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Los Republicanos tienen un tema que es un garbanzo de a libra para ellos de cara a la elección presidencial de noviembre 8: el migratorio. Es un garbanzo de a libra porque es el gran problema que le interesa de manera especialmente importante al electorado y en el que este partido goza de una ventaja de 30 puntos sobre los demócratas en la opinión pública cuando se les pregunta cuál partido es el que mejor puede manejar el tema.

La migración es el gran pendiente por resolver. Y en éste logran mayor aceptación los Republicanos sobre los Demócratas. El discurso que pueden y están utilizando para echarle gasolina a una hoguera de por sí encendida es ideal para estos tiempos de odio hacia lo extranjero: ¡Paren la invasión! Es lo que ha dicho Trump y lo que los republicanos, que están a los pies del expresidente, no paran de repetir.

Ahora que Trump ha ganado las primarias de Nuevo Hampshire y los caucuses de Iowa es prácticamente seguro que los estadounidenses verán una repetición de Trump vs. Biden en su elección presidencial. Con ello el banderazo de salida de las campañas generales se ha dado. Y tanto Biden como Trump han adoptado el discurso de dureza y firmeza para decir que quieren arreglar el caos de un sistema migratorio roto.

La realidad es que ninguno está pensando en arreglar nada. Los Demócratas saben que deben empujar políticas más severas y menos humanitarias hacia los migrantes pero entienden que los Republicanos ahora mismo se van a negar a aprobarles nada con tal de seguir utilizando a la migración como herramienta de golpeteo al gobierno de Biden. Las campañas políticas estarán por encima de cualquier tipo de acuerdo bipartidista.

Atrás ha quedado el Biden humanista que quería demostrar que era diferente a Trump en materia migratoria. Ahora tenemos a un presidente demócrata hablando de cerrar la frontera porque sabe que si quiere reelegirse, tiene que demostrar que puede arreglarla. El presidente ya no está escuchando a quienes en su partido y en su gobierno abogan por políticas que respeten los Derechos Humanos y honren el sentido de Estados Unidos como un país de migrantes. En pocas palabras, Biden se han endurecido en el tema migratorio.

Del lado de Trump ya sabemos que hay: gritos que señalan a México como culpable de la invasión a Estados Unidos. Y conocemos sus tácticas intimidatorias que prometen desde ya que, si regresa a La Casa Blanca, podría hasta invadir México con tal de arreglar la frontera.

¿Qué significa esto para México? Que sin quererlo ni pedirlo, formaremos parte de las campañas políticas estadounidenses. Y lo haremos por las razones equivocadas. Porque representamos un problema para Estados Unidos. Así que más nos vale irnos preparado para una temporada muy turbulenta que puede convertirse en huracán categoría 5 si llega a reelegirse Trump.

¿Se estarán preparando para ello en Palacio Nacional?

Columna completa en El Universal

La junta electoral de Illinois descartó expulsar al expresidente Donald Trump de las primarias que se celebrarán en el estado del próximo 19 de marzo, a la espera de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el futuro del republicano.

Los ocho miembros del organismo desestimaron un caso que pedía descalificar a Trump por su presunta implicación en el asalto al Capitolio de 2021.

La junta electoral de Illinois, cuya decisión puede ser recurrida en tribunales, argumentó que no tiene competencias para pronunciarse sobre la constitucionalidad de la candidatura del republicano.

Esta noticia se dio a conocer cuando faltan pocos días para que el Tribunal Supremo de Estados Unidos escuche, el próximo 8 de febrero, los argumentos en el caso por el que Trump fue expulsado de las primarias en Colorado y Maine.

La decisión que el alto tribunal, de mayoría conservadora, adopte sobre ese asunto marcará jurisprudencia en todo el país.

En el fondo del asunto hay todo un debate jurídico sobre si la Enmienda 14 de la Constitución inhabilita al magnate neoyorquino para ejercer cargos públicos después de haber sido imputado por su vinculación en la “insurrección” del asalto al Capitolio.

Esa enmienda fue aprobada en 1868, después de la guerra civil en Estados Unidos, con el objetivo de evitar pudieran volver al poder los alzados sureños de la Confederación que habían jurado la Constitución y luego la traicionaron.

El 19 de diciembre del año pasado, en un fallo sin precedentes en la historia de Estados Unidos, el Tribunal Supremo de Colorado expulsó a Trump de las primarias en el estado por su papel en el ataque al Capitolio, una decisión que también adoptaron las autoridades de Maine el 28 de diciembre.

El equipo legal de Trump apeló a estas medidas y el Supremo de Estados Unidos admitió a trámite el caso de Colorado el pasado 5 de enero.

Y es que recordemos que en el sistema electoral estadounidense, los estados son los encargados de organizar las elecciones, con sus propias leyes y reglas, por lo que la decisión del Supremo impondrá un único criterio en todo el país.

Trump, que ya ha ganado las primarias en Iowa y en Nuevo Hampshire, es el indiscutible favorito a la nominación republicana para batirse el próximo noviembre en las elecciones con el actual mandatario, Joe Biden.

