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Aunque la negociación posbrexit entre Londres y Bruselas no ha comenzado, el gobierno de Boris Johnson ya dejó clara este jueves su posición: rechazará alinearse con las reglas de la Unión Europea (UE) y podría abandonar las conversaciones en junio si no ve avances.

Tras la salida oficial del Reino Unido de la UE el pasado 31 de enero, ambas partes deben emprender el lunes próximo la segunda, y más compleja, fase de negociación: la de su futura relación comercial.

Se trata de alcanzar un acuerdo de libre comercio que Londres desearía fuese tan amplio como el que los 27 tienen, por ejemplo, con Canadá.

Sin embargo, Bruselas, que teme encontrarse con un poderoso competidor desleal a sus puertas, ya advirtió de que el corto periodo de tiempo previsto no permitirá alcanzar un acuerdo completo. En ese sentido, recordemos que Johnson se niega a ampliar el periodo de transición más allá de finales de año.

El ejecutivo británico publicó este jueves el documento con sus directrices negociadoras, dos días después de la aprobación por la UE de su propio mandato para unas complejas conversaciones que comenzarán en Bruselas antes de trasladarse a Londres a finales de mes.

En él, a cambio de un amplio acceso al mercado único europeos, los exsocios de Johnson exigen que el Reino Unido respete reglas a largo plazo en materia de subvenciones estatales, derechos laborales, medioambiente o fiscalidad.

Pero el gobierno británico ve las cosas de otro modo: “no negociará ningún acuerdo en el que el Reino Unido no tenga el control de sus propias leyes y de su vida política”, afirman sus directrices, en las que el ejecutivo de Johnson afirma “esperar” que “las líneas generales de un acuerdo” se establezcan en junio.

De lo contrario “el gobierno tendrá que decidir si la atención del Reino Unido debe desviarse de las negociaciones y centrarse en la continuación de los preparativos” para romper bruscamente los lazos con la UE el 31 de diciembre.

Este anunció bastó para hacer desplomarse la divisa británica, la libra esterlina, frente al euro.

Una ruptura de la negociación equivaldría al temido escenario de un Brexit sin acuerdo, que los círculos empresariales británicos denunciaron con vehemencia durante los meses de caos político previos al divorcio debido a sus caóticas consecuencias económicas.

La líder de los demócratas en la Cámara de Representantes declaró que un acuerdo para ratificar el T-MEC es inminente. Esto debiera ser una gran noticia para México, ya que confirmaría la continuidad del tratado comercial de Norteamérica que para nuestro país ha significado mucho más que el libre intercambio de bienes y servicios en la región.

El TLCAN ha sido además una herramienta de garantía de respeto al Estado de Derecho para quienes han invertido en el país dado lo precario que es nuestro aparato de impartición de justicia.

Algunos colegas de Nancy Pelosi, como el congresista de Texas, Henry Cuellar, han sido muy enfáticos en la importancia de no quedar enfrascados al cien por ciento en el tema del juicio político al presidente y de sacar adelante el acuerdo comercial antes de que Trump vaya a invocar la salida del tratado, con lo que entraríamos en un proceso de cuenta regresiva. Si en seis meses no hay ratificación, el acuerdo comercial de Norteamérica llegaría a su fin.

En todo este proceso hay una figura clave del lado mexicano: Jesús Seade.

Seade es el Subsecretario de América del Norte en la Cancillería. Durante la transición Seade fue el encargado de participar en las mesas de renegociación del TLCAN. Fue Seade quien bautizó al nuevo acuerdo como T-MEC. Nuevo acuerdo que, a nueve días de que se cumpla un año de la firma entre los presidentes Peña Nieto, Trump y el Primer Ministro, Justin Trudeau, aun no ha sido ratificado por los legislativos de Canadá ni de Estados Unidos.

