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El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence realizó este jueves una visita sorpresa a Kiev y se reunió con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Pence se convierte así en el primero de los aspirantes del Partido Republicano a la Presidencia de Estados Unidos en hacer una visita al país desde la invasión rusa.

Pence explicó a la cadena NBC, el primer medio de comunicación que informó de su visita, que viajaba como un “ciudadano privado” que quiere conocer de primera mano el “heroísmo” del ejército y del pueblo ucranianos.

El exvicepresidente subrayó su “determinación” por garantizar el apoyo estadounidense a los “amigos y aliados” de Ucrania.

Pence quiso mostrar con este viaje su posición respecto al conflicto ucraniano, como defensor del papel de liderazgo estadounidense en el apoyo a Kiev en su lucha contra la Rusia de Vladímir Putin, a pesar de que a las bases de su partido este apoyo no les parece un asunto importante.

La NBC recordó que, en una de sus últimas encuestas, más de la mitad de los votantes republicanos veían poco probable votar a un candidato que quiera seguir apoyando a Ucrania y enviando armas y ayuda económica al país, frente a un 28% que sí estaría dispuesto.

El exvicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se subió a la pelea al arrancar formalmente su campaña para las primarias republicanas de cara a los comicios presidenciales de 2024.

“No creo que nadie que se anteponga a la Constitución debería ser presidente de Estados Unidos y nadie que pida a otra persona ponerse por encima de la Constitución debería ser presidente de Estados Unidos”, dijo Pence en su primer mitin en Ankeny, Iowa, en referencia a Donald Trump.

En su discurso el exvicepresidente dejó claro que quiere marcar distancias frente a Trump, favorito para hacerse con la nominación republicana en 2024, según las encuestas, y del que Pence se distanció tras el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Pence se presentó como el candidato que hará que el Partido Republicano cumpla con la carta magna, en contraposición a Trump. Recordó lo sucedido el 6 de enero, cuando él ejercía de presidente del Congreso en una sesión para ratificar el triunfo de Joe Biden en los comicios de 2020 y el entonces mandatario republicano le instó a que suspendiera el proceso.

“El 6 de enero fue un día trágico en la vida de nuestra nación, pero gracias a la valentía de las fuerzas de seguridad la violencia fue reprimida y nos volvimos a reunir en el Congreso ese mismo día para completar el trabajo del pueblo estadounidense bajo la Constitución de Estados Unidos”, recordó Pence.

“Como he dicho muchas veces, agregó, en aquel día funesto las palabras de Trump fueron temerarias, hicieron peligrar a mi familia y a todo el mundo”.

Pence apuntó que el pueblo estadounidense “merece saber” que ese día Trump le pidió que eligiera entre él y la Constitución, señalando que ahora “los votantes afrontan la misma elección”.

En ese sentido, opinó que el Partido Republicano “debe ser el Partido de la Constitución de Estados Unidos”.

En su mensaje, Pence, hombre de profundas convicciones religiosas cristinas, lo que puede ser un reclamo para los votantes evangelistas, hizo numerosas alusiones a la Biblia, a orar y a la religión. “Soy cristiano, conservador y republicano, en ese orden”, se definió.

De hecho, en otro esfuerzo de marcar distancias respecto a Trump, habló del tema del aborto y mencionó que, cuando el expresidente se presentó por primera vez a los comicios para la Casa Blanca en 2016, prometió gobernar como un conservador.

Pence subrayó que él es alguien que siempre defenderá “la santidad de la vida”, frente a aspirantes como Trump, que, a su juicio, ven este asunto como “una inconveniencia” e incluso lo ven como el motivo del retroceso republicano en los comicios de medio mandato de 2022.

El republicano criticó la gestión de Biden y señaló que el país está “irreconocible” tras estos años de gobierno demócrata. Describió un panorama desolador con “crisis en todas partes”, como en la frontera, la elevada inflación y el aumento del crimen por culpa de la Administración demócrata.

Pence ha sido el último republicano en lanzar oficialmente su campaña, después de que lo hayan hecho otros once aspirantes, entre los que destacan como favoritos Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis.

Otros conservadores que han dado un paso adelante son el gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum; la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley; el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson; el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie; y el senador por Carolina del Sur, Tim Scott. También los empresarios Vivek Ramaswamy, Ryan Binkley y Perry Johnson, además del locutor Larry Elder, se han sumado a la contienda.

