidato.

Me refiero al evento del martes pasado de Adán Augusto López, quien dejó la Segob para buscar ser el próximo presidente de México. Según la crónica de Antonio Baranda para Reforma, durante 45 minutos se entregaron dos billetes de 100 pesos a cada asistente que hizo fila atrás de un auto Nissan Tilda color guinda (ni modo que fuera de otro color) después del mitin.

El político que rechazó la de por sí irrisoria cantidad de 5 millones de pesos del partido para 70 días de proselitismo (que no es proselitismo) porque dijo que haría una campaña (que no es campaña) austera, regala billetes. El político que dice que la raíz de todos los males es el amor al dinero, regala billetes para ganar simpatías.

Esta es una de tantas ironías – quizás cinismo sería una mejor palabra – del movimiento que López Obrador ha bautizado como la 4T.

Pero hay más.

¿Qué tan metido en el gobierno de su papá tiene que estar Andrés Manuel López Beltrán para que Marcelo Ebrard haya pensado que ofrecerle una secretaría de estado en su futuro gabinete le compraría las llaves del corazón de AMLO?

Hay investigaciones periodísticas de Mexicanos Contra la Corrupción que han documentado la red de poder que ha tejido el segundo hijo del presidente durante el gobierno de su padre. Lo que AMLO prometió no ocurriría en su gobierno, porque no es como los del pasado, se rompe brutalmente con ‘Andy’ que ha logrado para sus amigos contratos en lo que iba a ser el NAIM, el aeropuerto en Texcoco, de acuerdo con los reportajes de Montserrat Peralta, Julio Astorga, Isabella González y Mario Gutiérrez Vega para Latinus. Si hay en este gobierno nepotismo y si hay mafia del poder, pero con nuevos integrantes. Ebrard lo sabe y por ello pensó que ofrecerle una Secretaría inventada, la de la 4T, sería la forma de ganarse al gran elector de estas campañas.

Porque esa es otra de las ironías de este gobierno. Su austeridad sale carísima. Resulta que ahora hay que financiar con recursos públicos y adicionales, no transparentes, estos 70 días de campañas que simplemente están hechos para ver quién es el más leal a un solo individuo, a Andrés Manuel López Obrador.

Ni Ebrard, ni Sheinbaum, ni Monreal, ni Adán Augusto están pensando en ganar la popularidad de los ciudadanos. Nosotros valemos gorro. Lo que importa es que AMLO vea en estos 70 días cuál es la mejor corcholata para sucederlo. Que este juego de ganarse al presidente cueste una millonada, es lo de menos. Ha transcurrido un lustro de destrucción en el sistema de salud; cultura; educación y un largo etcétera, sin consecuencias políticas. Así que, ¿qué tanto es tantito más? Que desde ahora se le dé carpetazo al sexenio y lo único que importe sea quién será el próximo inquilino de Palacio no parece importar a una clase gobernante que ha decidido estar en modo campaña desde tanto tiempo antes.

La más grande ironía de la autollamada Cuarta Transformación es que lo único que realmente parece haber transformado es la aceptación de lo que antes fue tan rechazado, que los llevó al poder. Ahora, los ciudadanos que los eligieron asumen como una acción natural y casi inevitable lo que antes parecía insoportable. Me refiero a ver con ojos de aceptación las violaciones flagrantes a las leyes de quienes juraron cumplirlas y hacer que se cumplan.

Columna completa en El Universal

Queda claro que Morena quiere el voto ciudadano, pero es un partido que no le gusta uno de los principales pilares de la democracia, el debate de ideas.

Cuándo se llevó acabo el primer debate entre las candidatas por la gubernatura del Estado de México, al que fui invitada por el Instituto Electoral local con la aprobación de todos los representantes de los partidos a fungir como la moderadora, se hizo todo un escándalo previo y posterior al encuentro entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral.

Antes del debate, porque los coordinadores de la campaña de Delfina dijeron que ella no acudiría en la fecha señalada por problemas de agenda. La lectura que se le dio es que no quería Horacio Duarte ni Mario Delgado que ella arriesgar a su ventaja en las encuestas en un cara cara con Del Moral.

Al final el debate se llevó acabo y en el post debate el mismo coordinador y el presidente de Morena decidieron culparme de haber sido parcial y emitir juicios de valor por haberle preguntado a la candidata sobre un hecho totalmente probado: ¿Por qué debían de creer los mexiquenses en que ella (Delfina Gómez) combatiría la corrupción como gobernadora así como alcaldesa estaba aprobado que se le había descontado parte de su salario a trabajadores de Texcoco al grado de qué el tribunal multó a Morena?

No haber esta no haber hecho esta pregunta, considero, pudo haber sido motivo de que la campaña de Del Moral me acusara, y con razón, de ser efectivamente parcial en favor de Morena y sus aliados.

Al final, el escándalo le sirvió a la campaña de Delfina Gómez para que el segundo debate fuera uno sin confrontación de ideas. El INE llevaba años intentando lograr que los debates en México fueran eso, debates, y no monólogos escrito por los estrategas para que los candidatos llegaran simplemente a leer al encuentro.

La regresión que vimos en el segundo debate fue solamente una probadita de lo adversos que son a la democracia algunas de las figuras más destacadas de Morena y del actual gobierno.

La siguiente probadita acaba de llegar para confirmar que el debate simplemente no les gusta. En el documento del Acuerdo del Consejo Nacional de Morena que define el método de selección de la candidatura presidencial para el 2024 se especifica que los aspirantes evitarán los debates públicos y las polémicas. También evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversos de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen.

Ahí está, en blanco y negro y escrito por la dirigencia de Morena con la venia del presidente López Obrador, lo que ya sabíamos: no les gusta el debate ideas. Lo pusieron en papel y lo dieron a los medios para que circulara sin pudor alguno.

Ante esta aversión al debate, la gran pregunta es si con los números que tienen de voto duro les alcanza para no solo ganar la Presidencia si no la mayoría de dos terceras partes en el legislativo para poder modificar la Constitución a su antojo.

Si la estrategia de acudir solamente entrevistas con medios afines, van exacerbar las cámaras de eco. Los que ya están convencidos de que AMLO y Morena representen la mejor opción para México ahí seguirán. Pero ¿cómo van a ganar nuevos simpatizantes y votos si no se atreven a ir ante lo que califican como medios reaccionarios?

