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Las mañaneras o el “dialogo circular”, como lo ha definido el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) han perdido simpatías en el último mes, revela la más reciente encuesta de El Financiero.

En octubre, 46% de los mexicanos dijo tener una opinión favorable del ejercicio donde todas las mañanas el presidente expone los temas de interés de su administración, y responde a las inquietudes de los medios de comunicación.

Dicho porcentaje representa una caída de cinco puntos porcentuales en comparación con septiembre, cuando el ejercicio era calificado como muy bueno por el 51% de los consultados.

En línea con la caída registrada en la popularidad de las mañaneras, la opinión desfavorable aumento seis puntos, pasando en el último mes de 27% a 33%.

A excepción del registro de abril 2021, cuando la opinión positiva a las conferencias bajó a un 37%, el registro de octubre es uno de los más bajos en el histórico.

Recordemos que el presidente ha defendido su diálogo matutino, al señalar que es una fuente importante de información, señalando que cuando no se lleva a cabo, los conservadores y sus voceros aprovechan para desinformar y difundir mentiras.

Según un recuento de SPIN, Talles de Comunicación Política, en los 1,431 días del gobierno de López Obrador, el mandatario ha encabezado 964 conferencias matutinas, las cuales han tenido una duración promedio de 113 minutos, aunque en las últimas semanas, las conferencias se han extendido por poco más de 3 horas.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebra este 1 de diciembre tres años de llegar al poder, con una popularidad resistente pese a los diversos señalamientos y críticas a su gobierno, especialmente por la crisis de violencia que se vive en gran parte del país.

Tras años en la oposición, López Obrador llegó al poder el 1 de diciembre de 2018 tras un rotundo triunfo electoral que lo erigió como el líder del cambio en el país. Pero tres años después, la gestión del fundador de Morena se ha caracterizado, en buena medida, por la polarización del país y los choques con sus opositores, su mejor arma para tapar la falta de resultados en muchos rubros. Todo ello en medio de la crisis económica y social derivada de la pandemia.

El presidente encabeza de lunes a viernes su conferencia matutina, que suele ocupar para explica sus programas de gobierno y defender sus decisiones. La “mañanera” se ha convertido en una gran estrategia comunicativa que, sumada a sus incesantes giras por el país, han conseguido que su popularidad continúe inusualmente alta.

De acuerdo al promedio de encuestas de Oraculus, 62% de los mexicanos aprueba la labor de López Obrador; 33% lo desaprueba.

A 71 meses de gestión, AMLO se encuentra solo por debajo de uno de sus antecesores. Ernesto Zedillo registraba una aprobación del 67%. Supera a Vicente Fox quien gozaba de una aprobación del 61%, Felipe Calderón con 59% y Enrique Peña Nieto con 23%.

Aunque López Obrador llegó al poder apelando a la unión de todos los mexicanos y, como ha dicho en muchísimas ocasiones, “sin afán de venganza”, ha ocupado la tribuna presidencial para arremeter constantemente contra sus “adversarios”, que cada vez son más abarca a más grupos: la oposición, los empresarios no afines, los intelectuales contrarios, las ONG’s, los medios de comunicación e incluso a esa parte de la clase media que ha tachado de “aspiracionista”.

Y aunque el mandatario tiene una reunión de seguridad diaria, y sostiene que la estrategia que su gobierno ha seguido es la mejor, las cifras de inseguridad y violencia no han disminuido sustancialmente. El país ha registrado los dos años más violentos de su historia en los primeros dos años de mandato de López Obrador, con 34,690 homicidios en 2019 y 34,558 en 2020.

