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El parlamento israelí dio su visto bueno el jueves a un gobierno de unión entre el primer ministro Benjamin Netanyahu y su antiguo rival, Benny Gantz, quienes prestarán juramento el 13 de mayo, dando así por concluida la crisis política más larga de la historia moderna de Israel.

Tras los intensos debates que duraron hasta tarde ayer, por las enmiendas al proyecto, el acuerdo fue aprobado este jueves por la mañana.

No había mucha dudas sobre el resultado porqué el Likud (derecha) de Benjamin Netanyahu y la formación centrista Azul-Blanco del exjefe del ejército Benny Gantz y sus aliados respectivos tienen la mayoría de escaños en el parlamento.

“La sesión plenaria de la Knéset (el parlamento israelí) aprobó en segunda y tercera lectura las enmiendas (al proyecto de gobierno de unión). 71 diputados votaron a favor y 37 en contra”, indicó el parlamento en un comunicado.

La presidencia israelí espera recibir durante la jornada de hoy las firmas de la mayoría de diputados favorables a que Benjamin Netanyahu tenga oficialmente el mandato de formar el próximo gobierno.

El miércoles por la noche la Corte Suprema, a la que recurrieron varias organizaciones que ponían en duda la legalidad del acuerdo, dio su visto bueno.

Sin embargo Netanyahu sigue inculpado por corrupción en varios casos y su juicio, aplazado por la pandemia de coronavirus, debería empezar a finales de este mes.

“No encontramos ninguna razón legal que impida la formación de un gobierno por parte del primer ministro Netanyahu (…) pero esta conclusión a la que llegamos no disminuye en ningún caso los cargos contra el primer ministro”, indicaron los jueces.

Netanyahu y Gantz ya anunciaron por su parte que presentarán el nuevo gobierno el 13 de mayo, en el que los ministerios están repartidos equitativamente entre los dos campos.

Además de compartir el poder y mantener a Netanyahu en el puesto de primer ministro en los próximos 18 meses, el gobierno tendrá que gestionar la salida del confinamiento y la reactivación de la economía israelí.

También tendrá que dar detalles sobre el proyecto de anexión de partes de Cisjordania, ocupada por Israel.

Tras meses de crisis, Benny Gantz aceptó formar una coalición con Benjamin Netanyahu pese a su inculpación, para permitir a Israel salir del bloqueo en plena pandemia.

El nuevo coronavirus ha infectado a unas 16,000 personas en el país, y dejado 239 muertos; además ha disparado el desempleo del 3.4% al 27%.

El acuerdo entre Netanyahu y Gantz prevé también anunciar a partir del 1 de julio un plan para poner en marcha el proyecto del presidente estadounidense Donald Trump sobre Oriente Medio. Este plan prevé la anexión del valle del Jordán, un territorio estratégico, y de colonias judías en Cisjordania, ocupada desde 1967 por Israel.

Los Juegos Olímpicos de Tokio, que iniciarían el próximo 24 de julio, fueron aplazados al verano de 2021, debido a la pandemia del nuevo coronavirus, anunció el martes el Comité Olímpico Internacional (COI).

Es un aplazamiento sin precedentes para este evento, cuya primera edición en la era moderna tuvo lugar en 1896. Hasta ahora únicamente las guerras mundiales habían impedido su celebración. Hasta ahora, únicamente las guerras mundiales evitaron la disputa del evento en 1916, 1940 y 1944, pero en todos esos casos se optó finalmente por una cancelación definitiva.

“En las circunstancias actuales y en base a las informaciones suministradas hoy (martes) por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el presidente del COI y el primer ministro de Japón han concluido que los Juegos Olímpicos de Tokio deben ser reprogramados después de 2020 y tener lugar como más tarde en el verano de 2021, con el objetivo de salvaguardar la salud de los deportistas y de todos los implicados en los Juegos Olímpicos, así como de la comunidad internacional”, anunció el COI en un comunicado.

Poco antes, en Tokio, al término de una conferencia teléfonica con el presidente del COI, Thomas Bach, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, había anunciado que había “propuesto aplazar (los Juegos Olímpicos) alrededor de un año” a lo que el dirigente olímpico había accedido.

Esta decisión del COI y de los organizadores parecía inevitable en los últimos días ante la propagación del Covid-19 y la oleada de peticiones de aplazamiento por parte de deportistas y federaciones de peso.