¿Ya hicieron las cuentas?

Columna completa en El Universal

Pasadas las elecciones de este año estamos ya con las elecciones presidenciales del 2024 encima. Ante este banderazo, van 3 preguntas y respuestas:

  1. ¿Por qué ganó Delfina? A pesar de un fallo del Tribunal que confirma que cuando Gómez fue alcaldesa de Texcoco hubo un descuento a los salarios de los trabajadores y por ello una multa a su partido, a Morena, Delfina Gómez obtuvo 8 puntos más en las elecciones del domingo que la candidata de la alianza PRI-PAN-PRD-PANAL, Alejandra del Moral.

El justificado hartazgo con casi un siglo de malos gobiernos del PRI es tan grande que ni un fallo que comprueba un delito fueron suficientes para que los mexiquenses le dieran la espalda a Delfina.

También ganó porque hubo un buen operativo del partido, de Morena, y del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El día de la elección hubo detenciones de funcionarios de los gobiernos de Veracruz y Michoacán en municipios del Estado de México con dinero en efectivo y listas de electores.

A ello hay que sumar que Delfina Gómez ha sido una política disciplinada que ha cumplido al pie de la letra la estrategia emanada desde Palacio Nacional. Acudió a sus mítines; estuvo cerca de la gente y se apegó al mensaje de sus coordinadores de campaña. No perdió el piso en ningún momento queriendo demostrar que la que manda es ella. Acudió a los debates y se apegó al discurso que se esperaba de ella, incluso superando las bajas expectativas que había sobre su capacidad para debatir.

  1. Va Por México dice que prácticamente empató con Morena al sumar los votos que obtuvieron en Coahuila y Estado de México. ¿Es una lectura correcta? Al día siguiente de las elecciones, la coalición dio una conferencia de prensa en la que celebraron el triunfo en Coahuila, que fue por una diferencia de 35.5 puntos porcentuales, la más holgada en 18 años. Sumaron los votos obtenidos por Morena-PT-Verde en EdoMex, con los obtenidos por Morena en Coahuila. Esto dio un total de 3 millones 548 mil 410 votos. Ese número lo compararon con la suma de votos del PRI-PAN-PRD en Coahuila y Estado de México, que fue de 3 millones 494 mil 061 votos. La diferencia de votos fue de 1.55 por ciento (o 54 mil 343 votos). La conclusión es que hay tiro ante tan marginal diferencia de votos.

Lo anterior es una lectura incorrecta porque la tendencia que hemos visto es de Morena ganando elección tras elección desde 2018. De las 23 gubernaturas que se han disputado en de este sexenio, Morena ha ganado 17. Por su parte, el PRI ha perdido todas, salvo Durango y Coahuila. Ha pasado de ser un partido que gobernaba a casi el 60 por ciento de la población a sólo gobernar poco menos del 4 por ciento, y esto en alianza. Estas pérdidas estatales implican también pérdidas en presupuesto. Tan solo pensar en el Estado de México, la diferencia del 1.5 que hacen hoy es irrisoria si pensamos en lo que significará el control de ese bastión para las elecciones del 2024.

Sería pertinente para la alianza hacer un ejercicio de autocrítica más que de autocomplacencia, tras el resultado del domingo, en donde es evidente que sus actuales liderazgos son insostenibles.

  1. ¿Qué significa la renuncia de Ebrard a la SRE? Al anunciar que dejará la cancillería el lunes próximo, Ebrard logra enviar el mensaje de que quiere unidad, pero que va en serio por la candidatura de Morena por la presidencia. Quiere que todas las “corcholatas” estén en piso parejo para competir en la encuesta del partido. Su salida no podía darse una vez que perdiera la encuesta porque el presidente lo culparía de generar división en Morena.

Columna completa en El Universal

Es una verdadera vergüenza el estado de nuestros partidos políticos. Estamos a tres días de las elecciones de este 2023, las gubernaturas en el Estado de México y Coahuila y las 25 diputaciones en este último estado. Las boletas electorales ya están impresas y hoy es el último día para hacer campaña. El domingo están llamados a votar 12 millones de mexiquenses y 2.3 millones de coahuilenses. Tanto en Coahuila como en el Estado de México las boletas electorales están ya listas.

En Coahuila va arriba en las encuestas desde el arranque de las campañas el candidato de la alianza PRI, PAN y PRD, Manolo Jiménez. Ahí, a diferencia del Estado de México, Morena y sus aliados no lograron ponerse de acuerdo y la boleta va a tener a otros tres candidatos. A Armando Guadiana, por Morena, Ricardo Mejía Berdeja, por el PT, y Lenin Pérez aparecerá dos veces en la boleta, una por el partido local Unidad Democrática de Coahuila y otra por el PVEM.

Pues resulta que aun así, con las boletas ya impresas y listas para la votación del domingo, las cupulas de los partidos Morena, PVEM y PT llegaron a un acuerdo que al parecer no les pareció importante negociar o planchar con sus candidatos locales.

Mario Delgado, posiblemente pensando que es muy inteligente, logró que las dirigencias del Verde y del PT salieran a anunciar con él que sus candidatos declinaban en favor del candidato de Morena, de Guadiana. Más tardaron en hacer su rimbombante declaración, que Lenin Pérez y Ricardo Mejía en salir a decir que ellos siguen en la boleta y que no declinan en favor de nadie.

Y es entendible. Tanto Pérez como Mejía han crecido mucho más allá de los partidos que están declinando por ellos, el PT y el Verde respectivamente. En la última elección el PVEM en Coahuila obtuvo el .85 por ciento de la votación. Ahora Lenin Pérez lo ha crecido al 7% según la encuesta de ayer publicada por El Universal. Del lado del PT, el partido obtuvo un 1.5 por ciento en la elección del 2017. Ahora Mejía Berdeja lo ha crecido al 13 por ciento.

Con estas declinaciones de las cúpulas partidistas, los políticos se dejan ver de cuerpo entero. Lejos de hacer estos anuncios pensando en que buscan mejorar la calidad de vida de los Coahuilenses o de que las preocupaciones de los ciudadanos son las suyas también y por ello están pidiendo el voto popular, lo que estamos viendo es la desfachatez de los partidos negocio que claudican su participación en las elecciones porque ya lograron demostrarle a Morena que son pequeños pero con peso para la alianza rumbo al 2024. Eso es lo que verdaderamente les importa. La calidad de vida de los coahuilenses les vale un comino.

