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La Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó esta miércoles una resolución que condena “enérgicamente” la incursión de la Policía ecuatoriana en la embajada de México en Ecuador.

La resolución, presentada ante el Consejo Permanente de la OEA por la delegación de Colombia, fue aprobada con el voto favorable de la gran mayoría de países; el único voto en contra de Ecuador.

La delegación de México no se presentó a la sesión, mientras que El Salvador se abstuvo en la votación.

La resolución resuelve “condenar enérgicamente la intrusión en las instalaciones de la Embajada de México en el Ecuador y los actos de violencia ejercidos en contra de la integridad y la dignidad del personal diplomático de la misión”.

El documento reafirma “la obligación de todos los Estados de velar por el respeto de los privilegios e inmunidades de las misiones diplomáticas” y hace un llamado a respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, que establece que las embajadas son inviolables.

Las imágenes de las cámaras de seguridad que reveló el Gobierno federal la mañana de ayer en la conferencia matutina del presidente López Obrador, fueron proyectadas en la sesión de la OEA; muestran cómo los policías apuntaron con armas y sometieron en el suelo a Roberto Canseco, encargado de la misión diplomática, mientras se llevaban al exvicepresidente ecuatoriano, Jorge Glas.

La resolución aprobada en la OEA reafirma también “la obligación” que tienen los Estados de “respetar en su integridad” las disposiciones de la Convención de Asilo Diplomático de 1954 y recuerda que los diplomáticos están obligados “a no inmiscuirse en los asuntos internos” del Estado receptor.

Asimismo, el documento exhorta a Ecuador y México a que “inicien un diálogo y tomen acciones inmediatas para resolver este grave asunto de manera constructiva”.

La sesión de este miércoles, convocada a petición de Colombia y Bolivia, dos gobiernos aliados de México, es la segunda de esta semana tras la de ayer, que fue convocada por Ecuador para justificar sus acciones.

El dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, dio a conocer que durante una reunión con las dirigencias y consejos estatales del partido se acordó trabajar en unidad y dar inicio con la organización partidista para lograr en la próxima elección presidencial un 10% más de los votos que se obtuvieron en 2018.

Delgado Carrillo adelantó que el partido no se esperará a que concluya el actual proceso interno con las corcholatas para comenzar con los trabajos de organización que le corresponden al partido y sus dirigentes.

“Independientemente de quién resulte ganador o ganadora de la encuesta vamos a empezar a prepararnos para que encuentre un partido organizado, unido, fortalecido, que vaya en la ruta del triunfo hacia el 2024″, sostuvo.

El morenista dijo que se debe refrendar el triunfo de Morena en los estados que actualmente gobierna el partido y ganar las entidades que encabeza la oposición para que se incorporen al proyecto de la Cuarta Transformación.

Explicó que la meta de Morena para el 2024 será ganar la presidencia de la República con más de 33 millones de votos para el 2024; es decir, con un 10% más de la votación que obtuvo el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el 2018.

Esta proyección dijo, “es una meta ambiciosa”, y explicó que dicho número de votos se desprende luego de que el padrón de la lista nominal creció en 5% en los últimos años,

“Hemos conversado en esta reunión, cómo haciendo las cosas bien, y privilegiando la unidad sobre cualquier interés personal, se tienen buenos resultados, ahí está el Estado de México, que decían que no se podía, que era imposible vencer al Grupo Atlacomulco, y los derrotamos con mucha disciplina, pero sobre todo con mucha unidad. Así que en esos estados que pudieran parecer imposibles para nuestro movimiento, como Yucatán o como Guanajuato, que están dominados por la derecha, claro que podemos triunfar”, agregó.

El líder morenista también informó que el partido le entregó a la y los aspirantes a Coordinador de Defensa de la Transformación “un manual muy específico y claro, de qué se puede hacer y qué no se puede hacer” como complemento a las medidas cautelares que dictó el pasado viernes el Instituto Nacional Electoral (INE), medidas con las que, dijo, Morena coincide plenamente.

Mario Delgado dijo que también se reiteró y acordó actuar de manera respetuosa y no interferir en el proceso interno de selección de la o el coordinador de defensa de la Cuarta Transformación.

Recordó que el acuerdo del Consejo Nacional pide que, tanto el Comité Ejecutivo Nacional como todas las dirigencias estatales tengan un papel institucional y absolutamente neutral. “No podemos participar en favor de nadie, nuestra tarea es fortalecer al partido y a nuestro movimiento; si alguien tiene intereses de apoyar a uno u otro aspirante deberá presentar su renuncia para garantizar la imparcialidad”, remató.

Queda claro que Morena quiere el voto ciudadano, pero es un partido que no le gusta uno de los principales pilares de la democracia, el debate de ideas.

Cuándo se llevó acabo el primer debate entre las candidatas por la gubernatura del Estado de México, al que fui invitada por el Instituto Electoral local con la aprobación de todos los representantes de los partidos a fungir como la moderadora, se hizo todo un escándalo previo y posterior al encuentro entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral.

Antes del debate, porque los coordinadores de la campaña de Delfina dijeron que ella no acudiría en la fecha señalada por problemas de agenda. La lectura que se le dio es que no quería Horacio Duarte ni Mario Delgado que ella arriesgar a su ventaja en las encuestas en un cara cara con Del Moral.

Al final el debate se llevó acabo y en el post debate el mismo coordinador y el presidente de Morena decidieron culparme de haber sido parcial y emitir juicios de valor por haberle preguntado a la candidata sobre un hecho totalmente probado: ¿Por qué debían de creer los mexiquenses en que ella (Delfina Gómez) combatiría la corrupción como gobernadora así como alcaldesa estaba aprobado que se le había descontado parte de su salario a trabajadores de Texcoco al grado de qué el tribunal multó a Morena?

