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El caso del abogado Juan Collado y su relación con la empresa Libertad Servicios Financieros, conocida como Caja Libertad, también vincula al expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León y a su familia.

Trascendió que Ernesto Zedillo, hijo del exmandatario presuntamente participa en esta Sociedad Financiera Popular (Sofipo).

De acuerdo con una columna publicada en El Universal, Zedillo Velasco sería presunto socio de Óscar y Francisco Javier Rodríguez Borgio, señalados por la compra-venta presuntamente ilícita de un predio en el estado de Querétaro.

De acuerdo con la columna, los hermanos poseen 20 casinos Big Bola, cuyos permisos se otorgaron en 1997 por la Secretaría de Gobernación, durante el sexenio de Ernesto Zedillo.

En 2004, el banquero Ángel Isidoro Rodríguez, alias “El Divino”, primo de los Rodríguez Borgio, habría financiado la película “Zapata, el sueño de un héroe”, cinta mexicana protagonizada por Alejandro Fernández y Jaime Camil, y que, de acuerdo con El Universal, derivó en la creación de R Producciones, productora de la cinta “Regresa”.

Asimismo, se afirmó que en el rescate bancario, denominado Fobaproa de Ernesto Zedillo, “El Divino” habría sido beneficiado con un préstamo de 400 millones de dólares de los fondos de la asociación Asemex-Banpaís.

De acuerdo con la columna de El Universal, el piso 8 del edificio ubicado en avenida Palmas en Lomas de Chapultepec, en Ciudad de México, habría fungido como centro de operaciones de Caja Libertad, un sitio de visita entre Zedillo Velasco y el empresario Juan Zepeda Méndez, identificado como coinversionista de Rodolfo Zedillo Ponce de León, hermano del expresidente.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reconoció que ha generado molestias y ha generado un amplio debate el hecho de que en la Ley Federal de Austeridad Republicana se haya plasmado que los servidores públicos de alto rango no pueden trabajar en ciertas empresas de la iniciativa privada durante los 10 siguientes de haber concluido su encargo.

AMLO dijo que dicha práctica se había convertido en un “abusó”, y que ahora los cambios molestan a varios personajes. “Se pasaron, o sea, se iban del gobierno a trabajar a las empresas, si eran funcionarios de Pemex del más alto nivel, a empresas petroleras privadas; si eran funcionarios de Hacienda, a bancos privados, bueno, un gran abuso en ese sentido”.

Señaló que, al permitirse y acostumbrarse dicha práctica, provocó que algunos funcionarios representaran en el gobierno los intereses de grupos de financieros, y a veces hasta convirtiéndose en traficantes de influencias.

En ese sentido, recordó los casos de los ex presidentes Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, que, tras terminar su encargo, se fueron a trabajar a empresas extranjeras.

“Un ex presidente (Zedillo) se fue a trabajar de asesor o de consejero de una empresa de ferrocarriles (Union Pacific). Durante su mandato se privatizaron los ferrocarriles y él se fue cuando terminó a trabajar a una de las empresas beneficiadas con la privatización”.

El otro caso que expuso fue el de Calderón, quien dijo, “les dio contrato a empresas energéticas (Iberdrola), porque él tuvo que ver con eso. Se desempeñó en esos cargos de energía y luego fue presidente no tan legal que digamos, ni tan legítimo, y se fue a trabajar de consejero a una empresa extranjera del sector energético (Avangrid)”.

López Obrador remató diciendo que una cosa que se les olvidó es la diferencia entre sector público y sector privada, lo cual, no se debió mezclar nunca.

Al abordar la polémica que se generó tras sus declaraciones en contra del ex presidente Felipe Calderón, el jefe de Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), volvió a señalar a otro ex mandatario.

A diferencia de ayer, ahora sí dio nombres: Ernesto Zedillo, de quien dijo, “también lo hizo”, en referencia a un comportamiento poco ético.

“El caso de Zedillo (…) no se vio bien, no es ético. Zedillo promueve la privatización de los ferrocarriles y termina su mandato y se va a trabajar de asesor a una de las empresas que se beneficiaron con la privatización de los ferrocarriles nacionales”, sostuvo AMLO.