Donald Trump repitió triunfo la noche de ayer en las primarias republicanas de New Hampshire, derrotando a Nikki Haley, lo que allana su camino en busca de regresar a la Casa Blanca, y perfilándose a enfrentar de nueva cuenta en las urnas al actual presidente, Joe Biden.

El margen de victoria de Trump rondaba los 11 puntos sobre su única rival, Nikki Haley, quien a pesar del resultado, prometió seguir en la contienda.

Haley, de 52 años, felicitó a Trump por su victoria, pero afirmó que “la carrera está lejos de haber terminado”. Advirtió a los republicanos de que convertir a Trump en candidato es una “victoria para Biden” el 5 de noviembre.

“Esta carrera está lejos de haber terminado. Quedan docenas de estados. Y el próximo es mi querido estado de Carolina del Sur”, dijo la noche de ayer. “Soy una luchadora y ahora somos los últimos en pie junto a Donald Trump”, añadió.

Por su parte, en un discurso, el magnate de 77 años volvió a burlarse de su rival, instándola a retirarse. “Vamos a ganar fácilmente”, dijo acerca de cuando la contienda de primarias llegue a su estado natal, Carolina del Sur.

También arremetió contra su posible contrincante en noviembre diciendo que, como presidente, es el “peor de la historia” de Estados Unidos, “un país en decadencia”.

Trump quiere vengarse de Biden desde su derrota electoral en noviembre de 2020, que nunca ha reconocido. Su determinación es tal que no le detendrán los cuatro juicios penales y varias demandas civiles que pesan contra él.

En un comunicado, Biden advirtió que la democracia y las libertades individuales están “en juego”, dando por seguro que Trump “será el candidato republicano”. Su equipo de campaña también da por segur un nuevo duelo Trump-Biden.

Los resultados confirman que su movimiento MAGA “ha completado su toma de control” sobre el Partido Republicano, afirmó el equipo demócrata en un comunicado usando el acrónimo del lema trumpista “Make America Great Again”.

New Hampshire representaba sólo 22 delegados de un total de 1,215 que nominarán oficialmente al candidato republicano en julio en Milwaukee. Pero en comparación con estados más conservadores, es revelador para tomar el pulso nacional y de las próximas primarias, dado que los votantes no afiliados están autorizados a votar en las primarias tanto del partido republicano como del demócrata.

Los demócratas también celebraron primarias ayer en New Hampshire, las cuales ganó Biden, de 81 años, a pesar de que su nombre no figuraba en las papeletas por desacuerdos con la rama local del partido. Como consecuencia no se otorgarán delegados, lo que convierte la elección en algo meramente simbólico en el proceso general de nominación que concluirá en agosto.

La siguiente parada del calendario electoral es Carolina del Sur, donde se celebrarán las primarias el próximo 24 de febrero.

Pese a que ha defendido y pedido la no intervención, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) parece no conducirse de la misma forma. Sus declaraciones de los últimos días han revelado que está interviniendo en el proceso electoral de Estados Unidos.

Esta mañana, afirmó que la declinación del gobernador de Florida, Ron DeSantis, de la carrera por la nominación presidencial republicana en Estados Unidos, se debió a su campaña antiinmigrante.

“DeSantis podría haber levantado el vuelo, pero se metió en una campaña antiinmigrante pensando que eso iba a ayudar y se desplomó, se fue en picada”, expresó AMLO.

López Obrador lanzó también una indirecta al gobernador de Texas, Greg Abbott, pues dijo que “ojalá” tome nota de lo que le pasó a DeSantis en sus aspiraciones presidenciales, en especial por las declaraciones y medidas antiinmigrantes que ha impuesto en su estado, fronterizo con México.

Pero, cuestionado sobre su opinión acerca de la posibilidad de que Trump resulte electo otra vez como presidente de los Estados Unidos, López Obrador pidió esperar, pues dijo, “están en las campañas”.

Sin embargo, reafirmó que tanto con Trump como con el actual presidente estadounidense, Joe Biden, el país ha tenido “buenas relaciones”. Afirmó que durante la Administración de Trump hubo “muy pocos problemas”.

“Diría yo, (hubo) uno y lo resolvimos, pero en general hubo respeto”, dijo al destacar que en ese periodo se firmó el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que “está ayudando mucho” a la economía de nuestro país.

En cuanto a Biden, reiteró que es el único presidente de Estados Unidos que en los últimos tiempos no construido más muro fronterizo, además de que es el primero en abrir una vía para que los migrantes lleguen legalmente a aquel país.

“Eso no existía, claro muchas veces es rebasada la cantidad de solicitantes y se satura la frontera, pero existe esa opción, esa posibilidad de que un hermano colombiano, cubano, venezolano, panañemo, guatemalteco, hondureño pueda hacer una solicitud, llenar unos requisitos y tener una visa, eso no existía”, aseveró.