El COI mantuvo hasta hace apenas unos días una posición inamovible de mantener los planes como se tenían previstos, del 24 julio al 9 agosto para los Juegos Olímpicos, y del 25 agosto al 6 septiembre para los Juegos Paralímpicos, pero en los últimos días la presión había incrementado y el domingo llegó a admitir que contemplaba varios escenarios, entre ellos el del aplazamiento, y se dio un plazo de cuatro semanas para tomar una decisión.

Shinzo Abe había admitido el lunes en el Parlamento japonés que un aplazamiento de los Juegos “podría ser inevitable”.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, acusado por corrupción en tres casos distintos, anunció este martes que retiraba su petición de inmunidad tan solo una hora antes del voto en el parlamento sobre esta cuestión.

Netanyahu, que se juega su futuro político en las elecciones del 2 de marzo, retiró su demanda, justo antes de una sesión parlamentaria, desde Washington, donde este martes presentará el plan de paz estadounidense para Oriente Medio.

El primer ministro, que el lunes se reunió con “su amigo” el presidente Donald Trump, dijo que el proyecto de paz estadounidense es “histórico”.

Sin embargo ya fue rechazado por los palestinos, que cortaron sus relaciones con la administración Trump tras varias decisiones consideradas favorables a Israel.

El plan podría servir de apoyo a Netanyahu en su campaña de las legislativas de marzo, igual que su decisión de retirar su demanda de inmunidad, muy criticada en los medios y que tenía pocas posibilidades de terminar con éxito porque no tiene mayoría en el parlamento.

“Informé al presidente del parlamento de que retiraba mi petición de inmunidad. Más tarde, desmentiré las acusaciones ridículas (…) formuladas en mi contra”, dijo Netanyahu  n un comunicado el jefe de gobierno

“Pero de momento no dejaré que mis adversarios políticos utilicen esto para enturbiar el proceso histórico que estoy liderando”, añadió.

El primer ministro fue inculpado en noviembre por corrupción, malversación y abuso de confianza en tres casos.

La ley israelí determina que un ministro inculpado tiene que dimitir pero no se aplica al primer ministro. Aunque puede mantenerse en el cargo, Netanyahu no tiene inmunidad frente a la justicia, por eso la había pedido a principios de enero al parlamento.

El primer ministro esperaba una victoria en las elecciones de marzo para obtener una mayoría y protegerse de la justicia.

Pero los partidos de oposición convencieron a una mayoría de diputados que examinaran su demanda de inmunidad antes de las elecciones, un voto crucial que el primer ministro se arriesgaba a perder.

Tras retirar su demanda de inmunidad, los procesos judiciales contra Netanyahu podrían acelerarse y empezar incluso antes de las legislativas del 2 de marzo, según la prensa israelí.

Al respecto, el Fiscal General israelí, Avichai Mandelblit, presentó la acusación formal contra el primer ministro por cargos de soborno, fraude y abuso de confianza.

“La acusación fue presentada hace poco […] como lo exige la ley” ante el Tribunal de Distrito de Jerusalén, dijo la oficina de Mandelblit.

Vladimir Putin propuso este miércoles una votación en Rusia sobre profundos cambios constitucionales que darían mayor poder al Parlamento y al primer ministro ruso en detrimento del presidente, una medida que podría permitirle mantenerse en el poder tras abandonar el Kremlin.

Ante el anuncio de Putin, el gabinete presentó su renuncia. El primer ministro, Dmitry Medvedev, dijo que dejaría el cargo para darle espacio a Putin a fin de llevar a cabo los cambios.

Medvedev, un viejo aliado de Putin y expresidente, anunció su renuncia en la televisión estatal sentado junto al mandatario, quien le agradeció su trabajo.

La atención ahora se dirige a quién se convierte en el próximo primer ministro. Entre los posibles candidatos aparecía el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin.

Sin embargo, Putin sorprendió al proponer considerar la candidatura del actual jefe del Servicio Federal de Impuestos ruso (FNS), Mijaíl Mishustin, para el puesto de primer ministro.

“El presidente Vladímir Putin mantuvo una reunión de trabajo con Mijaíl Mishustin y le propuso ocupar el cargo del primer ministro; tras obtener su consentimiento, presentó la candidatura de Mishustin para el puesto del primer ministro a la Duma de Estado”, comunicó el servicio de prensa gubernamental.