No haber esta no haber hecho esta pregunta, considero, pudo haber sido motivo de que la campaña de Del Moral me acusara, y con razón, de ser efectivamente parcial en favor de Morena y sus aliados.

Al final, el escándalo le sirvió a la campaña de Delfina Gómez para que el segundo debate fuera uno sin confrontación de ideas. El INE llevaba años intentando lograr que los debates en México fueran eso, debates, y no monólogos escrito por los estrategas para que los candidatos llegaran simplemente a leer al encuentro.

La regresión que vimos en el segundo debate fue solamente una probadita de lo adversos que son a la democracia algunas de las figuras más destacadas de Morena y del actual gobierno.

La siguiente probadita acaba de llegar para confirmar que el debate simplemente no les gusta. En el documento del Acuerdo del Consejo Nacional de Morena que define el método de selección de la candidatura presidencial para el 2024 se especifica que los aspirantes evitarán los debates públicos y las polémicas. También evitarán los medios reaccionarios, conservadores, adversos de la Cuarta Transformación y partidarios del viejo régimen.

Ahí está, en blanco y negro y escrito por la dirigencia de Morena con la venia del presidente López Obrador, lo que ya sabíamos: no les gusta el debate ideas. Lo pusieron en papel y lo dieron a los medios para que circulara sin pudor alguno.

Ante esta aversión al debate, la gran pregunta es si con los números que tienen de voto duro les alcanza para no solo ganar la Presidencia si no la mayoría de dos terceras partes en el legislativo para poder modificar la Constitución a su antojo.

Si la estrategia de acudir solamente entrevistas con medios afines, van exacerbar las cámaras de eco. Los que ya están convencidos de que AMLO y Morena representen la mejor opción para México ahí seguirán. Pero ¿cómo van a ganar nuevos simpatizantes y votos si no se atreven a ir ante lo que califican como medios reaccionarios?

¿Ya hicieron las cuentas?

Columna completa en El Universal

La Asamblea Nacional francesa rechazó este lunes las dos mociones de censura presentadas en el marco de la aprobación por decreto de la reforma de las pensiones que impulsa el gobierno del presidente Emmanuel Macron, aunque el resultado augura un debilitamiento de la primera ministra, Élisabeth Borne.

El rechazo de las dos mociones implica la aprobación de la reforma de las pensiones, lo que desde la semana pasada ha llevado a las calles a cientos de miles de franceses.

La primera moción, presentada por grupo LIOT, Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios, fue rechazado por solo nueve votos de diferencia: 287 votos en contra y 278 a favor, mientras que la segunda, la de la formación ultraderechista Unión Nacional que lidera Marine Le Pen, contó sólo con 94 votos a favor.

Sin embargo, en la votación de la primera moción, 19 de los 61 diputados de Los Republicanos han apoyado la salida del gobierno, lo que despierta las dudas sobre el futuro político de Borne.

La dirigencia de Los Republicanos había dado la orden de apoyar al gobierno a pesar de que no forma parte de la coalición que lidera Macron, por lo que estos diputados “rompieron” la disciplina de voto.

Tras la votación, Borne ha destacado en Twitter que “estamos llegando al final del camino democrático de esta reforma esencial para nuestro país”.

Ambas mociones fueron presentadas el viernes, después de que el gobierno de Elisabeth Borne recurriese al artículo 49.3 de la Constitución, que permite aprobar una iniciativa legislativa sin votación en el Parlamento, lo que abrió la puerta a la presentación de dichos instrumentos contra el Ejecutivo.

Para el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, tras el rechazo de estas mociones de censura es necesario una “censura popular” al gobierno en “cualquier lugar y en cualquier circunstancia”.

“El Gobierno ya está muerto. Solo han faltado nueve votos para tumbar al gobierno y su reforma”, ha declarado por su parte la diputada de La Francia Insumisa Mathilde Panot. “La primera ministra (Elisabeth
Borne) obviamente debe dimitir”, añadió.

En tanto, la líder ultraderechista Marine Le Pen ha emplazado a Macron a que “presente otro gobierno a los franceses”. “La crisis no se resolverá si no lo hace”, afirmó en declaraciones a BFMTV.

Durante la votación han continuado las protestas y movilizaciones que desde hace once semanas sacuden a la sociedad francesa con una manifestación en la plaza Vauban del distrito 7 de París, cerca de la Asamblea Nacional.

La manifestación ha sido convocada por la Federación Sur del Ferrocarril. Otra protesta convocada por Los Patriotas está prevista en la plaza del Santo Sulpicio.

Ayer, las autoridades anunciaron nuevas restricciones a las protestas y, al igual que lo sucedido el sábado, está prohibido manifestarse en la plaza de la Concordia y en las inmediaciones de los Campos Elíseos parisinos.

El ex primer ministro israelí Benjamín Netanyahu mantiene una mayoría holgada para formar gobierno con sus socios de ultraderecha y religiosos, tras haberse escrutado el 86% de votos de las elecciones israelíes de ayer 1 de noviembre.

A medida que avanza el recuento, la victoria y el regreso al poder del ex jefe de Gobierno se da por hecho.

El bloque de partidos anti-Netanyahu se mantiene en silencio y su principal referente, el actual primer ministro Yair Lapid, comienza a asumir que tendrá que ceder el poder a su rival, según distintos medios de comunicación.

La ventaja del bloque pro-Netanyahu es muy amplia, y por ahora se sitúa en una mayoría de 65 escaños, por encima de los 61 de mayoría necesaria para crear Ejecutivo en un Parlamento de 120.

Ante ello, se prevé que el partido derechista Likud, ganador con 32 escaños, forme gobierno con sus socios de Sionismo Religioso, tercera fuerza con 14 asientos, y los dos partidos ultraortodoxos, que juntan 19 diputados.