A esto se suma el desempeño económico. El Producto Interno Bruto (PIB) cayó 8.2% en 2020 debido a la pandemia de covid19. Pero el país ya registraba una preocupante debilidad económica tras el descenso del 0.3% de 2019. AMLO confía en que el país crezca este año un 6% en buena medida gracias a la entrada en vigor en 2020 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

López Obrador ofrece esta tarde un mensaje desde el Zócalo capitalino, a donde regresa en medio de las alertas por una posible cuarta ola de la pandemia y la preocupación que ha generado la propagación de la variante Ómicron. Pese a esto, el presidente ha hecho una invitación masiva en la que ha dicho que no se prohibirá nada. Solo se ha limitado a decir que quien quiere portar cubrebocas, estará libre de hacerlo.

“Vamos a reunirnos en el Zócalo todos los que quieran asistir. Si se llena mucho, no dejen de llevar su cubrebocas. Miren, aquí lo traigo para cuando se requiere, pero es libre” su uso, apuntó el mandatario esta semana en su conferencia matutina.

 

 

La aprobación del presidente Joe Biden ha caído tras una serie de polémicas que ha protagonizado el mandatario, principalmente en lo que tiene que ver con su política exterior, revela la nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research.

El 50% de los entrevistados dijo que aprueba la gestión de Biden, mientras que el 49% la desaprueba. El 54% la aprobaba en agosto y el 59% en julio.

La nueva encuesta se realizó luego de la evacuación de las tropas estadounidenses en Afganistán, la actuación de la policía montada contra los refugiados haitianos en la frontera con México, la evolución de la pandemia del coronavirus, y la negociación de la aprobación de las políticas económicas, impositivas y de infraestructura en el Congreso.

Desde julio, la tasa de aprobación de Biden ha caído levemente entre los demócratas (92% a 85%) y más entre los independientes que no se inclinan por uno u otro partido (62% a 38%). Apenas el 11% de los republicanos aprueban la gestión del presidente, una cifra similar a la de julio. La aprobación bajó entre los estadounidenses blancos (49% a 42%) y negros (86% a 64%).

En entrevistas posteriores, algunos de los que tenían dudas sobre el desempeño de Biden aún lo consideraban preferible al presidente Donald Trump. Dijeron que Biden enfrentaba una pandemia que comenzó durante la presidencia anterior, un retiro de Afganistán negociado en nombre de Trump y una economía favorable a las grandes empresas y los ricos debido a los recortes de impuestos de Trump.

Apenas el 34% considera que Estados Unidos va por buen camino, comparado con el 50% que lo aseguraba en los primeros meses del mandato de Biden.

La encuesta revela que el 47% aprueba su manejo de la economía, comparado con el 60% que lo hacía en marzo, pero similar a agosto.

El 57% aprueba el manejo de la pandemia de coronavirus, muy por debajo del 66% en julio. Con todo, sigue siendo el rubro más fuerte de Biden en la encuesta. Casi nueve de cada 10 demócratas aprueban el manejo de la pandemia, comparado con dos de cada 10 republicanos.

En materia de política exterior, el 43% aprueba su manejo de la política exterior en general, pero sólo el 34% el manejo de la situación en Afganistán. Entre los demócratas, apenas el 54% aprueba su manejo de la situación en Afganistán. Solo el 10% de los republicanos lo aprueban.

El 46% de los estadounidenses aprueban la gestión de Biden en materia de seguridad nacional, en tanto el 52% la desaprueban. Apenas el 35% aprueba el manejo de la inmigración, comparado con el 43% en abril, cuando ya era uno de los rubros peores para Biden. Dentro de su propio partido, el 60% aprueba su gestión junto con el 6% de los republicanos.

Pocos Jefes de Estado en el mundo han visto su popularidad caer a raíz de la pandemia del COVID19. Angela Merkel en Alemania ha aumentado su aceptación 30 puntos entre la declaratoria de la pandemia por parte de la OMS en marzo a mayo; Justin Trudeau aumentó, en el mismo periodo, 49 puntos porcentuales (estaba en negativos antes de la pandemia, de acuerdo con Morning Consult); y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aumentó catorce puntos.