Recordó que también cuando se procedió a rescatar a los bancos con el famoso ‘Fobaproa’, el priísta también terminó trabajando en uno de los bancos rescatados.

“¿Está bien eso? Les pregunto a ustedes. No”, dijo el mandatario. Refirió que no es un asunto legal sino ético e inmoral, ya que un presidente tiene toda la información estratégica del país, pues por su cargo establece relaciones.

Dijo que antes los corruptos ni siquiera perdían su respetabilidad: “se dedicaban a saquear y seguían siendo ‘don fulano’, ‘don mengano’. ¿Quiénes eran los rateros? El que se robaba una bolsa en el mercado, el que se robaba una bicicleta, un cilindro de gas. Esos eran los rateros. Y los de arriba, los de cuello blanco, señores que se les tenía que rendir hasta pleitesías”.

Finalizó indicando que no se trata de un tema personal contra los ex presidentes, sino que se debe llamar a las cosas por su nombre y acabar con dichas prácticas, pues calificó como una “vergüenza” que también secretarios de energía tan pronto finalizan su encargo se van a trabajar a empresas privadas de energía. “Claro que hay conflictos de intereses”.

 

A más de 24 años de lo ocurrido en Lomas Taurinas, hay nueva información sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, ex candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la Presidencia de la República. Fue revelado un video en donde se ve el momento en que le disparan el 23 de marzo de 1994.

El Sol de México desclasificó y difundió este jueves dicho material que la Procuraduría General de la República (PGR) mantenía reservado hasta el año 2035.

Fue clasificado en noviembre del año 2000, a pocas semanas de haber terminado el gobierno del expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León, quien sustituyó a Colosio Murrieta como candidato del tricolor, tras el asesinato.

De acuerdo con el diario, en octubre de este año el pleno del INAI aprobó la desclasificación del material para que se entregara a un ciudadano que solicitó el video cassette identificado como BTC 01 y titulado “Atentado a Lic. Colosio”.

Cabe señalar que el video abajo presentado muestra contenido violento explícito que puede afectar la sensibilidad de algunas personas. Se recomienda discreción.

El expresidente, Ernesto Zedillo, ofreció un consejo al gobernador del Banco Central de China, Yi Gang, con respecto a la creciente disputa comercial con Estados Unidos: siga el ejemplo de México y Canadá y no ceda ante las demandas de la primera economía del mundo.

“México y Canadá dejaron en claro que preferían no tener un TLCAN en lugar del acuerdo que quería Estados Unidos”, dijo Zedillo durante una sesión de preguntas y respuestas en un seminario bancario en Bali, Indonesia. “Al final, México y Canadá se salieron con la suya en cada tema para los que habían marcado una línea roja”, dijo. “Así que espero que China no ceda”.

Zedillo asumió el cargo de presidente poco después de la adopción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en 1994, y guió a México a través de la llamada Crisis del Tequila. Según el pacto comercial original, la producción industrial y las exportaciones de México aumentaron, aunque no redujeron la tasa de pobreza.

El acuerdo negociado recientemente entre Estados Unidos, México y Canadá no es tan bueno como el TLCAN “pero no es un desastre”, gracias en gran medida al sector privado de Estados Unidos, dijo Zedillo, quien fue miembro de la audiencia y se dirigió a Yi en el panel. El evento se llevó a cabo al margen de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial en Bali esta semana.

El expresidente de México, Ernesto Zedillo, admitió que las políticas prohibicionistas de drogas aplicadas en las últimas décadas en el país, incluso en su sexenio (1994-2000), han sido equivocadas y causaron mucho daño.

“Lo que hemos hecho durante ya casi un siglo está mal. La prohibición está mal. La prohibición está causando mucho daño. Hemos seguido políticas equivocadas y nótese que digo hemos”, afirmó Zedillo.

Al participar en la presentación del informe ‘Regulación. El Control Responsable de las Drogas’, elaborado por la Comisión Global de Política de Drogas, el exmandatario dijo que no omite responsabilidad en este problema.

“Yo seguí una política equivocada”, insistió al advertir que México no fue la excepción, pues el fracaso rotundo de la política prohibicionista fue en “prácticamente todos los lugares en los que se ha aplicado”.