El expresidente Donald Trump confirmó ayer que sí contempla presentarse por tercera vez a las elecciones presidenciales de 2024, después de haber “ganado” en las dos ocasiones anteriores, insistiendo así en sus acusaciones de fraude en la elección de 2020.

“Me presenté la primera vez y gané. Luego me presenté por segunda vez y lo hice mucho mejor. Obtuvimos millones y millones de votos más (…) Es posible que tengamos que hacerlo de nuevo”, sostuvo el magnate en un discurso durante una cumbre organizada por el Instituto Político América Primero (AFPI).

Durante su primera visita a Washington desde que dejó La Casa Blanca tras perder las elecciones frente al actual
presidente, Joe Biden, Trump señaló su intención de “rescatar” a Estados Unidos, pues acusó a su sucesor de tener al país en ruinas, y haberlo puesto de rodillas.

Trump también presentó un plan sobre cómo debería orientarse la estrategia del Partido Republicano para recuperar La Casa Blanca en 2024, lo cual se dijo confiado en que sucederá.

En un discurso de 90 minutos en la cumbre de AFPI, Trump recibió la ovación de legisladores republicanos, exfuncionarios de su gabinete, funcionarios de la administración, así como de donantes y simpatizantes, antes de pronunciar un discurso que se centró en el crimen y sus planes para la seguridad pública.

El magnate también dedicó algunas palabras sobre la comisión que investiga el asalto al Capitolio, asegurando que la intención del comité es la de dañar su imagen para evitar que “vuelva a servir” para el Partido Republicano y sus votantes.

“Realmente quieren dañarme para que ya no pueda volver a trabajar para ustedes, y no creo que eso vaya a suceder”, sostuvo Trump sobre el trabajo del comité del 6 de enero, tras lo que ha recibido una ovación de la sala. “Si me quedara en casa y me lo tomara con calma, la persecución de Donald Trump se detendría de inmediato. Se detendría. Pero eso no es lo que haré”, añadió.

En ese sentido, ayer, Chris Miller, el que fuera su secretario de Defensa, negó haber recibido órdenes formales por parte del magnate para desplegar a unos 10,000 militares ante el asalto al Capitolio.

“Nunca se me dio tal instrucción u orden ni supe de planes de esta naturaleza”, señaló durante una comparecencia ante la comisión que investiga lo ocurrido, que dejó un saldo con cinco muertos y medio centenar de detenidos.

La visita de Trump a Washington puso de manifiesto también la división entre él y el que fuera su vicepresidente, Mike Pence, al que Trump ha culpado públicamente por negarse a rechazar los resultados electorales en algunos estados clave para el conteo de la votación.

Horas antes de la participación de Trump, en un discurso dirigido a un grupo conservador de estudiantes, Mike Pence dijo que “algunas personas podrían elegir concentrarse en el pasado, pero las elecciones son sobre el futuro”, en clara referencia al discurso que ha venido manejando su excompañero de fórmula.

Pence esbozó su propia “Agenda de la Libertad” en la que presentó una visión distinta para el partido.

“Creo que los conservadores deben concentrarse en el futuro para recuperar a Estados Unidos. No debemos quitar la vista del camino frente a nosotros porque lo que está en juego es la propia sobrevivencia de nuestro estilo de vida”, dijo Pence en su discurso ante la Fundación Young America’s.

Resaltó las palabras que dedicó al tema del aborto.

El exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence anunció este miércoles la creación de una organización que tiene como objetivo “promover” las políticas “prolibertad” del gobierno que encabezó junto a Donald Trump y “restaurar el respeto” por la nación norteamericana en el extranjero, entre otras cuestiones.

La organización, llamada Advancing American Freedom (Promover la libertad estadounidense), también pretende defender las políticas del mandato de Trump, de las que ha dicho que han creado una prosperidad nacional “sin precedentes”, frente a los “ataques liberales y las distorsiones de los medios”.

Además, también busca evitar que “la izquierda radical promulgue su agenda política”, que “amenazaría las libertades de Estados Unidos”.

“Advancing American Freedom busca construir el éxito de los últimos cuatro años mediante la promoción de los valores conservadores tradicionales y promover las políticas exitosas de la administración Trump”, ha señalado Pence en un comunicado.