El propuesto por Putin tiene un pasado corporativo pues anteriormente fue director del Catastro Federal, en la Agencia Federal de Zonas Económicas Especiales dentro del Ministerio de Desarrollo Económico. Quien fuera jefe del FNS desde 2010, ahora deberá ser refrendado por la Duma, cámara baja rusa.

Putin, de 67 años y quien ha sido mandatario o primer ministro desde 1999, renunciará en 2024 cuando finalice su cuarto periodo presidencial. Todavía no ha dicho qué planea hacer cuando expire su mandato, pero según la actual Constitución, que prohíbe a cualquiera cumplir más de dos mandatos presidenciales sucesivos, Putin tiene prohibido volver a presentarse de inmediato.

Putin dijo a la élite política del país, en su discurso anual sobre el estado de la nación, que está a favor de cambiar la Constitución para entregar a la Duma, la cámara Baja del Parlamento, el poder de elegir al primer ministro de Rusia y otros cargos clave.

“Por supuesto, estos son cambios muy serios al sistema político”, dijo Putin, quien agregó que cree que el Parlamento y la sociedad civil están listos para los cambios. “Aumentaría el papel y la importancia del Parlamento del país (…) y la independencia y responsabilidad del primer ministro”.

Los críticos han acusado a Putin durante mucho tiempo de planear quedarse en algún puesto para ejercer el poder después de que renuncie. Putin sigue siendo popular entre muchos rusos que lo ven como una fuente de estabilidad, incluso pese a que otros se quejan de que ha estado al mando demasiado tiempo.

Los críticos han sugerido que está considerando varias opciones para permanecer en el poder, incluso dar mayor peso al Parlamento par asumir como primer ministro después de 2024. Otra opción que a menudo se menciona es que encabece un Consejo de Estado, un organismo que Putin dijo el miércoles que debería recibir más poderes.

Poniendo fin a años de caos y división, los diputados británicos aprobaron este jueves, en una sesión histórica, el acuerdo para sacar al Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero.

La Cámara de los Comunes, ampliamente dominada por los conservadores del primer ministro Boris Johnson, dio por 330 votos contra 231 su aprobación definitiva al proyecto de ley que traduce a la legislación británica el acuerdo de divorcio con Bruselas.

Recordemos que días después de las elecciones generales en las que ganó Johnson, los diputados ya habían dado su visto bueno preliminar a un texto que permitirá al Reino Unido romper sus lazos con el bloque comunitario el próximo viernes 31.

El texto se someterá ahora al escrutinio de los Lores, donde el Gobierno no cuenta con una mayoría asegurada y su tramitación podría sufrir retrasos. Si los Lores modifican el texto, la legislación deberá volver a ser votada en los Comunes. En otro caso, estará lista para recibir el asentimiento final de la reina Isabel II.

Un portavoz de Downing Street pidió a los parlamentarios que no entorpezcan la aprobación. “Este país envió un mensaje muy claro (en las elecciones) de que quiere que el ‘brexit’ quede resuelto”, indicó ese portavoz, que urgió a la Cámara Alta a dar su visto bueno con tanta celeridad como sea posible.

Durante once meses, el Reino Unido se mantendrá integrado en las estructuras comunitarias y cumplirá las normativas de la Unión Europea.  Pasado ese periodo de transición, deberá entrar en vigor un nuevo tratado bilateral entre Londres y Bruselas a fin de evitar un escenario similar al de un “brexit” sin acuerdo.

El líder opositor Juan Guaidó se juramentó este martes como presidente del Parlamento de Venezuela con los votos de diputados opositores, a pesar de que los militares intentaron impedir su entrada al recinto, además de los corte de luz sufridos en el Palacio Legislativo.

“¡Lo juro!”, gritó Guaidó desde el podio presidencial de la unicameral Asamblea Nacional, único poder en manos de la oposición en Venezuela.

El opositor, quien al frente del Legislativo se proclamó mandatario interino en 2019, cargo reconocido por medio centenar de países, juró cumplir “en nombre de Venezuela (…) con los deberes de presidente encargado” para buscar una “solución a la crisis”.