Incluso dijo que según una encuesta que vio, de la cual no dio mayores detalles y el vocero de la Presidencia no encontró, Trump y Biden están “parejos”. “El presidente Biden, con el expresidente Trump. La última que vi de Morgan, ¿la tienes ahí?, es un punto que tiene arriba el presidente Biden”, dijo.

Las relaciones entre Estados Unidos y México afrontan un importante reto este 2024, pues coincidirán las elecciones presidenciales de ambos países, con la migración, el narcotráfico  y la seguridad como temas clave.

López Obrador intentó matizar sus dichos asegurando que “no podemos meternos en eso. Nada más para información general, no es para presumir, para tirar aceite, pero la mañanera la ven muchos y se enteran de cómo están las cosas, no sólo en México, sino también afuera”.

Donald Trump y su exembajadora ante la ONU Nikki Haley se enfrentan este martes en las primarias republicanas de New Hampshire, que según procesos anteriores, podría decidir el resto de la carrera por la Casa Blanca.

Ayer por la noche, durante un mitin en Laconia, Trump se mostró muy confiado en que ganará esta etapa de las primarias. “Ahora quedan dos personas, y creo que una se irá probablemente mañana y la otra se irá en noviembre”, cuando se celebrarán las presidenciales, dijo. “Pero ahora es el momento de que el Partido Republicano se una”, añadió.

Trump aventaja a Haley por casi 20 puntos en las encuestas para esta segunda primaria.

La salida de la carrera el pasado fin de semana del gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado tiempo atrás como el principal rival de Trump, redujo la batalla a un duelo, que se anuncia muy desigual. Trump cuenta con una base de seguidores fieles y ganó las primarias de Iowa con una enorme ventaja sobre DeSantis (segundo) y Haley (tercera).

Si arrasa en New Hampshire, sería muy difícil que la exgobernadora de Carolina del Sur pueda recuperarse.

El camino de Trump, de 77 años, para ser designado candidato de los republicanos frente al demócrata Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre podría quedar despejado con los resultados de esta noche.

Pero si Haley, de 52 años, reduce la distancia o gana en este estado donde los votantes no afiliados pueden participar, entonces quedaría bien posicionada para la próxima votación a finales de febrero en su estado de Carolina del Sur.

Trump presume de encuestas en su red social Truth Social y volvió a referirse a su rival por el apodo que le puso: “cabeza hueca”. Este fin de semana, también afirmó que “ella no era lo suficientemente dura (…), lo suficientemente inteligente (…), lo suficientemente respetada”.

Aunque Trump no ha parado de acosarlo, DeSantis llamó a los conservadores a votar por él. “Para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quiere darle a Donald Trump otra oportunidad”, dijo al anunciar el fin de su campaña.

New Hampshire representa sólo 22 delegados de un total de 1,215 que nominarán oficialmente al candidato republicano en julio en Milwaukee. Pero en comparación con estados más conservadores, es revelador para tomar el pulso nacional y de las próximas primarias.

Trump, procesado en varios casos, incluido uno por presuntamente haber intentado alterar los resultados de las elecciones de 2020, alternará los próximos meses entre tribunales y los mítines.

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, anunció ayer la suspensión de su campaña por la nominación presidencial republicana, y dijo que apoyará al expresidente Donald Trump, favorito de la contienda.

En un video publicado en X, DeSantis indicó que después de haber quedado en segundo lugar la semana pasada en los caucus de Iowa, no podía “pedir” a sus partidarios “que ofrezcan voluntariamente su tiempo y donen sus recursos” sin un “camino claro hacia la victoria”. “En consecuencia, hoy suspendo mi campaña”, sostuvo.

Su retirada de la contienda se produce a menos de dos días de las primarias de New Hampshire, donde las encuestas lo situaban muy por detrás del expresidente Trump y de la exembajadora ante la ONU Nikki Haley.

Precisamente la retirada de DeSantis, tras meses de debilitamiento de sus apoyos, deja solo a Haley, con pocos votos, entre Trump y la nominación como candidato del Partido Republicano a las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre.

“Para mí está claro que la mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump”, expuso DeSantis en la grabación, señalando que ha tenido diferencias con el expresidente, sobre todo por la pandemia del coronavirus.

Trump “tiene mi respaldo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño o a una forma reenvasada de corporativismo recalentado que representa Nikki Haley”, señaló.

El expresidente, inmerso en varios procesos legales en su contra, arrasó el pasado martes en Iowa, donde un 51% de los votantes republicanos lo eligieron frente a DeSantis, que solo obtuvo un 21%, y a Haley, con un 19%.

La campaña de Trump dijo en un comunicado el domingo que estaba “honrado” por el respaldo de DeSantis, y llamó a los republicanos a unirse en torno a él, desestimando a Haley como “la candidata de los globalistas y los demócratas”.