Un grupo de nueve congresistas estadounidenses se han estado reuniendo con el encargado comercial de La Casa Blanca, Robert Lighthizer, para llegar a un acuerdo y ahí van avanzando. Tan es así que Pelosi dice que puede haber ratificación antes de que concluya el año. Sin embargo hay congresistas duros del partido demócrata, como Bill Pascrell (Nueva Jersey) y Jan Schakowsky (Illinois) que prefieren retrasar la votación hasta que México ceda en algunos puntos, sobre todo en materia laboral y de solución de controversias.

Y aquí viene el problema para México. Dentro de este escenario Jesús Seade es el negociador solitario del gobierno de López Obrador. Él es la única figura que se sienta a negociar con los estadounidenses. No llega acompañado por nadie de la Secretaría de Economía, con todo y que la subsecretaria Luz María de la Mora, sería la persona ideal para sentarse junto a Seade. No llega acompañado ni por un equipo técnico que le ayude a tomar notas y puedan dar seguimiento a lo que se sienta a platicar con Lighthizer o con los legisladores demócratas.

Este esquema tiene muy preocupados a los empresarios mexicanos que están involucrados en las negociaciones. Sobretodo si se toma en cuenta que en las renegociaciones del TLCAN, Seade fue quien revivió la cláusula Sunset que obligará a revisar el acuerdo comercial cada seis años. Esto era algo que los negociadores mexicanos encabezados por Luis Videgaray e Idelfonso Guajardo habían querido evitar. Lo estaban logrando, hasta que Seade se incorporó en las mesas de negociación y lo volvió a poner sobre la mesa. Los norteamericanos felizmente la aceptaron.

Ahora, la posibilidad de que Seade renegocie una sorpresa es aun mayor ya que el Subsecretario se encuentra bajo una fuerte presión, tanto del presidente López Obrador como del Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, para que se ratifique ya y casi a costa de lo que sea el T-Mec. La premisa es que el acuerdo será la salvación de la economía mexicana para evitar una baja en la calificación del soberano.

 

Columna completa en EL UNIVERSAL

Los negociadores de la Unión Europea y Reino Unido han iniciado este viernes una fase de “negociaciones intensivas” para tratar de  alcanzar un acuerdo en los próximos días que evite un Brexit abrupto el próximo 31 de octubre.

“La Unión Europea y Reino Unido han acordado intensificar las negociaciones durante los próximos días”, ha informado la Comisión Europea en un comunicado, en el que se aclara que el bloque no ha cambiado de posición y que sigue viendo necesario que la alternativa a la salvaguarda irlandesa sea creíble y operativa.

Se trata de un nuevo esfuerzo que lleva las conversaciones a una última fase conocida como “túnel”, que supone que las partes se concentran sin filtraciones, ni consultas externas, en la tarea de detallar los términos de un acuerdo.

En una reunión informativa con los embajadores de los Veintisiete, el negociador en jefe europeo, Michel Barnier, les ha pedido su apoyo para dar este paso.

Barnier ha reiterado la determinación del bloque por dar con una solución a tiempo y ha advertido de que en los últimos contactos ha visto un “interés genuino” en el Gobierno de Boris Johnson para salvar los últimos escollos.

Londres entregó la semana pasada a los negociadores europeos un texto legal con una alternativa a la salvaguarda irlandesa que prevé el acuerdo de retirada y que provoca el rechazo frontal de los británicos.

Sin embargo, la UE rechazó la propuesta al considerar que no ofrecía las garantías necesarias evitar la vuelta a una frontera dura en el Úlster, ni para proteger la integridad del Mercado Único; paralelamente, censuró a Johnson por recurrir a un “juego estúpido” de cruce de  responsabilidades.

Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se verán los próximos 17 y 18 de octubre en una cumbre en la capital europea y, aunque los Veintisiete no han señalado en público una fecha para el punto de no retorno, en Bruselas se da por hecho que si no hay una propuesta creíble y legalmente operativa antes de esa cita, no habrá margen para evitar el fracaso de las negociaciones.

El gobierno británico dio a entender este martes que la negociación sobre el Brexit está a punto de derrumbarse por culpa de la Unión Europea (UE), lo que irritó al presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, quien criticó el “estúpido juego de reproches”.

