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El presidente de China, Xi Jinping, advirtió a altos cargos de la Unión Europea (UE) de que China y Europa no deben verse como competidores, ni “entrar en confrontación” debido a sus diferentes sistemas políticos.

Durante la primera cumbre China-UE en persona desde hace cuatro años, en la que se trataron asuntos que van desde los desequilibrios comerciales hasta Ucrania, Xi también afirmó que China está dispuesta a convertir a la Unión Europea en un socioeconómico y comercial clave y a cooperar en ciencia y tecnología, incluida la inteligencia artificial.

En las conversaciones celebradas en la Casa de Huéspedes Diaoyutai de Pekín, Xi instó a la UE a “eliminar todo tipo de interferencias” en la relación bilateral, según la cadena estatal CCTV.

Xi afirmó que ambas partes debían desarrollar “una percepción correcta” de la otra y fomentar el entendimiento y la confianza mutua.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell, también se reunieron con el primer ministro chino, Li Qiang.

Li dijo a los dirigentes de la UE que China se opone a la “amplia politización y securitización” de las cuestiones económicas y comerciales, en violación de las normas básicas de las economías de mercado, según la televisión estatal china.

“Esperamos que la UE sea prudente a la hora de introducir políticas económicas y comerciales restrictivas y de utilizar medidas comerciales correctoras para mantener abiertos sus mercados comerciales y de inversión”, dijo.

Las reuniones que comenzaron ayer suponen la última oportunidad de los responsables de la UE de reunirse con altos cargos chinos antes de las elecciones al Parlamento Europeo del año próximo, que traerán cambios en la cúpula del bloque de 27 países.

La UE quiere que Pekín utilice su influencia sobre Rusia para detener la guerra en Ucrania y uno de los principales objetivos del viaje fue instar a Xi a que impida que empresas privadas chinas exporten a Rusia artículos de doble uso fabricados en Europa para su campaña militar.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) destacó este martes el “trato especial” que recibió México de los mandatarios de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Joe Biden, durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) la semana pasada.

“Fue muy bien (el viaje), hay mucho respeto por México, mucho mucho respeto, el presidente de China nos dio un trato especial, no todos los presidentes fueron recibidos en encuentros, reuniones bilaterales. El presidente Biden solo tuvo dos reuniones bilaterales, con el presidente de China y con nosotros”, declaró.

Recordemos que López Obrador asistió la semana pasada al foro de la APEC, lo que representó apenas su séptimo viaje al exterior tras casi cinco años de mandato y la primera vez que participó en un foro multilateral de tal magnitud, con más de 20 líderes reunidos el jueves y viernes en San Francisco, California.

AMLO se reunió por primera vez con el presidente de China, a quien invitó a México y pidió más cooperación para combatir el tráfico de fentanilo, además de reunirse con Biden, a quien le insistió en invertir en un plan de desarrollo para Latinoamérica para evitar la migración.

“Fueron muy buenos los encuentros con los dos, yo celebré en la reunión amplia el que en estas circunstancias de muchas tensiones, por lo que está sucediendo en Rusia, Ucrania, y en Gaza, se haya llevado a cabo este encuentro, sobre todo entre el presidente de China y de Estados Unidos”, comentó en su rueda de prensa matutina.

“Porque les dije que lo más importante siempre es el diálogo y resolver los problemas de manera pacífica, y no a la carrera armamentista”, añadió.

Sobre su reunión con Xi, destacó el apoyo que ofreció China a México durante la pandemia de COVID-19 y tras el paso del huracán Otis el pasado 25 de octubre.

”Hablamos ahora también de lo de Acapulco y ellos van a vendernos una buena parte de los electrodomésticos que necesitamos”, mencionó.

En tanto, consideró como “extraordinaria” la reunión con Biden, a quien llamó una “gente muy amable, muy respetuoso, amigo de nosotros”.

“Tocamos el tema migratorio, el tema de las drogas, la cooperación económica, las visas, también sostuvimos una reunión bilateral con el primer ministro de Canadá (Justin Trudeau), y en muy buenos términos”, concluyó.

Estados Unidos anunció la noche de ayer que levantó las sanciones que pesaban sobre el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China, en un intento de que el gigante asiático coopere en la lucha contra el fentanilo, un potente opioide que se cobra la vida de casi 200 estadounidenses al día.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matt Miller, informó que se había tomado la decisión de sacar a ese instituto de una lista de sanciones comerciales para favorecer la cooperación entre las dos potencias.

“La permanencia del Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China en la lista de entes comerciales era una obstáculo para lograr la cooperación en el control a los químicos que sirven para producir el fentanilo”, explicó el portavoz.

El anuncio se produce después de que la Casa Blanca anunciara el miércoles que los presidentes de Joe Biden, y Xi Jinping, habían llegado a un acuerdo para que China controle la salida de su territorio de precursores químicos que supuestamente carteles del narcotráfico utilizan para fabricar el fentanilo y venderlo ilegalmente en Estados Unidos.

El Gobierno chino no especificó que se hubiera alcanzado un acuerdo sobre el fentanilo, pero sí indicó que se había llegado a un entendimiento para crear un “grupo de trabajo” sobre narcóticos.