En su propia nota, Haley advirtió que Estados Unidos “no es un país de coronaciones”. “Hasta ahora, solo un estado ha votado. La mitad de sus votos fueron para Donald Trump, y la otra mitad no (…). Los votantes merecen opinar sobre si vamos por el camino de Trump y Biden otra vez, o si vamos por un nuevo camino conservador”, dijo.

Muchos republicanos habían depositado sus esperanzas en DeSantis, que con solo 45 años era acogido por algunos como una estrella emergente de la derecha.

Pero su candidatura, anunciada a finales de mayo, tuvo dificultades para establecerse como una amenaza para Trump, de 77 años. Este fin de semana ya había cancelado todas sus entrevistas televisivas, apuntando a la que sería su decisión.

DeSantis, un antiguo oficial de la Marina criticado por su falta de carisma, fue elegido en 2018 gobernador en Florida tras recibir el respaldo de Trump. Desde entonces, se distanció con frecuencia del exmandatario y ganó notoriedad por una serie de posturas de extrema derecha en educación, inmigración y temas LGBT.

DeSantis aparece casi a diario en los medios de comunicación nacionales para enzarzarse en guerras culturales contra políticos, empresas y profesores “progresistas” a los que acusa de imponer su ideología a los estadounidenses.

Sus iniciativas más llamativas han incluido permitir a los floridanos llevar armas ocultas sin permiso e imponer una de las leyes sobre el aborto más restrictivas del país. También se unió a los gobernadores de otros estados republicanos en el envío de migrantes a ciudades demócratas del norte y el este de Estados Unidos.

Además de las declaraciones de su equipo de campaña, Donald Trump dejó atrás meses de críticas y burlas a Ron DeSantis, Llamó la atención que, en su mitin de campaña de ayer en Nueva Hampshire, Trump elogió a DeSantis sin referirse a él como “DeSantimonius” o “DeSanctus”, poniéndole así fin a la que quizá fue la más enconada rivalidad de la campaña republicana de 2024.

“Sólo quiero agradecerle a Ron y felicitarlo por hacer un muy buen trabajo”, manifestó Trump al inicio de sus declaraciones. “Fue muy amable, y me dio su respaldo. Lo agradezco, y también estoy ansioso de trabajar con Ron”. Trump dijo que DeSantis era “una persona realmente magnífica”.

Donald Trump afirmó este jueves que el presidente de Estados Unidos debería gozar de una “inmunidad total” contra un procesamiento penal incluso si sus acciones “cruzan la línea” roja.

El favorito para la nominación republicana de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo se enfrenta a 91 cargos penales en cuatro casos que incluyen el presunto intento de alterar los resultados electorales de 2020 y de apropiarse de documentos secretos cuando se fue de la Casa Blanca.

En una publicación subida a sus redes sociales, Trump argumentó que como presidente tenía inmunidad total ante el procesamiento e instó a la Corte Suprema a fallar en su favor.

“INCLUSO LOS HECHOS QUE ‘CRUZAN LA LNEA’ DEBEN RECAER BAJO INMUNIDAD TOTAL, O SER AÑOS DE TRAUMA TRATANDO DE DETERMINAR EL BIEN DEL MAL”, señaló Trump en su red Truth Social, fiel a su estilo de escribir en mayúsculas.

Trump sugirió que los presidentes estadounidenses necesitan inmunidad para poder tomar decisiones difíciles.

El republicano comparó la situación con la de las fuerzas de seguridad, que deben seguir trabajando a pesar de “‘policías canallas’ ocasionales”. “A veces”, escribió Trump, “hay que vivir con un ‘genial pero ligeramente imperfecto'”.

En su opinión, la Corte Suprema, que se inclinó a la derecha desde que él nombró a tres nuevos jueces durante su mandato, tomará una “decisión fácil”, si tiene que dirimir sobre el caso.

Y es que un tribunal federal de apelaciones de Washington examina actualmente un recurso de Trump pidiendo inmunidad en un procesamiento por su presunto papel en el intento de alterar el resultado de las elecciones de 2020, en las que perdió frente al demócrata Joe Biden.

Si los magistrados rechazan la apelación de Trump, como anticipan la mayoría de los expertos legales, es probable que el caso llegue ante la Suprema Corte .

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró que “no se puede cerrar” la frontera de Estados Unidos con México, esto después de que Donald Trump prometiera hacerlo si obtiene el triunfo en la elección presidencial de su país.

“Es parte de las campañas en Estados Unidos, se expresan muchas cosas en las campañas para tratar de ganar votos, sin embargo, no se pueden cerrar las fronteras entre México y Estados Unidos, no se pueden cerrar las fronteras, porque es fundamental la integración económica, social”, expresó López Obrador.

El mandatario reaccionó a la victoria de Trump, quien arrasó ayer con más del 50% de los votos en los caucus de Iowa, donde en su discurso triunfal advirtió que una de sus primeras acciones de Gobierno será cerrar la frontera con México.

“Vamos a sellar la frontera. Tenemos una invasión, una invasión de millones y millones de personas que están viniendo a nuestro país”, manifestó el aspirante a la candidatura republicana.