Por el contrario, el brasileño, Jair Bolsonaro ha perdido 28 puntos porcentuales. Donald Trump se ha mantenido estable. Ganó muy poco al principio de la pandemia pero para mayo se revirtió esa ganancia. Actualmente no ha ganado ni perdido aceptación, a diferencia de lo que le ha ocurrido a todos sus antecesores al enfrentar una crisis. Y en México, Andrés Manuel López Obrador ha perdido de marzo a mayo 3 puntos porcentuales. Es pues, de los pocos Jefes de Estado que ha visto caer su aprobación en medio de la crisis de salud que enfrenta el mundo.

El efecto de patriotismo y unidad que incluso ha generado que los británicos arropen a Boris Johnson, a pesar de que en un principio manejó muy mal la pandemia apostando por la inmunidad de manada, no ha estado presente en México en torno al presidente López Obrador.

Esto quizás explique, más no justifique, lo que está ocurriendo. ¿Está preocupado el presidente López Obrador? En lugar de ocuparse en generar políticas que mitiguen el problema de inseguridad (apenas el domingo 7 de junio se registró el día más violento); el económico y que hagan frente al reto de salud, la respuesta del presidente López Obrador es inventarse teorías de la conspiración y hablar de un golpismo de derecha que lo quiere sacar del poder.

Ayer López Obrador declaró durante su conferencia mañanera que “ya no hay para dónde hacerse, es: o se está con la transformación o se está a favor del antiguo régimen”. Divide y vencerás, reza el dicho.

Tras esta declaración le pidió al vocero de la presidencia, Jesús Ramírez, que mostrara un documento que les llegó de manera anónima a Palacio Nacional que se llama Rescatemos México, cuya autoría se atribuyó a un Bloque Opositor Amplio, BOA. Según lo leído por el vocero, este BOA quiere promover el desplazamiento de Morena de la mayoría de la Cámara de Diputados en 2021 y revocar el mandato presidencial en 2022.

Al presentarlo, López Obrador dijo que desconoce el origen y la autenticidad del documento. Pero, aun así, el presidente de la república decidió que se le diera lectura en Palacio Nacional y opinar sobre éste dando a conocer nombres de periodistas; empresarios; medios de comunicación e incluso instituciones como el INE, como parte de este complot en su contra. Bien puede ser Fake News, que eso, al parecer, es lo de menos. Lo que apenas la semana pasada le pidió el presidente al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, que no haga acusaciones en su contra sin presentar pruebas, no es un consejo que siga el propio López Obrador. Señala; acusa y no sabe ni la fuente de sus conspiraciones.

Ante la falta de resultados del actual gobierno, lo ocurrido en la mañanera de ayer parece un acto de preocupación y desesperación.

 

Columna completa en El Universal

Este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) habló sobre las más recientes encuestas que muestra, ha perdido apoyo ciudadano a lo largo de poco más de un año que lleva al frente del gobierno.

“Acerca de mi popularidad, estamos bien, tenemos mayoría, la gente nos está apoyando; y también pues sufrimos desgastes porque, imagínense, enfrentar a los conservadores corruptos, que no quieren dejar de robar, están molestísimos, no los calienta ni el sol, y desquiciados”, respondió AMLO al ser cuestionado sobre el tema.

López Obrador indicó que a sus opositores no les gusta que sea haya terminado con la condonación de impuestos, que se haya logrado que sea delito grave la facturación falsa o que se haya aprobado lo de la extinción de dominio, pues, había grupos de “robaban y podían ir hasta la cárcel, pero luego salían y les devolvían todos sus bienes”.

Acusó que debido a las reacciones de sus detractores, ha habido afectaciones, aunque ninguna significativa o que le preocupe. “Le meten y le meten y le meten, dicen: ya perdió tres puntos. Pues sí”, reconoció el presidente.

