Tag

t-mec

Browsing

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) habló esta mañana sobre la reunión virtual que sostuvo la tarde de ayer con su homólogo estadounidense Joe Biden. Dijo que le expresó al demócrata que es apodado el “presidente migrante” por sus políticas, lo cual ha generado “muchas expectativas”.

“Le causó risa porque le dije que generó muchas expectativas porque le ven como el presidente migrante”, dijo AMLO. López Obrador dijo a Biden que los migrantes mexicanos son “héroes” porque ayudan a sus familiares en México.

“Los puse de ejemplo de cómo en una situación tan difícil en donde ellos tienen que salir del país a buscar algo que mitigue su hambre, su pobreza, a buscar una vida mejor, arriesgándolo todo, salen adelante. Y ahora nos están ayudando. Ahora que más lo necesitábamos”, apuntó.

López Obrador recordó que el año pasado enviaron 40,600 millones de dólares en remesas, una cifra récord; en ese sentido, AMLO agradeció el “acierto” de querer regularizar a los migrantes mexicanos en Estados Unidos.

El mandatario quien propuso un acuerdo para que trabajadores de México migren de forma legal a Estados Unidos, dijo que se trataron todos los temas “con absoluta libertad” y fue una “muy buena reunión bilateral” por lo que se debe “seguir en comunicación”.

El presidente indicó que Biden propuso destinar 4,000 millones de dólares al desarrollo de Centroamérica y el sur de México.

AMLO calificó el encuentro como “amistoso, respetuoso y con mucho énfasis en la cooperación para el desarrollo”, además dijo que no hubo ninguna discrepancia; y aunque reconoció que no se cerraron acuerdos, la reunión virtual dejó las puertas abiertas para seguir dialogando.

Sobre el tema de las vacunas contra el COVID-19, un tema que había causado mucha expectativa, dijo que “los equipos de los dos países van a explorar todas las posibilidades de cooperación para ver “qué es posible y cuándo”.

Garantizó que hubo “muy buena disposición” por parte de Biden y dijo que no está cerrada la posibilidad de que México tenga vacunas de Estados Unidos aunque reconoció que es posible que Biden tenga que cumplir primero sus compromisos de inmunizar a gran parte de su población.

López Obrador expresó que en la reunión si se abordó el tema energético y la autosuficiencia energética que busca para México.

“El sector energético, se lo planteé, le comenté que estamos limpiando de corrupción a Pemex, a la Comisión Federal de Electricidad, hablé de que habían sido saqueadas estas empresas, que estamos poniendo orden y que queríamos la autosuficiencia”, indicó.

Cuestionado por la respuesta de Biden a su planteamiento de autosuficiencia energética, López Obrador dijo que solo “escuchó”. Dijo que recibió una invitación para acudir a una reunión en abril sobre cambio climático, pero después aclaró que podría ser virtual o que podría mandar una delegación encabezada por el canciller Marcelo Ebrard.

López Obrador también anunció la creación de un grupo de alto nivel “para atender todo lo relacionado” con el T-MEC, agilizar trámites, evitar obstáculos y resolver conflictos.

El canciller Marcelo Ebrard, y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, sostendrán este viernes un encuentro virtual para tratar temas como la gestión de la pandemia y el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“En seguimiento al diálogo de alto nivel y la disposición de cooperación entre México y Estados Unidos, el canciller Marcelo Ebrard y su homólogo estadounidense, Antony Blinken, llevarán a cabo una reunión virtual por la mañana del viernes 26 de febrero”, informó este jueves la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

La dependencia indicó que en esta reunión, los secretarios Ebrard y Blinken conversarán sobre la agenda de cooperación bilateral, “particularmente con respecto a los mecanismos para atender las causas estructurales de la migración en el norte de Centroamérica”.

Además, los secretarios abordarán los efectos de la pandemia y las áreas de oportunidad que brinda el T-MEC para recuperar un crecimiento económico “más equitativo, fortalecer la competitividad regional y crear empleos” desde ambos lados de la frontera.

Recordemos que Joe Biden asumió la presidencia de Estados Unidos el pasado 20 de enero, y desde el día uno de su administración dio un giro radical frente a las políticas de su antecesor, Donald Trump.

Tras ser investido, reinstaló a EUA en el Acuerdo de París, dio marcha atrás a la salida de su país en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y pidió el uso de la mascarilla frente a la Covid-19. En materia migratoria, firmó una orden ejecutiva para salvaguardar el programa DACA, que protege de la deportación a unos 650,000 indocumentados que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños.

Suscribió asimismo otro decreto que ordena detener la construcción del muro fronterizo con México y suspendió el programa “Remain in Mexico” (Permanecer en México), que permitía al gobierno de Donald Trump devolver al país vecino a los solicitantes de asilo.

Hasta ahora, el cambio en la política migratoria de Biden ha sido bien recibido por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Fue el 22 de enero cuando López Obrador informó que tuvo una llamada telefónica con Joe Biden, en la que trataron temas como la migración, la pandemia y la cooperación para el desarrollo y el bienestar. “Todo indica que serán buenas las relaciones por el bien de nuestros pueblos y naciones”, dijo en su momento AMLO.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos calificó este viernes como “profundamente preocupante” la iniciativa de reforma que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentó al Congreso a la Ley de la Industia Eléctrica.

La Cámara señaló que dicha iniciativa representa un incumplimiento de los compromisos que nuestro país adquirió bajo el acuerdo comercial que firmaron junto a Canadá, el T-MEC.

