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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) debería rechazar un acuerdo con Estados Unidos que restrinja el asilo e incremente las deportaciones sumarias, afirmó este viernes Human Rights Watch (HRW).

La ONG envió una carta a López Obrador y a la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, quien se reunió este viernes en Washington con el secretario de Estado, Antony Blinken.

La reunión ocurre mientras el Gobierno de Joe Biden y el Congreso estadounidense negocian un acuerdo sobre el presupuesto para el período fiscal 2024 que vincula la ayuda a Israel y Ucrania con la política migratoria.

Los legisladores republicanos, que tienen mayoría en la Cámara de Representantes, condicionan su apoyo a la provisión de más de 100,000 millones de dólares a Ucrania e Israel, a la restricción del derecho de asilo y del otorgamiento de residencia temporal a extranjeros por razones humanitarias.

“El presidente López Obrador tiene la oportunidad de defender los derechos de miles de migrantes y solicitantes de asilo vulnerables, en su mayoría latinoamericanos, negándose a acceder a otro acuerdo que permita a Estados Unidos expulsar migrantes hacia México”, indicó Juanita Goebertus, directora para las Américas de Human Rights Watch.

Añadió que el presidente debería dejar en claro que no pretende ser cómplice de este intento, por parte de congresistas estadounidenses, de despedazar el sistema de asilo de Estados Unidos.

HRW indicó que, bajo las medidas propuestas, los funcionarios de inmigración tendrían atribuciones para expulsar a los solicitantes de asilo sin una evaluación de sus casos, y restringirían el programa de permisos humanitarios que beneficia a personas de Cuba, Haití, Venezuela y Nicaragua.

“Las propuestas que se están considerando en Estados Unidos podrían tener consecuencias devastadoras para los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo, socavarían el derecho a solicitar asilo y expondrían a miles de personas a graves peligros”, remató Goebertus.

Las delegaciones de alto nivel de Estados Unidos y de México retoman este viernes en Washington las conversaciones migratorias con las que intentan reducir los cruces fronterizos tras las cifras récord de finales del año pasado.

La comitiva del Gobierno mexicano, liderada por la canciller Alicia Bárcena, llegó a la capital estadounidense para reunirse con sus contrapartes, entre ellos el secretario de Estado, Antony Blinken.

Con este encuentro se reanudarán las conversaciones del pasado 28 de diciembre, cuando ambas delegaciones se reunieron de urgencia en Ciudad de México después de que Estados Unidos cerrara varios cruces fronterizos debido al gran número de llegada de migrantes.

El diálogo entre ambos países transcurre de forma paralela a las negociaciones que mantienen los demócratas y los republicanos en el Senado estadounidense sobre la aprobación de nuevos fondos para la frontera y para Ucrania.

El tema de los migrantes es utilizado en ambos lados de la frontera con fines políticos, pues recordemos que tanto México como Estados Unidos tendrán elecciones presidenciales este año.

Los republicanos han puesto la inmigración como un tema central de cara a las elecciones presidenciales del próximo noviembre. México lo sabe, y según diversos expertos, el tema migratorio lo ha dado a México y a López Obrador, una carta para presionar o chantajear al gobierno de Joe Biden.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Arturo Sarukhán, fundador y presidente de Sarukhan+Associates, y ex embajador de México en Estados Unidos, sobre cómo la migración juega un papel fundamental en el entorno político actual.

El presidente Joe Biden está dispuesto a desmantelar el sistema asilo y romper sus promesas de campaña a cambio de que los republicanos le apoyen con el gasto extraordinario de más de 60,000 millones de dólares para seguir financiando la guerra de Ucrania.

En negociaciones con senadores del partido opositor, legisladores demócratas y funcionarios del Gobierno han propuesto reanudar las expulsiones exprés en la frontera y expandir la capacidad del Gobierno para deportar a migrantes, entre otras medidas restrictivas, según informaron fuentes cercanas a las discusiones.

La Casa Blanca no ha confirmado dichas filtraciones, pero sí ha señalado que Biden está “abierto a compromisos” si los negociadores logran reunir los apoyos suficientes, reportó la agencia Efe.

Al agotarse el dinero que el Congreso previamente había aprobado para Kiev y para convencer al escéptico bloque conservador de apoyar un nuevo desembolso en gasto militar, la Casa Blanca decidió incluir también más financiación para “seguridad fronteriza”.

Esto permitió que los republicanos agarraron las riendas de la negociación y aprovecharon para pedir mayores restricciones a la migración y al asilo a cambio de sus votos.

En lugar de rechazar las exigencias, la Casa Blanca redobló su influencia en las conversaciones, enviando a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), entre ellos el secretario Alejandro Mayorkas, al Congreso.