Una fuente de Downing Street dijo a los periodistas que la canciller alemana Angela Merkel advirtió por teléfono al primer ministro Boris Johnson de que es “abrumadoramente improbable” alcanzar un acuerdo a menos de que Londres acepte lo inaceptable: mantener la provincia británica de Irlanda del Norte en una unión aduanera con la UE.

Para Londres, esta exigencia hace que un acuerdo sea “esencialmente imposible”, agregó la fuente, subrayando que Johnson defendió ante Merkel haber presentado una propuesta razonable.

Y es que recordemos que la semana pasada, Londres presentó a Bruselas su esperado plan de divorcio y pidió a sus 27 socios que hicieran concesiones para llegar a un acuerdo. De lo contrario, Johnson prometió retirar a su país de la UE el 31 de octubre de forma abrupta.

Los europeos señalaron dos puntos “problemáticos” en su propuesta: la necesidad de controles aduaneros entre Irlanda del Norte e Irlanda, país de la UE, y el veto acordado al parlamento autónomo norirlandés.

En respuesta, los británicos presentaron ayer un nuevo texto con “aclaraciones” que sin embargo “no responden” a las demandas europeas, según fuentes implicadas en la negociación. El enviado británico David Frost debía reunirse de nuevo hoy con la negociadora europea Paulina Dejmek-Hack.

“Boris Johnson, lo que está en juego no es ganar un estúpido juego de reproches. Lo que está en juego es el futuro de Europa y del Reino Unido, así como la seguridad e intereses de nuestros ciudadanos”, tuiteó Tusk dirigiéndose al primer ministro.

Otra fuente cercana a Johnson, que muchos sospechan se trata de su consejero especial Dominic Cummings, había declarado previamente a la revista conservadora The Spectator que Londres preveía el fracaso de las negociaciones.

Los líderes europeos, que se reúnen en cumbre el 17 y 18 de octubre, se habían fijado como plazo el final de esta semana para considerar si hay base para un acuerdo con el Reino Unido.

Tras el referéndum de 2016, el Reino Unido debía haber abandonado el bloque el pasado marzo. Pero ante el reiterado rechazo del Parlamento británico al acuerdo de divorcio negociado por la anterior primera ministra, Theresa May, la fecha fue retrasada dos veces, hasta este 31 de octubre.

Dirigentes del Movimiento Nacional Taxista (MNT), el cual llevó a cabo a este lunes los bloqueos en diversos puntos de la capital, alcanzaron un acuerdo con las autoridades federales y locales, siendo el principal el compromiso a no volver a colapsar la ciudad con más bloqueos, mientras continúe el diálogo.

Fue el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, quien encabezó una conferencia de prensa, en la que informó que como parte de los acuerdos, está el revisar si son legales o no las aplicaciones que actualmente operan, y que son las que han generaro molestias entre los taxistas, pues acusan que ha afectado su trabajo.

Adicional, las autoridades se comprometieron a desarrollar, en coordinación con los taxistas, una aplicación de movilidad que permita igualdad de competencia.

La actualización de los avances que se tengan serán tratados entre ambas partes el próximo 14 de octubre, cuando se tenga una nueva reunión.

Los taxistas presentes en al reunión, reconocieron las afectaciones que generaron a la ciudadanía, por lo que pidieron disculpas. “La responsabilidad es compartida, entre autoridades que no le dieron el seguimiento de manera oportuna y nosotros que nos vimos obligados a manifestarnos (…) reconocemos que el servicio que ofrecemos no es el que la ciudadanía se merece, pero también acepten que desde hace 8 años no se regulariza la tarifa que cobramos”, acusaron.

El ministro británico para el Brexit, Steve Barclay, aseguró este viernes que la negociación de divorcio entre la Unión Europea (UE) y Reino Unido avanza “con ímpetu”, después de meses de bloqueo del acuerdo de retirada.

