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Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y colaborador del gobierno venezolano, denunció este martes que los cuerpos de seguridad frustraron un supuesto complot orquestado por Estados Unidos y Colombia para atentar contra la vida del presidente Nicolás Maduro.

Dicho complot se habría dado durante los festejos del pasado 24 de junio, cuando se conmemoraban los 200 años de la Batalla de Carabobo, así como el 5 de julio, Día de la Independencia.

En rueda de prensa Rodríguez acusó al líder opositor Juan Guaidó y sus aliados de ser parte de una supuesta trama en la que una de las mayores bandas delictivas de Venezuela estaría a cargo de generar violencia para desestabilizar al gobierno y asesinar Maduro.

Miembros de la banda de “El Koki”, desarticulada entre el 7 y 9 de julio tras un sangriento enfrentamiento entre delincuentes y más de 2,400 funcionarios de seguridad desplegados en el oeste de Caracas, supuestamente abrirían fuego contra un desfile militar el 5 de julio desde lo más alto de las barriadas de la avenida conocida como la Cota 905.

“En uno de los teléfonos de los delincuentes encontramos videos con tomas de la tarima del Paseo Monumental Los Próceres para ejecutar su plan magnicida el 5 de julio”, destacó Rodríguez, quien entre otros señaló al exdiputado opositor Freddy Guevara, dirigente del partido de Guaidó, de ser uno de los responsables en el plan y fungir de enlace con los delincuentes.

Las acciones de los cuerpos de seguridad y el anuncio de las recompensas de hasta 500,000 dólares por los líderes de la banda de “El Koki” se produjeron semanas después de que miembros de grupo criminal dispararan ráfagas al aire y contra transeúntes y vehículos, en ocasiones en rechazo a cualquier acción policial contra otras organizaciones criminales y por la presencia de policías en el barrio donde operan.

Recordemos que Guevara fue aprehendido ayer por orden de la Fiscalía General debido a su supuesta “vinculación con grupos extremistas y paramilitares asociados al gobierno colombiano”. La fiscalía indicó que a Guevara se le imputará los presuntos “delitos de terrorismo atentado contra el orden constitucional, concierto para delinquir y traición a la patria”.

Rodríguez además señaló que cuatro drones fueron desactivados por los servicios de inteligencia el 22 de junio en momentos que Maduro se encontraba en la inauguración de un nuevo monumento en el campo de Carabobo, dos días antes de los actos conmemorativos del segundo centenario de la batalla, que selló la independencia de Venezuela.

“Tenían un plan para asesinar al presidente de la república con drones”, destacó el también exministro de Comunicación de Maduro.

Diosdado Cabello, vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela y considerado el segundo hombre más poderoso del oficialismo luego de Maduro, declaró en paralelo al respecto, que los cuerpos de inteligencia venezolanos manejaban información sobre un posible atentado que llevo “al presidente de la república (a) no estar presente en los actos” del 24 junio y 5 de julio.

La oposición ha rechazado las acusaciones y sostienen que las bandas criminales en Venezuela se han fortalecido por el fracaso de políticas de seguridad pública del gobierno, entre las que se incluyó el retiro de las fuerzas policiales en sectores peligrosos para promover el desarme voluntario de los delincuentes.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo su país podría proponer el suministro de gas natural a México, esto luego de las afectaciones e interrupciones que se vivieran a inicios de semana de gas natural proveniente de Texas, debido a las heladas que azotan al Estados Unidos.

“Hay que hablar con nuestros hermanos en México, hay que hablar con el gobierno mexicano porque he visto todo el tema del suministro de gas y el esfuerzo que esta haciendo el presidente (Andrés Manuel) López Obrador para resolverlo,” dijo Maduro en un acto en la sede en Caracas de la estatal Petróleos de Venezuela.

“Es una de las metas nuevas que propongo (…) suministrar el gas venezolano a México”, agregó el mandatario en el acto transmitido por la televisión estatal, sin embargo, rápidamente diversos expertos consideraron que dicho plan sería ‘poco realista’

Maduro no brindó mayores detalles de su propuesta, pero llama la atención que Venezuela no cuenta con una planta de licuefacción para convertir el gas natural en gas natural licuado, lo que sería necesario para enviar el gas por mar.