Decenas de legisladores demócratas, incluyendo su número dos en el Senado, Dick Durbin, y los miembros del caucus hispano de la Cámara de Representantes, han rechazado firmemente el trueque que está considerando la Administración.

A su vez, han pedido a Biden que respete sus promesas de campaña de revertir las políticas antiinmigración del expresidente Donald Trump.

Expertos en migración y organizaciones en defensa de los derechos humanos han señalado que las propuestas que se están barajando, en especial la de reanudar las deportaciones exprés, desmantelarían el sistema de asilo en Estados Unidos al que actualmente se están acogiendo la mayoría de personas que cruzan la frontera.

Bajo la ley actual, que se adoptó tras la Segunda Guerra Mundial, EUA se comprometió a dar protección a las personas que no pueden volver a sus países por miedo a persecución por motivos de “raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política”.

Para obtener esta protección, es requisito también que la persona esté en suelo estadounidense. Deportación “en caliente” significa entonces que las autoridades pueden expulsar a alguien sin darle oportunidad a pedir asilo.

Hasta mayo de este año, la frontera sur de Estados Unidos estuvo regida por el Título 42, una restricción similar a la que se está negociando y que impuso en su momento el Gobierno de Trump con el pretexto de la pandemia.

El Título 42, mientras estuvo en vigor, infló las cifras de detenciones en la frontera por la cantidad de personas que cruzaban más de una vez después de ser expulsadas.

Entre 2020 y 2021 se llevaron a cabo más de 1.8 millones de deportaciones de migrantes bajo el Título 42, aunque más de la mitad fueron personas que ya habían sido detenidas y expulsadas a México anteriormente, según datos del American Immigration Council.

El continente está registrando cifras récord de movimiento de personas, a causa de profundas crisis políticas en varios países como Venezuela, Nicaragua o Ecuador y los estragos económicos que dejó la pandemia.

México y 11 países más, entre ellos los principales expulsores de migrantes de la región como Venezuela, Cuba, Honduras o Haití, pidieron a los países receptores acabar con políticas “selectivas” que privilegian la entrada a determinadas nacionalidades, el levantamiento de sanciones unilaterales, renegociar las deudas soberanas y más desarrollo para los países de origen como vías para reducir los flujos migratorios en América.

La secretaria de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, fue la encargada de leer el comunicado conjunto, quien agregó que los participantes se comprometieron a enfrentar la migración con un enfoque de derechos humanos y a que los flujos migratorios se gestionen conjuntamente entre países “de origen, tránsito, destino y retorno”.

Ojalá “no sea una reunión más de protocolo y de ceremonial sino que logremos establecer acuerdos muy específicos”, dijo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en sus redes sociales.

México, país de origen, tránsito y destino, se comprometió a cooperar con sus socios en materia de petróleo, energía, salud, alimentación y con los programas sociales que ya ha implementado en varios países de donde siguen saliendo miles de personas.

López Obrador afirmó que la suma de esfuerzos, voluntades y recursos de los países de América Latina, Centroamérica y el Caribe es fundamental para solucionar el fenómeno migratorio desde la atención a las causas.

“Es un asunto humanitario de primer orden que se origina por la falta de oportunidades, como todos sabemos, por la falta de oportunidades de empleo, por la falta de bienestar. También por bloqueos y decisiones que se toman desde el extranjero”, refirió.

Indicó que los programas Sembrando Vida y Jóvenes Construyendo el Futuro, creados y financiados desde el Gobierno de la Cuarta Transformación, también han dado resultados positivos en El Salvador, Honduras, Guatemala, Belice y Cuba, donde actualmente se aplican.

López Obrador dijo que las personas inscritas en dichos programas “decidieron quedarse en sus países de origen” y no exponerse a los riesgos de intentar llegar a Estados Unidos.

AMLO dijo que continuará el diálogo con el gobierno de Estados Unidos para exhortarlo a que aporte mayores recursos económicos que aseguren la aplicación de más iniciativas en beneficio de los pueblos de América Latina y el Caribe, algo en lo que ha venido insistiendo por varios meses.

“Es muchísimo más el recurso que destinan al armamentismo para las guerras que lo que se destina a la cooperación para el desarrollo, a la búsqueda del bienestar de los pueblos, a pesar de que sabemos que la paz, la tranquilidad son frutos de la justicia, sin embargo, vamos buscando convencerlos de que hay que participar juntos”, sostuvo.

Además, los participantes apostaron promover el comercio intrarregional, por ejemplo, mediante preferencias arancelarias y pidiendo a los países de destino la ampliación de vías para la emigración legal, con especial énfasis en la movilidad laboral.

