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La revista británica The Economist volvió a lanzar una dura crítica contra el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a quien comparó con Cantinflas por lo ambiguo de la pregunta que se realizará en la consulta popular contra expresidentes el próximo 1 de agosto, ejercicio que él impulsó.

Luego de que en mayo la publicación calificara al mandatario como un peligro para México, en su más reciente editorial aseguró que el cuestionamiento que se formulará el 1 de agosto “pudo haber sido ideada por Cantinflas, un cómico que convirtió el gusto mexicano por el circunloquio en una forma de arte absurda”.

Y es que la particular manera de expresarse de Cantinflas fue reconocida por la Real Academia de la Lengua Española con el verbo “cantinflear” que significa hablar sin decir nada.

Inicialmente, lo previsto era que en la consulta, convocada por el propio López Obrador, se preguntase si se debía enjuiciar por corrupción y otros delitos a los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Pero la Suprema Corte modificó el cuestionamiento de manera que se preguntará si se está de acuerdo en llevar a cabo “acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos”.

“¿Estás de acuerdo en que se lleven a cabo acciones con apego al marco legal para esclarecer las decisiones políticas tomadas en el pasado por los actores políticos y garantizar la justicia y derechos de las posibles víctimas?”, es la pregunta que avaló la Corte.

La publicación británica destacó este fin de semana que la intención del presidente, de recurrir al voto popular para decidir si se procesa o no a alguien “es una parodia del Estado de Derecho”, y subrayó la relación “afectuosa” entre el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y López Obrador.

The Economist subrayó que López Obrador ya no es invencible, luego de los resultados de las elecciones intermedias del pasado 6 de junio, donde Morena perdió la mayoría calificada de la Cámara de Diputados y su partido perdió la hegemonía en Ciudad de México.

La revista afirmó que el mandatario sufre por el mal manejo de la pandemia, la recesión económica relacionada a la misma, así como “un crimen violento sin cesar”.

Es por ello que, dijo, para distraer la atención de las fallas políticas “el presidente necesita todos los espectáculos de teatro político de Cantinflas que pueda reunir”.

Esta es la segunda vez que The Economist critica al mandatario de manera directa; el pasado 27 de mayo dedicó la portada de su edición latinoamericana a López Obrador bajo el título “El falso mesías de México”, junto a una imagen del presidente rodeado de soldados y una planta petrolera de Pemex.

Tras la publicación, el canciller Marcelo Ebrard, envió una carta a la revista en la que calificó de “absurdo” su contenido y aseguró que la portada “es la síntesis de la exasperación” de las élites.

Mientras que López Obrador calificó la portada de la revista de “majadera, muy grosera y desde luego mentirosa” y afirmó que la publicación tiene detrás a sus adversarios.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) habló este viernes sobre el nuevo número de la revista británica The Economist, en la que se refería a él bajo el título “El falso mesías de México”.

“Sacan esta portada majadera, muy grosera, desde luego mentirosa, llamándome el falso mesías”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.

López Obrador consideró que el artículo, donde la revista recomienda a la población “frenar” a su partido en las próximas elecciones del 6 de junio, es “muy propagandístico en contra nuestra”.

Afirmó que la publicación tiene detrás a sus adversarios, quienes dijo “están muy molestos” con su gobierno por haber emprendido cambios que han afectado sus intereses.

Señaló que esto “no es más que una política de pillaje” y criticó que anteriormente las revistas o periódicos del extranjero “se dedicaron a aplaudir políticas neoliberales”, además de acusarlas de estar a favor de las privatizaciones y de guardar silencio ante la corrupción.

“Se dedicaban nada más a elogiar a los políticos corruptos de México, porque son conservadores siempre”, opinó.

También calificó como “falta de ética” el llamado de la revista a que los mexicanos no voten por su partido y cuestionó la supuesta injerencia del medio británico. “Es como si yo voy a el Reino Unido y le pido a los ingleses que voten por mi amigo (Jeremy) Corbyn del Partido Laborista, yo no puedo hacer eso, porque eso le corresponde a los ingleses”, puntualizó.