La propuesta socavará la confianza de los inversionistas extranjeros mientras México sale de su peor contracción económica desde la Gran Depresión, dijo el vicepresidente senior de la Cámara para América, Neil Herrington, en un comunicado.

“Tales cambios drásticos abrirían la puerta para el restablecimiento de un monopolio en el sector eléctrico y, creemos, contravendrían directamente los compromisos de México bajo el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá”, afirmó.

El TMEC, que entró en vigor en julio del año pasado, sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de 1994.

Recordemos que la iniciativa, enviada por el presidente con carácter preferente al Congreso el lunes pasado, es el último de una serie de pasos de su gobierno para fortalecer el papel del Estado en el sector energético. La propuesta plantea dar preferencia a la CFE en el suministro de electricidad a la red y eliminar la obligación de la empresa de comprar electricidad mediante subastas.

El presidente ha criticado fuertemente la apertura del sector energético realizada en la administración anterior, diciendo que sesgó la ley y el mercado a favor de empresas privadas.

Además, Neil Herrington dijo que los cambios que contempla la iniciativa de AMLO, aumentarían significativamente el costo de la electricidad y limitarían el acceso a la energía limpia para los ciudadanos de nuestro país.

“Desafortunadamente, esta medida es la última de un patrón de decisiones preocupantes tomadas por el Gobierno de México que han minado la confianza de los inversionistas extranjeros en el país en el preciso momento en que se necesita más que nunca una mayor inversión extranjera directa en México (…) nada resultará más vital para su recuperación que los empleos y el crecimiento que generan los inversores estadounidenses y extranjeros”, se añade en el comunicado.

El estadounidense finalizó haciendo un llamado al gobierno mexicano para que retire el proyecto de ley y se comprometa con el sector privado en soluciones tangibles para impulsar la industria energética.

Arturo Sarukhán

EL UNIVERSAL

 

 

El arranque y la más que bienvenida transición a una nueva administración en Estados Unidos, encabezada por Joe Biden, está preñada de oportunidades para un retorno a la normalidad y para nuevas sinergias y colaboración bilaterales con México. El presidente y su equipo buscarán rápidamente revertir los efectos perniciosos del vandalismo diplomático de Trump estos últimos cuatro años y también intentarán apuntalar y relanzar relaciones bilaterales clave con aliados y socios que fueron dañadas y socavadas en el proceso. Ello incluso ya quedó de manifiesto desde un primer momento con el retorno a los ‘usos y costumbres’ de la diplomacia contemporánea estadounidense cuando Biden, seguido de su secretario de Estado recién confirmado, efectuaron como primer contacto con sus homólogos en el mundo, sendas llamadas con los vecinos y socios estadounidenses, Canadá y México.

Como ningún otro inquilino de la Casa Blanca, Biden llega -producto de sus años en el Senado y su papel como enviado de Obama a Latinoamérica particularmente en los últimos cinco años de su gestión como vicepresidente, con un bagaje de conocimiento y experiencia granulares sobre México y la relación bilateral con el que predecesor alguno en el cargo ha contado. Por si esto fuera poco, el período de dos años de México como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU ofrecería, en circunstancias normales, una legión de oportunidades para crear densidad en la colaboración regional y global entre EE.UU y México y sinergias para promover un sistema internacional basado en reglas. Y dado que Brasil en gran medida ha decidido arrinconarse, tanto en términos de sus ambiciones de política exterior como por el resultado de las políticas de afinidad y el apoyo de Bolsonaro a Trump, esto podría abrir una ventana de oportunidad singular para que México se posicione como el socio estratégico privilegiado de EE.UU en América Latina y el Caribe.

Desafortunadamente, es más fácil decir esto que hacerlo. Para empezar, reinicializar la relación Biden-López Obrador no será fácil, a pesar de las mejores intenciones en Washington y los esfuerzos deliberados de algunos funcionarios del gobierno mexicano. Como en la mayoría de las cosas en la vida, se necesitan dos para bailar el tango o, en el caso de nuestras dos naciones, quizá danzón. Por un lado, el Presidente López Obrador parece empeñado en pintar su raya -e incluso socavar- un relanzamiento de las relaciones con EE.UU. Y por el otro, lo que al principio de su relación con Trump podría haber sido explicado y justificado por algunos como pragmatismo o reflejo de la asimetría de poder entre ambas naciones, al final parece algo mucho peor. Solo hay que ponerse en los zapatos de los Demócratas y del equipo de campaña y transición de Biden para entender cómo se percibe el efecto cumulativo de la larga lista de acciones hostiles y miopes del mandatario mexicano a partir del verano pasado: su tozudez de viajar a Washington para reunirse con Trump en plena campaña electoral estadounidense, su decisión de no reunirse con líderes Demócratas del Congreso y sus declaraciones zalameras en la Casa Blanca; su obstinación en no felicitar (junto con Putin y Bolsonaro, dos lideres que jugaron abiertamente a favor de la elección y reelección de Trump) al presidente electo Biden hasta el 14 de diciembre y su hosca carta de felicitación (sobre todo si se le compara con la meliflua epístola de cuatro páginas enviada a Trump después de su triunfo en la elección mexicana de 2018) trazando líneas en la arena sobre la no intervención y la soberanía nacional; su oferta de asilo a Julian Assange, el hombre que hackeó la campaña Demócrata en 2016; su rotundo silencio y falta de repudio a la intentona de autogolpe de Estado el 6 de enero; y su defensa de Trump luego de que éste fuese expulsado de redes sociales.