En el comunicado conjunto hubo claros llamados a Estados Unidos , aunque a veces sin mencionarlo directamente, como el de acabar con los privilegios para aceptar a migrantes de determinadas nacionalidades y que actúan como un efecto llamada, o el fin de las sanciones a Venezuela o Cuba.

Sin embargo, no quedó claro a qué se comprometían estos dos países para frenar las salidas de sus nacionales, que emigran tanto por problemas económicos, como políticos o de falta de libertades. En ese sentido, recordemos que el gobierno de Nicolás Maduro acaba de firmar un acuerdo con la oposición para avanzar hacia la celebración de elecciones el año que viene.

Según reconoció la propia canciller Alicia Bárcena, esta misma semana, 60,000 venezolanos entraron en México en septiembre, una cifra mensual con la que “es imposible para nosotros hacer una buena gestión”.

Maduro, sin embargo, negó que estuviera creciendo la salida de sus conciudadanos y en un breve mensaje a la prensa desde Palenque, incluso dijo que muchos ya estaban regresando, pese a todas las cifras de organizaciones internacionales que muestran lo contrario.

El presidente colombiano, Gustavo Petro, apostó por “superar la crisis climática y la pobreza que provoca” para reducir la migración. Su canciller, Álvaro Leyva, anunció una visita a la selva del Darién, fronteriza con Panamá, para proponer nuevas iniciativas al respecto.

En lo que va del año, más de 420,000 personas han atravesado dicha selva, una cifra nunca vista.

México, Venezuela, Cuba, Honduras, Haití y Colombia estuvieron representadas por sus respectivos mandatarios, aunque se les vio poco en Palenque, donde tuvo lugar el encuentro. También estuvieron representantes de Belice, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala y Panamá. El apoyo a Haití e instar al diálogo entre Washington y La Habana, fueron otros puntos del comunicado.

La cita tuvo lugar en medio de un creciente flujo migratorio por la región y dos semanas después de una reunión de alto nivel entre autoridades estadounidenses y mexicanas, y cuando ambos países están intensificando las deportaciones.

Además, México anunció este fin de semana el endureciendo de las exigencias de visa para ciudadanos de muchos países de origen al exigir los visados incluso cuando los extranjeros solo aspiren a hacer una escala en un aeropuerto de nuestro país.

La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) estimó este lunes la llegada de entre 3,000 y 6,000 migrantes diarios a la frontera sur de nuestro país, desde el comienzo de la actual ola migratoria en agosto pasado.

El organismo advirtió que México y la región enfrentan un incremento significativo en el número de personas en situación de movilidad, por lo que pidió fortalecer mecanismos que garanticen la no devolución de personas con necesidades de protección internacional.

“En 2023, más de 400,000 personas han atravesado la selva del Darién en Panamá. Se estima que, desde el mes de agosto, entre 3,000 y 6,000 personas llegan todos los días al sur de México, y en varias ciudades del país los albergues y otros espacios de recepción están saturados”, expuso la agencia.

Los cálculos de Acnur coinciden con los del Gobierno federal, pues recordemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha estimado el arribo de hasta 6,000 migrantes al día a la frontera sur y 10,000 a la frontera con Estados Unidos.

La agencia de la ONU afirmó que sus monitoreos evidencian que una alta proporción de las personas en movilidad en la región huyen de sus países por motivos de violencia, inseguridad y persecución, por lo que pueden necesitar protección internacional como refugiados.

Y es que México ha prometido colaborar con la deportación de migrantes rechazados por Estados Unidos tras una reunión en septiembre entre funcionarios mexicanos y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP), aunque el Gobierno insiste en que son “retornos asistidos”.

Acnur reconoció “los grandes desafíos” que el flujo migratorio representa para las fronteras de nuestro país, pero pidió asegurar que estos procesos se implementen en pleno respeto al Derecho Internacional de los Refugiados y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

“Ante la reanudación de las deportaciones de México a varios países, y para prevenir el riesgo de casos de devolución de personas con necesidades de protección internacional, Acnur recomienda que, previo a proceder con la deportación, se asegure que la persona no requiere protección internacional”, llamó.

Pese a lo informado por Acnur,  el presidente López Obrador negó esta mañana que haya un “desbordamiento” del flujo migratorio en el país, pese a admitir que ha crecido el número de extranjeros que atraviesan por territorio nacional para llegar a Estados Unidos.

“Nosotros lo que procuramos es ayudar a los migrantes y no hay desbordamiento a pesar de que ha crecido el flujo migratorio, ahí vamos ordenando las cosas porque trabajamos todos los días”, refirió el mandatario durante su rueda de prensa matutina.