El diputado rival Luis Parra, autoproclamado el domingo presidente de la cámara con el apoyo del chavismo, presidió justo antes otra sesión. A la llegada de Guaidó, abandonó del hemiciclo.

Guaidó llegó a la sede del Congreso en una camioneta acompañado por una caravana de autobuses donde se trasladaban varios diputados de la bancada opositora, tras recorrer unos cinco kilómetros por el centro de Caracas sorteando varios piquetes policiales.

Luego de que Guaidó entonara el himno nacional venezolano junto a parlamentarios opositores, el Congreso quedó a oscuras por un corte eléctrico, momento en que varios diputados iluminaron el recinto con las linternas de sus celulares.

Cuando Guaidó abandonaba el Parlamento, miembros de grupos prochavistas acusados por la oposición de ser el “brazo armado” del gobierno, le arrojaron una pequeña granada de gas lacrimógeno. El líder opositor salió ileso.

Varios periodistas sufrieron agresiones de estos colectivos, según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), principal agrupación del gremio periodístico en el país caribeño.

Juan Guaidó fue ratificado este domingo como presidente del Parlamento de Venezuela por diputados opositores en la sede de un periódico, después de que un congresista rival, Luis Parra, se proclamara en el Palacio Legislativo como jefe de la cámara con apoyo chavista.

“Juro (…) hacer cumplir” la Constitución como “presidente del Parlamento y presidente encargado de Venezuela”, dijo Guaidó tras recibir votos de 100 legisladores en una sesión en la que participaron diputados inhabilitados por acusaciones penales que la oposición denuncia como actos de “persecución política”. El proceso fue nominal, congresista por congresista.

Parra, quien tras ser acusado de corrupción rompió lazos hace un mes con Guaidó, se juramentó horas antes a los gritos con un megáfono en el Congreso mientras el dirigente parlamentario intentaba, sin éxito, entrar a la unicameral Asamblea Nacional. La oposición calificó ese acto como “un golpe de Estado parlamentario”.

Guaidó subió las rejas perimetrales del edificio, pero militares con escudos antimotines le impidieron saltarlas.

El dirigente tildó a las fuerzas militares y policiales que establecieron piquetes en las calles de acceso al palacio de “órganos represivos de la dictadura”.

El presidente Nicolás Maduro, quien ha logrado mantenerse en el poder apoyado por la Fuerza Armada y países como China, Rusia o Cuba, reconoció a Parra.

“La Asamblea Nacional ha tomado una decisión y hay una nueva junta directiva (…). Venía sonando que el diputado Juan Guaidó iba a ser sacado”, celebró Maduro, vestido de beisbolista, en la inauguración de un estadio en el estado Vargas, donde nació Guaidó.

Ante la ausencia de Guaidó en el Palacio Legislativo, el diputado Héctor Agüero, del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), subió a la tribuna presidencial apoyado por la bancada chavista y llamó a sesión alegando que se trataba del legislador de mayor edad, con 79 años, y que por ello tenía esa potestad.

Fue entonces cuando Parra se proclamó tras una consulta a mano alzada. No se contaron los votos.

Parra aseguró a la prensa que la sesión contó con 140 diputados y que 81 aprobaron su postulación, presentada apenas unas horas antes por otro legislador opositor que marcó distancia con Guaidó, José Brito. El congresista chavista Pedro Carreño, no obstante, aseguró que fueron 84 votos, mayoría simple en la cámara.

La oposición ganó 112 de 167 escaños en las elecciones legislativas de 2015, pero ha sufrido divisiones y, además, una treintena de legisladores se exiliaron o se refugiaron en sedes diplomáticas por procesos judiciales. Guaidó ha denunciado “sobornos” a diputados para ponerlos en su contra.

Parra y Brito son acusados de cabildear ante autoridades de Colombia y Estados Unidos para librar de responsabilidad a un empresario en casos de presuntos sobrecostos en la importación de alimentos para el gobierno de Maduro. Tras esa denuncia, ambos rompieron con Guaidó, asegurando que aún adversan al chavismo.

Guaidó había prometido desplazar a Maduro en 2019, después de que la mayoría opositora del Parlamento lo declarara “usurpador” acusándole de haber sido reelegido fraudulentamente en 2018. 

Tras la proclamación de Parra, que tildó de “show burdo”, Guaidó llamó a una sesión a diputados opositores en las instalaciones de El Nacional, medio de comunicación crítico de Maduro, donde fue ratificado.