Pero Biden no tiene gatos en la panza y su gobierno seguramente va a tener retos mucho mayores con México que potencialmente guardar rencor. Los próximos cuatro años podrían transformarse en una serie de tensiones y desafíos al sur de la frontera con un presidente mexicano que ve a su nueva contraparte con resquemor, sospecha y un dejo de resentimiento (por el hecho de que en su particular visión del mundo, los Demócratas debieran de haberlo apoyado en sus impugnaciones a los procesos electorales de 2006 y 2012). Ya sea en materia de derechos humanos y el Estado de derecho; la criminalidad y procuración de justicia; la erosión de contrapesos, equilibrios e instituciones autónomas; la falta de un piso parejo para empresas estadounidenses con inversiones en México; disputas ambientales y laborales en el TMEC; y políticas y paradigmas energéticos del pasado y basados en combustibles fósiles: todos estos temas que, a diferencia de Trump, ocuparán y preocuparán al gobierno estadounidense, podrían derivar -ya sin el temor pero también la empatía que el ex mandatario estadounidense generó en López Obrador- en posiciones espinosas y chovinistas desde Palacio Nacional en la relación con la nueva administración en Washington. Y por si fuera poco, la arquitectura e institucionalización de la relación bilateral -el andamiaje de mecanismos y protocolos que se han construido en las últimas dos décadas- que permiten que una de las relaciones bilaterales más complejas, fluidas y dinámicas en el mundo mantenga la tracción, el tono muscular y la capacidad de resolución de problemas, se ha ido desgastando durante los últimos cinco o seis años. Ciertamente comenzó con el gobierno de Peña Nieto, pero se ha profundizado con el de López Obrador.

Para un presidente que persiste en subrayar que la mejor política exterior es la política interna y que ve con recelo la posibilidad de que el nuevo gobierno estadounidense se pronuncie, en público o privado, sobre temas que él considera de política interna, la gran paradoja estriba en que son precisamente las debilidades internas -y muchas de sus políticas públicas- las que se erigen en flancos de presión desde el extranjero, particularmente desde Estados Unidos. Y pensar que en el siglo XXI se puede separar en compartimentos-estanco lo interno de lo externo en ambos países es no entender cómo se ha transformado la realidad de la relación entre México y EE.UU en las últimas dos décadas.

El refrán popular sugiere que no se puede mamar y dar de topes. Qué bien que el presidente subraye, con el inicio de la Administración Biden y los primeros contactos con quien será su homólogo durante el resto de su sexenio, que buscará una relación constructiva con EE.UU. Pero entonces sus acciones, decisiones y declaraciones -y las de algunos de sus colaboradores- tienen que ser congruentes con ello. Oportunidades para la sinergia y la colaboración real y efectiva, basada en el paradigma de responsabilidad compartida y en múltiples áreas de la agenda, desde la migración, la competitividad regional, las cadenas productivas y el manejo común de recursos acuíferos transfronterizos hasta la mitigación de la pandemia, la recuperación económica y la seguridad común, abundarán con este nuevo gobierno estadounidense, pero solo si se saben reconocer y aprovechar.

 

Columna completa en El Universal

BBVA alertó sobre un posible “caudal de demandas” contra empresas en territorio mexicano tras la llegada a La Casa Blanca de Joe Biden, porque sería más estricto con el cumplimiento del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“Las nuevas disposiciones laborales podrían traer un caudal de demandas laborales en contra de empresas operando en México. El relativo activismo de la administración de Biden con respecto a castigar el incumplimiento de estas nuevas disposiciones jugará un papel clave”, indica un análisis.

El reporte que el banco publicó previo a que Joe Biden asumiera como nuevo presidente de Estados Unidos, advirtió que el demócrata podría ser más riguroso en la aplicación de las normas contenidas en el tratado comercial, que exige salarios más altos, libertad sindical y más derechos laborales para los mexicanos.

“La relación económica entre México y Estados Unidos dependerá fundamentalmente de la flexibilidad que demuestre el gobierno de Biden en el cumplimiento de disposiciones comerciales, laborales y ambientales que han sido suscritas en el T-MEC”, se lee en el texto.

En particular, BBVA destacó la nueva política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien favorece las energías fósiles de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), empresas del Estado.

La institución bancaria consideró que Biden “podría velar” por un cumplimiento más estricto del Acuerdo de Cooperación Ambiental en el T-MEC. Señaló que la Administración del presidente demócrata podría defender inversiones estadounidenses afectadas por políticas mexicanas como la cancelación de las subastas de electricidad, el cambio en los Certificados de Energías Limpias (CEL) y mayores tarifas para conectarse a la red de transmisión.

BBVA advirtió que “este tipo de políticas energéticas nacionalistas a favor de la CFE podrían estar violando el capítulo de Empresas Propiedad del Estado y Monopolios Designados contenido en el T-MEC”; por ello, añadió, “un activismo de la administración de Biden en apoyo a empresas estadounidenses afectadas podría ayudar a empezar a revertir este tipo de políticas”.

Como otro punto de atención, enunció las nuevas reglas del T-MEC sobre la industria automotriz, que ahora deben alcanzar un contenido regional de 75% en vehículos ligeros en 2023 y de 75% para vehículos pesados en 2027.

“Una mayor flexibilidad por parte de la nueva administración estadounidense en la aplicación de estas nuevas regulaciones permitirá que continúe la producción eficiente de la industria automotriz en la región de Norteamérica”, apunta el informe.