Al señalar que ha habido un incremento migratorio, “primero bajó y ahora está subiendo”, recordó que el próximo domingo tendrá un encuentro con mandatarios de 11 países de la región en Palenque, Chiapas, sureste de México, para hablar de la problemática.

“Estoy invitando a presidentes de países vecinos para analizar el problema y presentar un plan conjunto, con el propósito de bajar el flujo migratorio y ayudar nosotros, ayudarnos mutuamente para que no tengamos desgracias, para que no pierdan la vida los migrantes, para que no sufran”, afirmó.

López Obrador enfatizó en la importancia de abordar el problema migratorio de manera humanitaria y evitar la politización como, según dijo, sucede en Estados Unidos.

Dijo que aún no tiene la lista de los mandatarios que han confirmado su asistencia a la reunión para elaborar una propuesta migratoria conjunta que López Obrador presentará a Biden en una reunión en noviembre.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acusó este lunes al Gobierno de Texas, del republicano Greg Abbott, de obstruir el libre comercio con medidas antiinmigrantes que incluyen revisiones arbitrarias a camiones de mercancías.

“Están obstruyendo en las aduanas el libre tránsito de mercancías con medidas del Gobierno de Texas, ya está preparándose una nota diplomática que el día de hoy se va a enviar en contra de estas medidas, que perjudican a las dos naciones, que perjudican la actividad económica”, dijo el mandatario en su conferencia matutina.

Sus declaraciones se producen después de que la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) denunció el fin de semana que las inspecciones de Texas han afectado el tráfico de mercancías por un valor de 1,900 millones de dólares.

López Obrador afirmó que estas acciones de Texas “perjudican la actividad comercial y, desde luego, el tránsito normal de las personas”.

“Hay una actitud muy hostil de parte del gobernador de Texas y está complicando más la situación migratoria con propósitos politiqueros, están poniendo retenes del lado estadounidense para que no haya tránsito fluido en mercancías de Estados Unidos a México y de México a Estados Unidos”, comentó.

Las medidas de Texas ocurren mientras México y Centroamérica afrontan un flujo migratorio “sin precedentes”; según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), con hasta 10,000 migrantes que llegan cada día a la frontera con Estados Unidos, de acuerdo con López Obrador.

Pero el presidente atribuyó las políticas antiinmigrantes de Texas a las elecciones de Estados Unidos en 2024.

“Hay una lucha partidista por las elecciones y hay un grupo del partido Republicano que ha tomado como bandera el tema migratorio culpando a México de lo que sucede por causas que tienen que ver con la pobreza, con el abandono, con las políticas que también se aplican en Estados Unidos”, argumentó el mandatario.

Los choques entre México y Texas han crecido en el último año, como en julio pasado, cuando el gobernador Abbott instaló barrera de boyas alambradas en el Río Bravo, violando territorio mexicano,

En ese sentido, López Obrador dijo que expresó su inconformidad con las políticas de Texas en la reunión que tuvo en México la semana pasada en una delegación estadounidense en el Diálogo de Alto Nivel sobre Seguridad, aunque reiteró su “buena relación” con el presidente estadounidense, Joe Biden.

“Desde luego que el presidente Biden y los funcionarios del Gobierno de Estados Unidos no están de acuerdo (con las medidas de Texas), pero se manifiestan estas diferencias que afectan a los dos países”, dijo.

El presidente estadounidense, Joe Biden, respondió a las críticas que ocasionó el anuncio de la construcción de una nueva barrera en la frontera con México, asegurando que no cree que el muro sea efectivo, y señaló que no pudo evitar que se reforzara.

En una reunión en la Casa Blanca con sus asesores de Seguridad Nacional, apuntó que el dinero asignado para el muro fronterizo no puede redirigirse a otras labores, a pesar de que se lo había pedido al Congreso en reiteradas ocasiones.

“Intenté que se reapropiara, que se redireccionara ese dinero. No lo hicieron. No lo harán. Mientras tanto, la ley no establece nada más que utilizar el dinero para lo que fue considerado. No puedo detener eso”, apuntó el mandatario.

Preguntado si pensaba que el muro es efectivo, Biden se limitó a decir que no.

Recordemos que poco después de asumir el cargo en enero de 2021, se comprometió a que “no se desviarían más dólares de los contribuyentes estadounidenses para la construcción de un muro fronterizo” y anunció una revisión de todos los recursos previamente comprometidos.

Y es que los fondos asignados para reformar el muro fronterizo fueron aprobados por el Congreso en 2019, cuando Biden aún no había llegado a la Casa Blanca; gobernaba Donald Turmp.