Sin embargo, aunque aseguró mantener el respaldo de la gente, reiteró que el día que el pueblo no lo quiera, ese día “voy a llorar y me voy a ir a Palenque, Chiapas”. Indicó que dicha decisión es personal y no estará como algunos presidentes que tienen el 10 o el 15 por ciento de aprobación, y se aferran a mantenerse en el cargo.

“Está cantado, va a haber reacción, además respetamos a los conservadores, opositores, porque nosotros queremos acabar con la corrupción y queremos que lo que ellos se embolsaban, que era mucho, se le entregue al pueblo y sobre todo a la gente humilde, a la gente pobre”, añadió el mandatario.

Otra cosa que dijo, es que tanto él como su gobierno está resistiendo sin pagar publicidad; en ese sentido pidió recordar cuánto se pagaba de publicidad para que les “quemaran incienso a los gobernantes”.

AMLO remató asegurando que el hecho de que su popularidad siga cayendo esa es una gran oportunidad para el conservadurismo, pues tal y como se estableció, se someterá a la revocación del mandato y será la gente la que decida si continúa en el cargo o no.

“Entonces, ¿qué le digo a los conservadores? Échenle ganas, ahí la llevan, apúrense”, finalizó.

El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea dijo que el tribunal constitucional del país no debe estar en busca de popularidad con sus decisiones.

Durante la sesión de inauguración del segundo periodo de sesiones de la SCJN, el ministro presidente pidió que la valoración del trabajo de este órgano se haga a la luz de las decisiones que toma.

Arturo Zaldívar dijo: “Esta Suprema Corte no debe estar en búsqueda de la popularidad, pero sí está obligada a que sus resoluciones sean claras y que se comuniquen y expliquen de manera adecuada a la ciudadanía.

“Estoy cierto de que este Tribunal Constitucional acreditará, como lo ha hecho siempre, su independencia y autonomía, y su compromiso indeclinable con los valores principios y derechos humanos establecidos en la Constitución”.

Además, el ministro presidente recordó que, en una democracia constitucional como la que tiene México, toca a la Suprema Corte y Poder Judicial ejercer la defensa del orden Constitucional y los derechos humanos consagrados en la Constitución.

Consideró que esto obliga a los ministros del Tribunal Constitucional a actuar con la mayor responsabilidad, a partir de argumentos sólidos que justifiquen sus decisiones y mediante el respeto a la doctrina construida con precedentes.

La dirigente nacional de Morena, Yeidckol Polevnsky, aseguró que, a siete meses de iniciar su administración, la popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se consolida de forma sorprendente.

Negó los señalamientos que apuntan a que la popularidad del mandatario ha ido a la baja, y como ejemplo dijo que incluso sectores jamás imaginados como el empresarial han manifestado su apoyo a López Obrador

Polevnsky dijo que no podría hacer crítica alguna a AMLO, sino que por el contrario “le doy todo mi reconocimiento respaldo y admiración”.

“La verdad y cuando lo pones en relación a todos los demás, se los lleva de calle. No creo que haya ningún tema de pérdida de popularidad, al contrario se ha consolidado la popularidad del presidente y esa consolidación ha sido realmente sorprendente en sectores que no imaginábamos”, expuso la dirigente.

Recordó que López Obrador ganó hace un año en las urnas con más de 30 millones de votos, es decir, 53 por ciento de los sufragios, lo cual nunca ningún otro candidato presidencial había obtenido y que su popularidad alcanzó más de 80 por ciento.

Al ser cuestionada por la prensa sobre la variación que diferentes encuestas muestran de la aprobación del mandatario, la morenista indicó que son medidas de percepción diaria las que se hacen, por lo que “un día baja dos puntos y otro sube tres”.

En ese sentido dijo que los que se quejan son siempre los mismos, por lo que dijo “hay que ver cuántos de los que lo critican (a AMLO) están viendo afectados sus intereses personales”.