México invocará al Tratado comercial que tiene con Estados Unidos y Canadá, el T-MEC, para garantizar la vacuna contra el coronavirus a trabajadores migrantes que están en territorio estadounidense, afirmó este miércoles el canciller Marcelo Ebrard.

Luego de que circularan versiones de que los trabajadores migrantes serían marginados para recibir la vacuna en Estados Unidos, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) afirmó que con el T-MEC existen disposiciones que salvaguardan las condiciones laborales de los trabajadores, con independencia de que sean o no originarios del país.

“¿Es un derecho laboral la vacuna? No, pero sí es un derecho establecido que el trabajador no debe estar expuesto al contagio. Aplicar la vacuna es una responsabilidad de cada uno de los países”, declaró el funcionario durante la conferencia matutina.

El canciller explicó que en el artículo 23 del tratado comercial se cuidaron dos artículos que contienen disposiciones respecto a derechos laborales, las cuales asegurarán que los trabajadores migrantes estén protegidos conforme a sus leyes laborales.

Detalló que el artículo 23.8, en el que se reconoce la vulnerabilidad de trabajadores migrantes con respecto a las regulaciones laborales, indica que éstos deben ser protegidos conforme a los derechos laborales; mientras que el artículo 23.3 señala que cada parte asegurará que los trabajadores estén protegidos sean o no originarios del país donde laboran.

Por ello, aseveró, es responsabilidad de los dos países garantizar que los trabajadores, independientemente de su condición migratoria, tengan acceso al antígeno. Indicó que cualquier exclusión a trabajadores mexicanos es una violación al tratado de libre comercio.

Ebrard precisó que así como sindicatos de Estados Unidos han advertido que a partir del 21 de enero estarán pendientes del cumplimiento de la legislación laboral en México, el Gobierno mexicano vigilará y, en su caso, emprenderá acciones en el marco del tratado.

Esta mañana, durante su conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) insistió en que la política energética de su gobierno no viola el Tratado de Libre Comercio que se firmó con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Sobre la carta que legisladores enviaron al presidente Donald Trump para denunciar lo que ocurre en México en materia energética, AMLO señaló que los firmantes lo hicieron pues están apoyando a las empresas particulares.

López Obrador reconoció que se está apostando por fortalecer a CFE y a la Pemex, pues “ni modo que vamos a fortalecer a Iberdrola cómo era antes”.

“El sábado dije que a mí me pagaba el pueblo de México no Iberdrola, pero estaba muy mal acostumbrados (…) nosotros tenemos que defender el interés público y siempre lo he dicho,  los únicos negocios que deben importarnos son los negocios públicos; tenemos que defender a la Comisión Federal de Electricidad, tenemos que defender a Pemex, no a las empresas particulares”, sostuvo el presidente.

En un intento por matizar su discurso, dijo que las empresas particulares sí pueden participar en el sector, pero no abusar, no monopolizar como lo hicieron durante el periodo neoliberal, en donde volvió a acusar, recibieron contratos ‘leoninos’, además de que afirmó, mediante sobornos y  cooptación de funcionarios, mandaban en México.

Indicó que lo único que se está haciendo ahora, es llevar a cabo lo que establece la Constitución.

Sobre el T-MEC, AMLO dijo que desde que se firmó, aclaró de que el capítulo de energía se limito a dos párrafos que tienen que ver con el dominio de México sobre sus recursos naturales, tal cual lo que establece la Constitución.

“Entonces les aclare esto, porque el capítulo original del Tratado era, pues muy entreguista, comprometida al sector energético”.

Dicha idea la sostuvo el pasado fin de semana en su gira, donde dijo que Jen el T-MEC. “en el capítulo de energía, solo quedó establecido en dos párrafos el derecho absoluto y soberano de México para decidir en materia de política energética en conformidad con la letra y el espíritu del Artículo 27 de la Constitución”.

AMLO reiteró que no se dará marcha atrás al rescate de Pemex y la CFE y sostuvo que el tema de las energías limpias son solamente un “sofisma”.

“Utilizaron otro sofisma, lo de las energías limpias, el que estas plantas de la Comisión Federal de Electricidad ya son viejas y contaminan, y que por lo mismo era mejor la producción de energía con gas, las termoeléctricas, las eólicas o energía solar, energías que, en efecto, no contaminan, pero están subsidiadas; produzcan o no produzcan, la Comisión Federal, con presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo- les tiene que comprar la energía eléctrica”, sostuvo.

Luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) regresara a México, la embajadora de nuestro país en Estados Unidos, Martha Bárcena, encabezó una conferencia de prensa desde Washington, para comentar sobre la visita del mandatario a Washington.

La embajadora precisó que el tema central del viaje, y del encuentro entre los mandatario, fue la entrada en vigor del T-MEC y la relación comercial de la región. “Creo que los dos presidentes dejaron muy claro que el propósito de la reunión principal era celebrar el T-MEC”.

En ese senitod, Bárcena informó que el presidente López Obrador le ordenó a ella y a sus colaboradores aprovechar la “ventana de oportunidad” que se abrió con la visita, para impulsar la recuperación económica, la búsqueda de inversiones y la creación de empleos.

“Esa es la instrucción del presidente (…) tenemos seis meses y tenemos que aprovechar esta oportunidad porque quizás esta ventana no se nos vuelva a abrir”, dijo la diplomática.