El amplio conjunto de fuerzas de centro, derecha e izquierda del bloque contrario a Netanyahu se queda en solo 50 escaños y no parece tener posibilidades de remontar en lo que falta de escrutinio.

La mayoría de votos regulares ya se escrutaron, y quedan fundamentalmente los llamados sufragios de doble sobre, procedentes de bases militares, hospitales, geriátricos, prisiones o embajadas.

Según el Comité Electoral Central, esos votos se comenzarán a contar este mismo miércoles, y se espera que el resultado final se pueda anunciar mañana jueves por la noche.

Los comicios de ayer fueron los quintos que celebra Israel en menos de cuatro años. Las encuestas previas a las elecciones habían señalado que habría un empate técnico, sin ningún bloque con mayoría suficiente para crear Gobierno, lo que anticipaba otra convocatoria a urnas en 2023.

Arturo Sarukhán

EL UNIVERSAL

 

La elección intermedia de Estados Unidos en menos de dos semanas es la primera que se celebra a la sombra de una intentona de golpe de Estado en ese país. Será la primera que ocurre a partir de una decisión de la Suprema Corte que no solo evisceró un derecho establecido desde hace medio siglo sino que amenaza con rescindir otros. Y a raíz de que uno de los dos partidos políticos del país se ha dedicado a cuestionar el resultado electoral de 2020, a socavar metódicamente las premisas del derecho al sufragio y de quién cuenta los votos y a suprimir el voto de minorías, será la primera en la cual la verdadera naturaleza de la democracia y gobernanza estadounidenses estarán en juego en las boletas. Los votantes estadounidenses no han enfrentado desde 1860 una decisión con consecuencias tan onerosas como ahora.

Una muy alarmante encuesta de la semana pasada del New York Times/Siena Poll lo refleja de manera palmaria. Los votantes creen abrumadoramente que la democracia estadounidense está bajo amenaza, pero parecen notoriamente apáticos ante ese peligro, y pocos lo identifican como el problema más apremiante de la nación. De hecho, más de un tercio de los votantes independientes y un contingente más pequeño pero relevante de votantes que se identifican como Demócratas dijeron que estaban abiertos a apoyar a candidatos que rechazan la legitimidad de las elecciones de 2020, asignando mayor urgencia a sus preocupaciones sobre la economía que a los temores sobre el destino del sistema político del país.

La encuesta además demuestra que las dudas sobre las elecciones que han infectado como un virus a la política estadounidense desde la contienda de 2020 muestran todos los signos de persistir en el futuro: 28 por ciento de todos los votantes registrados, incluido 41 por ciento de los Republicanos, dijeron que tenían poca o ninguna fe en la validez de las elecciones legislativas este noviembre. La llamada “experiencia americana”, con sus mitos fundacionales y nacionales y sentido de “excepcionalismo”, parecen cegar a muchos estadounidenses ante la creencia de que su democracia está en peligro. En pocas palabras, demasiados aún piensan que “eso no puede pasar aquí”, cuando la verdad es que quizá ya empezó a ocurrir. Y con una potencial recesión en puerta en EE.UU, me recuerda mucho a las condiciones políticas, sociales, económicas e ideológicas -y los pactos faustianos que ésas generaron- en la Alemania de la República de Weimar camino a las elecciones de 1932. Pareciera que es así como muere una democracia: encogiéndose de hombros.

Pero así como lo que está en juego para los estadounidenses con estos comicios es existencial, para México la elección intermedia es también un momento de inflexión potencial. No solo porque, como he apuntado reiteradamente, a diferencia de Las Vegas, lo que sucede en EE.UU no se queda en EE.UU; es por el impacto inmediato que un Congreso, en el cual ciertamente la Cámara de Representantes -y potencialmente, el Senado- estará controlada a partir de enero de 2023 por el Partido Republicano, tendrá para la conducción de la agenda bilateral entre Estados Unidos y nuestro país. De entrada, el fantasma de una nación crecientemente autoritaria y antidemocrática es pésima noticia para la prosperidad, bienestar y seguridad de México y de los mexicanos a ambos lados de la frontera, factores que dependen -como con ningún otro país- de esa relación con nuestro vecino.

Ello es particularmente preocupante porque la panza de un Partido Republicano hoy trágica y crecientemente nativista, xenófobo, extremista, autoritario y anti-democrático, viene preñada de la piñata político-electoral mexicana, que es muy atractiva y que rinde dividendos en las urnas y en la movilización electoral. Si no pregúntenle a Trump y a los gobernadores de Texas y Florida que regurgitan ahora el manual de juego del ex mandatario. Y si algunos de ustedes, como yo, consideran que el parteaguas que significaron los comicios presidenciales de 2016 -cuando por primera vez en la historia moderna de EE.UU México jugó un papel “estelar” en su narrativa electoral- fue un nadir en términos de las percepciones y narrativa públicas acerca de nuestro país en ése, el futuro en el mediano plazo podría ser poco halagüeño.

Pero complicando aún más el cuadro, lo que ocurra en el legislativo tendrá un impacto inmediato y podría sentar el tono de cómo se encare la relación bilateral a ambos lados de la frontera, sobre todo en momentos cuando las dos naciones se encarrilen a elecciones presidenciales simultáneas, como ocurre cada 12 años, en 2024. Hay que subrayarlo sin rodeos: nunca en tiempos modernos, desde ese momento de tensión y recriminación detonado en 1985 por el asesinato de un agente de la DEA en suelo mexicano, había sido tan disfuncional como lo es ahora la relación entre un titular del Ejecutivo mexicano y el Congreso estadounidense. Se dice fácil pero en ninguno de los viajes del Presidente López Obrador a Washington se ha reunido éste con el liderazgo bicameral o con legisladores de ambos partidos; esto nunca había ocurrido en las últimas tres décadas. Y a la ya de por sí deteriorada relación con legisladores Demócratas como resultado de la percepción de que el presidente mexicano apostó por Trump y su reelección, ahora, en los últimos meses, se ha sumado el creciente antagonismo de legisladores Republicanos a raíz de los posicionamientos de López Obrador con respecto a Cuba, Venezuela y Nicaragua, el boicot a la Cumbre de las Américas arropando a esos tres regímenes y sobre todo por los ataques ad hominem a congresistas del GOP, con nombre y apellido.

