Tras la ola de protestas, dentro y fuera de Estados Unidos, por la separación de niños y familias migrantes sin papeles, el presidente estadounidense Donald Trump ha decidido dar marcha atrás a esa política.
Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que pone fin a una práctica que ha causado estupor entre los propios republicanos, provocado la condena del Papa, la reprobación de Naciones Unidas y el rechazo de otros Gobiernos, como el de Reino Unido.
El documento firmado es una rectificación explícita del presidente de Estados Unidos, quien había tomado el drama de los niños sin papeles como moneda de cambio para lograr una legislación migratoria más dura.
“Considero esta orden ejecutiva muy importante. Se trata de mantener a las familias juntas mientras nos aseguramos de tener una frontera fuerte”, dijo Trump desde la Oficina Oval.
“No me gustaba la imagen de ver a familias siendo separadas”, agregó, aunque luego reiteró que seguirá manteniendo la “tolerancia cero” hacia quienes entren ilegalmente al país.
Estados Unidos había empezado a separar desde abril de forma generalizada a las familias que intentaban entrar ilegalmente a la nación, bajo una nueva doctrina de “tolerancia cero”, que consiste en considerar a todo inmigrante indocumentado como delincuente y procesarle judicialmente como tal, aunque no tenga antecedentes penales, por eso los niños no podían seguir junto a ellos y eran separados.