Tan es así que unos minutos después de la declinación del PVEM en Coahuila, salió Mario Delgado a decir que el exgobernador de Chiapas, Manuel Velasco, podría estar incluido en la encuesta de Morena como una corcholata más para contender en el 2024.

Apostilla: En el boletín de prensa que publicó ayer Mario Delgado sobre estas declinaciones apuntó que en “la Alianza Juntos Hacemos Historia debe prevalecer la unidad ante cualquier interés personal. Ningún ego desmedido, ninguna vanidad fútil, ningún interés de grupo puede estar por encima del proyecto de transformación nacional.” Vaya palabras que eligió el presidente de Morena. ¿A quién estará describiendo?

Columna completa en El Universal

La semana pasada vimos una probadita de lo que está por venir en el cierre del actual sexenio. Todo indica que tenemos que prepararnos para tiempos de enorme turbulencia. El Presidente intensificó su guerra contra la Suprema Corte; llevó a cabo su primera expropiación y acusó al gobierno de Biden de ser injerencista en la política en Perú. Lo hizo con poca congruencia ya que fue él más injerencista en la política de ese país al llamar usurpadora a su presidenta, Dina Boluarte.

Esta radicalización de López Obrador podría ser la plataforma ideal para que la oposición se pusiera las pilas y se presentara como la mejor alternativa ante un presidente que ha dicho ¡fuera máscaras!

Pero no. En lugar de ello, del lado de la oposición, cada actor ha decidido radicalizarse también.

En Movimiento Ciudadano decidieron que ahora mismo, a diez días de las elecciones en Coahuila y Estado de México, es el mejor momento para pedir que nadie apoye al PRI.

MC ya había decidido no participar en las elecciones de este año, pero ahora han entrado de lleno en ellas al pintar bardas con el lema de ‘Ni un voto al PRI’. Si, es verdad que el Revolucionario Institucional ha ganado más embajadas que gubernaturas en el sexenio de López Obrador y que por ello es plausible la acusación de que han claudicado convenientemente y por intereses personales en favor de Morena. Pero esta campaña de MC debió de haberse hecho o mucho antes de las dos elecciones en juego este año, o pasadas éstas.

Por su parte el PRI está para llorar. Son la peor marca política, pero bajo el liderazgo de Alejandro ‘Alito’ Moreno no han hecho más que deteriorase. Se han acrecentado las divisiones internas y no han fortalecido las externas. Alito cree que puede hoy decirle a MC que son “esquiroles, esbirros, serviles y lacayos” de Morena, pero cerrar sus insultos diciendo que está abierto, que no quiere cerrar la puerta, a que vayan juntos en el 2024. Si, ajá.

Y en el PAN, Marko Cortés pretende darle la precandidatura solamente a quien logre cumplir con varios requisitos, entre ellos la meta bastante complicada de recabar 1 millón de firmas. Este anuncio logró una nueva división en el PAN. A las acusaciones de que Marko Cortés actúa así simplemente para boicotear a Lilly Téllez vino el cuestionamiento a Creel sobre de dónde viene el dinero para que él pueda apoyar y buscar este millón de firmas.

En lugar de pensar en construir una candidatura común con PRI y PRD, lo que ha provocado la ocurrencia del dirigente del PAN es mayor división.

Ante la radicalización del Presidente, la oposición parece querer cavar anticipadamente su tumba. En lugar de “aprovechar” esta radicalización del Presidente para cuestionarlo sobre los temas relevantes, como ¿por qué le tiene tanto miedo a la transparencia en sus obras insignia? ¿por qué quiere acabar con la división de poderes? ¿por qué quiere el regreso al país donde manda un solo hombre? la oposición desperdicia esta oportunidad para irse a su propia esquina radical.

Columna completa en El Universal

Como ocurre cada doce años, México y Estados Unidos se encaminan a elecciones presidenciales simultáneas en el 2024. Solo por recordar, en 2012 en México ganó Enrique Peña Nieto y en EUA fue reelecto Barack Obama; en el 2000 ganó Vicente Fox en México y George W. Bush en EUA; en 1988 ganó Carlos Salinas de Gortari en México y George Bush padre en Estados Unidos.

A diferencia de todas esas elecciones, la coincidencia entre ambos procesos en México y EUA se da en medio de un ambiente de mucha polarización y con amenazas a la democracia en los dos países.

En México tenemos al actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, eligiendo ampliar su red de enemigos a diario. El dicho de “no hay enemigo pequeño” parece importarle poco a un López Obrador que ha decidido confrontarse con clases medias; partidos de oposición; medios de comunicación; sociedad civil; Poder Judicial; gobiernos e inversionistas extranjeros y un largo etcétera.

En Estados Unidos ya anunció Biden su intención de reelegirse y muy probablemente será el candidato del partido demócrata, a pesar de que menos de la mitad de sus partidarios piensan que debe buscar otros cuatro años dada su edad. A los 80 años, Biden es ya el presidente más viejo en la historia de su país.

Del lado republicano Donald Trump se ha fortalecido rumbo al 2024 por dos razones. La primera es que quién podría ser su contrincante más competitivo, el gobernador de Florida Ron DeSantis, decidió pelearse con la marca que prácticamente todo estadounidense ama: Disney. Esto le está restando puntos y popularidad frente a un Trump que, a pesar de haber perdido la más reciente demanda por acoso sexual que concluyó con una multa de 5 millones de dólares que debe pagar a la víctima, el expresidente fue invitado por la cadena CNN un día después a un “town hall” televisado en el que el público era prácticamente todo pro-Trump.

Así, el magnate pudo mofarse de Nancy Pelosi, la ex presidenta de la Cámara de Representantes, y decir que fue ella la culpable del asalto al Capitolio en enero 6 del 2021, ante las risas y aplausos de los presentes. Este fue solo uno de sus desplantes de cinismo que la moderadora, Kaitlin Collins, intentó frenar y obligar a que el expresidente se apegará a la verdad.

¿Por qué le pareció una buena idea a CNN organizarle esa plataforma a Trump? Solo la desesperación por ganar rating lo puede explicar. Lo cierto es que la cadena colaboró para fortalecer a un político que claramente aborrece los límites de la democracia y que pretende regresar a La Casa Blanca a probarlos de nuevo.