Pese a la creciente retórica antiinmigrante y antimexicana de Trump, López Obrador aseveró que no tiene problemas con él, al recordar que su único desencuentro fue a mediados de 2019, cuando Trump impuso aranceles a México para exigir el freno a la inmigración indocumentada.

“No hay realmente problema con el presidente Trump, solo tuvimos una diferencia en cuanto al manejo de la frontera por establecer o pretender establecer de manera unilateral aranceles, impuestos, a mercancías mexicanas que se introducen a Estados Unidos”, señaló.

El presidente aseguró que “es indispensable la buena vecindad” porque “imagínense cerrar las fronteras un día, lo que significa de pérdida para las empresas estadounidenses y mexicanas”.

La presión se ha elevado tras la histórica migración irregular en diciembre, con un promedio de más de 10,000 personas diarias que llegaron a la frontera de Estados Unidos y México, según ha reconocido López Obrador.

Pero el mandatario lo atribuyó a las elecciones presidenciales, que este año coincidirán en Estados Unidos y México.

“Todo esto tiene que ver con las campañas, ayer hubo elecciones, están celebrándose elecciones en los partidos, cuando menos he visto resultados de las internas en el Partido Republicano y va arriba el presidente Trump, le va ganando a (Ron) DeSantis, que también tiene un discurso antiinmigrante porque de esa manera piensan que obtienen votos”, remató.

Donald Trump se afianzó este lunes como el gran favorito de los republicanos para las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos con una victoria contundente en las primarias de Iowa, anunciada apenas media hora después del comienzo de la votación.

El magnate de 77 años, sobre el que pesan cuatro imputaciones penales, aventaja por mucho a sus principales rivales: Ron DeSantis y Nikki Haley, según los resultados definitivos.

Con el 100% de los votos escrutados, Trump se alzó con la victoria en los caucus, obteniendo un 51% de los votos, una diferencia de casi 30 puntos respecto al segundo lugar, ocupado por el gobernador de Florida con el 21.2%, seguido por la tercera posición de la exembajadora de EUA ante la ONU, Nikki Haley quien consiguió el 19.1%.

Trump da así un paso más hacia un probable duelo con el presidente demócrata saliente Joe Biden.

“Creo que ha llegado el momento de que todos, de que nuestro país se una (…). Ya sean republicanos, demócratas, liberales o conservadores”, afirmó el expresidente ante sus simpatizantes congregados en medio de un ambiente festivo en Des Moines, capital de este estado del medio-oeste del país.

Sin embargo, pese a su llamado de “unidad”, resumió su programa electoral, en el cual prometió perforar más pozos petroleros y “cerrar la frontera” con México.

Y es que recordemos que la inmigración es uno de los temas que más preocupa a los republicanos y uno de los predilectos de Trump, quien afirma que los migrantes “envenenan la sangre” del país y amenaza con llevar a cabo “la mayor operación interna de expulsión” si regresa a la Casa Blanca.

En un mensaje en la red social X, Biden reconoció que la victoria en Iowa convierte a Trump en el “claro favorito” de los republicanos “en este momento”.

El gobernador de Florida Ron DeSantis, un conservador con posiciones duras sobre la inmigración o el aborto, apostó todo por Iowa, recorriendo en los últimos meses cada uno de los 99 condados. Celebró su buen resultado, agradeciendo a sus simpatizantes por su apoyo cuando “todos estaban en contra”. Los medios de comunicación “escribieron nuestro obituario hace unos meses”, les dijo.

La exembajadora ante la ONU Nikki Haley, la única mujer en la carrera y muy apreciada por los círculos empresariales, quedó tercera con un 19%, pero no se consideró derrotada y pronosticó que le iría mejor en otras primarias.

En cuarto lugar se situó Vivek Ramaswamy con aproximadamente el 7%, aunque anunció que dejaba la contienda, y llamó a votar por Donald Trump.

A pesar de una fuerte nevada, los votantes salieron a los centros de reunión en Iowa para el “caucus” o asamblea electoral.

Después de una oración y el tradicional juramento de lealtad a la bandera estadounidense, los representantes de los candidatos pronunciaron un discurso y después los participantes plasmaron en una hoja de papel su elección, y se colocaron en los espacios dispuestos para cada grupo.

A partir de la próxima semana el calendario de las primarias llevará a los candidatos a New Hampshire. Seguirán en los demás estados hasta junio. En julio, durante la convención nacional se nominará oficialmente al candidato presidencial republicano.

Donald Trump quiere amarrar la nominación antes de que comiencen sus juicios, algunos de los cuales le exponen a penas de cárcel. El republicano vivirá un año fuera de lo común en todos los sentidos, con idas y venidas en los tribunales.

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este martes, tras asistir a una audiencia en un tribunal de Washington, que los demócratas van a tratar de ganarle las próximas elecciones presidenciales por la vía judicial.