“Estamos avanzando con ímpetu, las discusiones continuarán la próxima semana entre los equipos técnicos”, aseguró Barclay, tras reunirse en Bruselas con el negociador de la UE, Michel Barnier, a poco más de 40 días de la fecha del Brexit.

Para llegar a un acuerdo y alejar el temido escenario de un divorcio abrupto, el gobierno británico, liderado por Boris Johnson desde julio, exige la retirada del mecanismo de último recurso conocido como salvaguarda irlandesa.

Su predecesora, Theresa May, pactó con la UE este mecanismo que busca evitar la reintroducción de una frontera para bienes entre Irlanda, país del bloque, y la provincia británica de Irlanda del Norte.

El acuerdo cerrado en noviembre preveía que todo Reino Unido permanecería en una unión aduanera con la UE si, tras un período de transición, no se hallaba una alternativa mejor en el marco de un acuerdo de libre comercio entre ambos.

Sin embargo, el Parlamento británico rechazó hasta en tres ocasiones el acuerdo de divorcio entre May y Bruselas, en parte por la salvaguarda que impediría a Reino Unido negociar acuerdos comerciales con terceros países.

El ‘premier’ británico y el titular de la Comisión, Jean-Claude Juncker, decidieron el lunes acelerar las discusiones. Johnson tiene previsto reunirse el lunes en Nueva York con el jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Los europeos urgieron al gobierno británico a presentar alternativas a la salvaguarda que permitan respetar los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998 y preserven la integridad del mercado único europeo.

Barclay y Barnier discutieron tres documentos presentados por Londres con ideas sobre cómo reemplazar el mecanismo para Irlanda en el acuerdo de divorcio, pero “todavía queda mucho trabajo por hacer”, según el ministro.

Casi un 52% de los votantes británicos apoyó el Brexit en un referéndum celebrado en junio de 2016, pero, tres años después, Reino Unido sigue sin encontrar la manera de consumar el primer divorcio en la historia del proyecto europeo.

A pesar de que China y Estados Unidos se siguen aplicando aranceles, el gobierno de Pekín anunció este jueves nuevas negociaciones en octubre próximo, en un contexto en que la guerra comercial ya empieza a afectar a ambas economías.

El principal negociador chino, Liu He, se reunió este jueves con el representante estadounidense para el Comercio, Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, indicó el ministro chino de Comercio.

La reunión llega cinco días después de la entrada en vigor de nuevas aranceles mutuos. Estados Unidos aplicará antes de mediados de diciembre aranceles a la casi totalidad de sus intercambios comerciales con China.

China replicó por su parte aumentando los derechos de aduana en 75.000 millones de dólares de productos estadounidenses.

Pekín anunció por otra parte esta semana una queja ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) en reacción a las nuevas sanciones estadounidenses.

Recordemos que el martes pasado la tensión había vuelto a subir entre ambos países, pues Donald Trump amenazó a Pekín de una guerra comercial si sale reelegido en 2020.

El conflicto comercial entre Pekín y Washington empezó el año pasado y está amenazando el crecimiento de las dos principales economías mundiales.

Estados Unidos y China intentan relanzar las negociaciones para poner fin a la guerra comercial que los opone, aseguró este domingo el principal asesor económico de Donald Trump.

“Si las negociaciones se reabren de manera sustancial, haremos venir a los funcionarios chinos a Washington para una reunión de jefes negociadores con el fin de continuar las discusiones”, dijo Larry Kudlow en el programa televisivo Fox News Sunday.

Según Kudlow, son los altos funcionarios de ambas partes los que deben conversar vía telefónica “la semana próxima o los diez días próximos”.

Las declaraciones del asesor de La Casa Blanca dejan no obstante dudas sobre la llegada de una delegación china a Washington en septiembre, en respuesta a una visita a Shanghái del representante comercial Robert Lighthizer y del secretario del Tesoro Steven Mnuchin.