Y es que The Economist dio a conocer su edición latinoamericana de esta semana, que dedica a López Obrador bajo el título “El falso mesías de México”, junto a una imagen del presidente rodeado de soldados y una planta petrolera de Pemex.

En su texto central, la revista advierte que AMLO es “un peligro para la democracia” y criticó su respuesta “atrozmente lenta” a la pandemia de COVID-19, que aseguró, ha dejado 447,000 muertes en exceso, “una de las peores cifras del mundo”.

Asimismo, señaló su intención de prolongar la presidencia de Arturo Zaldívar en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), un “juez amigable” con él, sus amenazas al Instituto Nacional Electoral (INE) y su propuesta de un gobernador del Banco de México (Banxico) que lo apoye.

Tras la publicación, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, mandó una carta de cerca de dos cuartillas al “señor editor”, aunque la editora de la revista es una mujer, en la que calificó de “absurdo” su contenido y aseguró que la portada “es la síntesis de la exasperación” de las élites.

Al recibir las críticas en redes sociales, la cancillería corrigió el documento que publicó en su sitio web, y ahora se lee “señora editora”.

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El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es “un peligro para la democracia de México”, aseguró este jueves la revista británica The Economist, que recomendó “frenar” a Morena en las elecciones del próximo 6 de junio.

“El falso mesías de México. Los votantes deberían frenar al presidente de México hambriento de poder. Andrés Manuel López Obrador busca políticas ruinosas con medios inapropiados”, afirmó la prestigiosa revista en su artículo de portada.

El articulo compara a López Obrador con otros mandatarios populistas, como el brasileño Jair Bolsonaro, el húngaro Viktor Orban y el indio Narendra Modi, aunque admitió que no comparte “algunos de sus vicios”, como fomentar el odio a las minorías.

Aunque recordó que López Obrador  no aparece en la boleta de las elecciones del 6 de junio, señaló que se renovarán 15 de las 32 gubernaturas, la mayoría de los congresos locales, así como la Cámara de Diputados, donde ahora Morena y sus aliados tiene la mayoría absoluta.

“Los próximos tres años determinarán la profundidad y la duración del daño que le haga a México y a la democracia”, asegura The Economist.

El artículo citó como señales de alarma su “desprecio” por las reglas, su nostalgia por un monopolio del Estado sobre los hidrocarburos y su uso del Ejército para construir trenes, administrar los puertos y combatir el crimen.

Asegura que López Obrador divide a los mexicanos en dos grupos: “el pueblo”, en referencia a quienes lo apoyan; y la élite, a quienes denuncia por nombre y apellido, y a quienes ha tachado de delincuentes de cuello blanco y de traidores. Son a los que culpa de todos los problemas que enfrenta el país.

También advirtió de su “desdén” por la experiencia y de su respuesta “atrozmente lenta” a la pandemia de COVID-19,  que ha dejado 447,000 muertes en exceso, “una de las peores cifras del mundo”, según datos propios de la revista.

Señaló la intención de AMLO y su gobierno de prolongar la presidencia de Arturo Zaldívar, “juez amigable”, al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN); sus amenazas al Instituto Nacional Electoral (INE) y su propuesta de un gobernador del Banco de México (Banxico) que apoye la “economía moral”.

“Los inversionistas están recelosos. Temen la incertidumbre de un mandato por capricho presidencial. López Obrador está socavando los contrapesos de su poder”, indicó.

A pesar del panorama, la revista reconoció que el 61% de los mexicanos aprueban a López Obrador y que los partidos de oposición “han fracasado en ofrecer una alternativa coherente”.

“Dado el riesgo, los votantes en el 6 de junio deberían apoyar al partido de oposición que esté mejor posicionado para ganar donde vivan. Los partidos opositores deberían trabajar juntos para contener al presidente”, sugirió The Economist.

El artículo de la revista provocó polémica en redes sociales. Múltiples usuarios de Twitter se posicionaron tanto en contra como a favor de la portada que protagoniza el mandatario.

“No hay un renglón de este editorial que no sea rebatible. The Economist siempre ha sido una mezcla peculiar de análisis y elitismo”, expresó Pepe Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública de Ciudad de México. (ADIP)

Los usuarios también compararon la portada de The Economist con la de Time Magazine protagonizada por el entonces presidente Enrique Peña Nieto en 2014, en la que reportaba que estaba “Salvando a México”.

