Por Bob Davis y William Mauldin

The Wall Street Journal

 

La administración de Trump asegura que el Congreso  buscará un cambio modesto en el Tratado de Libre Comercio (TLCAN) durante las próximas negociaciones con México y Canadá, un acuerdo que el presidente Donald Trump calificó como desastroso  durante su campaña presidencial.

 

De acuerdo con la propuesta de la administración, que circula en el Congreso  por la oficina del representante comercial de Estados Unidos, el gobierno estadounidense mantendrá alguna de las disposiciones del muy controvertido TLCAN, el que incluye un panel de arbitraje que permitiría a inversionistas evitar los tribunales locales de las tres naciones para  resolver demandas civiles. Los críticos de esos paneles aseguran que esta propuesta afecta a la soberanía nacional.

 

El proyecto, revisado por The Wall Street Journal, buscará “mejorar los procedimientos y resolver disputas”, en vez de eliminar los paneles.

 

Estados Unidos tampoco usará las negociaciones del TLCAN para enfrentarse en conflictos sobre las políticas de moneda extranjera o para alcanzar metas numéricas en el déficit comercial bilateral,  como algunos aseguran.

 

Se trata de un cambio de largo plazo; sin embargo, la propuesta pide que una integrante del TLCAN restablezca los aranceles en caso de que las importaciones causen daños, o se considere una “grave amenaza de daño” a industrias nacionales.

 

El documento plasma el compromiso entre a los deseos de los “traders” (o halcones financieros) para utilizar las renegociaciones del TLCAN para establecer una nueva agenda comercial que modere a quienes respalden el compromiso con el Tratado de Libre Comercio tradicional con Estados Unidos. El Congreso se divide en ese sentido.

 

El proyecto será revisado; la administración otorga al Congreso 90 días de aviso bajo la ley de comercio antes de iniciar la renegociación formal del TLCAN.  No está claro si México o Canadá estén de acuerdo con los cambios que pide Estados Unidos.

 

En una reunión con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau que se llevó a cabo el mes pasado, el presidente estadounidense Donald Trump, señaló que estaba buscando pequeños cambios en el TLCAN, al menos en lo que refiere a Canadá, pero no ofreció detalles; por su parte, la oficina del representante comercial de Estados Unidos no realizó comentarios.

 

El académico de economía internacional del Instituto Peterson, Jeffrey Schott, reflexionó sobre el Tratado de Libre Comercio y  aseguró que las medidas impondrían nuevas tarifas, llamadas “snapback” en el mundo comercial, mismas que se buscaron durante la administración de Clinton hace 24 años, cuando negoció el TLCAN, y México no estuvo de acuerdo con los cambios.

 

El escrito que acompaña al proyecto del TLCAN, enviada a miembros del Comité de Finanzas del Senado,  entre otros,  dice que el déficit comercial de Estados Unidos con Canadá y México “demanda que la administración tome medidas inmediatas para revisar la relación”.

 

Pero el proyecto no propone medidas específicas para cerrar el déficit con las reglas de origen,  el porcentaje de un producto que debe producirse en los países del TLCAN, podría establecerse  de tal forma que apoyen  la producción  y el empleo en Estados Unidos.

 

Sin embargo, el documento, no proporciona mayor detalle sobre cómo se realizaría o cuál sería el nivel de contenido nacionalista que plantea Estados Unidos.

 

Otro cambio sustancial podría surgir desde la sección de compras gubernamentales del TLCAN, que actualmente requiere que el gobierno estadounidense considere ofertas de compañías mexicanas y canadienses en  proyectos de infraestructura local.

 

En el proyecto de objetivos, la administración de Trump plantea “establecer reglas que requieran  la contratación pública y  se lleve a cabo de forma consistente con la ley estadounidense y la política de la administración sobre las preferencias de adquisiciones domésticas”, que abriría puertas a las políticas de Trump. Mientras tanto, los contratistas estadounidenses podrían perder negocios en México y Canadá.

 

Schott dijo que varios de los objetivos de negociación propuestos reflejan las disposiciones del Acuerdo Transpacífico (TPP), un pacto con 12 países. Trump hizo una campaña en contra del TPP y retiró a Estados Unidos del acuerdo en su primer día en la Oficina Oval.

 

Entre las disposiciones del TPP que buscará Estados Unidos, según el proyecto, se encuentra el proteccionismo y el comercio digital, la aplicación más estricta a la propiedad intelectual y los requisitos  que las empresas estatales operan de forma comercial.  El gobierno de Obama esperaba  usar el TPP para establecer estándares para las empresas estatales en el Pacífico como forma de influir en el comportamiento de China.

 

Las disposiciones laborales y ambientales, muy importantes para los demócratas,  hacen eco  del TPP, dijo Schott. Los Estados Unidos buscarían incluir disposiciones  en el contenido del acuerdo del TLCAN, están ahora de acuerdo en cumplir un acuerdo paralelo y hacerlo cumplir de la misma forma que se aplican los requisitos del TLCAN. El última instancia, esto significaría la imposición de aranceles si el conflicto no se resuelve entre las partes.

 

Muchos partidarios del enfoque de Trump, con respecto al comercio esperaban que se incluyeran reglas que vincularan a la moneda  en el TLCAN y usarían esto como plataforma de acuerdos con países asiáticos. Incluso si la moneda no está incluida en las principales negociaciones del TLCAN, los funcionarios estadounidenses podrían lograr un acuerdo paralelo sobre divisas con sus contrapartes en México.

 

El gobierno de Obama ganó nuevas directrices en divisas por un acuerdo destinado a acompañar al TPP, pero el Congreso se quejó de que el acuerdo de divisas no era vinculante, y los legisladores nunca llevaron la TPP a votación.

 

 

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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