“Creo que ellos sienten que esta es la forma en la que van a tratar de ganar”, afirmó Trump en una declaración a periodistas después de salir del tribunal. “Es algo muy triste lo que ha sucedido con toda esta situación. Cuando hablan de amenaza a la democracia, esto es una amenaza real a la democracia”, añadió.

En la audiencia, celebrada en el tribunal federal de apelaciones de Washington, los abogados de Trump defendieron que su cliente tiene inmunidad presidencial por los hechos del asalto al Capitolio de 2021.

Trump asistió a la audiencia, convocada a menos de una semana de los caucus de Iowa, que abren el calendario electoral en Estados Unidos, pese a no ser requerida su presencia y a que no iba a poder hablar.

En su declaración posterior ante los medios, el expresidente repitió uno de los argumentos de sus abogados: rechazar su petición de inmunidad y permitir que el caso penal siga adelante abriría una “caja de Pandora” contra los mandatarios.

“Siento que, como presidente, hay que tener inmunidad. Muy simple”, dijo. Advirtió que procesar a un expresidente corre el riesgo de provocar un “caos” en Estados Unidos.

Los argumentos de Trump fueron recibidos con escepticismo por el panel de tres juezas que deberán tomar la decisión y que tuvieron que escuchar como la defensa afirmaba que incluso un asesinato político estaría bajo la inmunidad presidencial.

El caso sobre la inmunidad está ahora en la corte de apelaciones porque en diciembre, la jueza que lleva el caso penal, Tanya Chutkan, rechazó la petición de Trump para archivar el caso. Es probable que, una vez que la corte de apelaciones emita su fallo, el caso termine en el Tribunal Supremo de Estados Unidos.

El expresidente busca así evitar el juicio por el que está acusado de varios delitos, el más grave el de conspiración para obstruir un procedimiento oficial, que podrían acarrearle un máximo de 55 años de cárcel.

Es una de las cuatro causas penales que Trump tiene abiertas a 10 meses de las elecciones presidenciales. El inicio del juicio está previsto para el 4 de marzo de 2024 en la capital federal, coincidiendo de pleno con el proceso de elecciones primarias, en el que Trump parte como favorito.

El expresidente Donald Trump adelantó que, si la Justicia certifica que no tiene inmunidad frente a las acusaciones por el asalto al Capitolio de hace tres años, tampoco el actual mandatario, Joe Biden, debería gozar de una protección especial, por lo que ha sugerido que si vuelve a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre promoverá su imputación.

Trump ha confirmado en su red social, Truth Social, que tiene previsto acudir mañana martes a la audiencia que tiene lugar en un tribunal de apelaciones de Washington sobre la cuestión de la inmunidad, algo a lo que considera que “por supuesto” tiene derecho.

Asimismo, ha señalado que se estaba limitando a investigar un posible “fraude electoral” en los comicios de noviembre de 2020: “Era mi obligación hacerlo”.

“Si no me conceden la inmunidad, el corrupto Joe Biden tampoco la tiene”, señaló, aludiendo como potenciales motivos de imputación la “invasión” en la frontera con México, la abrupta salida militar de Afganistán y la presunta malversación de millones de dólares.

“Al utilizar el Departamento de Justicia contra su rival político, Joe ha abierto una caja de Pandora gigante”, ha advertido el magnate, que acumula todo tipo de frentes judiciales pero sigue siendo el favorito en las primarias del Partido Republicano para las próximas elecciones.

El imperio empresarial de Donald Trump recibió al menos 7.8 millones de dólares de gobiernos extranjeros durante sus años como presidente de Estados Unidos, según un informe del Congreso revelado por los demócratas.

China, Qatar o Arabia Saudí serían algunos de los países que, según el informe hecho público este jueves, hicieron pagos a la organización Trump, que el magnate dejó en manos de sus hijos Donald Jr. y Eric cuando llegó a la Casa Blanca.

Según el informe, también habría recibido dinero de Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, la India, Filipinas, Malasia, Turquía, la República Democrática del Congo, Albania y Kosovo.

En el caso de China, habría hecho pagos de hasta 5.5 millones de dólares a través de alquileres en la Torre Trump de Nueva York o de estadías en los hoteles del magnate en Las Vegas y Washington.

Trump abrió su hotel en Washington en 2016 y durante su mandato en la Casa Blanca se convirtió en un lugar clave de toma de decisiones en la capital federal. Lo vendió en 2022, una vez había abandonado el poder.

Los demócratas autores del informe acusan a Trump de haber violado una clausula constitucional que prohíbe al presidente sacar provecho de gobiernos extranjeros sin la aprobación del Congreso.

Además, señalan que los 7.8 millones de dólares seguramente sean sólo una parte de lo obtenido por Trump, ya que la investigación quedó interrumpida cuando los republicanos se hicieron con el control del Congreso hace un año.

“Es cierto que 7.8 millones de dólares son casi con certeza solo una fracción de la cosecha de dinero estatal extranjero ilegal de Trump, pero esta cifra en sí misma es un escándalo”, afirmó el representante Jamie Raskin, el demócrata de más alto rango en el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes.