Recordemos que Pekín llevaba meses pidiendo a Washington que retirara las sanciones que pesan sobre el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China, dedicado a investigaciones criminales que incluyen la lucha antidroga, para que pudiera colaborar en la lucha contra el fentanilo.

La entidad fue sancionada durante el Gobierno de Donald Trump por abusos a las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang, algo que Pekín niega.

El levantamiento de las sanciones llega a la par de que China alertara a las empresas dedicadas a la producción, el comercio o el transporte de sustancias que pueden ser utilizadas para fabricar drogas de que eviten incurrir en “actividades ilegales o criminales”.

La Comisión Nacional de Control de Narcóticos de China publicó una circular en la que recuerda las “disposiciones legales vigentes en China sobre el control de las sustancias precursoras de drogas” y la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico.

El comunicado fue publicado en la agencia estatal Xinhua y en otros organismos oficiales y advierte a las empresas de que “algunos países y regiones han ampliado el alcance de la fiscalización de las sustancias precursoras de drogas” y de que “agencias de aplicación de la ley extranjeras pueden perseguir” a quienes consideren infractores.

La circular pide a las compañías que “verifiquen la identidad y las intenciones” de los compradores, que “mantengan registros completos y precisos de las transacciones” y que “informen de inmediato a las autoridades competentes de cualquier actividad sospechosa”.

La institución recomienda además a las empresas productoras de sustancias sometidas a control por Washington que “sean cautelosas con los pedidos procedentes de Estados Unidos y México”.

El presidente chino, Xi Jinping, felicitó este jueves a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por el “camino de progreso y reformas” por el que ha llevado a México desde que asumió el poder hace cinco años.

Dicho mensaje fue transmitido esta tarde durante el primer encuentro los líderes, que se produjo en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebra esta semana en San Francisco, California.

En la red social X, el embajador de China en México, Zhang Run, explicó que Xi felicitó a López Obrador por haber llevado a México por un “camino de progreso y reformas, logrando importantes avances en el desarrollo nacional”.

Xi Jinping recordó que visitó México hace 10 años y quedó profundamente impresionado por la “espléndida y milenaria historia cultural y la gente cálida y hospitalaria” del país.

El mandatario chino también aprovechó para reiterar su solidaridad y apoyo a México tras el paso de Otis. Según el embajador, Xi expresó sus condolencias por las graves pérdidas humanas y materiales que dejó el huracán.

“Estoy convencido de que bajo el firme liderazgo suyo y del Gobierno mexicano, las personas en la zona del desastre volverán a la vida normal y reconstruirán sus hogares lo antes posible”, añadió según lo relatado por el diplomático chino. 

Zhang Run destacó que la amistad entre China y México se sigue fortaleciendo con el paso del tiempo. Apuntó que el año pasado celebraron el 50 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.

“Concedo suma importancia al desarrollo de las relaciones binacionales y estoy dispuesto a trabajar con usted para dar continuidad a la amistad tradicional de medio siglo y llevar las relaciones entre los dos países a un nuevo nivel”, remató Xi.

Por su parte, López Obrador dijo a través de sus redes sociales, que en la reunión con el presidente de chino reiteró el compromiso de continuar manteniendo buenas relaciones en beneficio de los pueblos y de las naciones.

Los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, mostraron cierto acercamiento en una reunión destinada a estabilizar la tumultuosa relación bilateral y en la que llegaron a acuerdos para combatir el tráfico de fentanilo y reabrir los canales de comunicación militar.

La reunión, que duró más de cuatro horas y tuvo como escenario la mansión campestre “Filoli”, situada a unos 40 kilómetros de San Francisco, empezó con los dos líderes posando sonrientes ante las cámaras de televisión mientras se estrechaban la mano y saludaban a la prensa.

Las dos potencias habían dejado claro que el objetivo del encuentro era restablecer las líneas de comunicación para que un incidente arbitrario no desemboque en una crisis de consecuencias impredecibles.

“Hemos acordado que se mantendrán las líneas de comunicación abiertas, incluyendo entre el presidente Xi y yo. Los dos hemos acordado que cada uno de nosotros podrá tomar el teléfono, llamar directamente y se le escuchará de manera inmediata”, detalló Biden en una rueda de prensa posterior al encuentro.

Al respecto, uno de los grandes logros de la reunión fue el restablecimiento de las comunicaciones entre las Fuerzas Armadas de los dos países, que se rompieron hace más de un año tras la polémica visita en agosto de 2022 a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.

Específicamente, los dos países acordaron que habrá reuniones entre sus titulares de Defensa, intercambios de información entre los líderes militares de las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas y, por último, comunicación entre sus armadas, detallaron las dos partes en sus comunicados tras la reunión.

Otro de los logros de la cita fue un acuerdo para que China controle la salida de su territorio de los precursores químicos que carteles del narcotráfico en México usan para fabricar el fentanilo y venderlo ilegalmente en Estados Unidos.

El Gobierno chino no dijo específicamente que se hubiera alcanzado un acuerdo sobre fentanilo en su comunicado oficial, pero sí indicó que se había llegado a un acuerdo para crear un “grupo de trabajo” sobre narcóticos.