Hay que recordar que en el sistema estadounidense, el partido que obtiene la mayoría en cualquiera de los dos recintos, Cámara o Senado, ocupa todas las presidencias de los comités y subcomités en el Congreso, y por ende controla y determina la agenda legislativa. Por ejemplo, el Representante Republicano por Texas, Michael McCaul, quien se perfila, con el triunfo y mayoría segura del GOP en la Cámara como el siguiente presidente del Comité de Relaciones Internacionales de ese recinto, ha calificado la estrategia de seguridad pública del presidente mexicano como una amenaza a la seguridad nacional de su país.

Con la creciente inquietud por los resultados de las políticas públicas mexicanas en materia de seguridad; el trasiego de fentanilo (al que los Republicanos ya bautizaron en sus campañas como el “fentanilo mexicano”); las demandas de que Biden canalice los recursos que está otorgando a Ucrania para defenderse de la agresión rusa para confrontar lo que caracterizan como la “verdadera amenaza” a la seguridad de EE.UU, que es la frontera mexicana; los ataques a la permisividad migratoria mexicana y la “invasión” que estamos “facilitando”; las lecturas en torno al hackeo a la Sedena; o con el proceso de consultas entre EE.UU y México en materia energética al amparo del TMEC (muchos de los legisladores Republicanos que asumirán presidencias en los comités y subcomités de la Cámara -y del Senado en caso de que también le arrebaten a los Demócratas la mayoría ahí- son de estados y distritos con fuerte presencia de empresas energéticas fósiles y renovables), la multiplicación de frentes en la agenda bilateral podría volverse exponencial a partir del próximo año.

Y el freno de mano que hoy, a pesar de los cuestionamientos de legisladores Demócratas, le ha puesto la Casa Blanca a su bancada para no hostigar del todo al mandatario mexicano y torpedear la voluntad mexicana de seguir cooperando con la administración en materia de controles migratorios, desaparecería con una mayoría Republicana dispuesta a minar en todo lo posible al Presidente Biden en la antesala de la elección presidencial. Por si fuera poco, la reelección casi segura en noviembre del gobernador de Texas, Gregg Abbott, quien aspira a la nominación de su partido en 2024 si Trump decide no contender -o llegase a encontrarse legalmente imposibilitado de hacerlo- no tendrá tapujo alguno en seguir recurriendo a los gimmicks que ha instrumentado en su interacción con México.

Toda elección conlleva consecuencias. Lo que está en juego para México, más allá de preferencias o sesgos ideológicos que uno u otros podamos tener, o de aquellos que en nuestro país han bebido el Kool Aid naranja del trumpismo, es enorme y obligan al gobierno a recalibrar posturas y, junto con sector privado y sociedad civil, a poner las barbas a remojar.

En un cambio de estrategia, al no alcanzar los votos necesarios para sacar adelante la reforma que ampliaba el plazo para que las Fuerzas Armadas puedan participar en tareas de seguridad pública hasta 2028, Morena y aliados lograron retirar el dictamen del Pleno y regresarlo a comisiones antes de ser votado.

En un documento presentado a la Mesa Directiva, las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda, solicitaron el retiro del dictamen, según informó el presidente del Senado, Alejandro Armenta Mier.

Aunque hubo una controversia sobre la hora y el número de solicitudes presentadas al respecto, con lo que la oposición buscaba invalidarlas, las comisiones que son presididas por morenistas, argumentaron que debía regresar a discusión, para integrar observaciones hechas y lograr confeccionar una propuesta que reunirá el acuerdo de los grupos parlamentarios.

El cambio de estrategia, al evitar que se votara el dictamen, surgió luego de que líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, propusiera al intervenir en la sesión, regresar el dictamen a las comisiones para abrir un espacio de diálogo a fin de buscar consensos.

El planteamiento del morenista se debió a que según los cálculos hechos, no alcanzarían los votos pese a que en los acercamientos que se tuvo con los senadores de todas las bancadas, Morena estaba seguros de reunirlos.

En ese sentido, durante la sesión de hoy se acusó que las negociaciones que se hicieron de Morena se extendieron a funcionarios del gobierno federal. El senador Dante Delgado de Movimiento Ciudadano dijo que además del secretario de Gobernación, los titulares de la Sedena y la Semar intentaron “doblar” a legisladores para la sesión de hoy.

En respuesta, Ricardo Monreal aseguró que él nunca buscó votos fuera de los parámetros del diálogo parlamentario, y pidió a la posición reconocerlo, apartándose así de las labores de “convencimiento” que empleó el gobierno federal. Incluso durante este miércoles se reportó que Adán Augusto López seguía reuniéndose con senadores en un hotel cercano al recinto legislativo.

El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) Ricardo Monreal, confirmó que el Senado de la República recibió la minuta que amplía el plazo para que las Fuerzas Armadas puedan participar en tareas de seguridad pública hasta 2028.

A través de sus redes sociales, el senador informó que el documento se turnará a las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, Segunda, pues como a cada reforma constitucional, se le aplicará el procedimiento legislativo en todas sus etapas.

El proyecto de decreto reforma el Artículo Quinto Transitorio del Decreto en materia de Guardia Nacional publicado en marzo de 2019, y plantea que, durante los 10 años siguientes, en lugar de los 5 años que establecen actualmente, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria.

