El alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, dijo este miércoles que de acuerdo a cifras corroboradas por su organismo, 557 periodistas han sido asesinados en el mundo en los últimos diez años en el cumplimiento de su labor.

Además, más de un millar de periodistas han sufrido prisión por realizar su trabajo y 64 se encuentran desaparecidos.

“Estas estadísticas son increíbles porque nadie que hace su trabajo debería sufrir este riesgo, especialmente en la actualidad, cuando es tan importante tener una prensa fuerte, independiente y ética” comentó en su primera reunión con periodistas en Ginebra.

“Ustedes son parte de del ecosistema democrático y es absolutamente importante preservarlo. Los periodistas están en primera línea para garantizar que la verdad y los hechos salgan a luz y esto es muy importante desde la perspectiva de los derechos humanos”, declaró.

Türk, de nacionalidad austriaca, asumió el puesto de alto comisionado el pasado mes, en reemplazo de la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet.

Sobre los asesinatos de periodistas, ocho fiscales de todo el mundo reunidos por la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) lanzaron un llamado a los sistemas de justicia para que actúen “contra la impunidad” en estos crímenes.

Los fiscales, entre ellos la mexicana Laura Borbolla y la brasileña Raquel Dodge, elaboraron una lista de diez compromisos para que los ataques contra los periodistas no queden sin respuesta penal.

El llamamiento fue divulgado con motivo del Día Internacional para Poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas, que se conmemora este 2 de noviembre.

A diferencia de lo expuesto por el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, según datos de RSF, más de mil periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados en todo el mundo desde 2010, mientras que otros 118 están desaparecidos desde 2016.

Cerca del 90% de los crímenes cometidos contra los periodistas quedan impunes, señala la Unesco.

Como ejemplo, Bernard señaló que “es habitual descubrir, como sucede en México, que el vínculo entre el asesinato y la actividad periodística de la víctima nunca ha sido objeto de una investigación seria”.

El llamamiento, que está abierto a que se sumen fiscales de todo el mundo, incluye entre sus puntos preservar la independencia y la imparcialidad de las investigaciones en delitos contra periodistas, actuar de forma decidida para poner fin a la impunidad o averiguar de forma sistemática el vínculo entre el crimen y la actividad profesional de la víctima.

También incluye velar por la seguridad de los periodistas amenazados y de sus familias, proteger el secreto de las fuentes y pedir que se dote a las fiscalías de los medios necesarios para desarrollar sus investigaciones.

En nuestro país, el gobierno federal reportó la semana pasado que 260 periodistas han sido asesinados en los últimos tres sexenios, con 63 de ellos en lo que va de a la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

El subsecretario de Derechos Humanos del Gobierno, Alejandro Encinas, reconoció 13 asesinatos de comunicadores en lo que va de este 2022, aunque la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y otras organizaciones, registra un total de 18.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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