Una de las peticiones que Pekín lleva haciendo a Washington desde hace meses es que retire las sanciones que pesan sobre el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China, dedicado a investigaciones criminales incluido en el área de narcóticos, para que pueda colaborar en la lucha contra el fentanilo.

Lo que sí volvió a quedar patente durante la reunión fue la tensión entre las dos potencias sobre Taiwán, la isla autogobernada de sistema democrático que China reclama como parte de su territorio y a la que Washington envía gran cantidad de armamento.

En concreto, Xi aprovechó para resaltar que Taiwán sigue siendo el tema “más importante y sensible” en las relaciones bilaterales y, directamente, instó a Biden a tomar “acciones reales” para honrar su compromiso de no apoyar la independencia de Taiwán.

Además, le reclamó que deje de enviar armas a la isla y respalde la “reunificación pacífica” de China. “China logrará la reunificación y esto es inevitable”, recalcó Xi durante el encuentro, según el comunicado oficial chino.

Por su parte, Biden aprovechó para pedirle a Xi que respete la independencia de las elecciones presidenciales de enero en Taiwán y no incline la balanza a favor del candidato del partido conservador Kuomintang, Hou Yu-ih, más cercano a Pekín.

Por último, Biden reveló en su rueda de prensa que trasladó a Xi su preocupación por “abusos de derechos humanos” en Taiwán, el Tíbet y la región noroccidental china de Xinjiang y, además, le proporcionó los nombres de los estadounidenses detenidos en China para pedirles su liberación.

Los dos líderes también se comprometieron a incrementar los vuelos comerciales directos entre las dos naciones y colaborar en inteligencia artificial.

A pesar de todos los esfuerzos para mostrar acercamiento, el encuentro no se cerró tan bien: Al marcharse, Biden acabó diciendo a los periodistas que sigue pensando que Xi es un “dictador”, un calificativo que ya los alejó la primera vez que lo usó en junio de este año.

Al respecto, China criticó este jueves las palabras del presidente estadounidense.

“Esta afirmación es extremadamente errónea y constituye un acto político irresponsable. China se opone firmemente a ella”, dijo hoy la portavoz de Exteriores Mao Ning en una rueda de prensa.

“Cabe señalar que siempre hay personas con motivos ocultos que intentan instigar y socavar las relaciones entre China y Estados Unidos”, agregó la portavoz.

Según Mao, “esas personas son muy conscientes de quién está intentando provocar las relaciones entre China y Estados Unidos” y subrayó que en este aspecto “tampoco tendrán éxito”.

Todo indica que los mandatarios se verán de nuevo esta semana como parte de las actividades del foro APEC, que se prolongará hasta mañana viernes en San Francisco y a la que asisten también los presidentes de México, Chile, Colombia y Vietnam, además de los primeros ministros de Canadá, Australia y Japón, entre otros.

Los líderes de las 21 economías del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) llegaron en las últimas horas a San Francisco para participar en la cumbre anual de la organización, que se celebra mañana y viernes, tras una semana de reuniones a nivel ministerial.

Uno de los primeros en arribar a California fue el presidente Joe Biden, anfitrión del foro APEC. El avión en el que viajaba, el Air Force One, aterrizó en el aeropuerto Internacional de San Francisco ayer martes.

Biden, que llevaba sus características gafas de sol de aviador, fue recibido en la pista por el gobernador de California, Gavin Newsom, y por la alcaldesa de San Francisco, London Breed, con los que intercambió unas palabras antes de meterse en “la Bestia”.

Este miércoles, el mandatario estadounidense protagonizará con su homólogo chino, Xi Jinping, un esperado encuentro en el marco del foro APEC.

El objetivo del encuentro, según dijo Biden, es conseguir que haya una fluida comunicación entre las dos potencias para evitar que la competencia entre ambas desemboque en un conflicto abierto, especialmente por temas como Taiwán y el mar de la China Meridional.

Poco después de la llegada de Biden, se produjo el aterrizaje del avión que llevaba a Xi, al que se le vio saludar desde la aeronave antes de bajar por la escalerilla, según mostró la Televisión Central de China (CCTV).

Además, llegaron a San Francisco el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, y la presidenta de Perú, Dina Boluarte. Recordemos que Perú ejercerá de anfitrión de la cumbre de la APEC el año próximo y está previsto que Biden pase oficialmente la estafeta a Boluarte el viernes durante una ceremonia al final de la cumbre.

Hoy llegarán más líderes, como el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien podría tener su propia reunión bilateral con Xi en el marco de la APEC, según adelantaron medios locales nipones, que indicaron que aún se están concretando los detalles.

Otra bilateral destacada en el marco de la APEC es la que tienen prevista para el jueves Xi y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que será antesala del encuentro que ya se tiene confirmado para el viernes entre López Obrador y Biden.

Una de las ausencias más notables de la cumbre será la del presidente ruso, Vladímir Putin, que no puede acudir por estar sujeto a sanciones de Estados Unidos, de manera que la delegación de ese país estará liderada por el viceprimer ministro, Alekséi Overchuk.

Esta es la tercera vez que Estados Unidos ejerce de anfitrión de la APEC, después de haberlo hecho en 1993 en Seattle y en 2011 en Honolulu.