El también coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, compartió otro mensaje en el que menciona que en el Senado “intensificamos el diálogo con todos los Grupos Parlamentarios”, ya que se buscará el consenso en torno a la reforma constitucional.

El senador advirtió que, si no se aprueba la reforma constitucional, para marzo de 2023 tendrían que regresar alrededor de 200 mil elementos del Ejército y de la Marina a sus cuarteles, por lo que “habría un problema serio” de inseguridad.

“No creo que en un año y medio se vaya a resolver el problema de la inseguridad, por lo que no creo que sea conveniente, aún, el retorno de los soldados y los marinos a sus cuarteles”, sostuvo el morenista.

Advirtió que actualmente hay entidades federativas y municipios, en los que la mayoría de los elementos que realizan tareas de seguridad pública son soldados y marinos; y señaló que hay estados en los que es más importante la Guardia Nacional, el Ejército y la Marina, que la misma policía estatal y municipal.

Por su parte el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, reconoció que “requiere de un gran diálogo, conciliación y trabajo político”, para alcanzar los 85 votos que se necesitan para la mayoría calificada para modificar la Constitución.

Subrayó que la Mesa Directiva atenderá con pulcritud el proceso legislativo, como lo ha hecho hasta ahora, y “cuidaremos cada acto que nos compete, para que tengamos un marco jurídico que le sirva a las y los mexicanos”.

El coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, afirmó que el dictamen de la reforma eléctrica no contiene lo esencial de las 12 propuestas que planteó la alianza legislativa “Va por México”, como lo ha hecho creer Morena y aliados, por lo cual votarán en contra del proyecto el próximo domingo.

“¿De qué sirve que compren el 75 por ciento, el 80 por ciento o el 95 por ciento de nuestras propuestas, si en lo esencial no coincidimos? Ellos quieren estatizar el sector eléctrico, y nosotros queremos que siga siendo libre económicamente y con competencia, obviamente, regulado y dirigido por el Estado”, dijo el legislador

Acusó que Morena y partidos aliados quieren quieren hacerle creer a la gente que los irracionales son los diputados de oposición, pues al decir que hicieron suyas prácticamente todas las propuestas que el PAN-PRI-PRD presentaron, ahora ellos se siguen negando.

“Falso, 100 veces falso”, dijo el diputado al señalar que el dictamen de la reforma eléctrica hace preponderante la producción de energías sucias, y ellos creen que deben ir hacia lo limpio y lo renovable.

Por su parte el diputado Santiago Creel, vicepresidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, indicó que la Mesa Directiva acordó brindar las garantías de seguridad y de acceso al recinto legislativo de San Lázaro para las y los legisladores que acudan el próximo domingo 17 de abril a discutir el dictamen de la reforma eléctrica.

“A pesar de las manifestaciones que hubiese se dan plenas garantías para su ingreso y para su salida, garantías a su integridad personal, a sus propiedades, para que puedan tener acceso libre, y puedan venir a ejercitar su derecho constitucional de estar presentes en una sesión de esta naturaleza”, externó.

Comentó que el presidente de la Mesa Directiva, Sergio Gutiérrez Luna (Morena), ha informado al resto de los integrantes que ha tenido conversaciones de alto nivel con personalidades de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, quienes se han comprometido a garantizar la seguridad del recinto y el libre acceso al mismo.

El legislador panista indicó que la Mesa Directiva también acordó que no se realizará convocatoria alguna al Pleno, de carácter sorpresivo, para que sesione antes del 17 de abril. “Tenemos ya la certeza de que la sesión será el domingo y no antes”, dijo.

En tanto, el coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, afirmó que la discusión del dictamen de la reforma eléctrica, en el Pleno, se pospuso a fin de que Morena pueda presionar y coaccionar a las bancadas de oposición para conseguir más votos.

Álvarez Máynez señaló que el próximo domingo las y los diputados de MC asistirán al Pleno para participar en la discusión del proyecto de decreto y votar en contra de éste “con seriedad y responsabilidad”.

Los del grupo mayoritario “dijeron que el pueblo de México estaba preparado para que el martes se votara la reforma, pero como no tiene los votos” suficientes para aprobar el dictamen, “pues aplazan para ver si ellos tienen mayor margen de maniobra para poder coaccionar, presionar, amenazar o chantajear a los grupos de oposición, y que pudieran estar en condiciones de votar con ellos a favor esta reforma”, dijo Mirza Flores Gómez, vicecoordinadora de la bancada.

El secretario de la Comisión de Puntos Constitucionales, EL diputado Salvador Caro Cabrera de MC, aseveró que “la reforma, de fondo, está muerta, y todo el “circo” que está sucediendo tiene que ver con “darle electroshocks”.

“No creo que vaya a ver sesión el próximo domingo. La verdad es que todo el proceso inició con mucha soberbia, con mucho desprecio a todos los partidos políticos y, en ese sentido, es igualmente ilusorio, ficticio, que el domingo va a haber sesión. De aquí a ese día es seguro que va a suceder otra cosa y van a postergar este tema hasta que puedan diluir la derrota legislativa que van a tener”.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló este martes al PRI como posible socio para que con sus votos, se apruebe la reforma constitucional que presentó en materia eléctrica, para favorecer al sector público y posicionar a la CFE sobre los particulares.

“Ahora que presentamos la iniciativa para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el PRI tiene una oportunidad para definirse”, expresó el mandatario al pedirle al tricolor que se defina cuanto antes.

López Obrador cuestionó al PRI, al preguntar si “va a seguir” el camino del expresidente priista Carlos Salinas, al que considera artífice de las privatizaciones, o el de los también priistas Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos, quienes nacionalizaron el petróleo y la electricidad.

