Las principales calles de La Habana amanecieron este lunes bajo una fuerte presencia policial, antes de una manifestación opositora prohibida prevista por la tarde, que coincide con el regreso a clases presenciales en la Isla, así como con la reapertura de las fronteras al turismo internacional tas el cierre por la pandemia.

Según reportes periodísticos, a lo largo del emblemático malecón, casi en cada esquina se observa a grupos de tres oficiales, especialmente en el tramo del centro de la ciudad, mientras agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil también se desplegaron en plazas y parques.

Pese a que el gobierno prohibió esta protesta, el grupo de debate político en Facebook Archipiélago, organizador de la manifestación, mantiene su llamado a salir a las calles a las 15:00 en la capital y seis provincias, en reclamo de la liberación de presos políticos, respeto a lo derechos humanos y a favor de la democracia.

Yunior García, fundador de Archipiélago con más de 30,000 miembros, fue impedido el domingo de salir a manifestarse en solitario en La Habana y este lunes seguía bloqueado en su domicilio por agentes de la Seguridad del Estado.

“Así amanece Cuba el 15 de noviembre, con más de 700.000 pioneros en las aulas, recibiendo amigos, familiares y turistas, reactivando el quehacer productivo, disminuyendo los casos de COVID”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en su cuenta de Twitter, evitando referirse a la protesta convocada para hoy.

El llamado a la movilización ocurre cuatro meses después de las históricas movilizaciones del 11 de julio, que dejaron un muerto, decenas de heridos y más de mil personas detenidos, de los cuales 658 siguen en prisión, según la ONG de defensa de derechos humanos Cubalex.

El objetivo de la iniciativa del 15N, según explicó el líder en una entrevista la semana pasada, “es sacudir un país, hacer que la gente tome conciencia, generar un debate que provoque cambios”, algo que espera que ocurra “de la manera más pacífica y cívica posible”.

El gobierno cubano consideró “ilícita” la protesta y no la ha autorizado, como no ha permitido otras manifestaciones de la oposición en las últimas décadas, al considerar que detrás se encuentra la “estrategia imperial” de Estados Unidos, como dijo la semana pasada el presidente Miguel Díaz-Canel.

Un artículo publicado este lunes en el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal), asegura que la protesta “siempre ha estado destinada a ser un fracaso” y tacha la iniciativa de violenta, “desestabilizadora” y lideradas por personas que “trabajan para un gobierno extranjero”.

Los activistas animaron a todos los que quisieran protestar a salir a la calle vestidos de blanco y con flores blancas. Para quienes no puedan o quieran marchar, propusieron apagones televisivos y cacerolazos. Está previsto que se celebren protestas en cerca de un centenar de ciudades de todo el mundo en apoyo a esta marcha.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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