APEC, un foro fundado en 1989 que actualmente representa aproximadamente el 40% de la población del planeta, agrupa a 21 territorios de Asia y América: Australia, Brunéi, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sostendrá una reunión bilateral este jueves con su homólogo chino, Xi Jinping, en el marco de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que se celebra esta semana en San Francisco, California.

Al día siguiente, el mandatario se reunirá también con su homólogo estadounidense, Joe Biden, al margen de la cita multilateral.

“Es una reunión importantísima”, dijo Alicia Bárcena sobre el encuentro con Xi. “A China siempre le ha interesado tener una relación con México cercana”, agregó.

La canciller detalló que entre los temas de la agenda bilateral con China está buscar una mejor organización de las cadenas de valor en el comercio entre ambas naciones.

Y es que la administración de Biden ha estado buscando una mayor cooperación tanto de México como de China para frenar el flujo de fentanilo y sus precursores químicos, que han alimentado un fuerte aumento de las muertes por sobredosis en Estados Unidos.

México se ha comprometido a tomar medidas contra los precursores que entran en el país, en momentos en que los grupos del crimen organizado locales se han volcado a la producción y tráfico de fentanilo, una droga hasta 50 veces más potente que la morfina que, se estima, causa la muerte de 200 estadounidenses cada día.

El encuentro con Biden ya había sido adelantado por López Obrador, y servirá para que ambos líderes “discutan los esfuerzos en curso para fortalecer la relación bilateral entre Estados Unidos y México y abordar temas de preocupación compartida”, detalló la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

“El presidente Biden y el presidente López Obrador también hablarán sobre cómo podemos continuar trabajando juntos como socios para gestionar la migración”, agregó el comunicado emitido por la Casa Blanca.

El mismo López Obrador adelantó ayer que insistirá con Biden, durante la cumbre de la APEC, sobre la necesidad de un plan de ayuda para Latinoamérica con el objetivo de atender el fenómeno migratorio regional.

AMLO, que se encuentra de gira por Sonora, reiteró que esto ayudaría a los pueblos de la región, pues recordó que la gente “no abandona sus pueblos por gusto, sino por necesidad”.

En concreto, López Obrador llevará a Biden la propuesta alcanzada tras la cumbre migratoria que albergó México el pasado 22 de octubre con Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela, que concluyó con un rechazo a las “medidas coercitivas” y la petición de más alternativas legales para la migración.

Será la cuarta reunión bilateral entre Biden y López Obrador tras los encuentros que mantuvieron en 2021 y 2022 en Washington, y en enero pasado en Ciudad de México.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, el 15 de noviembre al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en San Francisco, confirmaron funcionarios de ambos países este viernes.

“Nuestro objetivo será intentar tomar medidas que estabilicen las relaciones entre Estados Unidos y China, aclarar ciertos malentendidos y abrir nuevas líneas de comunicación”, dijo un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato.

El ministerio de Asuntos Exteriores chino informó de que Xi viajará a San Francisco del 14 al 17 de noviembre para asistir a la “reunión de jefes de Estado de China y Estados Unidos”, confirmando así por primera vez que tiene previsto asistir a la reunión de líderes del APEC.

Este será el segundo encuentro entre los dos mandatarios desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, y su séptima conversación desde esa fecha. Será también la primera visita de Xi a Estados Unidos desde 2017.

San Francisco será sede, al mismo tiempo, de la cumbre del APEC, que se celebrará del 12 y al 18 de noviembre.

Biden prevé advertir a su homólogo chino que los estadounidenses están “extremadamente preocupados” ante una eventual interferencia de Pekín en las elecciones presidenciales de Taiwán en 2024, afirmó a su vez una alta funcionaria estadounidense.

Estimó que el año que viene, con las elecciones taiwanesas y con las presidenciales de noviembre en Estados Unidos, podría ser “bastante turbulento” para las relaciones entre Washington y Pekín.

“También estamos preocupados por la intensificación sin precedentes, peligrosa y provocadora, de las actividades militares (chinas) en torno a Taiwán”, añadió, indicando que Biden tratará ese tema en la cumbre.

Sin embargo, repetirá a China, que reclama su soberanía sobre la isla, que Washington no apoya la independencia de Taiwán y que, por tanto, la política estadounidense al respecto no ha cambiado.

Altos funcionarios indicaron que se discutirán los principales temas internacionales del momento, en particular los enfrentamientos militares entre Israel y Hamás.

Biden espera que China “diga muy claramente, como parte de su relación emergente con Irán, que es esencial que (Teherán) no busque intensificar o expandir” este conflicto.

El alto funcionario señaló que esta cumbre tendrá lugar en un contexto en el que Estados Unidos goza de una buena salud económica y mantiene una intensa actividad diplomática para fortalecer sus alianzas en Asia.

El encuentro se desarrollará en varias “sesiones”, como sucedió hace un año en Bali (Indonesia), cuando se reunieron durante unas tres horas al margen del G20, indicaron estas fuentes.

El presidente ruso, Vladímir Putin, viajará la próxima semana a China, donde tendrá lugar los días 17 y 18 el III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda, según informó hoy el asesor para Asuntos Internacionales de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov.