La embajadora destacó la “cálida” felicitación que el grupo de 11 empresarios mexicanos que acompañó a López Obrador, que incluyó a Carlos Slim, Bernardo Gómez, Patricia Armendáriz, Ricardo Salinas entre otros, le brindó al mandatario tras la cena de gala en La Casa Blanca.

“Todos los empresarios le tributaron un gran aplauso y le dijeron que nunca habían visto una visita que ellos recordaran tan exitosa en circunstancias tan difíciles”, relató Bárcena.

También informó sobre la prueba de Covid-19 que se le realizó al presidente en el marco de su visita. Indicó que la prueba fue aplicada por médicos mexicanos dentro de la residencia oficial de la Embajada.

Por su parte, el director para América del Norte de la cancillería mexicana, Roberto Velasco, confirmó lo que ayer ya se adelantaba, acerca de que los mandatario no abordaron el tema del muro fronterizo durante su encuentro.

“Esto es como una relación de amistad o de pareja, si uno tiene una esposa a la que no le gusta el fútbol y uno insiste en hablar de fútbol no va a acabar bien la cosa, no puede funcionar bien. Lo que queremos es ver de qué cosas sí podemos hablar, cuáles son los espacios de entendimiento que podamos encontrar, los puntos donde nuestros intereses convergen, y en eso nos hemos concentrado”, indicó Velasco.

Dicha información fue corroborada por el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, quien dijo que Trump y López Obrador “no” hablaron del muro.

El embajador explicó que de lo que sí se habló, en “términos muy generales”, fue de política migratoria, aunque no llegaron a abordar específicamente temas como la migración procedente de Centroamérica o el futuro del programa DACA, que proteger de la deportación a los dreamers.

“Los temas de migración y seguridad se tocaron, pero realmente todos dentro de un marco de celebrar la entrada en vigor del nuevo tratado”, el T-MEC, sostuvo Landau.

Sobre la detención del exgobernador de Chihuahua, César Duarte, en Miami, Florida, Roberto Velasco negó que hubiera alguna relación con la visita del presidente a Washington.

“La detención de Duarte es una coincidencia derivada de la petición de extradición realizada por el gobierno mexicano”, aclaró Velasco en la conferencia.

A diferencia de la prensa mexicana, llamó la atención que el encuentro entre Trump y López Obrador apenas tuvo impacto en los medios  estadounidenses, como The Washington Post, The Wall Street Journal o The New York Times, que se limitaron a consignar el evento sin ofrecer detalles.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no viajará el miércoles a Washington para reunirse con sus homólogos de Estados Unidos y México, quienes han confirmado celebrarán la entrada en vigor del acuerdo comercial, el T-MEC.

En un comunicado dado a conocer este lunes, la oficina del primer ministro canadiense señaló que Trudeau permanecerá está semana en Canadá para mantener “reuniones ministeriales previamente establecidas” así como sesiones parlamentarias.

“Deseamos a los Estados Unidos y México éxito en la reunión del miércoles”, señaló la oficina de Trudeau que añadió que la entrada en vigor del T-MEC es bueno para los tres países. “Ayudará a asegurar que Norteamérica emerge con más fuerza de la pandemia de Covid-19”.

Y es que pese a la entrada en vigor del T-MEC, Canadá teme que Estados Unidos vuelva a imponer en las próximas semanas aranceles a las importaciones de aluminio canadiense, uno de los problemas que prolongaron la última etapa de las negociaciones del T-MEC.

La última vez que Washington impuso aranceles al aluminio canadiense, en mayo de 2018, Canadá tomó represalias por valor de miles de millones de dólares contra productos estadounidenses y ralentizó la negociación del nuevo tratado comercial.

Fue hasta que EUA eliminó los aranceles, en mayo de 2019, que Trudeau declaró que Canadá estaba lista para ratificar T-MEC, lo cual se produjo finalmente en marzo de este año.

Los aranceles contra el aluminio canadiense también causaron un grave conflicto entre Trump y Trudeau durante la cumbre del G7 celebrada en junio de 2018 cuando el primer ministro canadiense declaró que consideraba “insultantes” los aranceles impuestos por Washington.

Trump contestó retirando su firma del comunicado final de la cumbre e insultando a Trudeau, al que acusó de “débil” y “sumiso”.

Así, la reunión que se llevará a cabo en Washington el próximo jueves, que inicialmente se había planteado como trilateral, solo se llevará a cabo entre los mandatarios de Estados Unidos, Donald Trump, y México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Al respecto, esta mañana en su conferencia de prensa, AMLO ya había adelantado que Trudeau no asistiría a la reunión en Estados Unidos.

“Nosotros hicimos la invitación a Canadá pero decidieron no estar”; Trudeau “no puede asistir a este encuentro del miércoles”, añadió; sin embargo, hasta ese momento no había una confirmación oficial por parte del gobierno canadiense.

Más tarde, López Obrador compartió en redes sociales que sostuvo una llamada con el primer ministro, en la que le confirmó su decisión de no asistir a la reunión, aunque le reiteró su disposición de visitar nuestro país en cuanto las condiciones lo permitan.

“Tenemos muy buena relación”, indicó AMLO en su tuit.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, dijo este viernes que dudaba sobre viajar a Washington la próxima semana para participar en el encuentro que sostendrán Donald Trump y Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para celebrar la entrada en vigor del T-MEC.

Trudeau dijo que no estaba seguro, pues su país enfrenta preocupaciones sobre posibles aranceles estadounidenses al aluminio canadiense.

