En el que es su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cumplió lo que se había anunciado, retomó un discurso nacionalista en el que retomó su idea de “América Primero”, sobre el que indicó “Estados Unidos no buscamos imponer nuestro modelo de vida sobre ningún otro país, pero esperamos que sea un ejemplo a seguir para otras naciones”.
Trump reconoció que el mundo vive tiempos de grandes oportunidades y también de peligros y amenazas. “Los terroristas están tomando fuerza y algunos regímenes aquí presentes los apoyan y financian. Los poderes autoritarios buscan colapsar las alianzas que nos han asegurado la paz durante las últimas siete décadas”.
El mandatario sorprendió cuando indicó que “la inmigración supone una amenaza”, poniendo al tema de la inmigración a la par que el terrorismo. “Esperamos que todos los países respeten la soberanía de otros países y prioricen los intereses de sus ciudadanos. Países fuertes que coexistan juntos”, recalcó el republicano.
“En Estados Unidos es el pueblo quien manda”. subrayó Trump. “Como Presidente siempre pondré a Estados Unidos primero”. “Todos los países deben servir a sus ciudadanos como primera prioridad. Pero esto también requiere que todos los países trabajemos juntos y en armonía”.
Otra de las referencias que hizo a sus ya tradicionales discursos, llegó cuando aseguró que “sin embargo ya no podremos entrar en acuerdos que no nos beneficien y que sirvan para aprovecharse de nosotros”, idea que ha repetido durante meses al referirse principalmente el TLCAN.
El mandatario aseguró que las relaciones internacionales de cada país, y el funcionamiento de la propia ONU debe regirse por dos principios: “respetar los intereses de su gente y los derechos de toda nación soberana”. “Deberemos proteger nuestros países, nuestros intereses, y deberemos proteger la seguridad de las fronteras, la soberanía y los intereses de nuestros ciudadanos. Confrontaremos juntos a quienes representen una amenaza”.
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