Ushakov señaló a los medios que la visita de Putin está planificada para la próxima semana, después de estar mañana y el viernes en Kirguistán, en lo que supone el primer viaje al exterior desde inicios de 2023 y desde la orden de arresto que emitió la Corte Penal Internacional (CPI) en marzo pasado en su contra.

Fue el pasado 20 de septiembre cuando el jefe del Kremlin aceptó la invitación de China para participar en el foro, en cuyos márgenes se prevé además una reunión entre Putin y el presidente chino, Xi Jinping.

El secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolái Pátrushev, afirmó que Putin prevé mantener conversaciones “sustanciales” con Xi.

En tanto, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo a principios de mes que la agenda de la visita de Putin al vecino asiático incluye la discusión de temas que ya están claros y que “son bastante voluminosos”, como el comercio bilateral, la cooperación económica y la situación mundial y regional.

En febrero de 2022, poco antes del comienzo de la intervención militar rusa en Ucrania, Putin y Xi proclamaron en Pekín la “amistad sin límites” entre sus naciones.

En marzo de este año, durante la visita de Xi a Rusia, el mandatario chino intentó convencer a Putin de su iniciativa de paz de 12 puntos y, según el Financial Times, advirtió a su homólogo ruso contra el uso de armas nucleares.

El III Foro de las Nuevas Rutas de la Seda conmemorará los diez años del lanzamiento de la “Belt and Road Initiative”, como se denomina en inglés, el programa estrella multilateral de China para afianzar su influencia internacional mediante proyectos de cooperación e infraestructura en otros países.

El presidente chino Xi Jinping se ausentará de la Cumbre del G20 que se lleva a cabo en la India, luego de los roces que ambos países han tenido y que han agravado sus relaciones bilaterales.

En su lugar, el primer ministro chino, Li Qiang representará a China en la reunión que se celebrará el próximo fin de semana, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado.

Y es que las relaciones entre China y la India se han deteriorado debido a una disputa fronteriza tras la publicación del mapa nacional, roces que recordaron el enfrentamiento que tuvo lugar en la región de Ladakh en el que murieron 20 soldados de la India y cuatro de China.

Esto se convirtió en una añeja disputa en la región montañosa, en donde cada país tiene desplegados a decenas de miles de soldados respaldados con artillería, tanques y aviones de combate.

En total, China reclama unos 90 mil kilómetros cuadrados de territorio en el noreste de la India, incluyendo Arunachal Pradesh con su población principalmente budista. India afirma que China ocupa 38 mil kilómetros cuadrados de su territorio en la meseta de Aksai Chin, que India considera parte de Ladakh, donde se sostiene el enfrentamiento actual.

También han surgido fricciones en material comercial y por los crecientes vínculos estratégicos de la India con el principal rival de China, Estados Unidos. Tanto la India como China han expulsado a periodistas del otro país.

India rebasó recientemente a China como el país más poblado del mundo y ambos compiten en cuestiones como tecnología, exploración espacial y comercio global.

Cuando se le preguntó el motivo por el que Xi no acudirá a la cumbre, la portavoz de la cancillería china Mao Ning se negó a responder.

“El G20 es un foro importante para la cooperación económica internacional, China siempre le ha brindado una enorme importancia y ha participado activamente en actividades relevantes”, dijo Mao a la prensa durante una conferencia.

“El premier Li Qiang detallará las posturas y propuestas de China sobre cooperación del G20, promoverá al G20 para fortalecer la solidaridad y cooperación y trabajar en conjunto para abordar los desafíos económicos y de desarrollo a nivel global”, añadió.

Dijo que China está dispuesto a trabajar con todas las partes “para promover en conjunto el éxito” de la cumbre del G20 y “hacer contribuciones positivas para promover la recuperación estable de la economía global y promover el desarrollo sustentable”.

Xi no será el único jefe de Estado que se ausentará de la cumbre. El presidente ruso Vladímir Putin, quien enfrenta cargos por crímenes de guerra debido a la invasión de Rusia a Ucrania, tampoco acudirá al foro, aunque tiene previsto viajar a China el próximo mes.

Aparte de los posibles efectos en las relaciones entre China e India, la ausencia de Xi en la cumbre también elimina la posibilidad de una interacción con el presidente estadounidense Joe Biden. Las relaciones entre China y Estados Unidos se mantienen en un mínimo histórico pese a las recientes visitas a Beijing del secretario de Estado estadounidense Antony Blinken y otros funcionarios.

Esta sería la primera vez que el mandatario chino no acude a una cumbre del G20 desde que tomó posesión de su cargo en 2008. Aunque a las reuniones de 2020 y 2021 tampoco asistió forma presencial por las restricciones de la pandemia, sí estuvo conectado de manera virtual, sin delegar la competencia en ningún otro representante de su gabinete.

El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, logró durante su visita de dos días a China rebajar las tensiones a pesar de que que no había muchas expectativas del viaje, debido al extremo deterioro de las relaciones entre las dos potencias.

La estancia de Blinken en Pekín culminó este lunes con una reunión con el presidente chino, Xi Jinping, un encuentro de una media hora que no estaba en la agenda oficial del jefe de la diplomacia estadounidense y que transmite una señal conciliadora por parte de Pekín.