“No hay terminal de licuefacción en Venezuela, ni la habrá en el mediano plazo”, dijo Antero Alvarado, socio gerente de la consultora Gas Energy Latin America, en Venezuela a la agencia Reuters.

Además, recordemos que Venezuela enfrenta serios problemas de liquidez y se encuentra bajo fuertes sanciones estadounidenses, lo que dificultaría que el gobierno de Maduro pudiera financiar un proyecto de este tipo.

“Nosotros deberíamos proponernos ser seguros suministradores de gas a México para su eficiencia energética. Es una de las metas nuevas que propongo a la Comisión Presidencial: ¡Suministrar el gas venezolano a México!”, dijo entre aplausos Maduro.

Indicó que se podría hacer una alianza estratégica, que permita cumplir con el requerimiento de gas a la industria nacional, y a su vez avanzar con los proyectos con los socios internacionales y poner a México como prioridad. “Creo que lo merece nuestro hermano y noble pueblo de México”.

Durante el discurso, Maduro dijo que había firmado un decreto que extiende una declaración de “emergencia energética” en la industria petrolera del país por un año más, alegando las sanciones de Estados Unidos a Petróleos de Venezuela.

El ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, aprovechó para indicar que la producción de crudo de PDVSA alcanzaría 1.5 millones de barriles por día (bpd) este año.

Nicolás Maduro aseguró este martes que si la oposición gana las elecciones legislativas que se realizarán este domingo, él dejará la Presidencia.

El mensaje del mandatario venezolano se da pese a que la mayoría política liderada por Juan Guaidó no participará en la contienda por considerarla fraudulenta.

“Al pueblo se lo digo, dejo mi destino en sus manos, si vuelve a ganar la oposición, yo me voy de la Presidencia; si la oposición gana las elecciones, yo no me quedaré más aquí, dejo mi destino en manos del pueblo de Venezuela”, dijo el mandatario en un acto de campaña, en Caracas.

El planteamiento, explicó, se trata de un “reto” propuesto por algunos de los dirigentes opositores que participarán en la contienda, como el excandidato presidencial Javier Bertucci y el secretario de Acción Democrática (AD), Bernabé Gutiérrez, quien se quedó a cargo de ese partido por decisión judicial.

“Ellos están diciendo que el próximo domingo es un plebiscito (…) a toda la oposición le digo (que) acepto el reto, el domingo que viene, acepto el reto, vamos a ver quién gana. Si ganamos nosotros, vamos para adelante”, expresó.

Aunque los líderes tradicionales del antichavismo no se presentarán en estos comicios, algunas de las formaciones opositoras más grandes sí participarán ya que las directivas de esos partidos fueron intervenidas y sustituidas por militantes que habían sido expulsados por, supuestamente, mantener acuerdos en secreto con el Gobierno.

Maduro no hizo mención a este aspecto, una de las razones por las que el proceso no es visto como democrático por la Unión Europea ni por la Organización de Estados Americanos (OEA), y en cambio se dijo confiado en obtener “un gran triunfo” este domingo.

“Me perdonan lo crudo que soy, pero ya basta, cinco años más con la oposición dirigiendo la Asamblea no, así no (…) si la oposición saca más votos que nosotros y nos gana las elecciones el domingo, ya, tomaremos otro camino, asumo el reto, lo asumo con valentía”, reiteró.

La oposición venezolana que controla el Parlamento y que se mantiene reunida en torno a Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por unos 50 países, no postuló aspirantes a estas elecciones al considerar que el proceso es una farsa que busca legitimar al Ejecutivo de Maduro, al que tachan de dictadura.

El presidente Donald Trump aseguró que Estados Unidos se puede convertir pronto en una Venezuela, si es que Joe Biden llegara a ganar las elecciones presidenciales de noviembre próximo.

“Podemos ser una Venezuela también”, subrayó el republicano en el evento de “Latinos por Trump”.

“Lo empecé a decir hace dos años, esto realmente puede suceder”, agregó Trump durante la mesa redonda que acogió a puertorriqueños, colombianos, centroamericanos y cubanos y en la que dijo que Biden se había reunido con el presidente venezolano, Nicolás Maduro, sin aclarar si fue algo reciente o, como sucedió realmente en 2015, durante su vicepresidencia.