Señaló que esto, además, de violencia ha dejado “terribles violaciones a los derechos humanos”.

Es por esto que el exmandatario se pronunció por la regulación del mercado de drogas, que permita arrebatar el control que mantiene el crimen organizado sobre la producción, tráfico y distribución de estupefacientes.

Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) recibió esta tarde su constancia como Presidente Electo del país, lo que sucedió 23 días antes del tiempo en que la recibió el actual Presidente de México, Enrique Peña Nieto.

En 2012, cuando resultó ganador de la elección presidencial con 19.1 millones de votos, Peña Nieto, entonces abanderado del PRI-PVEM, recibió su constancia como Presidente Electo el 31 de agosto.

Seis años atrás, en 2006, Felipe Calderón, candidato del PAN y quien ganó con el 35.9% de los votos, recibió su constancia el 5 de septiembre, casi un mes después de lo que ahora la recibió López Obrador.

En el año 2000, cuando se vivió por primera vez la alternancia en la Presidencia de la República, Vicente Fox, candidato del PAN-PVEM, recibió su constancia como Presidente Electo un 2 de agosto, por lo que sigue manteniendo el récord del menor tiempo entre haber triunfado en las urnas y haber recibido su constancia.

Ernesto Zedillo, quien resultó ganador en la elección presidencial de 1994, recibió su constancia un 9 de noviembre, lo que lo coloca como el candidato triunfador que más se tardó en recibir su constancia de Presidente Electo.

 

PABLO HIRIART

EL FINANCIERO

 

 

Cierta vez un político –ya retirado– que había caído en desgracia de la Presidencia y era bombardeado por prensa, radio y televisión a iniciativa de Los Pinos, me dijo ante un periódico en el que, a ocho columnas, otro político se descosía en improperios contra él:

-¿Y éste, por qué me ataca, si nunca le hice ningún favor?

Aludía a la condición humana de algunas personas que acostumbran morder la mano de quien se la tendió para ayudarlo.

No era el caso de Manuel Bartlett Díaz con Carlos Salinas de Gortari, pues el expresidente ayudó en serio al antiguo secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid y contendiente suyo en la carrera priista por la primera magistratura.

Ahora, en el ojo del huracán por su nombramiento al frente de la Comisión Federal de Electricidad, Bartlett ataca un día y otro también a Salinas por haber inaugurado la “venta del país al extranjero”, palabras más o palabras menos.

Realmente no es nuevo el rencor de Bartlett a Salinas, aunque tampoco tan viejo, sino que data más o menos desde su separación del PRI, ocurrida después de que ese partido perdiera la Presidencia de la República en el año 2000.

En octubre de 1987, cuando Salinas pronunció su discurso de “aceptación” de la candidatura priista a la Presidencia, en la ceremonia del destape celebrada en la explanada de ese partido en Insurgentes Norte, se refirió específicamente a Bartlett como “un político formidable” con el que trabajaría por mucho tiempo (yo estaba ahí).

Bartlett fue a la sede nacional del PRI y felicitó al candidato.

Al arrancar el sexenio salinista Bartlett no fue relegado al ostracismo, como se estilaba en esas contiendas, sino que fue nombrado secretario de Educación Pública por el nuevo presidente, quien le encargó la reforma educativa (descentralización, que implicaba un primer golpe al poder del sindicato, y secundaria obligatoria).

Desde ese lugar estratégico en el gabinete, Bartlett mantuvo relevancia nacional, jerarquía política y mando, que habría perdido si el nuevo presidente hubiese hecho lo que hizo con los otros precandidatos que contendieron contra él.

Pero Bartlett quería ser gobernador de Puebla. Es decir, prolongar su carrera política más allá del sexenio de Salinas.

Tenía el afecto del presidente (el gran elector en aquellos tiempos), pero arrastraba un problema que hacía difícil su candidatura: carecía de arraigo en la entidad, pese a haber nacido en los portales de la Angelópolis. Sus contendientes internos –Ángel Aceves Saucedo, por ejemplo– eran más poblanos que las chalupas.

Lo que hizo Salinas para darle el arraigo necesario y no atropellar al priismo local, fue sacarlo de la SEP (en la que nombró a Ernesto Zedillo) y enviarlo a Puebla como coordinador estatal del Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol).