El Parlamento británico, con mayoría conservadora, aprobó este viernes el proyecto de ley del acuerdo de retirada de la Unión Europea (UE), a fin de que el Reino Unido pueda salir del bloque en la fecha prevista del 31 de enero.

Los diputados de la Cámara de los Comunes autorizaron por 358 frente a 234 votos que el texto auspiciado por el primer ministro, Boris Johnson, pase a su siguiente trámite parlamentario, la fase de comités, donde podrá ser enmendado antes de su aprobación definitiva, ya en 2020.

Horas antes de ser votado, Boris Johnson dijo que cumpliría su promesa de “cerrar la votación del Brexit para Navidad” después de su contundente victoria electoral.

A más de tres años desde que Reino Unido votó a favor de salir de la UE en un referendum de 2016, la profunda incertidumbre sobre el Brexit había sido reemplazada por un plazo claro establecido para el 31 de enero.

“Este es el momento en que avanzamos y descartamos las viejas etiquetas de ‘salir’ y ‘permanecer’ (…) ahora es momento de actuar juntos como una nación revitalizada, un Reino Unido”, dijo Johnson al Parlamento antes de la votación.

Las últimas etapas de la ratificación se realizarán después de Navidad y la Cámara baja del Parlamento tiene hasta el 9 de enero para aprobar la ley, lo que le da poco más de tres semanas para que pase por la Cámara alta y que reciba el consentimiento real.

Después de dejar la UE, Reino Unido necesitará lograr nuevos acuerdos de comercio con el bloque, o una futura amistad, según el primer ministro.

Johnson busca hacer algunos cambios a la Ley del Acuerdo de Retiro para asegurarse de que no exista opción legal de extender esas negociaciones más allá de fines del próximo año.

El primer ministro británico, Boris Johnson, no quiere perder tiempo: tras su victoria en las legislativas que le dio carta blanca para llevar a cabo el Brexit, el viernes someterá su acuerdo de divorcio al nuevo Parlamento.

“Presentaremos un proyecto de ley que asegure que el Brexit esté listo antes de finales de enero. Reflejará los acuerdos alcanzados con la Unión Europea sobre nuestra salida del bloque”, declaró su portavoz este lunes a los periodistas.

No estaba claro, sin embargo, si los diputados votarán alguna fase de este proyecto de ley que debe traducir a la legislación británica el Tratado de Retirada negociado con Bruselas. O si dejarán los debates y la aprobación final para después del receso de fin de año, que debe comenzar ese mismo día.

“Planeamos comenzar el proceso antes de Navidad y lo haremos siguiendo el procedimiento constitucional adecuado en acuerdo con el presidente” de la Cámara de los Comunes, explicó el portavoz.

Las sucesivas versiones del acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas, primero negociado por Theresa May y después por Johnson cuando la reemplazó en julio como líder del Partido Conservador, fueron rechazadas una y otra vez por un Parlamento de Westminster fragmentado entre varios grupos políticos.

Así, el Brexit, decidido por 52% de votos en un referéndum en 2016 e inicialmente previsto para marzo de 2019, tuvo que ser aplazado tres veces, ahora hasta el 31 de enero.

Sin embargo, las legislativas del pasado jueves dieron a Johnson la más amplia mayoría conservadora desde 1987: 365 diputados en una cámara de 650 escaños. Y la salida de la UE tiene ahora vía libre.

El primer ministro británico, Boris Johnson, logró la amplia mayoría parlamentaria que necesitaba para permanecer en el cargo e impulsar su plan de Brexit.

“Pondré fin a todas esas tonterías y llevaremos a cabo (el Brexit) a tiempo el 31 de enero”, asegurando que lo hará sin “peros” o “tal vez”; así lo declaró minutos antes de ir a ver a la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham para que le encomiendara formar gobierno.

En el poder desde julio pero con minoría en el Parlamento, el primer ministro se había arriesgado a convocar comicios anticipados en diciembre, un mes oscuro y frío, poco propicio a atraer a los británicos a las urnas.

Sumando una tras otra circunscripciones tradicionalmente obreras, su Partido Conservador obtenía 363 diputados, 45 más que en 2017, en una cámara de 650 escaños. Es la mayor victoria conservadora desde 1987.