Frente a este panorama tan inestable y crispado, tendrá que transitar la relación bilateral México-Estados Unidos en medio de los crecientes retos en materia de seguridad, migración y comercio. Aquí lo principal a recordar es que el eslabón más débil de la cadena es México. Dependemos de la economía de EUA para que sigan fluyendo las remesas y las inversiones que atrae el nearshoring. Son esos los dos motores principales que han mantenido a México a flote a pesar de las pésimas decisiones de política pública que ha tomado el presidente López Obrador.

¿Cuál de las famosas ‘corcholatas’ o de los que han levantado la mano en la oposición está pensando y preparando estrategias hacia estas elecciones simultáneas? El 2024 parece lejano, pero está a la vuelta de la esquina.

Columna completa en El Universal

Si algo hemos visto en estos más de cinco años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador es que cuando anuncia que quiere algo, hace hasta lo imposible por lograrlo. No importa si esto implique cometer un crimen contra la lógica.

Lo vimos con la cancelación del NAIM. El aeropuerto de Texcoco ya llevaba millones de dólares invertidos en su construcción y su cancelación costaría millones más. López Obrador era apenas presidente electo y nada de esto le impidió armar una consulta a modo que concluyó con la cancelación del aeropuerto. La sensatez y el sentido común apuntaba en una dirección y eso hacía pensar que sería el camino que tomaría AMLO. Imperó la amenaza de destruir todo lo que tuviera que ver con el pasado. El NAIM fue cancelado.

Lo vimos también con el avión presidencial. Algunos pensaban que su amenaza de volar en líneas comerciales y de vender el avión que AMLO decía mañosamente que “no tiene ni Obama” era una simple estrategia política. No fue así. Intentó todo con tal de cumplir con la venta del avión. Al final optó por rematarlo, pero cumplió.

Ahora, ante el tremendo revés de la Suprema Corte en la que nueve ministros declararon inconstitucional las modificaciones a las leyes electorales mejor conocidas como ‘Plan B’ porque el legislativo no cumplió con el debido proceso cuando las aprobó, el presidente no va a ser el político que reflexione como lograr un mejor diálogo con la oposición o cómo tejer lazos con el legislativo.

No. La nueva cruzada del presidente ya quedó clara desde unos minutos después de que se conociera el fallo de la Corte. El Plan C es lograr la mayoría calificada en el legislativo en las elecciones del 2024.

Ayer en su conferencia mañanera López Obrador llamó al pueblo a votar por la mayoría absoluta en el congreso para lograr que en septiembre del 2024 se apruebe una reforma al Poder Judicial. Ahora, dice López Obrador, quiere que sea el pueblo quien los elija.

Es una nueva estrategia política porque actualmente los ministros de la Corte se eligen de una terna nombrada por el ejecutivo y ratificada por el Senado para asegurar los contrapesos. Es una insensatez lo que propone el presidente ya que, entre otras cosas, implicaría que quienes quisieran integrarse a la corte hicieran campaña para ganar el voto ciudadano.

Pero aun siendo una insensatez, es una amenaza que se debe escuchar como seria viniendo del presidente López Obrador.

¿Lo hará la oposición? Hasta ahora vemos a los liderazgos del PAN y PRI, a Marko Cortes y Alejandro Moreno, más preocupados por mantener sus cotos de poder que en trabajar por presentar propuestas atractivas para la ciudadanía y en desnudar las estrategias políticas del presidente por su insensatez.

La Corte ha hecho su trabajo con la votación de esta semana por salvaguardar la democracia. La ciudadanía también, al salir a las calles. Es el turno de la oposición de tomarse en serio la nueva cruzada del presidente.

Columna completa en El Universal

El viernes pasado el INE le otorgó registro como Agrupación Política Nacional a ocho grupos, siete de ellos ligados a Morena.

Las APN´s, como se les conoce comúnmente son asociaciones ciudadanas que, según la Ley General de Partidos Políticos, “coadyuvan al desarrollo de la vida democrática y de la cultura política, así como a la creación de una opinión pública mejor informada”.

Hasta antes del viernes, cuando el INE le otorgó el registro como APN’s a estos ocho grupos, existían en México ya 68 de estas agrupaciones. Desconozco si todas estas siguen existiendo, aunque aparecen en el directorio del Instituto (https://www.ine.mx/actores-politicos/agrupaciones-politicas-nacionales/directorio-apn/)

Cuando un grupo de personas logra conformarse como una APN obtienen la posibilidad de participar en procesos electorales futuros para obtener registro como partido político.

Ahora, entre las nuevas APN’s que obtuvieron su registro del INE el viernes pasado están verdaderas ‘joyas’. Qué siga la democracia tiene un gran nombre. Fue creada por Gabriela Jiménez como parte del plan de Morena para recabar las firmas necesarias para la revocación de mandato del presidente en abril del año pasado. Entre las firmas aparecían 15 mil muertos. Ojalá que el INE haya revisado que entre los más de once mil integrantes para obtener este registro no incluyeron muertos también.

Otra de las nuevas APN’s es Humanismo Mexicano. Ésta cuenta ya con diputados de Morena entre sus cuadros más destacados: Favio Castellanos, Emmanuel Reyes y Hamlet Almaguer. Lo que llama la atención de esta nueva APN es quién está detrás de ella: la agrupación religiosa La Luz del Mundo, cuyo apóstol y líder, Nassón Joaquín García está en prisión en Los Ángeles, California, enfrentando una condena de 16 años al ser declarado culpable de abuso sexual contra menores. Los dos últimos diputados mencionados, Reyes y Almaguer, tienen fotografías en templos de Joaquín García. El diputado Almaguer ha estado con Nassón desde el principio. Mandó publicar felicitaciones en medios de comunicación de Jalisco, en donde nace La Luz del Mundo, cuando inició su liderazgo en diciembre de 2014 tras la muerte de su padre, Samuel Joaquín. Y lo defendió en redes sociales durante y después del juicio del que el mismo Nassón se declaró culpable cuando publicó: “Sólo hay un futuro para La Luz del Mundo, el crecimiento. Y sólo hay una persona que nos va a llevar ahí, el Apóstol Naasón Joaquín. #Inocente #Honorable”

¿Cómo es que se le otorgó el registro a este grupo con un antecedente tan negro?