Donald Trump registró un repunte en sus índices de popularidad entre votantes norteamericanos, de acuerdo con un sondeo de la empresa Rasmussen.

Según su más reciente “tracking” diario, 53% de los votantes probables aprueban la labor del mandatario norteamericano.

En contraste, únicamente un 45% de los consultados desaprueban la labor del mandatario.

Ni su decisión de dar marcha atrás al cierre de la frontera con México, ni el fracaso de la construcción del muro parecen haber hecho mella entre los seguidores del mandatario republicano.

Según las cifras de Rasmussen Reports, 37% de los votantes probables aprueban fuertemente el trabajo de Trump, mientras que 36% lo desaprueban fuertemente.

Esto le daría un índice de Aprobación Presidencial positivo, de un +1%, una de las pocas ocasiones en que este sondeo ha registrado esta cifra.

La popularidad del presidente francés, Emmanuel Macron, ha bajado drásticamente en el último mes alcanzando el mínimo de su mandato, coincidiendo con la crisis de los “chalecos amarillos”, mientras que la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, aparece como la gran beneficiada de la situación.

De acuerdo con la más reciente encuesta de la firma Odoxa, sólo un 27% de los encuestados considera que Macron es un buen presidente, lo que significa cinco puntos menos que en noviembre pasado. Se trata del porcentaje más bajo desde su llegada al poder en mayo de 2017; destaca que ha sufrido una caída casi ininterrumpida desde mayo de 2018.

Un 74% lo considera “el presidente de los ricos”, lo que equivale a tres puntos porcentuales más en tan solo un mes, y únicamente un 33% estima que es competente, 16 puntos menos.

Sobre las medidas en favor del poder adquisitivo que anunció semanas atrás para intentar calmar las protestas de los “chalecos amarillos”, un 47% afirma que constituye un giro de su política, pero el 53% tiene una opinión opuesta.

El otro elemento significativo de la encuesta, es el aumento de la popularidad de Marine Le Pen, que ganó seis puntos en un mes, de forma que la simpatía que tiene es del 29%.

 

La popularidad del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cayó seis puntos porcentuales en sólo un mes y llegó al nivel más bajo de su mandato entre los votantes independientes, de acuerdo con un sondeo publicado hoy por la cadena CNN.

Únicamente 36% de los adultos estadounidenses aprueban el desempeño del presidente, lo que representa un descenso de seis puntos porcentuales en relación con agosto, lo cual coincide con el escándalo por las revelaciones de un movimiento de “resistencia” dentro de La Casa Blanca.

La administración Trump ha sido también sacudida por el nuevo libro “Miedo”, del periodista estadounidense Bob Woodward, que describe una Casa Blanca en caos y a un Presidente ridiculizado por su primer círculo de colaboradores.

La encuesta, que fue recopilada en la recta final hacia las elecciones legislativas de noviembre, confirma que el descenso de la popularidad de presidente puede afectar a los candidatos republicanos.

Entre los votantes independientes, un segmento clave del electorado en Estados Unidos, el nivel de aprobación del presidente se desplomó a 31%, una caída de 16 puntos porcentuales en relación con el mes de agosto. Se trata del porcentaje más bajo de apoyo a Trump por parte de los independientes desde que inició su presidencia en enero de 2017.

58% de los estadounidenses coincide con el republicano en el sentido de que fue inapropiado que un funcionario anónimo forme parte de una “resistencia” contra la administración federal, tal como quedo plasmado en un artículo del The New York Times.

El 32% de los votantes considera a Trump como alguien honesto y confiable, porcentaje similar al que se siente orgullo de tener a Trump como presidente.

 

Con información de Notimex y CNN / Foto: Archivo APO

Según una encuesta realizada por el instituto Ipsos, 55% de los franceses desaprueba la gestión del presidente Emmanuel Macron en el marco de su primer año de gobierno, aunque su nivel de popularidad y aceptación permanece en cifras altas doce meses después de asumir el cargo.