El presidente estadounidense Donald Trump fue uno de los primeros en felicitarlo por “su gran victoria”. “El Reino Unido y Estados Unidos serán libres ahora para forjar un masivo acuerdo comercial tras el Brexit”, tuiteó el estadounidense.

“Muy decepcionados”, los opositores del Partido Laborista, encabezados por Jeremy Corbyn, perdieron 59 diputados para quedarse con 203. Corbyn anunció que lanzará “una reflexión” interna y no liderará el partido en unas próximas elecciones.

Los independentistas escoceses del SNP llegaron en tercera posición con 48 escaños. Y por detrás, con 11 diputados, los centristas del Partido Liberaldemócrata, cuya líder Jo Swinson perdió su escaño tras hacer campaña prometiendo revocar el Brexit.

Los británicos votan este jueves, elecciones de donde saldrá el Parlamento que dé respuesta a la cuestión más compleja en la historia reciente del país: el Brexit.

Los colegios electorales abrieron sus puertas a las 07:00 hora local, y cerrarán a las 22:00, cuando se conocerán los sondeos a pie de urna.

Sin embargo, dado el particular sistema electoral británico, habrá que esperar hasta bien entrada la madrugada del viernes para tener un resultado oficial claro, especialmente si la contienda es muy reñida.

Durante las cinco semanas de campaña, las encuestas situaron a la cabeza al Partido Conservador del primer ministro Boris Johnson, que votó al final esta mañana en Westminster y posó para los fotógrafos con su perro Dilyn en brazos.

El último sondeo de YouGov, considerado el más fiable, indicó el martes pasado que todas las opciones seguían abiertas: los “tories” pueden obtener su mejor resultado desde 1987 con Margaret Thatcher o el país puede volver a encontrarse con un Parlamento fragmentado y un eventual gobierno de coalición proeuropeo.

En el poder desde julio pero sin mayoría absoluta, Johnson corrió el riesgo de convocar estos comicios anticipados en diciembre, un mes oscuro y frío poco propicio a atraer a los británicos a las urnas, con la esperanza de obtener una hegemonía que le permita cumplir su promesa de sacar al país de la UE el 31 de enero.

“Quiero llevar a cabo el Brexit. Quiero concentrarme en sus prioridades. Quiero dar vía libre al potencial de este país”, lanzó a los electores el excanciller y exalcalde de Londres, de 55 años. “Hoy es nuestra oportunidad de unirnos como país y dejar la incertidumbre de lado para que la gente pueda seguir con sus vidas”.

Por su parte Jeremy Corbyn, líder del partidos laborista, prometió negociar un nuevo acuerdo que mantenga estrechas relaciones comerciales entre el Reino Unido y la UE y someterlo a un nuevo referéndum junto con la posibilidad de simplemente anular el Brexit.

Corbyn votó este mediodía en Islington, en el norte de Londres, donde se permitió selfis y charló con electores.

Los diputados israelíes dieron luz verde a un acuerdo preliminar para la disolución del parlamento y la celebración de unas nuevas elecciones en marzo, las terceras en menos de un año, en las que se repetirá el duelo entre el primer ministro, Benjamin Netanyahu, acusado de corrupción, y su gran rival, Benny Gantz.

Los diputados tenían hasta la medianoche de este miércoles para intentar lograr “in extremis” un acuerdo de gobierno y evitar nuevos comicios, pero decidieron precipitar su decisión al aprobar un proyecto de ley que prevé la disolución de la cámara y las nuevas elecciones.

El texto tiene que someterse a dos lecturas más pero las posibilidades de que Gantz y Netanyahu logren unirse son mínimas.

Los israelíes votaron en abril y después en septiembre. En ambas citas con las urnas Netanyahu y Gantz quedaron prácticamente empatados y sin posibilidad de llegar a la mayoría necesaria para formar gobierno, es decir 61 diputados sobre 120.

Los partidos de Netanyahu, el Likud (derecha) y de Gantz, Azul-Blanco (centro-derecha), ya dieron en estos días su visto bueno para realizar una campaña rápida y votar antes de la gran fiesta judía de Purim, en marzo.

Los escándalos judiciales son en buena parte responsables de este bloqueo político en Israel. Netanyahu, que ha sido primer ministro durante 13 años, los diez últimos consecutivos, lo que es un récord en Israel, fue acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en noviembre.

