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Un problema de legitimidad de origen de los nuevos integrantes del Consejo General puede ser dañino para la democracia, por lo que su designación debe realizarse con el más amplio consenso de todas las fuerzas políticas, afirmó el Consejero Presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova.

“La Cámara de Diputados está por nombrar a cuatro nuevos integrantes del Consejo General del INE y el asunto no es menor y se debe entender que un problema de legitimidad de origen en quienes son los encargados de legitimar las reglas de la competencia electoral, puede ser dañino para la democracia”, señaló.

Lorenzo Córdova sostuvo que, tanto en las reformas electorales como en el nombramiento de las y los nuevos consejeros electorales, se debe privilegiar el consenso.

En ese sentido, dijo que el consenso es un elemento casi indispensable en las reglas del juego, pues son con las que los actores políticos van a jugar y a las que van a someterse; sentenció que si esas reglas no son aceptadas por todos, difícilmente el juego va a llegar a buen puerto.

El Consejero Presidente enfatizó que el INE puede ir a las elecciones de 2021 con las reglas actuales.

“No hay que cambiarle nada a las leyes electorales para organizar con éxito las elecciones de 2021; pero ello no significa que las leyes electorales no sean perfectibles, cualquier reforma electoral que pretenda aprobarse en el periodo ordinario en curso debe mantener la autonomía del INE y las bases de equidad, certeza y representación de la pluralidad”.

Destacó que el 6 de junio de 2021 se renovarán los 500 diputados con posibilidad de reelegirse por primera vez, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y en 30 entidades habrá elecciones municipales, lo que da un total de casi 3,500 cargos de elección popular.

ISABEL TURRENT

REFORMA

 

Desde ahí hay que empezar para explicar por qué el Presidente se equivoca día a día en sus decires matutinos y en muchas de sus políticas. Desde el ABC de la teoría política. LO parece creer genuinamente que todos los problemas que enfrenta son nada más producto de políticas “neoliberales” del pasado reciente; no ve, ni acepta, las consecuencias de los errores que ha cometido desde que tomó el poder y no tiene idea de las tareas fundamentales de un Estado eficaz.

Desde Sun Tzu, pasando por Maquiavelo, Hobbes y Max Weber, y todos los teóricos que han explicado la construcción de un Estado funcional a partir de un contrato social original, están de acuerdo en que el Estado tiene, desde el principio de la historia, tres obligaciones fundamentales: la responsabilidad de proteger a sus gobernador, la de solucionar los conflictos impartiendo justicia de la cuerdo con los mandatos de ley, y la capacidad de recolectar impuestos y redistribuir de manera eficaz los recursos para garantizar el bienestar de todos.

Sobre el tema se han escrito bibliotecas. Quien quiera viajar por todo el pensamiento político occidental puede consultar el libro enciclopédico de Alan Tyan (On Politics). Para un excelente recuento, más breve y escrito desde el (vapuleado) centro-izquierda Goof and Bad Power de otro escritor inglés, Geoff Mulgan, es inmejorable.

Mulgan agrega una cuarta tarea fundamental para un gobierno eficaz, que, paradójicamente, en lugar de perder relevancia, se ha vuelto aún más importante en esta era de la posverdad: la responsabilidad de promover la verdad y el conocimiento.

López Obrador ha fracasado en esas responsabilidades para construir y apuntalar un Estado eficaz, porque no ha asumido que encabeza un Estado débil. Tampoco, que ha debilidad del Estado mexicano no es resultado de las políticas de libre mercados de sus antecesores, sino del crecimiento y expansión a lo largo del territorio del país de una constelación de grupos bien organizados de narcotraficantes y delincuentes que roban, toman casetas, extorsionan, secuestran y asesinan con total impunidad.

La verdad lo tiene sin cuidado. Ha inventado, como lo han hecho muchos populistas liberales que han transitado por el siglo XX y el siglo XXI, a enemigos anónimos, imposibles de identificar y de llevar a la justicia. El perfecto chivo expiatorio. Los “conservadores” de López Obrador -que parecen reflejo de los “peligrosos inmigrantes” con los que Trump ha azuzado el supremacismo blanco en Estados Unidos- no existen.

El presidente López Obrador comparte, de menos con su antecesor inmediato, una imaginación política deficiente, que le ha impedido diseñar una estrategia inteligente y de altos vuelos para cimentar el desarrollo económico (del cual depende el fortalecimiento del Estado benefactor) y para resolver la violencia de narcos y delincuentes con el uso de la violencia legítima.

Es un político de muy cortos plazos. (Por eso no le interesa tampoco el conocimiento ni el futuro de los estudiantes que ha dejado en manos de la CNTE, ni de los que no tendrán oportunidad de estudiar en el extranjero, porque desmanteló Conacyt).

Pero ha olvidado que la seguridad y la protección de sus gobernados no puede ser cortoplacista. El anhelo de paz no es monopolio de un grupo de ciudadanos “conservadores”, como dice el Presidente. Es el cimiento del contrato social entre un Estado y la sociedad que gobierna desde el principio de los tiempos: la garantía de seguridad, orden, paz y prosperidad, a cambio de obediencia a las leyes, lealtad al Estado y pago de impuestos.

Como lo hemos comprobado los mexicanos, es difícil exagerar la importancia de un gobierno fuerte, estable y protector para el bienestar de sus ciudadanos. Por eso, para todos los teóricos políticos, es el cimiento de la legitimidad de un Estado. Eso y no su política clientelar bebería ser la primera prioridad del gobierno. Encontrar una estrategia eficaz para garantizar la paz.