Con ese antecedente Bartlett se movió a placer por el estado y pudo ser candidato del PRI al gobierno de Puebla, trascendió el sexenio salinista e hizo un buen gobierno en la entidad, pese a que el nuevo presidente, Ernesto Zedillo, le tenía aversión manifiesta.

Fue un gobernador brillante: por el Congreso de Puebla pasaron sin sobresaltos todas las reformas salinistas.

Durante el siguiente sexenio, el gobernador Bartlett movió a otros gobernadores priistas para evitar que se consumara el golpe del presidente Zedillo contra un cuestionado gobernador de Tabasco: Roberto Madrazo.

El político derrotado en la elección tabasqueña, Andrés Manuel López Obrador, encabezó un éxodo a la Ciudad de México para exigir a Zedillo que removiera a Madrazo y se convocara a nuevas elecciones. Negociaron y el presidente accedió.

Llamó a Madrazo, le comunicó que tenía que pedir licencia para realizar nuevas elecciones, y el tabasqueño le dijo que sí. Que sólo le diera tiempo de viajar a Villahermosa para anunciar él su decisión al Congreso.

Personalmente vi y oí levantar un teléfono rojo en Los Pinos por el cual se le confirmó al entonces director del Infonavit, Arturo Núñez, que él iba de relevo de Madrazo a su natal Tabasco.

Mientras pasaban las horas de ese limbo silencioso, Bartlett tomó el mando real del priismo, habló con la lideresa María de los Ángeles Moreno y otros gobernadores que cerraron filas. Llamaron a Madrazo: no renuncies, de ninguna manera, tienes nuestro respaldo. Madrazo se rebeló y se quedó en la Quinta Grijalva.

Así doblaron a Zedillo y su acuerdo con AMLO.

Tiempo después Bartlett quiso nuevamente ser candidato presidencial, y fue a una contienda interna contra Labastida, Roque Villanueva y Madrazo.

Pero esta vez no tuvo la mano protectora de su antiguo camarada Carlos Salinas y fue aplastado por Zedillo. Perdió hasta en Puebla, donde los afines al candidato del presidente se robaron urnas a punta de pistola (foto en portada de Proceso).

Cambiaron los tiempos y Bartlett también cambió. Ataca a Salinas en todas sus entrevistas y prácticamente en cuanta intervención pública se le presenta.

Lo odia. ¿Por qué?

Por esas cuestiones inexplicables de la política. O de la condición humana. Un extraño rencor.

Un total de 881 extrabajadores del Banco de México reciben una jubilación especial que puede llegar hasta los 283 mil pesos mensuales, entre los cuales se encuentra el expresidente Ernesto Zedillo, pese a que sólo laboró nueve años en el organismo.

Además, el banco central paga otras mil 734 jubilaciones, así como 568 pensiones por viudez u orfandad, lo que eleva el total a más de 3 mil personas beneficiadas, quienes reciben 68 mil 825 pesos mensuales.

Las personas que reciben las pensiones más altas son Miguel Mancera Aguayo, gobernador del organismo entre 1982 y 1997, quien recibe dichos 283 mil pesos mensuales. Le sigue Enrique Trueba Méndez, quien recibe 254 mil pesos al mes por sus 46 años al servicio del banco central, y Francisco Gerardo Rueda, con 240 mil pesos.

Zedillo laboró en Banxico entre 1978 y 1987 en la Dirección del Fideicomiso para la Cobertura de Riesgos Cambiarios, para luego incorporarse a la Secretaría de Programación y Presupuesto del gobierno federal.

De acuerdo con El Sol de México, estos nueve años al servicio del banco le dan derecho a una pensión especial de 102 mil 323 pesos al mes a lo que suman bonos, compensaciones, aguinaldo y otras prestaciones que llevan la cifra a más de 10 millones de pesos anuales.

Zedillo renunció a su pensión vitalicia de expresidente de la República argumentando que su actividad en el sector privado le bastaba para vivir, pero al parecer nunca renunció a la de Banxico.

El virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador adelantó que no incluirá las pensiones a los seis expresidentes vivos en el proyecto de presupuesto de egresos del año 2019, acabando así con estos apoyos.

 

 

Con información de El Sol de México