Recordemos que el encuentro Biden-Maduro tuvo lugar en Brasilia durante la toma de posesión de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil.

La nicaragüense Carla Salvatierra le dijo a Trump que ella sabía de primera mano qué es “escapar del comunismo”. “Sucede rápido”, le aseguró, a lo que Trump contestó que “sí”.

Relatos como el de la centroamericana dominaron la jornada en la ciudad de Doral, la que el presidente llamó la “Pequeña Venezuela” por su gran población venezolana y donde tiene su club Trump National Doral, donde se celebró el evento.

Más que preguntas, Trump recibió constantes elogios de los latinoamericanos, incluso el salón se inundó de aplausos cuando Salvatierra dijo que nadie más que él se merecía el Premio Nobel de la Paz.

“Gracias por todo lo que ha hecho por Israel”, manifestó la inmigrante.

Los participantes en el foro resaltaron la ayuda oficial a los pequeños negocios durante la pandemia de la COVID-19, las sanciones a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua y los “millones” para la reconstrucción de Puerto Rico tras el huracán María en 2017.

Del tema de Cuba y Venezuela no enfatizaron mucho los congregados y prevalecieron los relatos de boricuas, que en Florida ya alcanzaron una población de más de 1.3 millones y se inclinan más por los demócratas.

Activistas colombiados dijeron a Trump que necesitan “cuatro años más” de su gobierno, no solo por Estados Unidos, sino por América Latina, “porque usted está contra el comunismo”.

Durante el discurso previo a la mesa redonda, Trump criticó en varias ocasiones el respaldo del gobierno del presidente Barack Obama y su vicepresidente Biden al proceso de paz en Colombia impulsado por el expresidente Santos.

Trump por otro lado se mostró muy confiado del apoyo del voto cubano en Florida, un estado que según los demócratas tiene que ganar si no quiere perder un segundo mandato.

El presidente Donald Trump se dijo dispuesto a reunirse con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, además de que externó que no confía plenamente en el líder parlamentario Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por un grupo de más de medio centenar de países liderados por Washington.

Las declaraciones del mandatario publicadas por el portal digital Axios, contrastan con la política de “máxima presión” hacia Venezuela que había adoptado el republicano.

“Podría pensarlo (…) A Maduro le gustaría reunirse. Y nunca me opongo a las reuniones”, dijo Trump. “Siempre digo que se pierde muy poco con las reuniones. Pero hasta ahora, las he rechazado”, agregó, refiriéndose a un encuentro con Maduro.

Pese al apoyo firme que el gobierno de Trump ha dado a Guaidó, Axios explicó que durante la entrevista (de la que el portal difundió unos extractos), Trump mostró sus reservas hacia Guaidó y su desempeño e “indicó que no tiene mucha confianza” en él.

Guaidó, presidente del Parlamento venezolano, se autoproclamó presidente interino de Venezuela en enero de 2019 y ha sido reconocido como tal por cerca de 60 países, que consideran ilegítimo el segundo gobierno de Nicolás Maduro por las irregularidades en las elecciones de 2018.

Guaidó “fue elegido. Yo creo que estaba necesariamente a favor, pero a alguna gente le gustaba, a otra no. A mí me parecía bien. No creo que fuera muy significativo de una u otra manera”, dijo Trump.

Las declaraciones de Trump coinciden con la publicación esta semana de un libro de memorias del exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, que ha causado un gran revuelo en Estados Unidos. En él, Bolton menciona a Venezuela y a Guaidó.

Según extractos del libro publicados por Axios y otros medios estadounidenses, Bolton escribió que Trump tuvo sus dudas sobre Guaidó desde el principio ya que lo consideraba “un niño” frente a Maduro, cuya imagen era “fuerte”.

Respondiendo a una pregunta sobre si lamentaba su decisión de haber apoyado a Guaidó, como sugiere Bolton, Trump dijo: “Podría haber vivido con Guaidó y sin él, pero yo estaba muy en contra de lo que pasaba en Venezuela”.

En febrero, Trump recibió con honores en La Casa Blanca a Guaidó, que dos días antes había acudido como invitado al discurso anual del mandatario sobre el estado de la Unión en el Capitolio, durante el cual recibió una ovación de pie tanto de los republicanos como de los demócratas. En ese momento, Trump prometió “aplastar” la “tiranía” de Maduro.