Recordemos que el mandatario envió el pasado jueves al Congreso su iniciativa de reforma que pretende establecer que la  Comisión Federal de Electricidad tenga el 54 % del mercado de generación en el país, mientras que los particulares tendrían el 46%.

López Obrador dijo que la reforma pretende que se mantenga el servicio de energía eléctrica en manos de la nación, que no haya aumentos en el precio de la energía eléctrica y que no haya subsidios para las grandes empresas.

Se lanzó de nuevo contra la reforma energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que abrió el sector a la iniciativa privada, porque “aumentaron como nunca los precios de la luz” y permitió que las grandes corporaciones paguen menos que una familia de clase popular.

Sin embargo, Morena y aliados no cuentan con la mayoría calificada de dos terceras partes del Congreso que se necesitan para aprobar reformas, por lo que necesitará pactar con la oposición.

“Es una oportunidad histórica para el PRI de definirse”, reiteró López Obrador.

El PRI se presentó en las pasadas elecciones de junio en una coalición opositora junto al PAN y al PRD, quienes presionan para que los priistas no apoyen la reforma.

Hasta ahora, el tricolor ha dicho que al ser una reforma que tiene que ver con el futuro de la electricidad en nuestro país, un insumo que todos los mexicanos usan a diario, requiere de un profundo análisis y debate público.

“Los legisladores del PRI van a ser responsables con los ciudadanos de este país, pero también con nuestras instituciones. Queremos un sector eléctrico que fortalezca a nuestra Comisión Federal de Electricidad (CFE), orgullo de este país. Pero también se debe de buscar que no se deterioren más las finanzas públicas de nuestro México”, dijo la dirigencia nacional del partido.

Puntualizó que aunque el Ejecutivo envió la iniciativa, aún no se turna a la comisión dictaminadora; y toda vez que no se ha turnado la misma a la Comisión o Comisiones dictaminadoras y que además no se ha formalizado la integración de éstas, dijo que no hay condiciones para votarla esta semana.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) concluyó esta tarde que Layda Sansores, candidata de Morena-PT en Campeche, será la próxima gobernadora de la entidad, luego de que ratificara el recuento de votos que se ordenara tras las denuncias de Movimiento Ciudadano.

La magistrada Janine Otálora Malassis, quien estuvo a cargo del proyecto, informó que tras el recuento de votos en los 21 distritos electorales de la entidad, “Layda Sansores, candidata de la coalición Juntos Haremos Historia en Campeche, persiste como la opción que fue favorecida con el mayor número de votos”.

El ministro presidente, Reyes Rodríguez, señaló que fueron anuladas 18 de  las 1,190 casillas; es decir, el 1.5%, lo que no fue suficiente para revertir los resultados a favor de la exalcaldesa de Álvaro Obregón en la Ciudad de México.
Así, los resultados finales fueron:  la coalición Juntos Haremos Historia con Layda Sansores obtuvo 139,503 votos; Movimiento Ciudadano con Eliseo Fernández se quedó con 133,627, mientras que la coalición Va por Campeche con Christian Castro al frente, se adjudicó 129,120 votos.
Sobre la denuncia de una diferencia injustificada de votos entre la votación a la gubernatura y la de diputaciones locales, el proyecto que aprobó el TEPJF señaló que eran infundadas dichas acusaciones.
“El partido parte de una premisa inexacta porque estima que con el hecho de acreditar la diferencia entre las citadas votaciones, es posible concluir que fueron introducidas boletas falsas y apócrifas en la elección a la gubernatura en favor de Morena y su candidata. El partido debía acreditar irregularidades de manera directa en la votación recibida en las casillas para la elección en la gubernatura. Además, el partido denuncia que la diferencia injustificada es de mil 47 votos, lo cual no refleja una diferencia potencial”, señaló Otálora Malassis.

Sansores compartió un video en sus redes sociales, en el cual se le ve siguiendo la transmisión de la sesión pública de la Sala Superior, por lo que al confirmarse su triunfo, los asistentes rompen en aplausos y porras.

Tras conocerse la resolución de la Sala Superior del Tribunal Electoral, Christian Castro Bello, candidato del PRI a la gubernatura de Campeche, deseó todo el éxito a Layda Sansores como futura gobernadora, pues dijo, si le va bien al gobierno de Campeche, le irá bien al pueblo.

Incluso convocó a dejar atrás las diferencias políticas y promover la reconciliación para salir adelante y facilitar la gobernabilidad en el estado. Indicó que seguirá trabajando por Campeche, poniendo a las personas antes que a la política.

En un video publicado en sus redes sociales, el priísta destacó que aceptar el resultado de la elección es un acto de responsabilidad y madurez política.

Hasta ahora, ni el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Eliseo Fernández, ni el partido se han pronunciado al respecto. Recordemos que fueron ellos quienes impugnaron la elección ante el Tribunal Electoral.

Será el primer minuto de mañana 15 de septiembre cuando Sansores rinda protesta ante el Congreso del Estado como nueva titular del Ejecutivo estatal.

La noche de ayer, cerca de las 22:50 horas, concluyó el recuento de la votación recibida en la totalidad de las casillas de los 21 distritos electorales de la elección de la gubernatura del estado de Campeche, esto luego de que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) emitiera una sentencia al respecto.

El proceso de recuento inició el miércoles 25 de agosto a las 09:00 horas y se llevó a cabo de forma ininterrumpida,  con el fin de garantizar la certeza, seguridad y fiabilidad de la elección.

El Tribunal Electoral destacó que en el ejercicio participaron 96 funcionarios del TEPJF, incluyendo las 6 magistraturas, y representantes de partidos políticos. Se contó, además, con el apoyo de la Secretaría de Marina para salvaguardar la documentación electoral.

Tras concluir el proceso de recuento de todos los paquetes electorales se levantaron las actas individuales correspondientes, así como un acta circunstanciada general.