En la presentación de la organización, el republicano dijo que los conservadores no se quedará de brazos cruzados mientras la izquierda radical y la nueva Administración intentan amenazar la posición de Estados Unidos como la nación más grande del mundo con sus “políticas destructivas”.

La organización cuenta con la participación de políticos y caras conocidas de la administración Trump y el movimiento conservador estadounidense. Entre estos, destacan Kellyanne Conway, exconsejera de Trump; Kelly Craft, exembajadora de Estados Unidos ante la ONU; Doug Ducey, actual gobernador de Arizona y Larry Kudlow, presentador de televisión vinculado al Partido Republicano.

“Bajo el liderazgo del presidente Trump y el vicepresidente Pence, los estadounidenses experimentaron una prosperidad sin precedentes. Las políticas que llevaron a esos logros ahora están siendo atacadas por la izquierda radical y la Administración Biden, y la fundación de nuestra Nación está bajo asedio ”, dijo Paul Teller, director ejecutivo de Advancing American Freedom.

Según el diario ‘The Washington Examiner’, el grupo de Pence cuenta con el apoyo del expresidente, a pesar de que en los últimos momentos de su Presidencia la relación se tornó tensa por el rechazo de Pence a revertir la victoria de Joe Biden en las elecciones, tal como lo pedía el magnate.

Tras su rechazo de hacer algo que simplemente no podía, el exvicepresidente fue objeto de amenazas por parte de los partidarios del magnate que asaltaron el Capitolio el 6 de enero.

Advancing American Freedom adelantó que además de articular y promover una agenda política, dejó en claro que se opondrá a la expansión del gobierno bajo la agenda política de la izquierda radical de Joe Biden y Kamala Harris.

Algunos analistas han señalado que Pence tendría interés en presentarse a la Presidencia de Estados Unidos en 2024, pero el fin de su mandato como vicepresidente avivó las preocupaciones sobre si recibirá el apoyo de los partidarios de Trump.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, se convirtió este viernes en el responsable gubernamental estadounidense de mayor rango que recibe la vacuna contra el Covid-19, mientras el presidente Donald Trump sigue sin aclarar si se la pondrá y cuándo.

“No he sentido nada. Bien hecho”, dijo Pence en un acto en La Casa Blanca, donde le pusieron la primera dosis de la vacuna a él, a su esposa Karen y al director general de salud pública del gobierno estadounidense, Jerome Adams.

Pence dejó que las cámaras de televisión grabaran mientras los doctores le ponían la vacuna, en un intento de generar confianza en la eficacia y seguridad de la fórmula desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNtech.

Esa vacuna es la primera aprobada en Estados Unidos y empezó a suministrarse el pasado lunes. La acción de Pence tiene como objetivo disipar las dudas de algunos estadounidenses a la vacuna, justo cuando se espera que el gobierno dé luz verde a una segundo, la de Moderna.

“El pueblo estadounidense puede estar seguro: tenemos una, y quizá en cuestión de horas dos, vacunas seguras y efectivas para ustedes y sus familias”, garantizó Pence, que describió ese logro como un “milagro médico”.

El vicepresidente dijo que espera que la vacuna de Moderna quede aprobada “más tarde en la jornada de hoy”, cuando podría recibir la luz verde formal del ente regulador del país, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).

El presidente electo Joe Biden, que llegará al poder el 20 de enero, también planea ponerse la primera dosis de la vacuna la semana que viene en un acto público, y el principal epidemiólogo del gobierno estadounidense, Anthony Fauci, ha prometido hacerlo pronto y ante las cámaras.

Los líderes del Congreso estadounidense recibirán asimismo la vacuna en los próximos días, y los expresidentes de EE.UU. Barack Obama (2009-2017), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001) planean igualmente vacunarse ante las cámaras.

En cambio, Trump ha guardado silencio sobre el inicio de la campaña de vacunación en Estados Unidos y no ha aclarado cuándo se pondrá la vacuna. “No tengo programado que me pongan la vacuna, pero espero recibirla en el momento adecuado”, escribió Trump en Twitter el pasado domingo.

La portavoz de La Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo este martes que Trump está “abierto” a ponerse la vacuna, pero cree que “la gente vulnerable debe tener acceso antes” que él.