Sin embargo, esta mañana matizó sus declaraciones, y utilizó sus redes sociales para asegurar que solo se reuniría con Maduro para discutir su salida del poder.

El jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto, dijo este viernes que fueron congeladas las cuentas de las personas y empresas mexicanas sancionadas por Estados Unidos, tras ser acusadas de ayudar a Caracas a evadir sanciones mediante el comercio de petróleo venezolano.

Nieto Castillo no dio detalles del número de cuentas bancarias ni montos, pero afirmó que están congeladas las de “todos los listados por OFAC (Oficina de Control de Bienes Extranjeros)”.

En su primera medida contra entidades mexicanas ligadas al comercio de crudo venezolano, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó ayer que impuso sanciones a tres individuos, ocho firmas extranjeras y dos embarcaciones por actividades relacionadas con una red que intentaba eludir las sanciones, con las que Washington busca presionar al presidente Nicolás Maduro.

En la lista negra figuran la empresa mexicana Libre Abordo y su relacionada Schlager Business Group, así como sus copropietarios, la mexicana Olga María Zepeda Esparza y su madre, Verónica Esparza García.

También incluyó la Tesorería a Joaquín Leal Jiménez, a quien Estados Unidos acusó de haber trabajado con el empresario Alex Saab, Libre Abordo y Schlager Business Group para negociar la reventa de millones de barriles de crudo venezolano.

Libre Abordo y Schlager comenzaron a recibir crudo venezolano para su reventa en los mercados asiáticos a finales del año pasado tras firmar dos acuerdos de “petróleo por alimentos” con el gobierno de Maduro que aseguran están exento de las sanciones de Estados Unidos.

Las empresas mexicanas acordaron suministrar a Venezuela 210,000 toneladas de maíz blanco y 1,000 camiones cisterna para agua, de las cuales han llegado a Caracas alrededor de la mitad. El maíz no fue provisto debido a cambios en el cronograma de entregas, según Libre Abordo.

Hasta finales de mayo, Libre Abordo y Schlager recibieron unos 30 millones de barriles de petróleo venezolano, según documentos de exportación de PDVSA.

Desde que los millonarios venezolanos comenzaron a abandonar su país ante el desastre del régimen de Hugo Chávez, se ha dicho en tono de broma que los alcaldes de Miami deberían poner una estatua del líder bolivariano en Ocean Drive o en Key Biscayne para agradecerle la cantidad de dinero que ha llegado a esa ciudad de Florida de venezolanos. Unos huyendo del autócrata; otros producto de la corrupción y saqueo al Estado.

Ahora, con la noticia que ha dado a conocer el investigador del Diálogo Internacional, Michael Camilleri, y el periodista de Univisión, David C Adams, podríamos pensar que las sumas de dinero venezolano en Estados Unidos dan para mucho más que para una estatua de Hugo Chávez.

Y es que en esta investigación se muestra que el dinero de la corrupción en Venezuela que ha terminado en Estados Unidos ha servido hasta para pagar parte del muro de Trump en la frontera con México. Seiscientos millones de dólares del Fondo de Confiscación del Departamento del Tesoro han sido canalizados para este fin.

Ya sabemos que Donald Trump prometió a sus bases electorales que acabaría con la migración indocumentada a su país mediante la construcción del muro fronterizo, y que México pagaría por éste. Pero pues México no ha pagado directamente nada. Aunque el envío de la Guardia Nacional a la frontera sur podría ser considerado un muro humano pagado por México.

Y desde que Trump asumió el poder en 2017 el Congreso le ha negado los fondos requeridos para el muro. Por ello, en febrero del 2019 La Casa Blanca declaró que en su frontera sur existía una emergencia nacional, lo que le permitió al ejecutivo tener acceso a un esquema para darle la vuelta a la falta de fondos que eran bloqueados por el Congreso.