El total de los mil 190 paquetes electorales fueron trasladados al Instituto Electoral del Estado de Campeche donde se vigiló que se efectuara su respectivo resguardo. En tanto, la documentación generada a partir del recuento se remitió, en versión física y electrónica, a la Sala Superior del TEPJF.

Así, el TEPJF tiene como fecha límite para anunciar el resultado del recuento de votos el próximo 14 de septiembre, pues la próximo gobernadora o gobernador de Campeche deberá rendir protesta el 15 de Septiembre.

Rápidamente, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, salió la noche de ayer a asegurar que a pesar de las campañas de desinformación y desprestigio, la oposición no logró manchar la elección en Campeche, y sostuvo que el triunfo de Layda Sansores es legítimo.

“Esta estrategia de mentiras que montó Movimiento Ciudadano (MC) fue una estrategia fallida; no hay una sola boleta falsa que se haya encontrado. Es lamentable la manera en cómo se conduce este partido que pretendió engañar al pueblo de Campeche; pero la fuerza de los votos y de nuestro Movimiento fue mayor, está claro que la gente salió de manera libre a manifestarse por terminar con años y años de corrupción, los campechanos quieren que haya una transformación en el estado”, declaró Delgado.

El morenista finalizó señalando que la voz del pueblo de Campeche fue contundente para que Layda Sansores sea la gobernadora, por lo que la dirigencia de Morena se mantendrá atenta hasta que esto sea una realidad.

Por su parte el candidato de Movimiento Ciudadano, Eliseo Fernández, dijo que esperarán la resolución final de la Sala Superior que se tendrá que dar entre el 10 y el 15 de septiembre. Afirmó que el recuento sirvió de mucho para documentar más de 500 incidencias que, “sin duda, reforzarán la NULIDAD de la elección”.

En tanto, Clemente Castañeda, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, afirmó que Morena, con tal de ganar, compraron votos, embarazaron urnas, promovieron turismo electoral y usaron programas sociales en beneficio de su candidata. “El recuento de votos en Campeche exhibe el mugrero que hicieron”.

Tal como lo ordenara la semana pasada la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), este miércoles inició el recuento de votos de la elección para la gubernatura de Campeche.

El Tribunal indicó que el ejercicio se realiza con el fin de garantizar la certeza y seguridad jurídica de los resultados del proceso electoral del 6 de junio, en donde la candidata de Morena, Layda Sansores resultó electa.

La autoridad electoral señaló que el recuento se realiza con la presencia de autoridades electorales, representantes de partidos políticos y observadores. Incluirá los 1,190 paquetes electorales correspondientes a los 21 distritos locales de la elección a la gubernatura.

Se indicó que, con el fin de abonar a la transparencia del ejercicio, el recuento será transmitido a través de las redes sociales, el cual se espera que se prolongue por los siguientes dos días.

Sobre el recuento, el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, indicó que sestarán atentos al ejercicio, asegurando que se evidenciará “el cochinero” que hicieron Morena y Layda Sansores. Indicó que en la elección de Campeche no hubo equidad y se rompió el principio de certeza.

Recordemos que los magistrados de la Sala Superior del TEPJF ordenó el recuento al considerar que el número de votos nulos registrados es mayor a la diferencia que hubo entre la candidata ganadora y el segundo lugar.

Además, Movimiento Ciudadano denunció la presencia de boletas falsas, pues hubo una diferencia de 107,000 votos respecto a los recibidos en la contienda por el Congreso local.

Por su parte el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, viajó a la Campeche para acompañar la “defensa del voto del pueblo”.

Insistió en que quieren robarles en los tribunales lo que los opositores no pudieron ganar en las urnas. “¡Que sepan que desde @PartidoMorenaMx no los vamos a dejar! Venimos a defender la voluntad del pueblo de Campeche que ya decidió que @LaydaSansores sea la próxima gobernadora”.

Según las proyecciones de los principales medios de comunicación, el virtual presidente electo de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, ha ganado con 306 votos del Colegio Electoral, contra los 232 que obtuvo el presidente Donald Trump.

Fuente: NYT

Los últimos estados en los que Biden fue declarado ganador han sido Arizona y Georgia, mientras que Trump ganó en Alaska y Carolina del Norte.

Debido a lo estrecho del resultado, Georgia comenzó este viernes el recuento de los votos de las elecciones presidenciales, un proceso que puede durar hasta cinco días, mientras que Trump sigue insistiendo en que hubo irregularidades sin ofrecer pruebas de ello.

El recuento a mano de los cerca de cinco millones de votos y, después de que todos los condados certificarán sus resultados, deberá concluir el miércoles 18 de noviembre a la medianoche, anunciaron las autoridades electorales de Georgia.

Recordemos que las leyes del estado señalan que deberán volver a contarse los votos cuando el margen de diferencia sea inferior al 0.5%, y en este caso el demócrata Joe Biden mantiene una ventaja sobre Trump, tras escrutarse el 99% del total de los sufragios, de 14,000 votos, lo que supone el 0.3%.

Los demócratas han insistido en la necesidad de avanzar en el proceso de transición y gran parte de la comunidad internacional ha expresado ya el reconocimiento de la victoria de Biden. El último, China, que finalmente reconoció oficialmente los resultados de los comicios y felicitó a Biden.

Poco después del anuncio de Pekín, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, criticó este viernes el “absurdo circo” de los republicanos al no “aceptar la realidad” de que Biden es el presidente electo del país tras derrotar a Trump en las elecciones del 3 de noviembre.

“Las elecciones terminaron. Joe Biden es el presidente electo. Electo con un mandato de más de 78 millones de votos”, subrayó la líder demócrata.

La toma de posesión del próximo presidente está prevista para el 20 de enero en Washington.