La portavoz presidencial, Karine Jean-Pierre, argumentó que la Casa Blanca no puede retrasar más esas obras en el muro con México y, ante la negativa del Congreso para desviar los fondos a otras partidas, el Ejecutivo debe “cumplir con la ley”.

La portavoz rechazó confirmar si ha habido o no contactos con el Gobierno de nuestro país, que tradicionalmente se ha mostrado crítico con la construcción del muro.

Las nuevas labores de construcción, que se llevarán a cabo en varias zonas del valle del Río Grande, incluirán la edificación tanto de barreras físicas como de vías para “prevenir la entrada” irregular de migrantes a territorio estadounidense, detalla el escrito publicado ayer en el registro federal.

Esta área fronteriza, al sureste de Texas, es la segunda zona donde se han registrado más detenciones de migrantes en los últimos meses, según datos de la Oficina de Aduanas y Control Fronterizo (CBP).

Para poder llevar a cabo su refuerzo, que tendrá lugar en el condado de Starr, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) eximirá el cumplimiento de más de una veintena de leyes federales, incluyendo normativas referidas a protecciones ambientales, de salud pública y de conservación cultural.

México prometió este jueves combatir el tráfico de fentanilo, esto en el marco del Diálogo de Alto Nivel de Seguridad con Estados Unidos. Sin embargo, urgió a Washington frenar el trasiego de armas y dinero que llegan a nuestro país y terminan en manos de los cárteles mexicanos.

“Vemos con optimismo que Estados Unidos lo está abordando (el tema de las drogas) desde la óptica del consumo y como un asunto de salud pública. En cuanto al tráfico ilegal de armas, urgimos a Estados Unidos reforzar sus acciones para evitar que lleguen a México y caigan en manos de la delincuencia”, declaró la canciller mexicana, Alicia Bárcena.

Autoridades de ambos países se encuentran reunidos este jueves, y se espera que en breve ofrezcan un nuevo mensaje conjunto.

La delegación estadounidense la encabeza el secretario de Estado, Antony Blinken. Participan el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; el fiscal general, Merrick Garland, y la asesora de la Casa Blanca para Seguridad Nacional, Elizabeth Sherwood-Randall.

En el arranque del encuentro, la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de México, Rosa Icela Rodríguez, informó sobre la destrucción de más de 2,000 laboratorios de drogas sintéticas desde el inicio de la administración de Andrés Manuel López Obrador, en diciembre de 2018, de los que 900 fueron este año.

También señaló el decomiso de 184 toneladas de cocaína, 7.6 toneladas de fentanilo y más de 44,700 armas de fuego de alto poder.

“Estados Unidos tiene un complicado problema de salud pública por consumo de fentanilo y, en algunas zonas, México enfrenta la violencia por la disputa entre grupos criminales, y producto de la venta de drogas se abastecen con dinero y armas del otro lado de la frontera. Es un círculo vicioso”, sostuvo la secretaria de seguridad.

También informó sobre la detención de más de 78,000 delincuentes, de los que 4,000 eran objetivos prioritarios, gracias al “combate a todos los cárteles”.

Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, prometió seguir trabajando estrechamente con el Gobierno de nuestro país en materia migratoria, un día después de que Washington ordenara reforzar el muro en algunas zonas de la frontera.

“Estados Unidos se compromete a seguir trabajando estrechamente con el Gobierno mexicano mientras implementamos un modelo migratorio que se ha demostrado eficaz”, afirmó.

Y es que en el encuentro también se abordó la migración y las críticas del presidente contra las nuevas obras del muro fronterizo que Estados Unidos anunció ayer para el valle del río Grande, en Texas. Aún así, Bárcena “resaltó la relación muy cercana en materia de migración con la Casa Blanca”.

La nueva jefa de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la estadounidense Amy Pope, abogó hoy por la creación de rutas más seguras para los migrantes que viajan hacia Norteamérica, mientras se multiplica el uso de peligrosas rutas como el Tapón del Darién.

“Sean rutas laborales, humanitarias o de reunificación familiar, necesitamos garantizar que las personas que no puedan seguir en su lugar de origen tengan una manera segura de ir a otras sin tener que atravesar esa jungla tan extremadamente peligrosa”, señaló en su primera rueda de prensa como directora general de la OIM.

El número de personas que han atravesado en lo que va de año el Tapón del Darién, que une América central con la del sur en el istmo de Panamá, se aproxima ya a las 400,000 según datos de la OIM, cuando en todo 2022 se registraron 248,000.

El perfil de esa migración ha evolucionado, indicó Pope, quien señaló que frente a anteriores años en los que muchos de los migrantes en esa ruta eran venezolanos, ahora provienen de otros países. De acuerdo con la OIM, muchos proceden de Cuba, Haití e incluso de países no americanos.