El plan de La Casa Blanca le abrió la puerta a Trump para acceder a estos $601 millones de dólares confiscados a funcionarios venezolanos corruptos. Esto ocurre mientras Juan Guaidó, a quien Estados Unidos reconoce como el presidente interino de Venezuela, pide al gobierno de Trump que le regrese los más de mil millones de dólares que han robado venezolanos y han sacado para depositar en cuentas; yates; casas de lujo; autos; joyas y otros bienes en Miami, principalmente. Guaidó argumenta, con razón, que el pueblo venezolano está enfrentando enormes carencias que se han vuelto mucho peores a partir de la pandemia del COVID19.

El tema es que, mientras la situación en Venezuela entre Maduro y Guaidó no se resuelva, Guaidó no tiene forma legal de presionar a EUA de que le devuelva estos fondos y el gobierno de Trump argumenta que están siendo utilizados correctamente ya que su gasto tiene que estar relacionado con la aplicación de la ley. La construcción del muro en la frontera con México encaja con esta descripción porque su propósito es evitar el paso de drogas y delincuentes.

Así que la promesa de Trump de que México pagaría por el muro en la frontera se ha convertido en que sea Venezuela quien pague parte de este muro. Venezuela, con todo y las carencias de gran parte de su población; con todo y la cercanía entre varios integrantes de Morena que no paran de elogiar a Chávez y a su sucesor, Nicolás Maduro, está financiando ese muro que simboliza todo lo que está mal en la relación México y Estados Unidos.

Columna completa en El Universal

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró este lunes que estaría dispuesto a vender a Venezuela gasolina y otros combustibles por razones humanitarias pese a las sanciones impuestas por Estados Unidos a varios funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, así como a la petrolera estatal.

Sin embargo, López Obrador aclaró que no ha recibido ninguna solicitud en ese sentido por parte del gobierno venezolano.

“No nos ha hecho ninguna solicitud. En el caso que nos hiciera la solicitud y fuese una necesidad humanitaria, lo haríamos”, dijo desde Xalapa, donde hoy realizó su conferencia matutina.

Al ser cuestionado sobre las medidas que Washington tiene sobre Venezuela y algunos de sus funcionarios, el mandatario sostuvo que México es un país independiente y soberano, por lo que toma sus propias decisiones; indicó que México no se mete con las políticas de otros países.

“Nadie tiene derecho a oprimir a otros, ninguna hegemonía puede aplastar a ningún país”, añadió.

Venezuela, en medio una severa crisis económica e hiperinflación, enfrenta además una grave escasez de gasolina debido a la casi total parálisis de su red de refinerías.

Irán envió una flotilla de cinco tanqueros con combustible a su aliado entre mayo y junio. Teherán dijo que continuará con los cargamentos si Caracas pide más, pese a las críticas de Estados Unidos al comercio entre las naciones, ambas bajo el régimen de sanciones de Washington.

El gobierno del presidente Donald Trump está evaluando la imposición de castigos a decenas de petroleros extranjeros por hacer negocios con Venezuela, dijo un funcionario estadounidense.

Leopoldo Martínez, un excongresista venezolano que forma parte del Comité Nacional Demócrata, afirmó este viernes en un acto de campaña del virtual candidato a La Casa Blanca, Joe Biden que las similitudes entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el chavismo son “impresionantes” y “dolorosas”.

En un momento en que la muerte de George Floyd desató las protestas más importantes en Estados Unidos desde la muerte de Martin Luther King Jr. en 1968 y el rol del presidente fue criticado por reprimir las protestas, Martínez afirmó que Trump supone una “amenaza similar” a la que sufrió Venezuela.

“Tratar de representar a los manifestantes como terroristas o como personas que están tratando de desestabilizar el país en lugar de escuchar sus reivindicaciones es muy similar a lo que (Hugo) Chávez o (Nicolás) Maduro hicieron”, dijo el asesor en una llamada con periodistas.

“Para mí el paralelismo y las similitudes entre el ‘trumpismo’ y el chavismo son impresionantes y dolorosas”, agregó Martínez.

Biden está a un paso de ser el candidato oficial de los demócratas para enfrentarse a Trump en las elecciones de noviembre próximo.

Sin ningún contendiente en el camino, sólo le queda ser nominado oficialmente por el partido en la Convención que se celebrará en agosto.

Martínez agregó que el neoautoritarismo populista que lastra la democracia “no sólo viene de la extrema izquierda, también viene de la extrema derecha”.