Las APN’s son la antesala de los partidos políticos. Ante la crisis que vivimos actualmente por la pobre oferta que éstos presentan a la ciudadanía, pensar que las nuevas APN’s tienen nexos con Morena o están conformadas y/o ligadas a personajes como Joaquín García, es muy decepcionante. Se antoja bastante complicado que la oferta política en México mejore cuando son estos grupos las alternativas a los actuales partidos políticos.

Vale la pena revisar quiénes y cómo reciben del INE registro de APN estos grupos si queremos salir de la crisis de la democracia en la que nos encontramos.

Apostilla: Martha Delgado renunció ayer a la Subsecretaría para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE. Se va a coordinar la campaña presidencial de Marcelo Ebrard. Entre sus cercanos (a ella y a Marcelo) el cambio lo explican como “vamos en serio” por la candidatura de Morena hacia el 2024.

Columna completa en El Universal

La contienda 2024 podría ser similar a la anterior elección presidencial. Del lado republicano, Donald Trump sigue firme en sus intenciones de contender, a pesar de la cantidad de problemas legales que tiene encima. Del lado demócrata Joe Biden formalizó ayer – mismo día que hiciera su anuncio de su precandidatura cuatro años antes – que buscará reelegirse en el 2024.

Se entendía que Biden sería un presidente de un solo periodo de cuatro años. Sin embargo, la debilidad de la Vicepresidenta, Kamala Harris, y la ausencia de otras figuras en el partido demócrata que puedan hacerle frente a Donald Trump, fueron las razones que llevaron a Biden a buscar otros cuatro años en La Casa Blanca.

Biden tiene hoy 80 años. Ésta es de hecho la cuarta ocasión que anuncia que buscará la presidencia de EUA. Como contexto, la primera vez que quiso lanzarse, la URSS todavía existía. Su edad es su principal debilidad, pero no la única. Casi 7 de cada 10 estadounidense piensa que el país va por el rumbo equivocado. Entre las fortalezas es que podrá presumir los miles de millones de dólares que ha logrado para proyectos de infraestructura, energías limpias y semiconductores. Todo esto lo podrá hacer usando los insumos de La Casa Blanca, algo que en la elección pasada tuvo Trump pero que aun así perdió. Las cosas han dado un giro de 180 grados para ambos en ese sentido.

El partido demócrata es bastante disciplinado. Cuando un presidente anuncia que buscará su reelección, los otros que podrían disputarla deciden esperar y respetar al presidente. En esta ocasión, a pesar de la edad de Biden, no parece que romperán las reglas. Sí, hay algunas figuras atractivas dentro del partido. El Economist apuntó ya a otros demócratas que tienen un perfil atractivo como Gretchen Whitmer, la gobernadora de Michigan, Raphael Warnock, senador por Georgia, o Andy Beshear, el gobernador de Kentucky. No obstante, parece que éstos se disciplinarán para apoyar a Biden en su reelección.

El eje de la campaña de Biden será evitar a toda costa el regreso de Donald Trump a la presidencia. Así se pudo ver en el video en el que anunció su intención de reelegirse. Éste arranca con imágenes de la toma del Capitolio el 6 de enero del 2021 con la voz de Biden diciendo que lo que viene es la batalla por el alma de Estados Unidos.

¿A quién preferirán los estadounidenses entonces? ¿Biden o Trump? Según los números de Morning Consult, ambos están en rojo, pero mientras Biden tiene -10 puntos de aprobación (resultado de quienes lo ven con ojos positivos menos quienes lo ven con negativos), Trump está en -19.

La campaña de Trump será muy ruda. Se dará en medio de sus problemas legales. Sus leales serán muy agresivos. Ya no estará la familia en el círculo cercano para apaciguarlo ya que, salvo Donald Jr., los demás han decidido enfocarse en otros temas.

Para México ésta apunta a que será una campaña como ninguna otra. Trump ha usado a México como piñata política. Ahora tendrá además del tema migratorio, la crisis del fentanilo para golpearnos a su antojo. Sabemos que, aún así, el presidente López Obrador lo prefiere y se identifica más con él que con Biden, quien ha asumido una postura por demás ecuánime a pesar de las constantes agresiones y groserías del gobierno mexicano. La más reciente, la aparente venta del avión presidencial a Rusia a precio de ganga a través del gobierno de Tayikistán.

Apostilla: si no es Trump y la opción republicana resulta ser Ron DeSantis, peor tantito para México.

Columna completa en El Universal

El presidente se está saliendo con la suya. Está logrando acabar con la prensa libre e independiente en su país. Con la detención del periodista Evan Gershkovich, del Wall Street Journal, acusado de espionaje, Vladimir Putin le está clavando probablemente el último tornillo al ataúd de la libertad de prensa en Rusia.

El proceso que ha llevado a este momento en el que ya prácticamente no hay prensa libre independiente en Rusia, ha sido paulatino. Nos podemos remontar a los años de la URSS, en donde la “libertad de expresión” se regía bajo el artículo 58 del Código Penal, que declaraba ilegales el espionaje, la traición y movilizaciones en contra del régimen. Este artículo inspiró terror en los años de la URSS. Los corresponsales extranjeros acreditados aparentemente estaban fuera del ámbito de este artículo.  La mayor amenaza que enfrentaban era la expulsión. La excepción fue Nicholas Daniloff, periodista de US News & World Report detenido en 1989. El arresto de Daniloff fue una represalia por el arresto, en Estados Unidos, del diplomático soviético Gennady Zakharov, quien fue acusado de espionaje. Dos semanas después hubo un acuerdo: los soviéticos liberaron a Daniloff y los estadounidenses liberaron a Zakharov.

Con la caída de la URSS se pensó que las cosas serían distintas. Que no habría mayor amenaza a la libertad de expresión. Esto resultó errado. La presidencia de Vladimir Putin ha ido apretando las tuercas poco a poco hasta llegar al momento actual.

Desde el 2012 cuando comenzaron las primeras manifestaciones en contra de Putin, se amplió el catálogo de delitos que ameritaban detención por cargos de traición a la patria y/o espionaje. Este endurecimiento se recrudeció de nuevo en febrero del año pasado con la nueva invasión a Ucrania lo que llevó varios periodistas rusos y extranjeros a abandonar el país.