La noche de ayer, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y la demócrata, Kamala Harris, se enfrentaron en el único debate de candidatos a vicepresidente, que a diferencia de lo ocurrido entre Trump y Biden, transcurrió en un tono más civilizado.

El debate se celebró desde las instalaciones de la Universidad de Utah, en Salt Lake City.

El tema que acaparó los primeros minutos del debate fue la pandemia de COVID-19, en el que los aspirantes mostraron las diferencias que mantienen

Harris afirmó que si los expertos lo recomiendan se vacunará contra el COVID-19, pero que no lo hará si el presidente Donald Trump lo pide.

“Si el doctor (Anthony) Fauci (el principal epidemiólogo de la Casa Blanca), si los médicos nos dicen que debemos ponérnosla, seré la primera en la fila para ponérmela, absolutamente. Si Donald Trump nos dice que debemos ponérnosla, no lo haré”, dijo Harris.

Harris afirmó que el pueblo estadounidense ha sido testigo del mayor fracaso de cualquier administración presidencial en la historia de EUA, cuestionando la respuesta de la administración Trump a la pandemia.

Por su parte el vicepresidente Mike Pence enfatizó que Trump puso desde el primer día la salud de los estadounidenses “primero”, y acusó a Harris de “socavar la confianza” de los estadounidenses en una vacuna que pueda surgir durante este gobierno.

“Deje de jugar a la política con la vida de las personas”, dijo Pence, tras señalar el plan de los demócratas de “plagio”, en alusión a una controversia que hundió la primera campaña presidencial de Biden en 1988.

En respuesta, Harris, que podría convertirse en la primera mujer vicepresidente en la historia de Estados Unidos, dijo que Trump “sacrificó” a los trabajadores de la salud y atacó a La Casa Blanca por no actuar rápidamente a pesar de conocer desde un inicio los riesgos de la pandemia. “El presidente dijo que era un engaño. Minimizaron la seriedad”, acusó.

El compañero de fórmula del presidente Trump aprovechó para defender su asistencia a un evento hace once días en la Rosaleda de La Casa Blanca, que pudo ser el foco de los contagios entre personal de la residencia presidencial y el propio presidente.

“Mi mujer Karen y yo estuvimos allí, y estuvimos honrados por estar allí. Mucha gente de quienes estuvieron en el acto, Susan (moderadora), en realidad muchos se hicieron las pruebas de coronavirus, y fue un acto al aire libre, lo que todos nuestros científicos aconsejan habitualmente y rutinariamente”, señaló el vicepresidente.

La crisis económica que ha provocado la pandemia también fue abordada en el debate. Harris dijo que según estimaciones de expertos, para el final del actual gobierno va a haber más pérdidas de empleo que en ningún otro gobierno.

Sin embargo, Pence aprovechó el tema para cuestiona la “receta” demócrata “para corregir el rumbo del país: más impuestos, más regulación, abolición de los combustibles fósiles y rendición económica frente a China.

Otro de los temas más polémicos fue el de la justicia racial. Pence acusó a Biden de creer que la policía tiene un “sesgo” hacia las minorías, algo que tachó de “gran insulto” hacia los uniformados. Harris recordó que Trump dijo que había “personas muy buenas” entre los neonazis en una marcha en Charlottesville, Virginia, que derivó en actos de violencia.

Pence insistió en acusar a los demócratas de “insultan” a las fuerzas de seguridad cuando afirman que existe racismo sistémico en el país. Rápidamente la demócrata reaccionó y dijo que no estaba dispuesta a ser sermoneada por el vicepresidente sobre lo que significa aplicar las leyes de nuestro país”. Recordemos que Harris es senadora por California y exfiscal general de dicho estado.

Pence también calificó de “insulto” a los policías cuando Biden dijo creer que las fuerzas de seguridad son implícitamente “parciales contra las minorías”.

Un momento importante del debate fue cuando Pence aseguró que la Administración de Barack Obama, de la que Biden fue vicepresidente, permitió la expansión del grupo terrorista Estado Islámico (EI), y que los padres de Kayla Mueller, una joven estadounidense asesinada por los yihadistas en Siria en 2015, piensan que estaría viva si Trump hubiera estado a cargo cuando fue secuestrada.