“Todavía estamos en conversaciones con los estadounidenses sobre si habrá una cumbre trilateral la próxima semana”, dijo Trudeau durante una conferencia de prensa. “Obviamente estamos preocupados por el tema de las tarifas del aluminio y el acero, que los estadounidenses plantearon recientemente”.

A comienzos de esta semana, Trudeau había hablado de los rumores que apuntaban a que Trump podría volver a imponer aranceles al aluminio canadiense. Explicó que Estados Unidos no tenía suficiente capacidad de producción y que, por tanto, necesitaba aluminio canadiense para sus industrias automotriz y de alta tecnología.

La preocupación por la “situación sanitaria y la realidad del coronavirus que sigue afectando a nuestros tres países” es otro factor que influye en la decisión de ir o no a Washington, dijo Trudeau.

La propagación del coronavirus se ha disminuido de manera constante en Canadá durante las últimas ocho semanas, pero los nuevos casos están aumentando en muchos estados de Estados Unidos.

EUA suma 2.7 millones de contagios de Covid-19, mientras que México registra 238,511 y Canadá 106,782. En cuanto a muertes, EUA tiene cerca de 130 mil; México 29,189 y Canadá 8,721.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO)  afirmó este viernes que estaría dispuesto a hacerse la prueba de Covid-19 si La Casa Blanca lo exige como poderse reunir con Donald Trump el próximo miércoles.

Así, el republicano estaría logrando lo que ni el contagio de personas cercanas al tabasqueño provocó.

“Creo que está en el protocolo y vamos a cumplir todos los protocolos, como lo tenemos que hacer. Si hace falta sí, todavía no sabemos, pero si está en el protocolo desde luego que sí, o sea, no me niego”, expresó el presidente en su rueda de prensa matutina.

Apenas el pasado 8 de junio, luego de que el titular del IMSS, Zoé Robledo diera positivo al coronavirus, AMLO rechazó someterse a la prueba.

“No me hago la prueba porque no tengo los síntomas, afortunadamente estoy bien, me cuido, se guarda la distancia”, dijo AMLO.

El mandatario adelantó más detalles sobre su visita a Washington del próximo 8 y 9 de julio, que será su primer viaje al extranjero desde que asumió la Presidencia en diciembre de 2018.

Cuestionado sobre los temas que tratará con Trump, con quien tendrá una reunión de trabajo bilateral la tarde del miércoles, insistió en que lo principal es el arranque del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Aun así, admitió que “seguramente van a platicar sobre otros temas”, al destacar que tanto Trump como él jugaban al béisbol cuando eran jóvenes.

Dijo que otro tema que se podría tocar es del tráfico de armas desde Estados Unidos y de “Rápido y Furioso”, operativo de 2009 que consistió en introducir armas a México para rastrear a narcotraficantes y del que su gobierno pide esclarecer.

“Entonces podemos hablar del béisbol, podemos hablar de muchas cosas, de todo, sin confrontación porque es un encuentro político porque la política, entre otras cosas, se inventó para evitar la confrontación, la guerra, entonces es una relación amistosa y de trabajo”, manifestó AMLO.

López Obrador descartó reunirse con grupos de migrantes en Estados Unidos pese a reconocer que recibió  invitaciones de ellos, de congresistas, de académicos y de empresarios mexicanos que radican en ese país.

El mandatario mexicano comentó que aún se revisa el formato del encuentro con Trump y que todavía falta de confirmar su asistencia el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, la cual esperan tener hoy mismo.

Aunque La Casa Blanca ofreció pagarle el hospedaje en un hotel, López Obtador analiza quedarse con unos “amigos”.

En línea con su política de austeridad, López Obrador viajará en vuelo comercial a Estados Unidos, acompañado del canciller Marcelo Ebrard, la secretaria de Economía, Graciela Márquez, y el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.

“Ya compré los boletos para salir, ya en su momento se va a decir para que no le demos tanto tiempo a los que puedan ir a provocar, que no les hagamos el trabajo, que investiguen un poco y el que vaya pues ya sabemos que es conservador, opositor”, sentenció.

Esta tarde, en rueda de prensa virtual, las principales agrupaciones del sector privado expresaron su satisfacción por la entrada en vigor del nuevo Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que este miércoles reemplazó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Los empresarios destacaron que el T-MEC afianza la posición de México, la séptima economía manufacturera del mundo, en un mercado de 492 millones de personas, un PIB de 25.9 billones de dólares y un intercambio comercial de 1.17 billones de dólares, casi el 16% global, según la Secretaría de Economía (SE).

Y aunque celebraron la entrada en vigor, advirtieron que los potenciales beneficios del T-MEC no se obtendrán de manera automática, dijo Antonio del Valle, presidente del Consejo Mexicano de Negocios (CMN).

En particular, identificaron retos en las reglas de origen del sector automotor y los paneles de resolución de controversias laborales.

Al detallar que México es ahora el primer proveedor internacional de alimentos de Estados Unidos, el presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), Bosco de la Vega, pidió al gobierno atender la amenaza de la estacionalidad en Estados Unidos, donde los agricultores pretenden bloquear la entrada de productos mexicanos por temporadas.

A diferencia de lo que ha denunciado la clase política, los empresarios aplaudieron el viaje que hará el presidente López Obrador la próxima semana a Washington, donde se encontrará con Donald Trump.

“La visita del presidente López Obrador con Trump va a generar cosas buenas, nosotros estamos muy optimistas en que se generen más condiciones (para la inversión)”, afirmó Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

Fue en ese punto donde el presidente del CNA lamentó que el sector privado no ha sido requerido para acompañar al presidente en el viaje a Estados Unidos.

