Christophe Castaner, ministro del Interior de Francia, informó sobre la muerte de una octava persona durante las protestas de los chalecos amarillos por quinto sábado consecutivo y es que, las multitudes de inconformes protestaron con una nueva demanda: un referendo sobre las políticas de gobierno.
La exigencia más resonante del sábado supuso un salto respecto de la demanda inicial de una baja al impuesto a los combustibles, cuya alza propició las movilizaciones a mediados de noviembre entre civiles que se identifican porque llevan puestos chalecos de seguridad amarillos.
“Anoche, una octava persona murió debido a este conflicto.Las glorietas deben ser desocupadas y la seguridad de todos debe ser la norma”, afirmó el funcionario en un intento por aplacar al movimiento.
La nuit dernière, une 8ème personne est décédée du fait de ce conflit.
Les ronds-points doivent etre libérés et la securité de tous redevenir la règle.— Christophe Castaner (@CCastaner) December 15, 2018
El gobierno desplegó 69,000 efectivos de seguridad en las calles y exhortó a la calma después de los fuertes actos de violencia de los últimos dos sábados, que incluyeron vandalismo dentro y fuera del Arco del Triunfo, donde se encuentra la Tumba del Soldado Desconocido.
Unos ocho mil policías y 14 vehículos blindados, así como cañones de agua, fueron destacados de nuevo en París para vigilar que no se destruyera nada y evitar los saqueos que empañaron las dos movilizaciones anteriores.