La congresista demócrata por Florida Debbie Mucarsel-Powell, nacida en Ecuador, también participó en la conferencia y dijo que las políticas de Trump ante la crisis se han remitido en “recurrir a un manual de caudillo” y atacar a los medios.

Con respecto a Venezuela, la legisladora afirmó las políticas de Trump fracasaron y además han “envalentonado” a Maduro.

Según Martínez las acciones de Trump han debilitado la coalición internacional que el líder del Parlamento, Juan Guaidó, formó para respaldar su proclamación como presidente interino en 2019.

Además, el excongresista venezolano consideró que en un gobierno de Biden se avanzaría en dar protección migratoria a los venezolanos en Estados Unidos y en impulsar elecciones “libres y justas” en el país.

El gobierno de Estados Unidos pidió este martes un gobierno de transición para compartir el poder en Venezuela compuesto por la oposición y algunos miembros del Partido Socialista del presidente Nicolás Maduro, y expuso por primera vez cómo se podrían levantar las sanciones de Estados Unidos.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, anunció formalmente el “Marco de transición democrática” del gobierno de Trump para Venezuela, que ofrece una “ruta de salida” de las duras sanciones si Maduro y sus aliados cooperan.

La iniciativa llega después de que el gobierno de Estados Unidos acusara a Maduro y a más de una docena de otros altos funcionarios y exfuncionarios por cargos de “narcoterrorismo”, acusaciones que Maduro, quien cuenta con el respaldo de China, Rusia y Cuba, calificó de falsas y racistas.

“El régimen está ahora bajo una presión más fuerte que nunca”, dijo el representante Especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams. “Quizás esta presión conduzca a una discusión seria dentro del régimen”.

La propuesta de Estados Unidos, que Abrams dijo que fue aprobada por Trump, pide que Maduro “se haga a un lado” y que la Asamblea Nacional controlada por la oposición “elija un gobierno de transición inclusivo aceptable para las principales facciones” y luego supervise las elecciones a fines de 2020.

La jornada electoral se podría llevar a cabo en un periodo de seis a doce meses, y se aclaró que el presidente del gobierno de transición no podría postularse en dichas elecciones.

Al describir la propuesta, Pompeo también instó al líder opositor Juan Guaidó, reconocido por Washington como mandatario interino, a hacerse a un lado para celebrar las nuevas elecciones, sin embargo, sl ser consultado sobre si Guaidó podría ser candidato en los nuevos comicios, Pompeo contestó que sí.

“Es el político más popular en Venezuela, creo que si se celebraran elecciones hoy, le podría ir increíblemente bien”, apuntó, destacando que Estados Unidos sigue “apoyándolo”. “Nicolás Maduro se debe ir”, enfatizó.

Lo mismo podría aplicar a Maduro, pues en la propuesta no aparece alguna restricción para que se presente como candidato. “Cualquier ciudadano venezolano elegible de conformidad con la Constitución de 1999 puede competir en las elecciones”.

Guaidó agradeció al gobierno de Donald Trump su respaldo para conformar un Gobierno de emergencia que debe incluir, según la propuesta estadounidense, representantes del presidente Nicolás Maduro y ser un paso previo a la celebración de “elecciones libres y justas”.

“Me comuniqué con el secretario de Estado, Mike Pompeo, para agradecer el respaldo de EE.UU. a la conformación de un Gobierno de Emergencia y Consejo de Estado para resolver la crisis”, escribió Guaidó en su cuenta de Twitter acerca de la propuesta que supondría el fin de las sanciones estadounidenses a Venezuela.

Consideró que es el momento de que Maduro, “el usurpador”, como lo denomina, “asuma su responsabilidad y acepte la oferta que le ha hecho la comunidad internacional”.

Por su parte el Gobierno de Venezuela rechazó la propuesta de Estados Unidos de formar un gobierno de transición
que esté integrado por oficialistas y opositores.

“El Gobierno Bolivariano reitera que Venezuela es un país libre, soberano, independiente y democrático, que no acepta, ni aceptará jamás tutelaje alguno, de ningún Gobierno extranjero”, señaló un comunicado de la Cancillería, que califica la propuesta como un “adefesio”.