Xi dijo a Blinken al comienzo de su encuentro que las interacciones entre Estados “deben basarse siempre en el respeto mutuo y la sinceridad” y reiteró su “esperanza” de que la visita del representante estadounidense implique “hacer contribuciones positivas para estabilizar las relaciones” bilaterales.

El domingo, el secretario de Estado sostuvo un encuentro con el ministro chino de Exteriores, Qin Gang, con quien estuvo reunido más horas de lo previsto y para luego mantener una cena, en tanto este lunes la cita fue con el máximo responsable de la diplomacia china, Wang Yi, jefe de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh).

De acuerdo con las transcripciones oficiales difundidas por ambas partes, la reunión con Qin resultó “un diálogo largo, franco, profundo y constructivo sobre la relación general entre China y Estados Unidos y otros asuntos importantes”, en tanto el tono de Wang con Blinken fue algo más combativo.

El hasta hace poco ministro chino de Exteriores resaltó en especial la cuestión de Taiwán, uno de los principales puntos de fricción entre los dos países, y pidió a Blinken que Washington “respete la soberanía e integridad territorial de China” y que “se oponga a la independencia de Taiwán”.

Wang le dijo asimismo que “la causa fundamental del declive de las relaciones entre China y EE.UU. es que la parte estadounidense tiene una percepción errónea de China, lo que conduce a una política equivocada”, y pidió a Washington que trabaje con Pekín para “gestionar las diferencias y evitar accidentes estratégicos”.

En una rueda de prensa al término de su visita, Blinken evaluó el viaje como “un paso positivo” en el objetivo de gestionar “de forma responsable” la relación bilateral, aunque reconoció que “ni mucho menos” ha solucionado los problemas y desacuerdos entre las dos potencias.

Blinken consideró cumplidos “todos los objetivos del viaje”, que eran “establecer canales directos de comunicación, abordar temas de preocupación y explorar la cooperación en temas de interés mutuo”, entre los que citó el clima, la estabilidad económica global, la salud, la lucha contra el tráfico de fentanilo y los intercambios “pueblo a pueblo”.

La visita de Blinken supone la de mayor rango de un responsable estadounidense a China desde que el presidente norteamericano, Joe Biden, comenzó su mandato en 2021, un período en el que las relaciones bilaterales se han seguido deteriorando debido a tensiones comerciales, geopolíticas y económicas.

Al término de su estancia, el diplomático avanzó que en las próximas semanas se producirán otras visitas bilaterales de alto nivel,  aunque no precisó en qué ámbitos.

Estados Unidos y Europa no quieren por ningún motivo que se llegue a negociaciones de paz para poner fin al conflicto en Ucrania, afirmó hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Washington, las capitales europeas, pero en primer lugar Washington, no permiten por ningún motivo que se llegue a conversaciones de paz”, dijo Peskov en declaraciones a un programa de la televisión estatal rusa.

Agregó que “a Kiev simplemente no le permiten pensar” en una solución negociada.

Peskov comentó así las declaraciones de John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, quien este lunes afirmó que “cualquier alto el fuego que no aborde la eliminación de las fuerzas rusas de Ucrania ratificaría efectivamente la conquista ilegal de Rusia”.

Y es que Estados Unidos ha declarado que espera que China aproveche la visita de su presidente, Xi Jinping, a Rusia para reiterar los llamamientos a un alto el fuego, pero subrayó que el elemento fundamental para una paz duradera debe ser la defensa y la integridad territorial de Ucrania.

“Ahora, cuando se han despojado de sus máscaras, (los países occidentales) muestran sus dientes de fiera”, dijo el portavoz del Kremlin.

Las declaraciones se dan en el marco de la reunión del presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ruso, en el Kremlin, donde hablan del conflicto en Ucrania y de su relación “estratégica” frente a Occidente.

Junto a responsables de los dos países, los mandatarios empezaron este martes una reunión a puerta cerrada.

Xi y Putin ya habían celebrado un encuentro ayer, con el que quisieron mostrar su alianza como contrapeso a las potencias occidentales.

Este martes, segunda jornada de su visita oficial de tres días, Xi señaló que las relaciones “estratégicas” entre Pekín y Moscú, dos grandes potencias vecinas”, eran una “prioridad” para China.

Xi también dijo que había invitado a su homólogo ruso a China, “este año, cuando pueda”, a pesar de la orden de arresto emitida la semana pasada por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el jefe del Kremlin.

En Broojula, Ana Paula Ordorica platica con Stephanie Henaro, analista internacional, sobre la la visita de Xi a Moscú, y cómo podría ayudar a encontrar una solución para la guerra en Ucrania.

Los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y China, Xi Jinping, se reunieron este lunes en el Kremlin, con la iniciativa de paz china para Ucrania sobre la mesa y las miradas de la comunidad internacional puestas en la visita de Estado.

Los dos mandatarios, sentados uno al lado del otro en el Kremlin, según las imágenes difundidas por la televisión pública rusa, celebrarán primero una reunión “cara a cara” y después continuarán su encuentro con una cena.

Putin dio la bienvenida a Xi, y le felicitó por su reelección como presidente de China. “Estoy seguro de que bajo su liderazgo, China dará más pasos en su desarrollo y logrará los objetivos que se ha fijado”, subrayó Putin.