Gershkovich fue de los pocos que se quedaron a seguir ejerciendo el periodismo. Su detención el 29 de marzo ha significado la escalada más importante en acoso a la prensa y ataque a la libertad expresión desde tiempos de la Guerra Fría. Tanto el Departamento de Estado como el WSJ ha negado las acusaciones en su contra y consideran que está detenido bajo acusaciones falsas lo que lo convierte en un rehén de Putin.

El gobierno de Estados Unidos logró que más de 40 países firmaran una carta exigiendo el gobierno de Putin la liberación de Gershkovich enfatizando que él estaba acreditado como periodista en Rusia y que el periodismo no es un delito. No obstante, ayer un juez negó otorgarle su libertad antes de que comience su juicio, programado para el 29 de mayo. Si Gershkovich es declarado culpable podría pasar 20 años en una colonia de prisioneros.

Lo que le ocurre a este periodista del WSJ es la culminación de ataques de Putin a la Prensa y a quienes no están de acuerdo con su guerra en contra de Ucrania. La escalada en los ataques a la libertad de prensa y expresión han sido paulatinos.

En un país como México, en donde hay ataques a la libertad de expresión que vienen también desde la presidencia, lo que ocurre en Rusia no puede verse como un problema ajeno y/o lejano. Putin está logrando que todo el periodismo independiente abandone Rusia. Con el periodismo tratado como un delito, la cobertura de la guerra en Ucrania quedará enmarcado de la propaganda y mentiras de su régimen. Es el sueño cumplido de cualquier autócrata.

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Hay un dicho muy claro y sencillo que debería recordar la oposición si realmente quieren tener oportunidad de regresar al poder: “No puedes querer tener el pastel y a la vez comértelo”. Pero eso es lo que están intentando los dirigentes del PAN, PRI y PRD.

Salen a marchar diciéndole a la ciudadanía que están en las calles porque ellos defienden a la democracia que está siendo atacada por el presidente López Obrador, por su partido, Morena; y sus aliados, PVEM y PT, pero después se unen a estos mismos actores para atacar ¡a la democracia!

Quieren su pastel intacto pero también le quieren dar sus mordidotas. ¿No entienden o creen que los ciudadanos somos ignorantes?

Al atacar al Tribunal Electoral como lo están haciendo, para ganar mayor poder en las cúpulas y poder vivir bajo sus propias reglas manteniendo el presupuesto público – que proviene del bolsillo de todos los mexicanos vía impuestos – están atacando la democracia.

Lo que pretenden con la iniciativa que busca reformar los artículos 41, 73, 99 y 105 de la constitución es eliminar contrapesos y limitar derechos de las minorías políticas. Así de sencillo. Primero porque pretende frenar juicios de derechos políticos promovidos por mujeres. Gracias a éstos se ha logrado avances en la paridad legislativa y mayor presencia en gobiernos locales. Han sido logros costosos que han tenido que brincar varias trancas, como cuando se inventaron los partidos aquello de ‘las Juanitas’. Ponían a una mujer candidata a una diputación o senaduría con un suplente hombre y, apenas comenzaba la legislatura, la obligaban a renunciar.

Con todo y estas mañas, se logró importantes avances en paridad de género dentro de los partidos políticos. Mismo caso se ha dado para otras minorías como indígenas y transgénero. Esto lo quieren eliminar todos los partidos salvo Movimiento Ciudadano.

Además pretenden proteger a las dirigencias de los partidos, en este caso a Marko Cortés, del PAN, Jesús Zambrano, del PRD y Alejandro Moreno del PRI, de juicios internos en nombramientos que hagan. Son tan pequeños estos dirigentes, que prefieren aliarse con quien los está aplastando, Morena, con tal de mantener el poco poder que aún detentan.

Vemos un día sí y al otro también a los aspirantes de Morena, a las famosas corcholatas, violar las leyes electorales. Se promueven burdamente con recursos públicos, y aun así la oposición siente que es buen momento para quitarle poder y atribuciones al Tribunal Electoral que es actualmente la última instancia para poner un freno a estas violaciones constantes de la ley.

Consideran los tres partidos de la oposición, PRI, PAN, PVEM, que hoy que el presidente López Obrador, ataca al Poder Judicial, es buen momento para unírsele a él y a su coalición para atacar al Tribunal que forma parte de este contrapeso.

En medio del litigio electoral de mayor calado de las últimas décadas, el Plan B electoral, uno esperaría que las prioridades políticas de los partidos de la oposición deberían estar en la defensa de las instituciones electorales a toda costa. Si hay puntos que corregir dentro del INE y dentro del Tribunal Electoral, ahora no es el momento para hacerlo ni para pretender debilitarlos. Pero tal parece que la oposición quiere tener su pastel – decir que defienden la democracia – y comérselo también, al querer debilitarla.

La oposición parece que simplemente no entiende.

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La mejor oportunidad para reducir la desigualdad es mejorar la educación, en especial asegurar que los alumnos sepan matemáticas. La evidencia demuestra que los alumnos que conocen los básicos de las matemáticas se encaminan al éxito, sin importar qué carrera universitaria escojan más adelante.

Esto es un pequeño párrafo del más reciente ensayo que publicó Bill Gates para explicar la transcendencia de la Inteligencia Artificial. ¿Qué pensaría el creador de Microsoft del plan de estudios que comenzará a aplicarse en las escuelas mexicanas a partir del nuevo ciclo escolar 2023-2024 en el que ya no existe la materia de matemáticas? Seguramente no entendería por qué un gobierno que dice querer acabar con los privilegios y las desigualdades económicas quiere implementar un catastrófico plan de estudios.

La Escuela es Nuestra (LEEN) es la respuesta del actual gobierno cuando revirtió la Reforma Educativa del 2013. Como en otras áreas de gobierno, aquí se quiere aplicar un adiós a todo lo pasado; bienvenida una nueva educación. A fines del año 2022 se publicó el Nuevo Plan de Estudios que, sin sustento ni directrices claras, busca que los maestros enseñen sin las materias tradicionales (matemáticas; ciencias sociales; biología, etc) y mejor se basen en los contextos sociales y culturales de cada comunidad. Los nuevos campos de conocimiento serán Lenguajes, Saberes y Pensamiento Científico, Ética, Naturaleza y Sociedad, y De lo Humano y los Comunitario.