El Fiscal General de los Estados Unidos William Barr junto a otros fiscales federales acusaron formalmente este jueves al presidente Nicolás Maduro y a otros 14 funcionarios venezolanos ​​de narcotráfico, corrupción y otros cargos penales.

Se indicó que Maduro y los funcionarios venezolanos de alto rango, tanto actuales como anteriores, se asociaron con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para “inundar” a los Estados Unidos de droga.

“El régimen venezolano, una vez dirigido por Nicolás Maduro Moros, sigue plagado de criminalidad y corrupción”, dijo el Fiscal General Barr. “Durante más de 20 años, Maduro y varios colegas de alto rango supuestamente conspiraron con las FARC, causando que toneladas de cocaína ingresaran y devastaran las comunidades estadounidenses”, añadió.

Se precisó que el anuncio de hoy busca erradicar la extensa corrupción dentro del gobierno venezolano, un sistema construido y controlado para enriquecer a aquellos en los niveles más altos del gobierno.

“Estados Unidos no permitirá que estos funcionarios venezolanos corruptos utilicen el sistema bancario estadounidense para trasladar sus ganancias ilícitas desde Sudamérica ni promover sus esquemas criminales”, añadieron.

Además de Maduro, entre los acusados figuran Diosdado Cabello; Hugo Armando Carvajal Barrios; Clíver Antonio Alcalá Cordones; Luciano Marín Arango; Seuxis Paucis Hernández Solarte; Vladimir Padrino López; Maikel José Moreno Pérez;  Tareck Zaidan El Aissami Maddah, entre otros.

Según lo anunciado, Maduro y los otros acusados ​​tenían la intención expresa de “inundar” los Estados Unidos con cocaína para socavar la salud y el bienestar del país. Describieron que Maduro desplegó deliberadamente cocaína como arma.

Acusaron que durante la última década, funcionarios del gobierno venezolano han saqueado sistemáticamente a Venezuela con miles de millones de dólares. “Con demasiada frecuencia, estos funcionarios corruptos y sus co-conspiradores han usado bancos e inmuebles del sur de la Florida para ocultar y perpetuar su actividad ilegal”, dijo la fiscal federal Ariana Fajardo Orshan.

Los fiscales indicaron que las acusaciones presentadas hoy envían un mensaje claro a los funcionarios corruptos en todas partes del mundo de que nadie está por encima de la ley o más allá del alcance de la  justicia estadounidense. Precisaron que el Departamento de Justicia y la Administración de Control de Drogas continuarán protegiendo al pueblo estadounidense de los traficantes de drogas, sin importar quiénes sean o dónde vivan.

Derivado de las denuncias, el Departamento de Estado de EUA a través de su programa de recompensas de narcóticos, ofrece hasta 15 millones de dólares por información que conduzca al arresto y/o condena de Maduro, y hasta 10 millones  y 5 millones respectivamente por información que conduzca al arresto y/o condena del resto de los funcionarios acusados.

En las denuncias se añade que en su papel de líder del Cártel de Los Soles, Maduro negoció envíos de toneladas de cocaína producida por las FARC; ordenó que el Cártel de Los Soles proporcionara armas de grado militar a las FARC; coordinó asuntos exteriores con Honduras y otros países para facilitar el tráfico de drogas a gran escala; y solicitó asistencia de los líderes de las FARC para capacitar a un grupo de milicianos no autorizados que funcionaba, en esencia, como una unidad de las fuerzas armadas para el Cártel de Los Soles.

 

El Fondo Monetario Internacional (FMI) desestimó un pedido de ayuda de Venezuela de 5,000 millones de dólares para enfrentar el brote de coronavirus en el país, que atraviesa una aguda crisis económica en medio de cuestionamientos a la legitimidad del gobierno.

La institución multilateral con sede en Washington rechazó el pedido de financiamiento del presidente venezolano, Nicolás Maduro, dado a conocer la mañana de ayer, argumentando la controversia sobre la autoridad del mandatario.

“Desafortunadamente, el Fondo no está en condiciones de considerar esta solicitud”, dijo un vocero del organismo. “El compromiso del FMI con los países miembros se basa en el reconocimiento oficial del gobierno por parte de la comunidad internacional, como se refleja en la membresía del FMI. No hay claridad sobre el reconocimiento en este momento”, agregó.