Trump sigue sin reconocer la derrota y aferrado a acusaciones sin pruebas de fraude. “Nunca apuesten en mi contra”, dijo el mandatario en una entrevista publicada este viernes en el diario Washington Examiner, en la que señaló que es capaz de dar la vuelta a los resultados de los comicios.

Preguntado sobre cuándo calcula que será capaz de dar la vuelta a la situación, Trump respondió: “No sé, probablemente dos semanas, tres semanas”.

Este viernes también se informó que Joe Biden será informado por expertos en seguridad nacional la próxima semana, según confirmó su equipo de transición

Jen Psaki dijo que el hecho de que Biden aún no haya recibido informes de inteligencia clasificados podría perjudicar sus preparativos para gobernar. “Han pasado seis días, pero con cada día que pasa, se vuelve más preocupante que nuestro equipo de seguridad nacional y el presidente electo y la vicepresidenta electa no tengan acceso a esos informes de inteligencia”, dijo Psaki a periodistas.

El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, ha ordenado este miércoles realizar un recuento completo de los votos, ante la estrecha ventaja que separa al candidato demócrata, Joe Biden, del presidente Donald Trump.

“Con un margen tan pequeño es necesario llevar a cabo un recuento en cada uno de los condados del estado”, ha dicho Raffensperger durante una rueda de prensa en Atlanta. “Este recuento permitirá construir una mayor confianza”, añadió.

Así, ha señalado que la diferencia entre Biden y Trump es de tan solo 14,111 papeletas. No obstante, Biden ya no necesita ganar en Georgia para llevarse las elecciones dado que actualmente, y tras triunfar en Pensilvania, cuenta con más de los 270 votos electorales necesarios para ganar las presidenciales.

En Georgia se habrían presentado unos 5 millones de votos. “Esta carrera tiene relevancia a nivel nacional, lo sabemos”, ha dicho el secretario de Estado local. La importancia de Georgia solo aumentaría si los estados de Carolina del Norte y Arizona se dieran para Trump.

Asimismo, Raffensperger ha asegurado que se investigarán todas las acusaciones de fraude vertidas por Trump a pesar de que no existen indicios aparentes de que se hayan producido irregularidades en el estado.

Por otro lado, se informó esta mañana que Donald Trump se llevó los tres votos en el Colegio Electoral que otorga el estado de Alaska, al ganar dicho estado, donde los republicanos también se impusieron en la batalla por el Senado y quedaron a un paso de conseguir la mayoría en esa Cámara.

La victoria de Trump en Alaska no cambia el panorama en el Colegio Electoral. Después de más de una semana de conteo de votos en el estado, y con el 75% escrutado, las cadenas de televisión NBC, ABC y CNN proyectaron este miércoles que Trump se se impuso.

Eso eleva a 217 el número de delegados que tiene asegurados Trump en el Colegio Electoral, lejos del mínimo de 270 que se necesitan para ganar las elecciones.

Aún quedan por decidir Carolina del Norte, Georgia y, según algunos medios, también Arizona, aunque otros ya han proyectado que Biden se llevará ese estado.

Trump hará este miércoles su primera aparición oficial después de las elecciones, en el marco del Día de los Veteranos.

El mandatario republicano prevé visitar el cementerio nacional de Arlington, cuatro días después de que los medios estadounidenses declararan, en base a proyecciones de resultados oficiales, que su rival demócrata ganó la Casa Blanca.

Desde entonces, Trump no se ha dirigido a la nación más que a través de Twitter, y no aceptó su derrota frente a Biden, como es tradicional en Estados Unidos una vez que se proyecta un ganador en una elección.

Trump parece haber dejado de lado los deberes presidenciales normales. Ha permanecido encerrado en la mansión presidencial, sosteniendo que está a punto de ganar y presentando demandas en las que alega fraude electoral, hasta ahora respaldadas solo por evidencia muy endeble.

El presidente Donald Trump insistió este viernes en recurrir a la vía legal para lograr la reelección a medida que se reducen sus opciones de ganar, y volvió a cuestionar sin pruebas la integridad del proceso electoral en su país.

“Seguiremos en este proceso a través de todos los aspectos de la ley, para garantizar que el pueblo estadounidense tenga confianza en el gobierno. Nunca dejaré de luchar por ustedes y por nuestro país”, dijo Trump en un comunicado distribuido por su campaña.

Hasta este jueves, la campaña de Trump insistía en que el presidente tenía todavía opciones de reelección a través del escrutinio en los estados clave donde todo está ajustado, pero según el comunicado del mandatario, parece que se ha abandonado esa idea.

Horas después de que el candidato demócrata Joe Biden tomara la ventaja en Pensilvania y Georgia, dos estados clave que el presidente necesita ganar para seguir en la competencia, su declaración se centró solo en la batalla legal y en sus acusaciones sin pruebas de fraude.

“Creemos que el pueblo estadounidense merece tener una transparencia completa sobre todo el conteo de votos y la certificación de las elecciones, y esto ya no se trata solo sobre unas elecciones en concreto. Esto se trata de la integridad de todo el proceso electoral”, afirmó Trump.

El presidente volvió a cuestionar la integridad del proceso electoral sin aportar ninguna prueba, e insistía de nuevo en que “deben contarse todas las papeletas legales y ninguna ilegal”.

El mandatario ha cuestionado la legitimidad de todo el sistema de voto por correo, que han utilizado un récord de 65 millones de estadounidenses en estas elecciones, y las normas establecidas por varios estados clave para contar esas papeletas.

La campaña de Trump ha presentado demandas cuestionando el escrutinio en Pensilvania y otros estados clave, como Nevada, Michigan y Georgia, aunque en estos dos últimos los tribunales han desestimado sus demandas; mientras que en Wisconsin, el equipo del presidente ha pedido un recuento de los votos.