Estos cambios se quieren aplicar después de que las escuelas estuvieron cerradas 53 semanas por la pandemia. De acuerdo con el Banco Mundial, este cierre derivó en un rezago educativo equivalente a dos años escolares. Si antes de la pandemia no era óptimo hacer estos cambios, ahora es sin duda un muy mal momento para pretender sacudir el sistema educativo de forma tan drástica.

Pero dejando de lado que el momento de querer aplicar el nuevo plan no es bueno, el cambio en sí es catastrófico. No tiene un plan accionable ni un rumbo claro. Tan es así que La Escuela Es Nuestra se iba a probar en 960 escuelas en octubre del año pasado pero, debido a la falta de claridad sobre el programa y de capacitación a los maestros, la organización Educación con Rumbo ganó un amparo y con ello fue detenido este plan piloto.

Aun así, la SEP afirma que el nuevo plan de estudios se aplicará de forma generalizada el próximo ciclo escolar 2023-2024.

Pude ver algunos de los libros de texto para 1ero de Primaria y lo que salta apenas abrirlos es la cantidad de texto. Para un alumno que apenas está aprendiendo a leer y a escribir ¿le será de utilidad un libro así? Es una de las primeras preguntas que le hice a Carlos Mancera, ex Subsecretario de la SEP, para mi podcast Broojula.

Su respuesta fue un rotundo NO. Las palabras en los libros no son las adecuadas y los ejercicios son demasiado complejos para un alumno de 1º de primaria. Y fue más lejos. Carlos Mancera me explicó que el nuevo plan de estudios, además de promover un enfoque comunitario sobre el individuo, tiene una fuerte carga ideológica.

El enfoque comunitario del nuevo plan de estudios comete el error de creer que el mundo empieza y termina en la comunidad. No es que no se crea en la importancia de la comunidad, pero también es cierto que las comunidades no esperan que la escuela reproduzca su realidad, sino que contribuya a transformarla acercando al alumno al conocimiento y dotándolo de las herramientas que hagan posible su superación.

Los resultados de las nuevas prácticas educativas que comenzarán a aplicarse con el Nuevo Plan de Estudios 2023-2024 ahondarán de manera inadmisible la brecha entre la educación pública y la educación que imparten las escuelas privadas. El presidente que tanto divide a los buenos, los pobres, y los malos, los fifís, ahora está llevando esta visión del mundo a las escuelas públicas mexicanas para que la absorban desde chicos los niños.

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Dijo el presidente en su Mañanera del lunes que su Plan C es pedirle a la ciudadanía que no vote por la oposición; que vote por Morena: “Hay un plan C, que no estén pensando que ya se terminó todo, que no se vote por el bloque conservador, ningún voto a los conservadores, sí a la transformación”.

AMLO hizo así un llamado al voto utilizando recursos públicos. Algo que él repudió vehementemente cuando lo hizo Vicente Fox en las elecciones presidenciales del año 2006: “Hay que cambiar de jinete, no de caballo” dijo el entonces presidente, pidiendo el voto por Felipe Calderón.

La indignada respuesta de Andrés Manuel López Obrador culminó hasta que se modificó el artículo 134 Constitucional, en su fracción VII, para incluir el Principio de Neutralidad Constitucional, el cual exige a todos los servidores públicos, empezando por el presidente, a que el ejercicio de sus funciones se realice sin sesgos, en cumplimiento estricto de la normatividad en materia electoral.

Hoy AMLO hace lo que en su momento tanto le reprochó a Vicente Fox.

En el 2015 López Obrador reclamaba los lazos familiares en puestos públicos. En su cuenta de twitter escribió: “Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad.

Ahora, ante la conformación de las quintetas para que de ahí salgan los nombres de los Consejeros Electorales del INE que sustituirán a Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Adriana Favela y José Roberto Ruiz Saldaña que concluyen su mandato la semana próxima, no importa que los que lleguen sean parientes de ni cercanos a integrantes de Morena y/o de su gabinete.

“Si pertenecen o participan con nuestro movimiento y no están impedidos, si no lo prohíbe la ley […] cualquiera que llegue será mejor que los que están actualmente. Lo importante es que sea gente íntegra, honesta. No, no eso de la experiencia”, dijo el presidente en su Mañanera cuando se le cuestionó la cercanía de varios de los posibles sustitutos de los consejeros salientes, incluyendo el presidente.

Entre los candidatos están Bertha Alcalde, la hermana de la secretaria de trabajo; Netzaí Sandoval, hermano de la ex Secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; Guadalupe Álvarez Rascón, hija de un senador de Morena; Zircey Bautista Arreola, esposa del subsecretario de SEDATU; Guadalupe Taddei Zavala, tía del director de LitioMx y prima del Secretario de Bienestar de Sonora; Víctor Humberto Mejía y Jorge Montaño, ambos tabasqueños, cercanos al secretario de Gobernación, Adán Augusto López; y Bernardo Valle, cercano a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.

Tiene razón el presidente cuando dice que el parentesco con integrantes de un partido no es contrario a la ley electoral para ser Consejero del INE. Las preferencias políticas no necesariamente comprometen la ética, integridad ni la capacidad de los consejeros.

Pero, con la tendencia de destrucción, acaparamiento de las instituciones del actual gobierno que encabeza López Obrador, es muy complicado concederles a estos candidatos el beneficio de la duda.

Recordemos que López Obrador es el presidente que apoyó que la candidatura de Felix Salgado Macedonio a la gubernatura de Guerrero se la quedara su hija Evelyn, cuando se le retiró por no cumplir con la ley.

El nepotismo y el amiguismo ha sido una constante en el gobierno de López Obrador, a pesar de que antes lo reprobada. Hoy hace el presidente lo que como candidato y líder opositor señalaba como trampas de la Mafia del Poder.

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Donald Trump es el puntero para quedarse con la nominación republicana para la presidencia en el 2024, pero tiene contrincantes. Formalmente hay una precandidata hasta el momento, Nikki Haley, pero está el gobernador de Florida, Ron De Santis, como una alternativa que utiliza el mismo discurso de Trump pero con la ventaja de que es mucho más joven.