Indicó que aunque hay un distanciamiento, los empresarios reiteran su apoyo al mandatario. “Vemos a un Presidente distante de la iniciativa privada, queremos trabajar en equipo, queremos sumar sobre todo ante el mas grande reto de México moderno”.

El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) advirtió el T-MEC “no es una varita mágica” para la inversión porque el Gobierno mexicano debe garantizar la certidumbre.

“Esperemos que esto nos venga a ayudar a la tremenda crisis económica que estamos viviendo, pero queremos también ser insistentes, como lo hemos hecho en todas nuestras participaciones el día de ayer y el día de hoy, de que esto no es una varita mágica”, declaró Carlos Salazar, presidente del CCE.

Finalmente, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, coincidió con la importancia del encuentro, pero pidió cuidado al presidente.

“Habrá que ser cuidadosos de la agenda, de los acuerdos, qué trae de regreso al país el presidente López Obrador en materia de certidumbre, en materia de apoyo al combate al narcotráfico, en materia migratoria, pero que no quede duda: es fundamental que el jefe del Estado mexicano viaje”, apuntó.

Una decena de legisladores de la Liga de Congresistas Hispanos denunciaron en Washington la “politización” de las relaciones entre Estados Unidos y México y urgieron al presidente Donald Trump a cancelar su encuentro con Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Y es que recordemos que López Obrador viajará a Washington el 8 y 9 de julio para reunirse con Trump con motivo de la entrada en vigor del nuevo tratado comercial de América del Norte, el T-MEC.

Los congresistas demócratas denunciaron en una carta para Trump que el mandatario reciba a AMLO en un momento en que el Congreso no está en sesión y señalaron que es “un intento flagrante de politizar” el vínculo con México.

“Lo instamos encarecidamente a que reconsidere esta reunión y la cancele”, dijeron los congresistas en un momento en que ambos países viven una aguda crisis por el coronavirus y Estados Unidos es el lugar del mundo más golpeado por la pandemia, con más de 127,000 fallecidos.

López Obrador, que no ha viajado al extranjero desde que asumió el poder, efectuará este viaje pese a que el primer ministro de Canadá, el tercer país firmante del T-MEC-, Justin Trudeau, no acudirá al encuentro.

Los congresistas pidieron, además, un plan para terminar con los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), un programa por el que los migrantes que buscan refugio en Estados Unidos deben esperar en territorio mexicano el trámite de sus solicitudes.

Los legisladores señalaron que este acuerdo ha dejado varados a 60,000 demandantes de asilo, violando la ley internacional y colocando en una situación de vulnerabilidad a los migrantes.

Entre los firmantes de la carta están el presidente de la Liga de Congresistas Hispanos, Joaquin Castro, así como las representantes Verónica Escobar y Alexandria Ocasio-Cortez.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se reunirá con su homólogo estadounidense, Donald Trump, el próximo 8 de julio, en una visita de trabajo que el mandatario mexicano realizará por Washington.

Así lo confirmó este miércoles el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrar, quien reiteró que ayer recibió la invitación formal por parte de La Casa Blanca.

La visita que AMLO realizará a Estados Unidos incluirá el encuentro con Trump, y un encuentro trilateral el 9 de julio por la entrada en vigor del nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

“La esencia de esta visita responde a lo que hoy estamos presenciando que es la entrada en vigor de este tratado, hay desde luego muchos temas, con Estados Unidos siempre los habrá y también con Canadá”, dijo Ebrard al participar en la mañanera.

El canciller expuso que López Obrador y Trump tendrán “conversaciones sobre varios temas” el próximo miércoles, mientras que la mañana del día siguiente será “lo que tiene que ver con una agenda trilateral”.

AMLO ha informado que el viaje lo realizará en un vuelo comercial, y que desde México únicamente lo acompañarán el canciller, el jefe de la oficina de Presidencia, Alfonso Romo, y la secretaria de Economía, Graciela Márquez.

Ante las críticas que se han hecho a la visita, al considerar que Trump estaría aprovechando el encuentro para apuntalar su campaña de reelección, Marcelo Ebrard argumentó que el viaje es necesario para mandar una señal a los inversionistas por la entrada en vigor del T-MEC.

“¿Es una visita para qué? Primero, porque tenemos que subrayar para todas y todos, inversionistas, instituciones financieras, pero también para el ámbito internacional en general, que hay un compromiso en Norteamérica para fortalecer el comercio”, expresó.

El funcionario calificó como un triunfo diplomático el inicio del T-MEC, que hace dos años se “pensaba que era imposible”.

López Obrador confió en que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acepte sumarse al encuentro y viaje a Washington; aunque dijo que será el gobierno canadiense quien de a conocer sus propios planes.

Latinoamérica y el Caribe serán la región con una menor recuperación en 2021, de apenas el 3.7 %, tras una contracción récord en 2020 por la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, advirtió este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Se trata del pronóstico de crecimiento más bajo regional del mundo para 2021, después del hundimiento del 9.4% anticipado para este año.

“Latinoamérica ya era la que venía creciendo a una tasa más moderada”, explicó Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, al presentar el informe regional.

Por ello, y dados los problemas “estructurales” de la región, como la falta de productividad, la baja inversión y problemas de regulación, la región seguirá estando a la cola el próximo año.

Latinoamérica concentra ya cerca del 25% de los casos de contagios confirmados Covid-19 en todo el mundo.