La legitimidad del Ejecutivo venezolano está en cuestión desde el 23 de enero de 2019, cuando el líder opositor, Juan Guaidó, se declaró presidente interino al considerar fraudulenta la reelección de Maduro en 2018.

Maduro, quien asumió un segundo mandato hasta 2025, sigue en el poder con apoyo interno de los militares y externo, en particular, de Rusia y China. Pero Guaidó ha sido reconocido por más de 50 países, incluido Estados Unidos, principal socio del FMI.

Por ahora, los 189 miembros del FMI no han adoptado una posición común sobre qué gobierno reconocen en Caracas.

Venezuela vive un colapso económico agudizado desde la llegada al poder de Maduro en 2013, que provocó la huida del país de casi cinco millones de personas, según la ONU.

El FMI ha dicho que está listo para ayudar al país tan pronto exista un gobierno reconocido y las autoridades legítimas hagan la solicitud.

La última ayuda financiera del Fondo a Venezuela se remonta a 2001. Y la última visita técnica, a 2004. En 2018 y 2019, el organismo hizo críticas a la opacidad de las cifras proporcionadas por el gobierno venezolano.

Maduro pidió ayuda al FMI en una carta dirigida a la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, divulgada este martes por el canciller Jorge Arreaza, en la que requiere “una facilidad de financiamiento por 5,000 millones de dólares del fondo de emergencia del Instrumento de Financiamiento Rápido”.

Este mecanismo permite a todos los países miembros del FMI obtener asistencia financiera sin necesidad de tener un programa económico acordado con el organismo.

Esos fondos, escribió Maduro, “contribuirán significativamente para robustecer” los “sistemas de detección y respuesta” ante la pandemia del nuevo coronavirus, que deja casi 8,000 fallecidos en todo el mundo desde su surgimiento en China en diciembre.

Venezuela reportó hasta ahora 36 enfermos y ningún fallecido, pero la crítica situación económica del país y las carencias de su sistema de salud hacen temer un desastre sanitario.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó hoy su intención de crear un movimiento social, diplomático, político y mundial para defender a su país, e invitó a los gobiernos de México, Argentina y Rusia a participar en el diálogo venezolano.

“Es público y notorio que nosotros le hemos propuesto al Gobierno argentino oficialmente que participe de un conjunto de gestiones y acciones para ayudar al diálogo nacional de Venezuela”, dijo Maduro. “Se lo hemos hecho también del conocimiento de otros gobierno del mundo, del Gobierno de España, de México, de Panamá, para que se pueda conformar un grupo de países amigos de Venezuela para ayudar, apoyar, favorecer un diálogo inclusivo y soberano (…) para fortalecer la democracia”.

Por otra parte, Maduro denunció que desde Brasil hay grupos que pretenden atacar y ejecutar incursiones militares contra su país, aunque su gobierno está dispuesto a mantener buenas relaciones con los empresarios brasileños.

Acusó que el gobierno de Jair Bolsonaro es un gobierno fascista, que albergó a un grupo de terroristas que están convictos y confesos de haber participado en un ataque militar terrorista contra un cuartel militar, en el estado de Bolívar cercano a la frontera de Brasil.

Sobre su relación con Colombia, enfatizó que la senadora Aída Merlano se encuentra en Venezuela en calidad de procesada judicial, y continuará así a espera que los tribunales colombianos y la Fiscalía se acerquen a Venezuela para directamente atender este proceso.

Al referirse al presidente colombiano, Iván Duque, afirmó que “no es un presidente que se pone a la altura y ha roto todas las reglas básicas de la política internacional. Cree que puede conquistar el poder político en Venezuela. ¿Qué creía que podía poner unos camiones e ingresar a territorio venezolano?, lo pusimos en su lugar”, agregó.

Destacó que la participación de “países amigos” es importante antes de las elecciones parlamentarias en el país suramericano, donde se buscará lograr un Consejo Nacional Electoral (CNE) de consenso.

Sin embargo, aclaró que el día que los tribunales de la República Venezolana emitan una orden para detener al autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, “por todos los delitos que ha cometido, lo haremos. Ese día no ha llegado, pero llegará”, precisó Maduro.