Ahora Trump vuelve a estar en el centro de la atención por la posibilidad de que el jurado del estado de Nueva York lo detenga por no reportar correctamente gastos de campaña, lo que es un delito en Estados Unidos.

El señalamiento es que Trump le pagó 130 mil dólares a la actriz porno, Stormy Daniels, para que mantuviera en silencio una presunta relación amorosa entre ambos. Su abogado al momento de hacer el pago durante la campaña electoral del 2016 era Michael Cohen. Él ha declarado ya ante el jurado que fue quien le pagó de su bolsillo a Daniels este dinero y que Trump después se lo regresó con cheques personales ya siendo presidente.

Las pruebas están ahí. Primero las declaraciones de Cohen y segundo los cheques de Trump. Por ello, cuando el fin de semana Trump decidió publicar en su red social, Truth Social, que el martes sería detenido y que por ello pedía a sus simpatizantes que salieran a las calles a defenderlo, comenzaron las dudas sobre las consecuencias políticas de detener a un expresidente.

Por un lado hay quienes creen que esto victimiza a Trump y lo fortalece rumbo al 2024. Por otro lado están los que creen que las justicia es la justicia y Trump debe de pagar por sus delitos como cualquier otro delincuente.

El New York Times ha publicado varios artículos sobre el tema en estos días y, la versión que me parece más plausible es que en el corto plazo la acusación y posible detención podría ayudar políticamente a Trump que sabe manejarse muy bien en medio del conflicto. Sin embargo, en unos meses, cuando la campaña por el 2024 esté a todo vapor, la suma de esta acusación a los malos resultados de sus candidatos en el 2022 y la pérdida de las elecciones del 2020 pueden poner a varios republicanos a reconsiderar si conviene seguir apoyando a Trump.

Actualmente el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, y otros republicanos están respaldando a Trump. Esto vuelve a mostrar el músculo que el expresidente todavía tiene sobre el partido. Llama la atención el silencio de Ron DeSantis que parece preferir no embarrarse con los escándalos de quien lo ayudó en su meteórica carrera política.

Ahora, es importante preguntar: de llegar Trump a una campaña nacional ¿qué tantos independientes y nuevos votantes podrá atraer un político que se encuentra en tanto embrollo legal? Ya sabemos que solamente con sus simpatizantes pierde La Casa Blanca.

Se viven momentos interesantes en la política estadounidense.

Apostilla: Ni tarde ni perezoso, el presidente López Obrador sí salió a defender a Trump. “Están declarando que van a detener al expresidente Trump supuestamente por un asunto amoroso…no nos estamos chupando el dedo. Esto es para que no aparezca en la boleta electoral. Y si digo esto es porque yo padecí de la fabricación de un delito porque no querían que yo fuese candidato y eso es completamente antidemocrático” fue parte de su declaración en la mañanera de ayer. Con esto López Obrador vuelve a apapachar a su amigo Trump, pero además le quitó atención mediática al documento del Departamento de Estado norteamericano que denuncia los abusos a los Derechos Humanos en México; la impunidad con la que opera el crimen organizado y los ataques desde el poder a la prensa.

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Finalmente el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está por inaugurar el mes próximo un gran proyecto de energía solar que generará, tan sólo en su primera etapa, 120 megawatts.

¿Cuánto es esto? Lo suficiente para abastecer de energía a 100 mil hogares al mes. Y lo está haciendo con energía limpia. Un viraje importante en las políticas que ha seguido en el sector el actual gobierno.

Este parque de energía es un gran proyecto… que estará pésimamente mal ubicado. “Si tuviera que lanzar un dardo al mapa de la República Mexicana para que caiga en el peor lugar para construir una central fotovoltaica, caería justo en Puerto Peñasco”, me comentó un experto en el sector. Y es precisamente ahí en donde el gobierno está por inaugurar esta megacentral.

¿Por qué es el peor lugar? Primero porque en la región noroeste hay un exceso de oferta de energía eléctrica. Esto es algo que el gobierno sabe la perfección. Una simple búsqueda de la demanda en esa zona del país en el Sistema Interconectado Nacional en la página del gobierno te deja ver que ahí se generan actualmente casi 3 mil 500 megawatts y se demanda un poco más de 2 mil 500. Por ello ya desde el 2019 fue la propia secretaria de Energía, Rocío Nahle, la que declaró que el noroeste tenía ya cubierta su demanda de energía. Entonces ¿para que construir ahí este proyectazo?

Si querían construir algún Sonora, era mejor hacerlo cerca de la subestación de Hermosillo en donde no existiría el sobrecosto en materia de transmisión. Como la central que se inaugurará en abril está en la esquina noroeste, se requerirán 25 kilómetros de líneas de transmisión para abastecer Sonora, Chihuahua y Sinaloa, como pretende el proyecto. Esto aumenta enormemente su costo.

El cálculo es que en Puerto Peñasco instalar cada megawatt estará costando 1.6 millones de dólares. El precio de mercado de producción de cada megawatt está actualmente en 750 mil dólares. Así, el costo de producir megawatts en Puerto Peñasco será mucho más caro y además hay que considerar que durante la transmisión se pierde algo de la energía generada.

Una tercera ineficiencia del proyecto es que no interconectará el Sistema Nacional de Transmisión con el Sistema de Baja California. El sexenio anterior se tenía proyectado precisamente instalar una línea de transmisión en corriente directa que interconectar ambos sistemas. El proyecto fue cancelado, como prácticamente todos lo han sido bajo el gobierno de la 4T. Esto es importante porque el Sistema de Baja California está interconectado con el de California, EUA. Construir una Central en Puerto Peñasco, Sonora habría de menos hecho sentido si se hubiese pensado en interconectar con el Sistema de Baja California. El actual proyecto no lo contempla y es algo que no se resuelve simplemente con líneas de transmisión. Requiere un entramado mecánico complejo que está ausente del Plan Sonora.

La tendencia en el mundo para hacer proyectos viables y financieramente rentables es la construcción de este tipo de centrales Fotovoltaicas cerca de donde se consume la energía. En México hay deficiencia energética en la zona Centro, Occidente y Peninsular. En lugar de haber invertido los mil 600 millones de dólares que se estima costará el Plan Sonora para instalar más energía en donde más se necesita y a un costo megawatt de mercado, se optado por hacer un proyectazo mal implementado.

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