“La pandemia todavía se está expandiendo con rapidez, lo que indica que se necesitará que las medidas de distanciamiento social se mantengan en vigor por un mayor tiempo, lo que deprimirá la actividad económica en la segunda mitad de 2020 y dejará aún más cicatrices”, agregó el economista.

Recordemos que el miércoles pasado, el FMI ajustó sus perspectivas para el conjunto regional de América Latina y el Caribe al pronosticar que su actividad económica se desplomará un 9.4% este año por el impacto de la pandemia del coronavirus. Indicó que las dos economías más grandes, Brasil y México, se contraigan un 9.1% y 10.5% respectivamente en 2020.

Werner aprovechó para recomendar cautela a los países de América Latina a la hora de reabrir sus economías y dejar a la ciencia y a los datos guiar el proceso de  reapertura de la región.

Respecto a las prioridades en las políticas de las autoridades, el  director explicó que la prioridad inmediata de los gobiernos consiste  en proteger las vidas de las personas. Dado el espacio fiscal  limitado de los países, Werner indica que los países deberán repensar los gastos e incrementar la eficiencia de los mismos a través de  “maneras creativas” para alcanzar a diferentes segmentos de la sociedad, especialmente en aquellos sitios en los que los niveles de informalidad son altos.

En cuanto a la política monetaria, el FMI aconsejó que los bancos centrales mantengan una política expansiva, dada la perspectiva de inflación moderada, las brechas en la producción y las altas tasas de desempleo. Así, el recorte en los tipos de interés y otras medidas proyectadas para mercados específicas deberían ser consideradas hasta donde sea posible para apoyar la actividad económica y asegurar el apropiado funcionamiento de los mercados financieros.

En ese sentido, apuntó que el Banco de México (Banxico) todavía tiene espacio suficiente para  seguir recortando los tipos de interés, los cuales se ubican  actualmente en el 5% después de haber sufrido cinco recortes consecutivos en lo que va del año.

Por otro lado, Werner ha asegurado que la relocalización de las cadenas de valor y los suministros tras la pandemia de Covid-19, que  comenzó en Asia y produjo una disrupción en dichas cadenas al localizarse buena parte de ellas en el continente, beneficiará a México por la búsqueda de la proximidad, sobre todo en el caso de compañías estadounidenses.

Apuntó la entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre  Estados Unidos, Canadá y México (T-MEC), el cual dijo, se prevé favorezca la inversión en el país.

“La combinación de la entrada en vigor del T-MEC claramente debería beneficiar a México y que (las cadenas de producción) se reubiquen de otras latitudes a territorio mexicano es un fenómeno que va a ocurrir”, dijo  Werner.

Sin embargo, advirtió que el T-MEC no va a compensar en los próximos dos años la pérdida de confianza e incertidumbre que está afectando la inversión en nuestro país.

El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, dijo este jueves que cambiar las reglas en el sector energético en el país pueden tener efectos negativos para la inversión, pues los inversionistas buscan certidumbre.

Las declaraciones del embajador se producen a menos de una semana de que entre en vigor el nuevo tratado de libre comercio de América del Norte, el T-MEC.

Al participar en un foro virtual organizado por la CONCAMIN, que algunas de las acciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de los últimos meses han dado paso a la incertidumbre sobre su promesa de respetar las leyes que se hicieron en el pasado, esto al referirse al sector energético.

“(El Gobierno) tiene el derecho de establecer o cambiar sus políticas económicas o sociales domésticas, pero también, a la vez, hay que reconocer que estos cambios puedan tener efectos muy negativos en cuanto a la inversión doméstica y extranjera”, afirmó el diplomático.

Y es que recordemos que el Cenace frenó la apertura de nuevas plantas de energía renovable, misma que fue impugnada y hasta ahora no ha surtido efecto, mientras que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) aprobó una fuerte alza a las tarifas que deberán pagar empresas generadoras a la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) por la transmisión de energía.

Adicional, a mediados de junio la mayor organización petrolera de Estados Unidos, el API, denunció en una carta la existencia de prácticas de discriminación contra inversionistas estadounidenses de crudo y gas por parte del gobierno mexicano que, dijo, violan el T-MEC.

“Para mí algunas de la acciones de estos últimos meses, sobre todo en el sector energético, han creado incertidumbre sobre esa promesa del Gobierno de respetar lo que se hizo en el pasado y de no cambiar las reglas del juego”, aseveró Landau, por lo que afirmó no saber si están dadas las condiciones para invertir en México.

Al respecto, este jueves se dio a conocer otra carta mas, ahora de la American Fuel and Petrochemical Manufacturers (AFPM) que agrupa a casi todas las refinerías y petroquímicas de Estados Unidos, en la que denunció que varias acciones tomadas por el gobierno mexicano van en contra del T-MEC.

“El gobierno mexicano ha tomado múltiples medidas para restringir las inversiones actuales y futuras de Estados Unidos en el mercado energético mexicano. Estos incluyen retrasar los permisos para desarrollar infraestructura, cancelar los permisos de importación, crear vacíos y exenciones en las regulaciones que favorecen a las empresas estatales como Petróleos Mexicanos (Pemex)”, refirió la AFPM en la carta que envió al presidente Donald Trump, a Robert Lighthizer, representante comercial de EUA, y a Mike Pompeo, secretario de Estado.

Cargador Cargando...
Logotipo de EAD ¿Tarda demasiado?

Recargar Recargar el documento
| Abrir Abrir en una nueva pestaña