“Yo misma he visitado el Darién, y lo que vemos allí son personas que han dejado su hogar porque no tienen ninguna esperanza: a veces por motivos económicos, otras huyendo del conflicto, la persecución o la xenofobia”, indicó.

Sobre México, otro importante foco en la migración en la región, Pope subrayó que el país “siente la presión de miles de migrantes, y su Gobierno está muy interesado en crear soluciones más completas”.

Una de las soluciones en las que se trabaja, indicó, sería la creación de una “Oficina de Movilidad Segura” en la que los migrantes puedan ver facilitada su ruta antes de llegar a la frontera con Estados Unidos.

“El Gobierno mexicano está realmente interesado en desarrollar este concepto para asegurar que los migrantes puedan registrarse para una mejor protección, para informarse de oportunidades de trabajo y de rutas para el reasentamiento en Estados Unidos, Canadá, otras partes en América o en algunos casos Europa”, señaló.

La OIM registró en 2022 la muerte o desaparición de 686 migrantes en la frontera entre EUA y México, que se confirmó un año más como la ruta terrestre más mortal para los migrantes, aunque son más los fallecidos por vía marítima en el Mediterráneo (más de 2,000 en lo que va de año).

Elon Musk, fundador de SpaceX y propietario de Tesla y de la red social X, visitó ayer la frontera de Estados Unidos con México, donde dijo ser “extremadamente proinmigrante” por lo que pidió al gobierno de su país dejar entrar a todos los que son “trabajadores y honestos”.

“Como migrante en Estados Unidos, soy extremadamente proinmigrante”, dijo Musk durante la visita que realizó a la frontera sur de su país junto al congresista republicano Tony Gonzales, con quien acudió a la localidad fronteriza de Eagle Pass (Texas).

Pese al “apoyo” que externó, el empresario se mostró en contra de permitir la entrada a personas que “rompen la ley”.

También criticó la situación en Nueva York, donde la llegada en los últimos meses de un número récord de migrantes ha presionado a las autoridades locales. “Si Nueva York no puede asumirlo, ninguna parte del país puede”, dijo Musk.

El empresario llegó a la frontera bajo la premisa de ofrecer una visión “sin filtros” de la realidad en la zona, aunque en ningún momento trató de hablar con las decenas de migrantes que estaban esperando para ser procesadas por las autoridades estadounidenses.

Quien sí aprovechó el micrófono del magnate fue el representante republicano, Gonzales, que culpó a la Casa Blanca de no tomar medidas más contundentes para reducir la cantidad de cruces ilegales de la frontera.

Al respecto, esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebró y apoyó la postura del magnate, en relación a la crisis migratoria.

“Estuvo muy bien, porque él está planteando que se legalice, que se permita la entrada (a migrantes). Porque es muy hipócrita esa política antiimigrante, no tienen fuerza de trabajo y se sanciona o se persigue a los migrantes”, dijo el mandatario.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) instó hoy a los gobiernos de México y de países centroamericanos a poner en marcha una “estrategia regional amplia” para atender las necesidades humanitarias inmediatas de la cantidad sin precedentes de migrantes que transitan por la región.

Entre ellos se encuentran los más de 390,000 migrantes que según el Servicio Nacional de Migración de Panamá han cruzado en lo que va de año el Tapón del Darién, una densa selva tropical que une América del Sur con Centroamérica y lugar de paso para muchas personas que tratan de llegar a Estados Unidos y Canadá.

Solo en el mes de agosto, 82,000 personas procedentes en su mayoría de Colombia, Venezuela, Ecuador y Haití cruzaron esta peligrosa ruta, la cifra mensual más alta jamás registrada.

“La situación pone de relieve la urgente necesidad de una participación colectiva inmediata de los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino para prestar asistencia humanitaria”, señaló en un comunicado la directora regional de la OIM para América Central, del Norte y Caribe, Michele Klein Solomon.

En este sentido, consideró crucial aumentar la acción para “atender especialmente a los grupos vulnerables como mujeres y niños”.

En los países a lo largo de la ruta, los migrantes se enfrentan a desafíos como hambre, enfermedades, deshidratación, robos, violencia o abusos sexuales, unos retos que el director regional de la OIM para América del Sur, Marcelo Pisani, considera “demasiado vastos para que cualquier nación del continente los aborde sola”.

La OIM destacó también las nuevas tendencias en los flujos migratorios, como el caso cada vez más frecuente de cubanos y nacionales africanos que eligen las rutas aéreas para llegar a Centroamérica a fin de evitar el Tapón del Darién.