Los padres de la joven, Marsha y Carl Mueller, estaban entre los invitados por Pence al debate en la Universidad de Utah.

A diferencia de la conducta de Trump en el primer debate, Pence demostró calma y estabilidad; incluso felicitó a Harris, hija de inmigrantes de Jamaica e India, por la naturaleza histórica de su candidatura, que podría convertirla en la primera vicepresidente negra.

Y aunque Pence trató de retratar a Harris como de izquierda radical, a pesar de que está más cerca del ala moderada del partido demócrata, destacó su trayectoria en el servicio público.  “Gracias, señor vicepresidente”, le dijo varias veces Harris.

Los candidatos debatieron sin cubrebocas, aunque tal como se había anunciado previamente, estuvieron separados entre sí casi a cuatro metros, y protegidos por barreras transparentes.

Una mosca, que se posó sobre la cabeza del vicepresidente Pence durante dos minutos y tres segundos robó cámaras y fue, según las redes sociales, la reina de la noche.

La mancha oscura en el cabello blanco de Pence hipnotizó a los estadounidenses e hizo que se desatara una avalancha de comentarios y memes en Twitter.

Fotografías desde todos los ángulos del insecto se difundieron en la popular red social y hasta el aspirante demócrata a La Casa Blanca, Joe Biden, se sumó a la ola, al publicar una imagen con un matamoscas en la mano, esto con la intención de recaudar fondos.

“Contribuye con $5 para ayudar a que esta campaña vuele”, escribió el demócrata, cuyo equipo aprovechó el momento para publicar un tuit con la imagen de un matamoscas y la leyenda: “Ahuyenta moscas y mentiras”.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, anunció hoy que el próximo viernes visitará la zona fronteriza con México en McAllen, Texas, donde acudirá a un centro de detención de migrantes, en el marco de la polémica que han desatado las condiciones en que se encuentran las instalaciones.

“El viernes, la segunda dama (Karen Pence) y yo viajaremos a la frontera EE.UU./México en McAllen, Texas, con una delegación bipartidista de miembros del Comité Judicial del Senado”, escribió Pence este lunes en su cuenta oficial de Twitter.

Indicó que, aunque el Senado ha aprobado una medida de alivio humanitario bipartidista, había que hacer “mucho más” para asegurar la frontera sur de su país, y acabar con la crisis que se vive.

Fuentes de la oficina de Pence aseguraron que, durante su viaje a McAllen, el vicepresidente visitará unas instalaciones donde se procesa la llegada de migrantes indocumentados y un centro de detención.

No sería la primera vez que Pence visita un centro de detención de migrantes, algo que ya hizo en abril pasado, en Nogales, Arizona.

Sin embargo, el viaje se producirá en un momento en el que se ha centrado la atención a esos centros, a raíz de informes del Gobierno y de medios de comunicación que han descrito condiciones de hacinamiento, falta de higiene y comida adecuada.

Pence reconoció hoy que “las instalaciones en la frontera están abarrotadas” de migrantes, pero atribuyó ese hacinamiento a que se han visto “sobrepasadas” por la llegada de indocumentados.

En conferencia de prensa desde Pensilvania, Estados Unidos, el vicepresidente Mike Pence aseguró que pese a que las negociaciones con el gobierno mexicano seguirán los próximos días, los aranceles entrarán en vigor el próximo lunes.

Indicó que tal como lo anunció el presidente Donald Trump, los aranceles se implementarán el lunes, pues cuando lo dio a conocer, “hablaba en serio”.

Dijo que tal decisión fue expuesto a la delegación mexicana.

Sobre lo que se ha discutido ayer y hoy con los representantes del gobierno mexicano, Pence dijo que han hecho recomendaciones sobre acciones que podrían tomar para detener el flujo migratorio. Señaló que dichas medidas tendrían que ser contundentes e inmediatas.

Añadió que lo que se siga discutiendo de aquí al domingo, será informado al presidente Trump, quien tomará la decisión sobre si lo que México está dispuesto a hacer, es suficiente para modificar la entrada en vigor de los aranceles.

Exhortó a México a hacer más sobre el tema migratorio, para que así “sean los mejores vecinos que hayamos tenido”.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, será quien reciba mañana a funcionarios mexicanos en La Casa Blanca, para conversar sobre la imposición de aranceles que anunció el presidente Donald Trump.

Recordemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) envió una comisión encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, para buscar un acuerdo con el gobierno estadounidense, y evitar la represalia comercial.

Al respecto, esta mañana el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dijo que México llegará mañana a las negociaciones con una posición “digna y eficaz”, y afirmó que hay un porcentaje del 80% de que se logre un acuerdo con el gobierno estadounidense.

Y es que el próximo lunes se cumple el plazo establecido por el presidente Trump, quien amenazó con aplicar aranceles del 5% a las importaciones de productos mexicanos, a menos que el gobierno de AMLO hiciera más para evitar que los migrantes ilegales llegaran a su país.

El pasado viernes, Ebrard informó que su homólogo estadounidense, Mike Pompeo, sería quien encabezaría las conversaciones. Sin embargo, Pompeo viajó a Reino Unido acompañando al presidente Trump en su visita de Estado, y recientemente acudió a la Cumbre Mundial de Emprendimiento (GES 2019) que se celebra en La Haya, Holanda.

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, afirmó que el Congreso de su país ratificará el tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“Estamos trabajando” para obtener los votos favorables, dijo Pence en entrevista con la cadena CNBC, afirmando que tanto él como el presidente Donald Trump confían en la adopción del texto.

“Renegociamos el acuerdo para poner el empleo estadounidense y a los trabajadores estadounidenses en primer lugar, y tenemos toda la confianza en que cuando la presidenta (de la Cámara de Representantes, Nancy) Pelosi lo someta a votación, se aprobará”, añadió.

Y es que el T-MEC fue firmado en noviembre pasado entre los tres países, modernizando así el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que estaba vigente desde 1994.

El acuerdo que debe recibir luz verde de los legislativos de los tres países para entrar en vigor, ha encontrado su mayor batalla en el Capitolio.

Los demócratas que controlan la cámara baja se han mostrado escépticos sobre la reforma laboral que recientemente aprobaron nuestros legisladores. En la cámara alta, donde los republicanos dominan, el influyente senador Chuck Grassley ha exigido que se levanten los aranceles del acero y el aluminio antes de cualquier votación, algo que Trump se resiste a hacer.

“Estamos tratando con miembros del Congreso”, dijo Pence al ser consultado al respecto; señaló que hubo “reuniones productivas” la tarde ayer sobre el tema de los aranceles.

El vicepresidente insistió en que el T-MEC es una “victoria” para Estados Unidos, una idea rectora de Trump.

Larry Rubin, representante del Partido Republicano en México y Presidente de la Comunidad Americana en nuestro país, se refirió a los comentarios hechos por el Vicepresidente Mike Pence respecto a la posición de nuestro país y la crisis que se vive en Venezuela.

“Estados Unidos, respetando la soberanía de México, exhorta a que (…) se unan al lado correcto de la historia en finalmente liberar a Venezuela de un genocida que no ganó las últimas elecciones ya que no fueron democráticamente conducidas, lo cual da a lugar, según la constitución Venezolana, a que el Presidente del Congreso funga como Presidente hasta que se lleven a cabo elecciones democráticas”, dijo el republicano a través de un comunicado.

A nombre del partido republicano, Larry Rubin dijo que el apoyo de México sería un paso en la dirección correcta de la historia, además de que también ayudaría a liberar a un pueblo reprimido por un asesino, en referencia a Nicolás Maduro.

Señaló que ante las deplorables condiciones en que el gobierno de Maduro tiene a  su población, millones de venezolanos han sufrido y huido llegando a México y otros países. Enfatizó que al ser México un gran referente en Latinoamérica, es indispensable que esté alineado en un tema que ha afectado gravemente por años a todo el continente.

“El sumar a la administración del Presidente López Obrador en esta causa (Venezuela) es tan importante más ante los cambios positivos que quiere llevar a cabo para México y la creciente fortaleza que se está construyendo en la relación bilateral entre los dos mandatarios Trump-AMLO,” remató Rubin.

Durante una visita que realizó a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), el vicepresidente de ls Estados Unidos, Mike Pence, reiteró hoy que la administración del presidente Donald Trump, seguirá luchando por construir un muro en la frontera sur del país.

“Este presidente y esta administración seguirán luchando para construir el muro”, dijo Pence ante los empleados de la CBP, que forman parte de los miles de trabajadores federales que han trabajado las últimas semanas sin recibir su salario, debido al cierre parcial del gobierno.