Algunos de sus allegados, como su abogado, también van a ser acusados de lavado de dinero por una operación de compra de submarinos a la firma alemana ThyssenKrupp.

En las últimas semanas, Gantz ha instado a su rival a retirarse de la política hasta que su panorama judicial se aclare o a renunciar a una inmunidad que le libraría de rendir cuentas ante un juez mientras ocupe un cargo en el gobierno.

Netanyahu ha hecho caso omiso a estas exigencias y pidió a Gantz, exjefe de Estado mayor, que deje de querer ser el primero en presidir el gobierno en caso de acuerdo entre sus dos partidos.

Entre los dos rivales políticos se encuentra el ultranacionalista Avigdor Lieberman, líder de la formación Israel Beitenou, el único partido que no ha dado su apoyo a nadie y cuyos escaños hubieran bastado a Netanyahu y a Gantz para obtener la mayoría necesaria para gobernar y evitar así nuevas elecciones.

Los electores israelíes parecen resignados a tener que votar por tercera vez y los medios ya ironizan sobre cuándo serán las cuartas elecciones, ya que los sondeos apuntan que en marzo los resultados serán prácticamente idénticos a los septiembre.

El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo este miércoles que no tuvo “otra elección” más que convocar elecciones anticipadas en el Reino Unido debido a que el Parlamento “rechazó una y otra vez cumplir con el Brexit.

Tras una reunión con la reina Isabel II para comunicarle la disolución de las cámaras parlamentarias, el líder conservador marcó el inicio oficial de la campaña con un discurso a las puertas de su despacho en Londres, en el que pidió a los ciudadanos: “Vengan con nosotros”.

Johnson, que gobierna en minoría tras llegar al poder en julio sin pasar por las urnas, aseguró que “no deseaba” convocar los comicios del 12 de diciembre pero lo hizo porque desde el referendum de 2016 sobre el Brexit los diputados han impedido “una y otra vez” cumplir con el mandato del pueblo de salir de la Unión Europea (UE).

El “tory” subrayó  en su mensaje que, si regresa al Gobierno con una mayoría suficiente en la Cámara de los Comunes, “ejecutará el Brexit en la fecha prevista del 31 de enero, con el acuerdo “recién salido del horno” que negoció con la UE el pasado octubre.

Se espera que esta noche presente en un acto en Birmingham el manifiesto del Partido Conservador, donde, además de la retirada del bloque europeo, prometerá, según se ha adelantado, inversión en los servicios públicos.

Pese a que es favorito en las encuestas, Johnson ha empezado de mala manera la campaña, debido a varias polémicas en su partido que amenazan con empañar su mensaje de tono optimista.

Los británicos saldrán a votar en diciembre después de que la Cámara de los Comunes respaldara este martes la realización de elecciones anticipadas, las cuales podrían poner fin al impasse político del país provocado por el Brexit.

El primer ministro Boris Johnson espera que elegir a nuevos legisladores le dé a su partido, el Conservador, una mayoría y permita romper el punto muerto que ha paralizado la separación del Reino Unido de la Unión Europea.

La UE concedió esta semana una prórroga de tres meses al Brexit.

La Cámara de los Comunes aprobó con 428 votos a favor y 20 en contra, una propuesta de ley que autorizaría una elección el 12 de diciembre. Se formalizará en ley una vez que sea aprobada el miércoles por la Cámara de los Lores, que no tiene el poder de anular a la Cámara de los Comunes.

Johnson apuesta que una elección le dará mayoría a los conservadores, pero tras tres años de disputas políticas por el Brexit, los votantes británicos están agotados y los resultados de una elección son difíciles de pronosticar.

Johnson, quien tuvo que romper su juramento de liderar a Gran Bretaña durante la salida de la UE el 31 de octubre “a matar o morir”, acusó a sus opositores de querer prolongar el proceso del Brexit “hasta el 12 de nunca”.

“Sólo hay una forma de lograr el Brexit ante este constante obstruccionismo parlamentario, esta negación interminable, obstinada, dedos cruzados, de cumplir con el mandato del pueblo, y es renovar este Parlamento y darle al pueblo una opción”, dijo Johnson.

El camino para las elecciones se abrió cuando el principal partido opositor, el Partido Laborista, que se había opuesto en tres intentos previos de Johnson para una elección, cambió su postura.