Kudlow subrayó sin embargo que la conversación telefónica que mantuvieron a mediados de agosto a raíz de la reunión de Shangái Lighthizer y Mnuchin con los negociadores chinos Liu He y Zhong Shan “fue mucho más positiva que lo que indicaron los medios” de comunicación.

El asesor de La Casa Blanca no dejó además de insistir con un mensaje positivo sobre el crecimiento estadounidense: “No tengamos miedo de ser optimistas”.

Recordemos que las negociaciones entre Pekín y Washington comenzaron en enero pasado y parecían estar llegando a buen puerto, para que luego Trump les pusiera fin abruptamente, al estimar que China estaba dando marcha atrás con algunos compromisos que había asumido.

En junio, Trump y su par chino Xi Jinping se reunieron en Japón al margen de la cumbre del G7, pero poco después el presidente estadounidense anunció la imposición a partir de septiembre de 10% de aranceles punitivos sobre los 300,000 millones de dólares de productos chinos que habían escapado hasta entonces a las retorsiones comerciales.

Esta mañana, el Director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, se reunió con Directivos de FERMACA, esto después de que la CFE convocara a dicha empresa para iniciar el proceso de renegociación del contrato de servicio de transporte de gas natural.

De acuerdo a lo informado por la CFE, en la reunión hubo disposición y apertura, y se acordaron las fechas, los temas y el método bajo los cuales se llevarán a cabo las renegociaciones. Se estableció que la renegociación se llevará a cabo el próximo viernes 12 de julio.

“La CFE informa que ha convocado también a renegociar los contratos, a las distintas empresas transportadoras de gas natural (IEnova, Carso Energy, y TC Energy –TransCanada-), quienes han aceptado ya la invitación y en el transcurso de esta semana se llevarán a cabo las reuniones introductorias”, adelantó la Comisión.

Recordemos que la semana pasada, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno buscaría un acuerdo con Canadá sobre los contratos de gasoductos, que ha denominado “leoninos”, para establecer un diálogo con las empresas.

“Se va a buscar que mediante la conciliación se resuelva el problema”, dijo en su conferencia de prensa matutina.

AMLO precisó que dichos contratos son “abusivos porque se entregaron para beneficiar a las empresas”, e indicó que en ese sentido se revisarán los acuerdos para que las empresas “ayuden” y que no se tuviera que pagar en exceso.

“Si esos contratos se aplican tal cual, se terminaría de quebrar la Comisión Federal de Electricidad (CFE), se arruinaría, que de por sí la entregaron muy disminuida, muy mal económicamente, saqueada prácticamente”, expuso el mandatario.

AMLO sostuvo que así como el embajador de Canadá en México, Pierre Alarie, está en su derecho de velar por los derechos de las empresas de su país, el Gobierno de la República también buscará defender los bienes e intereses del pueblo.

Donald Trump y Xi Jinping acordaron este sábado retomar las negociaciones comerciales entre ambos países, esto tras una reunión que sostuvieron en el último día la cumbre del G20 en Osaka, Japón.

“Tuvimos una muy buena reunión con el presidente chino Xi (…) Yo diría que excelente”, aseguró Trump tras el encuentro.

Según la agencia oficial china Xinhua, las negociaciones, que fueron interrumpidas de golpe en mayo, se reanudarán a la brevedad, y Washington decidió abandonar la amenaza de imponer nuevos aranceles que habrían afectado a 500,000 millones de dólares en productos chinos importados cada año por Estados Unidos.

La amenaza quedará en pausa “al menos de momento”, aclaró Trump en una rueda de prensa.

El estadounidense también apuntó, sin dar detalles, a la posibilidad de suavizar el veto al gigante tecnológico chino Huawei, un punto sensible en la relación comercial entre ambas potencias, pero sin dejar claro si se trata de un giro en su política en esta cuestión hasta ahora.

La tregua es similar a la que declararon los dos mandatarios en el G20 del año pasado en Buenos Aires, a pesar de que unos meses después llegó la guerra comercial.

El gobierno de Estados Unidos contempla la posibilidad de retrasar la entrada en vigor de los aranceles del cinco por ciento a importaciones mexicanas, a fin de permitir que continúen las negociaciones con la delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard Casaubón.