El 45% de los ciudadanos consideran que el primer año del presidente galo de 40 años de edad, y que no pertenece a ningún gran partido francés, dejó un balance positivo para el país en sus primeros 365 días de gobierno.

“La conclusión es clara: Emmanuel Macron resiste bien al desgaste del poder, en todo caso mejor que sus antecesores inmediatos”, estimó el diario Le Monde quien difundió la encuesta.

El diario destacó que una gran parte de los encuestados elogió “la voluntad del gobierno presidido por Macron“ de reformar el país y su capacidad de hacerlo. Por el contrario uno de cada dos franceses no está de acuerdo con el método del gobierno de reformar el país y estimó que el gobierno debería reducir el número de reformas que pretende realizar.

La mayoría de los encuestados desaprobó la política de Macron de mejora del poder adquisitivo, la reducción de desigualdades sociales y de mejora del sistema sanitario, temas en los que creen que no logró mejoras.

Una amplia mayoría de encuestados, el 76%, estimó además que la política de Macron, al que la oposición califica de “presidente de los ricos” y que en su primer año de mandato suprimió el impuesto a la fortuna, beneficia sobre todo a las clases sociales en situación de mayor bienestar y no a las clases en dificultad.

Por el contrario, seis de cada cuatro encuestados, consideró que en la política exterior, la lucha contra el terrorismo, la ayuda a las empresas y la política europea la gestión de Macron “va en la buena dirección”.

Con información de Notimex / Foto: Archivo APO

El dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa, aseguró que “entre más gente conoce a Meade, más gente quiere votar por él”, esto de cara a la elección presidencial del próximo año.

 

 

En entrevista con Radio Fórmula, el líder del tricolor afirmó que “José Antonio Meade es un hombre honesto, con 20 años de trayectoria pública y preparación académica; se ha desempeñado en distintos ámbitos de la administración pública acreditando con honestidad y resultados su paso por el servicio público mexicano”, por lo que confió en que el respaldo de la ciudadanía será cada vez mayor.

 

Añadió que el triunfo de Meade se traducirá en estabilidad económica para nuestro país, en creación de más y mejores empleos, en estabilidad y desarrollo socioeconómico para las familias mexicanas.

 

Sobre el precandidato de Morena-PT-PES, Ochoa Reza aseguró que “Lo que propone López Obrador  es la impunidad para los criminales, cancelar los avances educativos y deuda para el país con desempleo y crisis. Claramente eso no le conviene a México, nuestro país merece un mejor destino.

 

El portal Axios compartió este viernes un estudio de Grupo Eurasia, en el que se da conocer una medición de los líderes mundiales que más han perdido popularidad, respecto al inicio de su mandato.

 

 

Sorprende que en este ranking México y el Presidente Enrique Peña Nieto ocupan el segundo sitio, al haber retrocedido 28 puntos respecto a la cifra con la que inició en 2012. Peña se encuentra sólo por detrás de Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, quien ha perdido 32 puntos de aprobación entre los ciudadanos. Sin embargo Venezuela ha atravesado desde hace ya varios meses por una crisis política, humanitaria, alimenticia y económica.

 

El Primer Ministro de Australia, Malcolm Turnbull, ha perdido 24 puntos, mientras que el mandatario brasileño Michel Temer retrocedió 21. Recordemos que Temer llegó al poder luego de la destitución de Dilma Rousseff.

 

Marucio Macri de Argentina también figura en la lista al perder 17 puntos de aprobación al igual que la primer ministro británica, Theresa May. El canadiense Justin Trudeau sorprende al aparecer en la lista con 13 puntos menos en su nivel de aprobación.

 

El que no sorprende en la lista es el estadounidense Donald Trump, quien desde que llegó a la Presidencia ha perdido 8 puntos, cifra que podría ser mínima respecto a la polémica que sus decisiones al frente del país más poderoso del mundo.