Este comité es, precisamente, uno de los que lidera las pesquisas de juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por supuesto tráfico de influencias con gobiernos extranjeros para beneficiar a familiares.

Los republicanos aseguran que la familia Biden, especialmente su hijo Hunter, recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos extranjeros de Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumanía y China entre 2014 y 2019. Sus socios habrían recibido otros 9 millones de dólares.

La abogada Sidney Powell, que pertenecía al equipo jurídico de la campaña del expresidente Donald Trump, se declaró culpable este jueves en el caso de Georgia por el intento de manipular el resultado de las elecciones presidenciales de 2020 en ese estado.

Según se informó, Powell se ha declarado culpable este jueves, un día antes del comienzo del juicio contra ella. Los fiscales han pedido seis años de libertad provisional, así como que testifique en futuros juicios sobre el caso y escriba una carta pidiendo disculpas a los ciudadanos de Georgia.

Como parte de su declaración de culpabilidad, Powell admite su papel en la incursión de los sistemas electorales del condado de Coffee, en Georgia.

Con la ayuda de dirigentes locales del Partido Republicano, un grupo de partidarios de Trump accedió de forma ilegal a dichos sistemas para tratar de probar que las elecciones estaban siendo amañadas en detrimento del entonces presidente.

La defensa de Powell ha rechazado siempre la tesis de la Fiscalía de que la abogada “orquestó” la incursión en los sistemas del citado condado.

Powell es la segunda acusada en el caso de Georgia que se declara culpable. El primero fue Scott Hall, quien a finales de septiembre se declaró culpable de cinco cargos menores como parte un acuerdo que sus abogados habían negociado con la Fiscalía.

Como parte de ese acuerdo, se redujo la gravedad de los delitos de los que Hall estaba acusado y se estableció que deberá cumplir cinco años en libertad condicional, además de tener que pagar 5,000 dólares de multa y cumplir con 200 horas de servicios comunitarios.

Powell y Hall forman parte del grupo de 18 personas que han sido imputadas junto al expresidente Donald Trump por el intento de revertir el resultado electoral en Georgia en 2020.

La campaña de reelección del presidente Joe Biden abrió una cuenta en Truth Social, la red social de Donald Trump, dirigida al público ultraconservador, para burlarse del republicano.

“Bueno, veamos cómo nos va por aquí. ¡Bienvenidos los conversos!”, escribió la nueva cuenta, llamada @BidenHQ, que solo sigue a la cuenta de Trump y que este martes acumula 15,600 seguidores.

Su mensaje inicial ha recibido en las primeras horas una lluvia de críticas contra el Gobierno y memes que ridiculizan las políticas y la figura de Biden. “Es como un presidente pero para gente estúpida”, señalaba uno.

La nueva cuenta publicó varios videos de rivales de Trump en las primarias republicanas, como el gobernador de Florida, Ron DeSantis, o la exembajadora en la ONU Nikki Halley; que han criticado al expresidente por haber aumentado la deuda del país durante su mandato o por su tibieza ante los ataques de Hamás a Israel.

La campaña de Biden explicó en la red social X que decidieron unirse a la plataforma de Trump porque creyeron que sería “divertido”.

Recordemos que Trump lanzó Truth Social en febrero de 2022 después de haber sido suspendido en Twitter por “incitación a la violencia” derivado del asalto al Capitolio en enero de ese año.

Sin embargo, Elon Musk habilitó el año pasado la cuenta de Trump tras adquirir la red social, aunque el republicano solo la ha utilizado una vez, para publicar en agosto pasado la fotografía policial que le hicieron al ser imputado por presunta interferencia electoral en Georgia.

Trump es el gran favorito en las primarias republicanas de cara a las elecciones de 2024, en las que aspira a volver a competir con Biden, quien buscará su reelección con el Partido Demócrata.

La jueza federal que presidirá el juicio contra Donald Trump por presuntamente conspirar para anular las elecciones de 2020 en Estados Unidos, impuso este lunes una orden de silencio parcial contra el expresidente.

La jueza de distrito Tanya Chutkan ordenó a Trump no atacar con sus comentarios a fiscales, personal del tribunal ni posibles testigos en el juicio previsto para comenzar en marzo de 2024 en Washington.

El fallo de Chutkan se produce después de que el fiscal especial Jack Smith presentara una moción argumentando que la retórica incendiaria de Trump amenazaba con socavar su juicio.

Y es que Trump ha descrito a Chutkan en comentarios públicos y mensajes en redes sociales como un “fraude” y una “jueza que odia a Trump”, a la oficina de Smith como un “equipo de matones” y a Washington como una ciudad “sucia y plagada de crimen” con una población “más del 95% anti-Trump”.

John Lauro, uno de los abogados de Trump, argumentó en contra de la emisión de la orden de silencio en la audiencia de dos horas este lunes, alegando que infringiría los derechos de libertad de expresión de la Primera Enmienda del expresidente.