El vicepresidente se comprometió ante los trabajadores a que resolverán la falta de pago, y procedió a felicitarlos por su compromiso con el país.

Pence retomó el discurso de Trump al sostener que había una crisis humanitaria en la frontera sur de su país, la cual dijo, exige acciones prontas y contundentes por parte del Congreso.

Las declaraciones del vicepresidente se dan un día después que el presidente Trump visitara McAllen, Texas, donde reiteró que un muro en la frontera sur es necesario para salvaguardar al país, y tras el fracaso ante las negociaciones en el Congreso para conseguir los fondos para construir la barrera.

 

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, prometió que el gobierno construirá “el muro completo” en la frontera con México y llamó al Congreso a cerrar los espacios legales de la ley migratoria.

Al mismo tiempo, al referirse a la caravana de inmigrantes centroamericanos que llegó a la frontera, Pence señaló que “cada uno de estos son víctimas explotadas por activistas que promueven las fronteras abiertas y por los medios”.

El republicano se reunió con miembros de seguridad en el Valle Imperial, área de San Diego, donde supervisó las obras de reemplazamiento de muro fronterizo, distintas de los prototipos que hace un mes Trump supervisó en Mesa de Otay.

“Hombres, mujeres y niños son explotados por contrabandistas y traficantes que buscan en sus dificultades socavar nuestras leyes, y por eso protegemos al pueblo en la frontera sur y por eso ratificamos nuestra promesa de construir el muro completo”, insistió.

Pence supervisó este lunes el muro, que es construido con 50 paneles por día en el área de Caléxico, California.

En la estación, Pence agradeció a los empleados de la Patrulla Fronteriza y de Aduanas y Protección Fronteriza por su trabajo, y les dijo que “tienen un gran campeón” en Trump y aseguró que ambos están comprometidos con la reforma de las leyes de inmigración.

 

Con información de Notimex / Foto: Archivo APO

Luego de que abandonara la noche de ayer de último momento las actividades de la VIII Cumbre de las Américas, el Vicepresidente de los Estados Unidos se reunió esta mañana con el mandatario mexicano, Enrique Peña Nieto.

 

Pence se reintegró esta mañana a las actividades de la Cumbre, en donde tal como se había acordado, se encontró con el mexicano, con quien hasta ahora se sabe, habló sobre la perspectivas de la relación bilateral entre ambos países, entre los que se incluiría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

 

La oficina de la Presidencia de la República informó que con dicho encuentro, México reafirmaba su indeclinable voluntad para lograr acuerdos benéficos para los países, siempre mediante el diálogo respetuoso y constructivo.

 

La reunión se da luego de la enérgica respuesta que Peña Nieto dio a Donald Trump por el anuncio del despliegue de elementos de la Guardia Nacional a la frontera con México.

 

Foto: Twitter

Medios internacionales reportan que tras el anuncio del Presidente Donald Trump sobre el bombardeo a territorio sirio, el vicepresidente Mike Pence abandonó Lima, Peru.

 

Pence se encontraba en el país sudamericano para participar en representación de Donald Trump en la Cumbre de las Américas la cual inició sus mesas de trabajo este viernes.

 

Se tenía planeado que el estadounidense se reuniera la mañana de este sábado con el Presidente Enrique Peña Nieto, lo cual ahora está en duda si se confirma la partida de Pence.

 

Con información de RT / Foto: Archivo APO

El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, tiene previsto visitar el próximo viernes el sur de Texas para realizar una gira por la zona fronteriza entre Estados Unidos y México, revelaron a la prensa en Brownsville y McAllen, fuentes familiarizadas con los planes.

Pence tiene la intención de visitar el área junto con la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, y el jefe de la Patrulla Fronteriza en el sector del Valle del Río Grande, Manuel Padilla, informaron este martes, las fuentes.

Pence tiene programado antes, participar en un evento político durante una comida en San Antonio, tras lo cual se trasladará a McAllen para comenzar su visita a la frontera.

No se informó si Pence planea visitar el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Santa Ana, que podría convertirse en el punto donde pudiera comenzar a construirse el muro fronterizo del presidente Donald Trump.

 

Con información de Notimex / Foto: Archivo APO