 

Para cerra la lista, Axios resalta como Vladimir Putin, Presidente de Rusia, a diferencia de todos sus homólogos, presentó un avance de 18 puntos, es decir, los ciudadanos rusos consideran que su trabajo ha sido bueno, justo cuando Putin ha anunciado que buscará un periodo más al frente de su país.

 

En el país y en el extranjero, el nombre Emmanuel Macron provoca reacciones muy diferentes.

 

En muchos países, el presidente francés de 39 años sigue siendo un símbolo de dinamismo juvenil, un querido de socialdemócratas sorprendidos por el Brexit y el ascenso de Donald Trump. Pero en Francia, el hombre cuya victoria aplastante en mayo marcó el fin de la oleada populista de Europa está cayendo en desgracia y rápidamente.

 

En vista de las altas expectativas que se tenían sobre Macron, se esperaba inminentemente su primera caída en las encuestas, dicen los analistas políticos. Después de poco más de tres meses en el cargo, sin embargo, se enfrenta a un gran choque contra la opinión pública. Según la último encuesta de YouGov, publicado a principios de agosto, sólo el 36% de los franceses ahora aprueban a su presidente, aproximadamente el mismo porcentaje de estadounidenses que aprueban al presidente Trump. El 7 de mayo, el 66% de los votantes franceses apoyaban  a Macron.

 

Esa abrupta caída, especialmente dado el alivio propinó el triunfo de Macron frente a la extrema derecha de Marine Le Pen, ha desconcertado a los analistas políticos y los encuestadores. Y aunque las cifras de las encuestas varían, las últimas cifras también muestras que muchos se pregunten sobre la viabilidad del partido político recién creado por el presidente y sus ambiciosas propuestas económicas.

 

En una entrevista, Antoni Minniti, director de investigación en YouGov Francia, atribuyó la caída inusual a una “convergencia de elementos” después de los primeros 100 días de Macron en el cargo. Entre los factores citados con frecuencia, su equipo advirtió que se trataba de reacciones a la percepción de falta de respeto por los militares franceses y de la relativa inexperiencia y falta de disciplina de los diputados parlamentarios de su partido.

 

Otros dicen que el declive puede ser explicado en parte por el sistema de gobierno de Francia, en el cual el presidente goza de poderes mucho más amplios que muchos de sus pares occidentales, incluyendo el poder de disolver el Parlamento. Como resultado, él recibe todo el crédito o toda la culpa de lo que sucede.

 

“Es una trampa del sistema presidencial”, dijo Sudhir Hazareesingh, experto en política francesa en la Universidad de Oxford. Hazareesingh también señaló el daño causado por los legisladores en el partido de Macron, a quien describió como “un conjunto completo de novatos”.

 

“Ellos no se han acostumbrado al procedimiento parlamentario”, dijo, “y el grupo realmente no es tan cohesivo como se podría esperar”.

 

Establecido el año pasado, el partido “République En Marche”, o “Republic on the Move”  es una nueva fuerza en la política francesa.

 

Para muchos, sin embargo, es la personalidad de Macron la que ha hecho más para alienar a los ciudadanos comunes.

 

En tres meses en el poder, el nuevo jefe de Estado se ha mostrado reacio a conceder entrevistas, prefiriendo pronunciar largas oraciones en los salones de Versalles, sede histórica de Francia de la monarquía absoluta, y esa óptica real no ha jugado bien con los medios ni con la ciudadanía . Macron es más impopular a los tres meses de su primer mandato que cualquiera de sus predecesores inmediatos, François Hollande, Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac de acuerdo con Ifop, la firma de encuestas con sede en París.

 

Últimamente, cualquier intento de Macron de actuar como el “astro del Elysee”, como ha sido apodado, se ha topado con una feroz oposición. Una propuesta vaga para hacer que su esposa, Brigitte, una “primera dama” oficial, un título que habría venido con un presupuesto separado financiado por el contribuyente, y que fue abandonada después de una petición en línea impulsada por ciudadanos.