Si falla, correrá el riesgo de que su legitimidad quede prendida con alfileres de una retórica matutina hecha de ocurrencias.

Diversas han sido las reacciones a la elección interna que Acción Nacional llevó a cabo este domingo, para definir a su candidato presidencial, la cual estaba disputada únicamente por Ricardo Anaya. Sólo él apareció en la boleta que se entregó a la militancia panista.

 

 

A través de las redes sociales se han dado a conocer diversas fotos de la boleta, en donde se muestra el rostro de Anaya como precandidato único. En publicaciones de Twitter, se cuestionó el proceso interno, e incluso se comparó con la de procesos anterior.

 

 

Algunas otras imágenes mostraban que a pesar de ser Anaya el único que aparecía, el rechazo de los militantes los llevó a anular su voto con leyendas como “Margarita Zavala” o “Dedazo”, entre otros.

 

 

Las mantas del conteo final también se difundieron, y en algunos centros de votación, fueron más los votos nulos que los votos obtenidos por Ricardo Anaya.

 

 

Otros usuarios en redes sociales reflexionaron de cómo Ricardo Anaya se adjudicó la candidatura presidencial con 203 mil votos, mientras que opciones independientes como María de Jesús Patricio no logrará llegar a la boleta electoral aun cuando rebasa los apoyos que Anaya obtuvo.

 

 

El ex panista y ahora colaborador de José Antonio Meade, Javier Lozano, llamó “#JovenDictador” a Anaya, e ironizó al referirse a la elección del PAN como una votación reñida; dijo que el partido pasó de  la simulación al ridículo.

 

 

De visita por Chiapas, el precandidato presidencial de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no necesita ganar legitimidad a partir de grandes y ostentosas campañas, pues dijo, contará con el apoyo de la gente.

 

“No actuaré con espectacularidad, no necesito ganar legitimidad de esa manera”, y añadió que el pueblo le tiene confianza y lo que importa “es sacar adelante a México, que se acabe con la corrupción y termina con la impunidad”.

 

El tabasqueño subrayó que no hará falta actuar como lo han hecho los gobiernos corruptos, que para justificarse emprenden acciones publicitarias, “acciones espectaculares como meter a la cárcel a supuestos peces gordos y luego en sus gobiernos terminan” manchados de corrupción.

 

Ejemplificó sus dichos con el Presidente Enrique Peña Nieto, quien cuando hacía campaña se tomó una foto con los gobernadores que supuestamente eran ejemplo del nuevo PRI, y ahora “todos ellos están acusados de  corrupción”.

 

Al no ser beneficiado por los resultados de la encuesta que realizó Morena en la Ciudad de México para elegir a su “coordinador territorial”, el delegado de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, indicó que su partido debe “corregir los errores, enmendar las acciones incorrectas” en que el comité de encuestas incurrió.

 

“No es una osadía pedir transparencia, no es una osadía ayudar a disminuir la opacidad y la parcialidad, no es una osadía un poco de autocrítica sobre las acciones y decisiones tomadas, no es una osadía enmendar las acciones incorrectas por la Comisión Política y el Comité de Encuestas tomado”.

 

Monreal indicó que el hecho de corregir “sin acciones que nos beneficiarían a todos”, e indicó que “la legitimidad del proceso es clave (…) en la toma de decisiones”.

 

“Creo firmemente que este es un momento de una autocrítica seria y juiciosa, y con ello, la rectificación nos vendría bien en el momento más álgido, que es el que vivimos, y no solamente se trata de una encuesta, el fondo sobre lo que realmente estamos reflexionando es la transparencia, la democracia, la equidad electoral y la legitimidad política, sobre todo, también, la ética personal”, afirmó el aspirante a la candidatura de Morena en la Ciudad de México.

 

“No estoy en la búsqueda de cargos de consolación o de acomodo, lo que me interesa es la transformación de la ciudad, del país, no soy ni he sido nunca un lambiscón”, razón por la que aseguró no aceptó la postulación al Senado que le ofrecieron consejeros de Morena.

 

“No voy a dejar trozos de dignidad en el camino, voy a aceptar lo que la gente quiera. Siempre he defendido los principios de Morena: no robar, no mentir, no traicionar al pueblo. Y hoy, es el momento clave de ejercer y hacer valer esos principios”, remató el zacatecano.

El presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, sostuvo que México necesita legislar la segunda vuelta en elección presidencial con el fin de fortalecer la democracia y así evitar una crisis de legitimidad para quienes sean electos y ocupen posiciones clave en el gobierno.

 

 

Al asegurar que los candidatos declarados como ganadores en las elecciones de Coahuila y Estado de México son rechazados por la gran mayoría de la ciudadanía, es una muestra de la urgencia que hay para legislar la propuesta, en la que Acción Nacional insistirá para que se instaure en todo el país.

 

Señaló que de 1994 a la fecha, ningún candidato presidencial ha contado con el apoyo de más del 50% de la población, y de cara a la elección presidencial de 2018, se debe revisar la propuesta, pues “podría ocurrir que el candidato más rechazado fuera el próximo presidente de México”.

“La experiencia comparada nos lo dice con claridad: alrededor del 70 por ciento de los países que eligen directamente a su presidente contemplan la posibilidad de una segunda vuelta en caso de no obtener mayoría absoluta en la primera”, puntualizó Anaya.

Con información de El Financiero / Foto: Twitter