Añadió que Rusia y China “tienen muchas tareas y objetivos conjuntos”, además de valorar la “gran atención” que Xi presta al desarrollo de las relaciones ruso-chinas.

Putin también consideró que Pekín adopta siempre una postura “justa y equilibrada ante los problemas internacionales más apremiantes”.

El mandatario ruso explicó a Xi que abordará con él el plan de paz chino para poner fin a la guerra en Ucrania.

“Hemos estudiado cuidadosamente sus propuestas para resolver la grave crisis en Ucrania”, dijo Putin. “Por supuesto, tendremos la oportunidad de discutir esto”, subrayó.

Recordemos que China ha mantenido una postura ambigua, ya que defiende por un lado la integridad territorial ucraniana y por otro aboga por tener en cuenta las preocupaciones de seguridad de Rusia.

La iniciativa de paz de China ha sido acogida en Rusia con matices, porque respetar la integridad territorial supondría devolver a Ucrania los territorios ocupados, mientras que en Kiev considera que el plan chino carece de lógica y está lleno de contradicciones, porque no se pueden tener en cuenta los intereses del país agresor.

Putin recalcó que, en general, la interacción de Rusia y China en el ámbito internacional, “por supuesto contribuye a fortalecer los principios fundamentales del orden mundial y la multipolaridad”.

El presidente ruso afirmó además que los dos países tienen muchos temas que discutir en el campo de la cooperación económica. “Mañana podremos hablar de esto con la participación de nuestros socios y colegas” en una reunión en formato ampliado con las respectivas delegaciones, explicó.

Xi a su vez se mostró “muy complacido” por la invitación a Rusia, especialmente inmediatamente después de su reelección.

El mandatario chino, que llamó “querido amigo” a Putin durante sus palabras iniciales, subrayó que China “valora mucho las relaciones con Rusia”, ya que tienen una lógica histórica” como los vecinos más grandes y socios estratégicos, dijo.

Xi destacó además que Rusia, bajo el liderazgo de Putin, ha conseguido “logros significativos”. “El próximo año ustedes celebrarán elecciones (presidenciales). Estoy seguro de que el pueblo ruso le apoyará”, dijo Xi a su anfitrión.

Putin y Xi, que han tenido en los últimos meses unas tensas relaciones con Estados Unidos, celebrarán una rueda de prensa al término de sus conversaciones mañana.

Antes del viaje de Xi, el ministro de Exteriores chino, Qin Gang, mantuvo en la madrugada del jueves una conversación telefónica con su homólogo ucraniano, Dmitró Kuleba, en la que aseguró que China intentará ayudar a “un cese de las hostilidades, el alivio de la crisis y el restablecimiento de la paz entre Ucrania y Rusia”.

Xi aún no se ha comunicado con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, tal y como habían adelantado medios estadounidenses, aunque Kiev ya está preparando dicha videoconferencia.

El presidente chino, Xi Jinping, consiguió este viernes un tercer mandato de cinco años como mandatario del país, con lo que se encamina a permanecer en el poder de por vida en un momento de graves desafíos económicos y crecientes tensiones con Estados Unidos y otros países.

Xi recibió 2,952 votos a favor y cero en contra en la Asamblea Popular Nacional, cuyos miembros son nombrados por el partido gobernante.

El respaldo ofrecido a Xi como presidente por parte de la Asamblea Popular Nacional era algo que ya se veía venir. El mandatario maniobró para limitar a posibles rivales y para colocar en cargos de importancia dentro del Partido Comunista a simpatizantes.

Cuando se autonombró en octubre para un tercer periodo de cinco años como secretario general del partido, Xi, de 69 años, rompió una tradición bajo la cual los mandatarios chinos entregaban el poder luego de una década.

Además, el límite de dos periodos en la presidencia fue eliminado de la Constitución china previamente, lo que provocó insinuaciones de que podría permanecer en el poder de por vida.

No se distribuyó ninguna lista de candidatos, y se considera que Xi y otros que obtuvieron cargos no enfrentaron oposición.

El proceso electoral sigue envuelto casi totalmente en el secretismo, fuera del proceso por el que los delegados al Congreso introducen cuatro boletas en urnas colocadas alrededor de un enorme auditorio en el Gran Palacio del Pueblo.

Xi también fue nombrado de manera unánime comandante de los dos millones de soldados que integran el Ejército de Liberación Popular, una fuerza que explícitamente recibe sus órdenes del partido y no del país.

En otra votación, el tercer funcionario de mayor rango del partido, Zhao Leji, fue nombrado director de la Asamblea Popular Nacional. La gran mayoría de la labor legislativa del organismo es encabezada por su Comité Permanente, el cual sesiona durante todo el año.

Zhao, de 67 años, se ganó la confianza de Xi como jefe del organismo de control anticorrupción del partido, la Comisión Central para la Inspección Disciplinaria, que lanzó una campaña contra la corrupción que congeló toda posible oposición a Xi.

El exjefe del partido de Shanghái y miembro del último Comité Permanente del Politburó, Han Zheng, fue nombrado para el cargo mayormente ceremonial de vicepresidente de Estado.