 

Foto: Twitter @TheEconomist

Como cada navidad desde 2013, The Economist ha escogido un “país del año”. Las naciones clandestinas no son elegibles, sin importar cuánto atemoricen a la gente. (Perdón, Corea del Norte.)

 

Tampoco reconocemos los lugares que ejercen la mayor influencia a través del tamaño o el músculo económico; de lo contrario, China y Estados Unidos serían difíciles de vencer. Más bien, buscamos un país, de cualquier tamaño, que haya mejorado notablemente en los últimos 12 meses, o haya hecho que el mundo sea más brillante.

 

Cometemos errores. En 2015 escogimos Myanmar, por pasar de la “dictadura larceosa” a “algo parecido a la democracia”. Reconocimos que su tratamiento de la minoría Rohingya fue vergonzoso, pero no pudimos predecir cuánto peor se pondría. Este año, después de que más de 600,000 rohingyas huyeron de sus aldeas para evitar ser violadas o asesinadas por el ejército birmano, estamos tentados de nombrar a la vecina Bangladesh como el país del año por acoger a tantos de ellos. El país también ha experimentado un rápido crecimiento económico y una gran disminución de la pobreza. Si no hubiera aplastado las libertades civiles y permitido a los islamistas dar riendas sueltas para intimidar, podría haber ganado.

 

Otro candidato es Argentina, donde el presidente Mauricio Macri está llevando a cabo reformas dolorosas para restaurar la sobriedad fiscal después de años de populismo derrochador bajo la familia Kirchner. En octubre, el partido de Macri ganó la mayor parte de la votación en las elecciones intermedias, lo que sugiere que la mayoría de los argentinos ya no son engañados por estadísticas falsas y la promesa de dinero gratis. A pesar de las protestas violentas en diciembre, esto es progreso.

 

Al final, nuestra lista final se redujo a Corea del Sur y Francia. Corea del Sur ha tenido un año extraordinario, soportando las amenazas de su vecino del norte con misiles. Esto no es del todo nuevo, Corea del Norte ha prometido inmolar al Sur por décadas, pero las tensiones aumentaron alarmantemente este año, cuando el presidente Donald Trump y Kim Jong-Un intercambiaron burlas, llamándose “hombre cohete” y “desquiciando mental”. Mientras todo esto sucedía, Corea del Sur también tuvo que enfrentar una crisis en su país.

 

Manifestaciones masivas y una investigación de corrupción condujeron a la destitución de la presidenta Park Geun-hye, quien ahora se encuentra en una celda en la cárcel enfrentando un juicio. Su sucesor, Moon Jae-in, ha iniciado un boicot chino sobre el despliegue de defensas antimisiles (a China le preocupa que el nuevo radar pueda ver tanto a China como a Corea del Norte). Moon ha retrasado cortésmente las demandas de Trump para renegociar un acuerdo comercial. Y un tribunal ha encarcelado a Lee Jae-yong, el jefe de Samsung, el mayor de los chaebol (conglomerados) dominantes del país. En resumen, Corea del Sur ha dado grandes pasos hacia la limpieza de su política interna a pesar de vivir bajo la constante amenaza del apocalipsis nuclear.

 

El día de gloria ha llegado

En la mayoría de los años, eso sería suficiente. Pero en 2017 Francia desafió todas las expectativas. Emmanuel Macron, un joven ex banquero que no tenía respaldo de ninguno de los partidos tradicionales, ganó la presidencia. Luego, La République En Marche, el flamante partido del señor Macron, lleno de novicios políticos, aplastó a la vieja guardia para ganar la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional. Esto no fue simplemente un trastorno impresionante. También dio esperanza a aquellos que piensan que la vieja división izquierda-derecha es menos importante que la abierta y cerrada. Macron hizo campaña por una Francia abierta a las personas, los bienes y las ideas del extranjero, y al cambio social. En seis meses, él y su partido aprobaron una serie de reformas sensatas, entre ellas un proyecto de ley anticorrupción y un ablandamiento de las rígidas leyes laborales de Francia.