“El Gobierno del demócrata Joe Biden está tratando de censurar a un candidato político en plena campaña”, dijo Lauro, en referencia a la candidatura de Trump para volver a la Casa Blanca en las elecciones de 2024.

Chutkan contraatacó, diciendo que la aspiración de Trump no le da “carta blanca para denigrar a los funcionarios públicos que simplemente están haciendo su trabajo”. “¿En qué mundo es permisible que un acusado ataque a la familia de un fiscal?”, preguntó.

Poco antes de que comenzara la comparecencia, Trump publicó en su plataforma Truth Social que la “¡ORDEN DE SILENCIO A TRUMP que la Administración CORRUPTA de Biden está tratando de obtener es totalmente inconstitucional!”

Trump dijo que una medida de mordaza le haría “imposible” criticar a “los que están haciendo el silenciamiento, es decir, al corrupto Joe Biden”.

Chutkan también rechazó este lunes un nuevo intento de la defensa de Trump para que el juicio se retrase hasta después de los comicios de noviembre de 2024, en los que probablemente se produzca la revancha entre Trump y Biden.  “Este juicio no va a ceder al ciclo electoral”, dijo Chutkan.

Recordemos que Trump fue acusado de intentar alterar los resultados de las elecciones estadounidenses de 2020, que ganó Biden, en un plan concertado que condujo al violento ataque de sus partidarios contra el Capitolio el 6 de enero de 2021.

También se le señala de tratar de privar de derechos a los votantes estadounidenses con sus falsas afirmaciones de que ganó esos comicios presidenciales en noviembre de 2020.

Chutkan ha fijado el 4 de marzo de 2024 como fecha de inicio del juicio, que podría interferir en la campaña de Trump para ganar la nominación republicana rumbo a las elecciones presidenciales de ese año.

El expresidente Donald Trump reiteró este lunes en sus propias palabras, y a través de sus abogados, que está siendo víctima de una persecución política, esto durante el primer día del juicio civil en su contra por fraude en la Organización Trump.

Trump acudió voluntariamente a la Corte de Nueva York y, si bien mantuvo una actitud estoica en la sala, aprovechó la presencia de periodistas en sus entradas y salidas para calificar el proceso de “cacería de brujas” y arremeter contra la fiscal, Letitia James, y el juez, Arthur Engoron.

El favorito republicano rumbo al 2024, cuyo camino electoral puede complicarse por las causas judiciales que afronta en los próximos meses, estuvo acompañado en el banquillo por su hijo Eric y un equipo de abogados a los que escuchó atentamente en silencio, según medios locales.

El juicio durará casi tres meses, por lo que lo que se dirimirá hasta el 22 de diciembre son seis cargos relacionados con ilegalidades en las prácticas de la empresa: falsedad documental, emisión de datos financieros falsos y fraude de seguros, ya que el cargo principal de fraude ya se resolvió de manera sumaria en contra de los acusados la semana pasada.

Los argumentos de apertura fueron cortos y pusieron de relieve los extremos en que se sitúan ambas partes: la fiscal James declaró que “nadie está por encima de la ley” aunque tenga dinero y poder, mientras que los abogados de Trump pintaron a su cliente como un visionario sin intención defraudadora.

La Fiscalía expuso que Trump, sus dos hijos mayores y dos socios tenían conocimiento o participaban en la práctica de inflar los activos de la Organización Trump en sus declaraciones financieras para obtener ventajas en préstamos bancarios y seguros; un año, la cifra se exageró en 2,200 millones de dólares.

Mucho está en juego para el expresidente, especialmente su fuente de ingresos en Nueva York: el juez ha cancelado sus licencias de operación, los fiscales reclamaron hoy que se le prohíba hacer negocios y está por determinar la compensación por daños, que podría ascender a 250 millones de dólares.

La defensa de Trump, por su parte, se ha centrado en matizar las acusaciones y cuestionar tanto la evaluación de las pruebas, pues asegura que las valoraciones de los activos son subjetivas y así se describían; como el resultado de las transacciones: los bancos recuperaron su dinero prestado y sacaron beneficios.

“El valor es lo que alguien está dispuesto a pagar. Las propiedades de Trump son Mona Lisas. Eso no es fraude, es el negocio inmobiliario”, llegó a decir la abogada Alina Habba sobre, por ejemplo, la mansión de Mar-a-Lago, que el juez estimó en 18 millones y que los Trump sitúan en 1,000 millones.

“Lo que tenemos aquí es un intento de perjudicarme en las elecciones”, dijo a los medios Trump, que describió sus declaraciones financieras como “fenomenales” y aseguró que no hubo “víctimas” de los préstamos a la Organización, ya que “nunca hubo impago” a los bancos.

No está claro si Trump se presentará también mañana en el tribunal, pero figura en las listas de testigos de ambas partes, que suman más de cien personas, buena parte de ellas trabajadores o extrabajadores de la empresa, y que ya han comenzado a sentarse en el banquillo.