Entre enero y julio de 2023, solo 4,100 migrantes procedentes de África cruzaron esta ruta, un 65% menos que en el mismo periodo de 2022, mientras que solo 524 cubanos fueron reportados en el Darién durante este periodo.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prepara una propuesta regional para atender la crisis migratoria, por lo que se reunirá con cancilleres de los 10 países con mayor éxodo de migrantes, según reveló este lunes el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara.

La propuesta será presentada al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en noviembre próximo cuando está previsto que López Obrador se reúna con su homólogo estadounidense.

De acuerdo con declaraciones de Jara a medios, a la salida del encuentro que gobernadores tuvieron con AMLO en Palacio Nacional, la reunión entre el presidente López Obrador tendría lugar dentro de dos semanas con los cancilleres de países como Guatemala, Honduras, Venezuela, Haití y Cuba, entre otros.

“Esto sería aproximadamente en unos 15 días para que, después, en una próxima visita que tenga el presidente a Estados Unidos, ya se dé a conocer la propuesta”, dijo.

Además de la canciller Alicia Bárcena, estarían presentes la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde; los gobernadores de entidades del sur-sureste del país y los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

El gobernador de Oaxaca dijo que la ruta que trazarán aún no está definida, aunque resaltó que lo ideal sería que Estados Unidos apoye con más recursos a las causas que generan la migración de dichos países.

Además, dijo que las autoridades y entidades de nuestro país colaboran con garantizar flujos ordenados, mientras que resaltó que se busca que centro de atención a migrantes se acerquen a estos extranjeros.

De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la inseguridad, la violencia y las condiciones socioeconómicas son los principales factores que inciden en que miles migrantes salgan de sus países para cruzar México e intentar llegar a Estados Unidos.

La dirigencia nacional de Acción Nacional exigió al gobierno de Morena garantizar los derechos humanos ante esta preocupante crisis migratoria, que se ha agudizado en los últimos días.

“El Partido Acción Nacional manifiesta su profunda preocupación y condena enérgicamente la situación crítica que enfrentan los migrantes que cruzan nuestro país, debido a la inacción del gobierno federal de Morena”, reclamó el blanquiazul.

Dijo que la suspensión de las operaciones de trenes de carga de la empresa Ferromex, anunciada esta semana en respuesta a la masiva aglomeración de migrantes, son un reflejo de la falta de políticas efectivas para proteger y velar por los derechos humanos de quienes buscan una vida mejor.

Añadió que la suspensión de las operaciones de trenes de carga no es una solución sostenible, además de que afecta gravemente a la economía del país, particularmente a los estados de Nuevo León, Baja California y Chihuahua.

“Es paradójico que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador pronunció en el Grito de Independencia de México un “¡Vivan los migrantes!”, su actuar y el de su gobierno son totalmente contradictorios”, señaló.

El PAN dijo que la retórica “vacía de palabras” debe ser sustituida por acciones concretas que garanticen el respeto y la protección de los derechos humanos de los migrantes.

El partido afirmó que los migrantes no deberían ser vistos como una amenaza, sino como seres humanos que huyen de situaciones extremadamente difíciles. “Es inaceptable que el gobierno mexicano no ofrezca soluciones y garantice la seguridad de los migrantes”.

Finalmente, Acción Nacional exigió que el gobierno federal asuma su responsabilidad y emprenda las acciones necesarias para garantizar los derechos de los migrantes que atraviesan nuestro país, con medidas efectivas para atender esta crisis humanitaria, tales como la provisión de refugio, atención médica, asesoría legal y protección de menores no acompañados.

Y es que la migración indocumentada en la frontera entre México y Estados Unidos ha aumentado de manera considerable en los últimos días.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha optado por responsabilizar a la ONU del recrudecimiento de esta crisis, negando que el gobierno vaya a implementar redadas o deportaciones masivas.

Quien también se manifestó sobre el tema fue la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), quien pidió a las autoridades responsables  implementar las acciones necesarias que ayuden a resolver con prontitud la crisis migratoria que azota al país.

Recordó que esta crisis ha generado el cierre temporal de algunos cruces fronterizos con Texas y ocasionado graves afectaciones a las empresas de todo el país que exportan e importan, y específicamente en Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.

Puso como ejemplo lo que sucede en el Puente de las Américas que comunica a Ciudad Juárez con El Paso, Texas, en el que se mantienen varados mil 500 camiones de carga.

Pidió al Gobierno establecer una mesa urgente de diálogo con su homólogo de Estados Unidos, con la participación de los gobiernos estatales de ambos países para que exista colaboración y un esfuerzo bilateral en el ordenamiento de la migración.