 

Los críticos se burlan de la grandiosidad de Macron (llamar a su presidencia “Jupiterian” fue miestra de ello). Están seguros de que han ido más lejos, lo cual es cierto. Buscaban una forma de elegir entre esclerosis y xenofobia. El movimiento de Macron hizo a un lado el viejo régimen y derrotó al ultranacionalista Marine Le Pen (quien, si ella hubiera ganado, hubiera destrozado la Unión Europea). La lucha entre las visiones abiertas y cerradas de la sociedad puede ser el concurso político más importante del mundo en este momento. Por eso, es nuestro país del año.

 

Texto completo en The Economist

Por Sarah Birnbaum

PRI.org

 

Esta semana, el diario The Economist publicó una entrevista con el presidente estadounidense Donald Trump sobre su política económica, que se describe como “carente de imaginación e incoherente”, fue lo que recogió una gran cantidad de atención. El discurso del presidente estaba plagado de mentiras y confusión, con caricaturistas y comentaristas de los medios sociales fuera de lugar.

 

Durante la entrevista, Trump afirmó haber inventado el término económico “Prime the pump”, pero lo que ha hecho es simplemente ampliarlo desde hace más de 80 años, por lo que Twitter respondió.

Sin embargo, The Economist, fue más allá de los Tweets sarcásticos, la revista declaró que la impulsividad y la poca profundidad del presidente estadounidense amenazan la economía, así como el estado de derecho.

El artículo compara a Trump con una versión moderna de Enrique VIII, que no es buena cosa: “las reglas de Donald Trump sobre Washington las aplica como si fuera un rey y la Casa Blanca como si fuera su corte, con sus exhibiciones de dominación, su necesidad de ser el centro de atención y su impetuosidad tienen una bocanada del Rey Enrique VIII sobre ellos, fortalecido por su creencia de que el camino extraordinario hacia su poder es  una prueba de mediocridad colectiva en el Congreso, la burocracia y los medios de comunicación, que ataca a cualquier persona o idea que se tropiece en su camino”.

Hemos estado un tanto obsesionados con esta entrevista, que estábamos muriendo por escuchar algo más, así que hablamos con la oficina en Washington de The Economist,  donde la redacción confesó que las respuestas a las preguntas de Trump sobre el comercio y la política fiscal no eran al cien por ciento tranquilizadoras (…)

 

 

Texto completo en la siguiente liga: http://bit.ly/2pI0Lyy / Foto: Especial

La revista  especializada en temas políticos The Economist presentó en la portada de su edición de la semana del 1 de abril su impresión de cómo marchan los primeros 70 días de las presidencia de Donald Trump bajo el encabezado “La presidencia de Trump está en un hoyo”.

 

“Donald Trump ganó la presidencia con la promesa de que sería fácil gobernar, a diferencia de su oponente demócrata, cuya carrera se había dedicado a la política. Trump, un destacado hombre de negocios que afirmaba que podía hacer las cosas… Algunos fanáticos lo veían como el salvador que drenaba pantanos”, publica la editorial.

 

The Economist, asegura que tras 70 días de permanencia en la Oficina Oval, Donald Trump está atascado en la arena con un proyecto de ley de salud que prometió como primer paso, mismo que fue colapsado por el Congreso republicano.

 

“Sus repetidos intentos para restringir vuelos a Estados Unidos de algunos países de mayoría musulmana están siendo vetados, y las sospechas de la colaboración con Rusia durante su campaña le han costado a su asesor de Seguridad Nacional, esto no impresiona a los votantes, ningún presidente había tan bajo nivel de aprobación en pocos días”, destaca la revista. 

 

Pero Donald Trump no es el primero que se da cuenta que los negocios y la política es completamente distinto, resalta The Economist.  

 

“La venidera cumbre con el presidente de China Xi Jinping muestra como Estados Unidos es todavía una nación indispensable. Un presidente débil puede ser peligroso, imagínense una guerra comercial, una crisis en el Báltico o un conflicto en la península de Corea”, puntualiza. 

 

 

Redacción APO/ Foto: The Economist