El presidente Joe Biden dijo este jueves que tiene previsto hablar con su homólogo chino, Xi Jinping, sobre el globo “espía” que ordenó derribar el pasado 4 de febrero, aunque adelantó que no le pedirá disculpas por ello.

“Espero hablar con el presidente Xi y quiero llegar al fondo de este asunto. Pero no voy a pedir disculpas por abatir ese globo”, afirmó el mandatario en un mensaje desde La Casa Blanca.

Biden fue claro en señalar que no dudará en derribar cualquier objeto volador que suponga una amenaza para el pueblo estadounidense.

Recordemos que el globo “espía” chino fue localizado a finales de enero en el espacio aéreo estadounidense y fue derribado sobre aguas del Atlántico el 4 de febrero.

El globo llevaba días sobrevolando varias zonas del país, como el estado de Montana, donde se encuentra uno de los tres campos de misiles nucleares existentes en Estados Unidos.

Por su parte, el gobierno chino ha asegurado que el globo entró en el espacio aéreo estadounidense al desviarse por error de su trayectoria y afirmó que se usaba para fines meteorológicos, no de espionaje.

Además del globo “espía”, Estados Unidos ha derribado en la última semana otros tres objetos voladores en su territorio y en Canadá, cuyo origen están investigando las autoridades estadounidenses y canadienses.

Biden dijo que esos últimos objetos voladores no parecen tener ningún vínculo con el globo “espía” chino y que, de hecho, la inteligencia de Estados Unidos cree que eran “probablemente globos vinculados a empresas privadas, instituciones recreativas” o de investigación que se dedican a estudiar fenómenos meteorológicos o hacer otras investigaciones científicas.

El presidente añadió que no ha habido un incremento de objetos voladores en el espacio aéreo de EE.UU. y atribuyó el reciente derribo de esos objetos a unos cambios en la frecuencia de los radares que hicieron las Fuerzas Armadas tras detectar el globo “espía” chino.

Para abordar esta situación, Biden ha dicho que su asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, está elaborando unas nuevas reglas sobre detección de objetos voladores para incorporarlas a la estrategia de defensa nacional.

Tras años de tensiones con el gobierno del republicano Donald Trump, Biden y Xi se reunieron por primera vez como presidentes el año pasado en el G20 en Bali en un intento de rebajar las tensiones y evitar que rivalidad entre las dos potencias desemboque en un conflicto abierto.

Sin embargo, el descubrimiento de los “globos espía” ha revivido las tensiones y llegó a provocar la suspensión de una viaje a China que tenía previsto hacer el secretario de Estado, Antony Blinken.

El presidente chino, Xi Jinping, reiteró hoy a su homólogo estadounidense, Joe Biden, de que iniciar una guerra comercial, tecnológica, buscar el desacoplamiento económico o cercenar las cadenas de suministros “no sirven a los intereses de nadie”.

En su primer encuentro en persona con Biden desde que ambos lideran sus respectivos países, Xi consideró que dichas prácticas van contra los principios de la economía de mercado y socavan las reglas internacionales del comercio.

“Nos oponemos a politizar y a utilizar como armas las relaciones económicas y comerciales, así como los intercambios en ciencia y tecnología”, dijo Xi, según la información sobre el encuentro difundida por el Ministerio chino de Exteriores.

El gobernante chino consideró que en las circunstancias actuales, su país y Estados Unidos comparten más intereses de los que les separan, y que el principal de ellos es el de “prevenir el conflicto y la confrontación y alcanzar una coexistencia pacífica”.

Xi recalcó, además, que las economías china y estadounidenses están “profundamente integradas” y que ambas encaran nuevos retos en materia de desarrollo, por lo que cada una debería beneficiarse del desarrollo de la otra.

Además, Xi advirtió a Biden de que Taiwán, a quien China reclama como propio, es “la primera línea roja que no se debe cruzar” y aseguró que espera que Estados Unidos haga “honor a su promesa” de no apoyar una eventual independencia de la isla.

“Taiwán forma parte de los intereses centrales de China, y son la base de las relaciones políticas entre China y Estados Unidos. Esta es la primera línea roja que no se debe cruzar. Cualquiera que busque separar a Taiwán de China estará violando los intereses fundamentales de China y el pueblo chino jamás lo permitirá. Esperamos ver paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán, pero la paz y la ‘independencia’ de Taiwán son irreconciliables”, sostuvo.

La reunión de Xi y Biden es su primer encuentro en persona como jefes de Estado desde que se vieron en enero de 2017 en el Foro de Davos, y ahora se enmarca en la cumbre de líderes del G20,

“Resolver la cuestión taiwanesa es un asunto de los chinos y un asunto interno de China. Es la común aspiración del pueblo chino alcanzar la reunificación nacional y salvaguardar su integridad territorial”, añadió Xi.

Y es que las tensiones en torno a Taiwán se exacerbaron apenas en agosto pasado a raíz de un viaje a la isla de la presidenta de la Cámara baja de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, a lo que Pekín respondió con los mayores ejercicios militares en torno a la isla en décadas, además de sanciones comerciales sobre Taipéi.

Washington es el principal suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de un conflicto bélico con China. La isla  se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama su soberanía, que considera una provincia rebelde para cuya reunificación no ha descartado el uso de la fuerza.