Fuentes enteradas de las negociaciones revelaron a la agencia Bloomberg que el presidente Donald Trump podría pausar el cobro de aranceles, programado para iniciar el próximo 10 de junio, como una muestra de buena voluntad a México.

El republicano ha mostrado una hostilidad hacia México pocas veces vista en toda la historia de la relación bilateral, exigiendo a su vecino del sur que frene la migración desordenada y entrada de drogas a su país como parte de su estrategia para lograr la reelección en noviembre del año próximo.

Por su parte, Marcelo Ebrard afirmó desde Washington, luego de reunirse por más de dos horas con autoridades del Departamento de Estado, que existen avances en la negociación que detendrían la entrada en vigor de las medidas arancelarias.

“Vamos a continuar las pláticas esta tarde. Todavía no han concluido. Pienso que estamos avanzando, y en la tarde podré ya darles una visión más concreta de qué puntos nos encontramos”, dijo Ebrard.

Un colapso de las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China y el aumento de aranceles a productos chinos empujaría a la economía mundial a una recesión y a la Reserva Federal (FED) a recortar las tasas de interés de Estados Unidos a cero en un año, dijeron este lunes analistas de la firma Morgan Stanley.

Si bien un aumento temporal de las tensiones comerciales podría atravesarse sin mucho daño, una ruptura duradera causaría dificultades graves.

“Si las conversaciones se estancan, no se llega a un acuerdo y Estados Unidos impone aranceles del 25% al resto de unos 300,000 millones de dólares en importaciones procedentes de China, creemos que la economía mundial se dirigirá hacia una recesión”, dijeron los analistas.

Indicaron que, en respuesta, la FED reduciría las tasas de interés a cero para la primavera de 2020, mientras que China aumentaría su estímulo fiscal a un 3.5% del PIB (equivalente a alrededor de 500,000 millones de dólares) y su objetivo de crecimiento crediticio a un 14%-15% por año, agregaron.

“Pero, una respuesta política reactiva y los retrasos habituales de la transmisión de las políticas monetarias significarían que no podríamos evitar el endurecimiento de las condiciones financieras y una recesión mundial en toda regla”, agregaron.

Una recesión mundial se define por un crecimiento que está por debajo del umbral de 2.5% anual.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, estaba preparado para salir del país el martes por la mañana ante el llamado al levantamiento del líder opositor Juan Guaidó, reveló el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.

En entrevista con la cadena CNN, Pompeo indicó que pese a los reportes que tuvieron, Maduro revirtió su plan luego de la intervención de Rusia.

“Tenían un avión en la pista. Estaba listo para partir esta mañana, según sabemos. Los rusos le indicaron que debía quedarse”, dijo Pompeo.

Por su parte el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, aseguró que su Gobierno no formó parte de las negociaciones entre miembros de la oposición venezolana y el ministro de Defensa Vladímir Padrino para derrocar al presidente Nicolás Maduro.

“EE.UU. no fue parte de esas negociaciones, las negociaciones eran entre venezolanos”, dijo Abrams.

Abrams y John Bolton, el asesor de seguridad nacional de La Casa Blanca, afirmaron hoy que Padrino está en contra de Maduro y ha estado negociando con la oposición.

“En el último mes o dos, ha habido unas interesantes negociaciones entre venezolanos, dentro del régimen y fuera sobre el retorno a la Constitución”, explicó Abrams.

El diplomático señaló que, en esas conversaciones, participaron Padrino, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, Maikel Moreno, y el Comandante de la Guardia de Honor Presidencial y director General de Contrainteligencia Militar, Iván Rafael Hernández Dala.

Como parte de las negociaciones, se había acordado que Padrino, Moreno y Hernández Dala mantendrían su puesto una vez que Guaidó se hiciera con el poder.