“En COPARMEX no pasa inadvertido el componente político-electoral que ha radicalizado las posturas entre ambos países. Por lo que consideramos que mediante el diálogo se debe alertar a los gobiernos federal y estatales de EUA de los graves riesgos humanitarios y económicos en caso de apostar por profundizar esta crisis y no buscar soluciones”, dijo la Confederación.

En Broojula, Ana Paula Ordorica conversa con Eunice Rendón, coordinadora de Agenda Migrante, sobre la situación del país en materia migratoria.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reveló este miércoles que invitó a su homólogo estadounidense, Joe Biden, para que visite nuestro país y conozca los proyectos energéticos que se realizan, así como  megaobras tales como el Tren Maya.

AMLO mostró una carta que envió al presidente estadounidense en la que, además de reconocer sus políticas migratorias y aceptar la invitación a la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC) que se celebrará en San Francisco, California del 15 al 17 de noviembre próximos, le extendió una invitación a México.

“Me gustaría, si su agenda se lo permite, que antes (de la reunión de la APEC) pueda estar en México”, señaló López Obrador en la misiva. El mandatario señaló su deseo de conversar con Biden sobre “asuntos de interés público” además de saludarse “como amigos”.

Pero también, dijo, aprovecharía para enseñarle algunos proyectos del país.

“Podríamos ver, por ejemplo, cómo en Altamira, Tamaulipas, la compañía Ford de Estados Unidos y la Comisión Federal de Electricidad, empresa pública de nuestro país, están instalando una planta de licuefacción en el Golfo de México para exportar gas para Europa”.

También, dijo, podrían visitar el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, donde la empresa danesa Copenhagen Infrastructure Partners está por iniciar la construcción de una planta de hidrógeno verde para abastecer a barcos con este combustible limpio y evitar la contaminación en los mares del mundo.

“O también sería muy interesante que conociera algún sitio arqueológico de la gran civilización maya en el sureste que resume la historia, la cultura y el arte en nuestra América”, enfatizó.

Recordó que con la construcción del Tren Maya  expondrá este tipo de cosas al mundo, además de que los turistas podrán apreciar “la exuberante selva tropical con su fauna nativa y el hermoso litoral del mar Caribe y sus lagunas de hasta siete colores”.

López Obrador destacó las buenas relaciones con Estados Unidos y la importancia del tratado comercial, el T-MEC, además de reconocer la intervención de funcionarios estadounidenses para abordar temas como seguridad y salud pública.

También resaltó “logros” en materia de migración con dimensión humanitaria, control de drogas y de armas. Reconoció las iniciativas de Biden de abrir un canal formal de migración que ha permitido a cubanos, haitianos, venezolanos y nicaragüenses ingresar de forma legal a Estados Unidos, además de agradecer porque es el único presidente en “décadas” en no hacerse “publicidad” construyendo muros.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dio a conocer este martes que viajará en noviembre a Estados Unidos para participar en la cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico, donde aprovechará para reunirse con su homólogo estadounidense, Joe Biden.

La cita será en San Francisco, California, del 15 al 17 de noviembre, indicó el mandatario, quien en el último año de su administración dará impulso a su agenda internacional con viajes a Colombia, Chile y Canadá.

López Obrador y Biden se encontraron en enero pasado en la Ciudad de México en el marco de la cumbre de líderes de América del Norte, en la que también participó el primer ministro canadiense Justin Trudeau.

En ese sentido, y en seguimiento a los trabajos acordados, los tres mandatarios tienen prevista una cita en Canadá a finales de este año.

Según adelantó López Obrador en su conferencia matutina, el encuentro de noviembre estará centrado en temas económicos y en él, dijo, insistirá en la necesidad de poner en marcha un plan de apoyo a los pobres del continente, algo similar a la Alianza para el Progreso que lanzó John F. Kennedy en los años 60.

De esta manera, dijo, se podrá enfrentar el fenómeno migratorio y también la violencia, aunque subrayó que, a diferencia de lo ocurrido en el siglo pasado, ahora un eventual plan regional debería incluir a todos los países, incluido Cuba.

La gestión migratoria y las cuestiones de seguridad, sobre todo la lucha contra el tráfico de fentanilo, son dos de los temas prioritarios en las conversaciones constantes que hay entre las dos administración.

Entre los principales choques ha estado el apoyo de México a Cuba, Venezuela y Nicaragua que López Obrador dejó muy claro el año pasado cuando decidió no acudir a la Cumbre de las Américas en Los Ángeles en protesta porque Estados Unidos no había invitado a los líderes de esos tres países alegando que no respetan los derechos y las libertades.

Antes de la cita de San Francisco, López Obrador tiene previsto viajar a Colombia y a Chile.