 

El trato de Macron a los militares también ha ayudado a consolidar su imagen emergente como una figura distante, como un rey.

 

Después de su toma de posesión, el nuevo presidente rápidamente se fijó en los gastos militares, un movimiento no inesperado dado sus promesas de recortar el gasto público como una forma de mantener a Francia en línea con las directrices presupuestarias de la Unión Europea. Aunque prometió incrementar el gasto militar para el próximo año, planea seguir adelante con recortes previamente anunciados de casi mil millones de dólares al presupuesto de defensa de 2017.

 

Esta cantidad representa una pequeña fracción del presupuesto anual total de los militares franceses de 37.000 millones de dólares. Pero en el contexto de los esfuerzos de Francia para combatir el terrorismo en el país y en el extranjero, la decisión de Macron fue vista por funcionarios militares como una traición. A mediados de julio, el máximo general del país, Pierre de Villiers, dimitió en protesta.

 

“El ejército francés está en un estado muy difícil debido a los recortes presupuestarios que han caracterizado los últimos 25 años”, dijo Vincent Desportes, un general francés jubilado, en una entrevista. “Fundamentalmente, necesitamos apoyo. Macron dijo que le daría ese apoyo, pero lo primero que hizo fue traicionar su palabra”.

 

Aparte de los argumentos presupuestarios, los conservadores y otros partidarios de los militares se opusieron a lo que veían como la forma poco diplomática que Macron transmitió y defendió sus decisiones a las fuerzas armadas. El joven presidente, que nunca ha servido en el ejército, rechazó las protestas de sus tropas y les dijo en un discurso público ampliamente discutido el mes pasado: “Yo soy su jefe” e insistiendo en que “no necesitaba presión ni comentarios”. El discurso fue mal recibido por las familias de los militares, dijo Desportes, añadiendo: “Él no sabe nada”.

 

Hazareesingh, sin embargo, ve la falta de transparencia de Macron como quizás su mayor problema de relaciones públicas. “Él ha adoptado una estrategia muy clara de no hablar con la prensa”, dijo, señalando que Macron ha preferido hasta aparecer en el centro de atención sólo junto con otros líderes mundiales o estrellas del pop.

 

Eso no puede durar, dijo Hazareesingh. “Él se concentró en la política exterior y en Europa – quería establecer su autoridad, y funcionó. Pero si sigues haciendo eso durante demasiado tiempo, la gente empezará a pensar que sólo estás interesado en las cosas glamorosas y no en los problemas cotidianos que la gente tiene “.

 

 

Texto publicado en The Washington Post

Foto: Archivo APO

 

Aunque Melania Trump, primera dama de los Estados Unidos, ha mantenido un perfil bajo al no vivir en la Casa Blanca y apenas haber tenido un par de actos públicos, su popularidad se ha incrementado en un 16% desde enero de este año, para llegar a un 52%.

 

La encuesta difundida por la cadena CNN,  indicó que pasó del 36% de aprobación, a poco más de la mitad, lo que significaría que más de la mitad de los consultados aprueba su desempeño en la Casa Blanca.

 

Como dato a destacar, se aprecia que la mayor parte de las opiniones favorables que se registraron a favor de Melania provienen de hombres, con un 58%, mientras que las mujeres opinaron positivamente en apenas un 46%. Contrasta con los números de Michelle Obama, quien en esa categoría obtuvo 78% de opiniones favorables por parte de las mujeres y 68% hombres.

 

Por otro lado, 86% de los republicanos ven a la primera dama de manera favorable, mientras que sólo el 22% de los demócratas sienten lo mismo. En ese sentido, Michelle Obama tenía una calificación favorable del 93% entre los demócratas y el 50% entre los republicanos.

 

 

 

 

Con información de CNN/ Foto: Twitter