“El acuerdo era que iban a retener sus posiciones. Pero creo que lo importante es saber que esto no era algo repentino. Es parte de un largo proceso, de intentar restaurar la Constitución”, dijo el funcionario estadounidense.

Al ser cuestionado sobre la presunta presión que está ejerciendo Estados Unidos para que sea aprobada en nuestro país la nueva reforma laboral, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fijó postura.

Indicó que su gobierno hizo el compromiso cuando participaron como observadores en las pláticas para acordar el nuevo acuerdo comercial entre Canadá, México y Estados Unidos (T-MEC), de apoyar lo que se pactó en todos sus términos.

“Apoyamos lo que se acordó en el Tratado de Libre Comercio y esto lo hemos expresado abiertamente al sector empresarial, al sector obrero y lo hemos dado a conocer a los legisladores, que son independientes, son autónomos”, dijo AMLO.

Sin embargo, enfatizó que su gobierno ha sido muy claro en que debe de aprobarse una Reforma Laboral apegada a los acuerdos que se establecieron en dicho tratado, pues no quieren dar ningún motivo para reabrir las negociaciones del tratado.

Afirmó que reabrir las negociaciones del T-MEC, es algo que “no le conviene al país”, y reiteró que lo que se logró, lo que se pactó, es bueno para México y fue aceptado por Estados Unidos y por Canadá.

“No queremos dar ningún motivo, ningún pretexto, que no haya ninguna excusa para utilizar como argumento o esgrimir que nosotros no estamos cumpliendo con lo que se acordó”, añadió.

Ante la insistencia de la prensa sobre la supuesta presión que hay desde la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, específicamente de la líder demócrata, Nancy Pelosi, de que para avanzar en la ratificación del T-MEC era necesaria la aprobación de la reforma laboral en México, el mandatario negó que se trate de presión.

“No, es lo que se acordó y hay que cumplir, los acuerdos se cumplen y hacerlo ya en este tiempo, porque esto tiene que ser discutido y resuelto también en Estados Unidos”, remató.

Es poco probable que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, se reúnan antes del 1 de marzo, plazo acordado por ambos países para lograr un acuerdo comercial, dijeron este jueves dos funcionarios estadounidenses y una fuente cercana a las negociaciones.

Los países se dieron un paréntesis de 90 días en su guerra comercial para cerrar un trato. Hay programada una nueva ronda de conversaciones para la próxima semana en Beijing.

El asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, dijo hoy a la prensa que los líderes de las dos mayores economías mundiales podrían reunirse más tarde.

“Los dos presidentes se reunirán en algún momento, eso es lo que ha dicho el señor Trump, pero por el momento eso se ve aún en la distancia”, señaló Kudlow.

Tras reunirse con integrantes de las Comisiones Unidas de Relaciones Exteriores del Senado, el canciller Marcelo Ebrard explicó que lo mejor es no reabrir las negociaciones que se llevaron a cabo respecto al acuerdo comercial T-MEC, entre México, Estados Unidos y Canadá, pues dijo, podría significar abrir una “Caja de Pandora”.

Ebrard señaló que es mejor no reabrir las negociaciones, aunque reconoció que si los otros socios (Estados Unidos y Canadá) lo llegan a modificar, México también tendrá que proceder a revisarlo.

Dijo que dicho escenario no lo ven cercano, pues hasta donde se sabe, hubo entendimiento entre los tres países. “Esperemos que no haya cambio”.

Respecto a la relación con Estados Unidos, Ebrard mencionó que se deberá buscar un entendimiento y buscar aquellos aspectos en los que ambos países están de acuerdo, como por ejemplo la inversión y el desarrollo de México y de Centroamérica.

Dijo que los senadores le hicieron “propuestas sugerentes”, principalmente sobre la forma de mejorar la representatividad de México en organismos internacionales y sobre cómo mejorar el tratado con Estados Unidos y la política migratoria.

Marcelo Ebrard calificó la reunión como productiva e interesante y afirmó que los planteamientos de los senadores ayudarán a diseñar mejor la política exterior que se impulsará desde México hacia el mundo.