Ahora que se pospuso el Brexit, el líder laborista Jeremy Corbyn dijo que su partido votaría a favor de unas elecciones anticipadas porque ya no está sobre la mesa que Gran Bretaña pueda salir de la UE sin un acuerdo.

El primer ministro británico, Boris Johnson, llamó este jueves a los diputados a respaldar la convocatoria de elecciones anticipadas el 12 de diciembre si quieren más tiempo para debatir sobre el Brexit, que seguramente sea aplazado con el acuerdo de la Unión Europea (UE).

Johnson se vio obligado hace cinco días a pedir un nuevo aplazamiento del Brexit, previsto a finales de mes, ante la resistencia de los diputados a adoptar rápidamente el nuevo acuerdo de divorcio que, contra todo pronóstico, logró la semana pasada con la Unión Europea.

Los 27 socios europeos del Reino Unido respaldaron el miércoles la idea de una prórroga para evitar una salida brutal el día 31, pero difieren sobre su duración.

Podrían así decidir una prórroga de tres meses -hasta el 31 de enero de 2020- como pidió Londres o un corto aplazamiento técnico, de pocas semanas, en un intento de presionar al parlamento británico para que finalice la adopción del texto.

“Creo que el modo de hacer efectivo el Brexit es ser razonable con el Parlamento y decirles que si quieren más tiempo para estudiar” la legislación que implementa el acuerdo con Bruselas “tienen que respaldar elecciones generales el 12 de diciembre”, dijo Johnson.

Las próximas elecciones legislativas están previstas en 2022 y el gobierno, que perdió la mayoría en septiembre tras la rebelión de 21 diputados conservadores, lleva tiempo intentado adelantarlas.

Pero para ello necesita el apoyo de dos tercios de los diputados y la oposición, liderada por el Partido Laborista de Jeremy Corbyn, se lo niega hasta tener la certeza de evitar un caótico Brexit sin acuerdo.

“Es nuestro deber acabar con esta pesadilla y darle al país una solución tan pronto como nos sea razonablemente posible”, afirmó Johnson en una carta enviada el jueves a Corbyn, donde solicitaba su apoyo para convocar los comicios.

Recordemos que el Reino Unido decidió el Brexit por 52% de votos en un referéndum en 2016 y debía haber abandonado el bloque el pasado marzo. Pero ante el persistente bloqueo parlamentario, la fecha de salida ya fue aplazada dos veces.

El primer ministro Boris Johnson advirtió a los diputados británicos que si este martes rechazan su agenda para llevar a cabo el Brexit, a final de mes retirará su proyecto y optará por elecciones anticipadas lo que implica un nuevo aplazamiento.

Johnson intentó dos veces sin éxito en los últimos días obtener la aprobación de los diputados al acuerdo alcanzado, contra todo pronóstico, la semana pasada con Bruselas.

Totalmente contrario a posponer por tercera vez la salida de la Unión Europea (UE), ahora prevista para el día 31, Johnson volvió a la carga sometiendo al Parlamento el proyecto de ley que debe traducir este texto a la legislación británica, en un intento de que sea adoptado contrarreloj en sólo tres días.

“Si aprobamos este acuerdo y la legislación que lo posibilita, podemos pasar página y permitir a este Parlamento y a este país empezar a sanar” de unas divisiones que se agravan desde que en 2016 un 52% de británicos optó por el Brexit en un referéndum, afirmó Johnson.

Pero, consciente de la hostilidad que predomina, lanzó un ultimátum: “si el Parlamento se niega a permitir que ocurra el Brexit (…) el proyecto de ley tendrá que ser retirado y tendremos que avanzar a elecciones generales”.

En el poder desde hace menos de tres meses, Johnson intenta convocar legislativas anticipadas desde que en septiembre perdió la mayoría por la rebelión de 21 diputados conservadores.

Pero para adelantar los comicios, previsto en 2022, necesita el respaldo de dos tercios de los diputados y la oposición se lo niega hasta estar segura de impedir un caótico Brexit sin acuerdo a finales de mes.

Johnson se vio obligado el sábado por los legisladores a pedir una nueva prórroga de tres meses a la UE, y es difícil imaginar que frente al riesgo de una dolorosa salida brutal sus 27 socios europeos se la nieguen.