El gobierno alemán anunció este miércoles planes para cerrar actividades durante un mes, mientras que Francia se prepara para endurecer aún más los controles a medida que el COVID-19 aumenta en Europa y los mercados financieros caen por los probables costos de una segunda serie de restricciones.

La canciller alemana, Angela Merkel, dialogó con los líderes estatales a través de una videoconferencia y acordó un confinamiento parcial que provocará el cierre de bares, restaurantes, cines, instalaciones deportivas y ferias comerciales del 2 al 30 de noviembre.

“Noviembre será un mes de la verdad. El creciente del número de infecciones nos está obligando a tomar duras contramedidas para romper la segunda ola”, dijo el ministro de Finanzas, Olaf Scholz, en Twitter después de la reunión.

Las personas deben reducir los contactos fuera de su hogar al “mínimo necesario” y se intensificarán las medidas policiales para hacer cumplir las reglas. Sin embargo, las escuelas y muchas empresas seguirán funcionando y las tiendas podrán permanecer abiertas con la condición de que establezcan límites estrictos de distanciamiento social.

En Francia, que ha registrado más de 50,000 nuevos casos al día, el presidente Emmanuel Macron anunció un nuevo confinamiento nacional, menos estricto que el impuesto en marzo, para intentar frenar la propagación del virus.

Hace falta dar “un frenazo brutal a los contagios” para evitar el colapso de los hospitales, afirmó Macron en una declaración televisada a nivel nacional. El nuevo confinamiento iniciará este viernes, y al igual que Alemania, las escuelas podrán seguir en funciones.

Las medidas en Alemania y Francia, después de los pasos similares en Italia y España, serían menos severas que el confinamiento casi total impuesto al comienzo de la crisis en marzo y abril.

Pero a pesar de las promesas del gobierno de ayudar a las empresas afectadas por las nuevas medidas, es probable que el costo económico sea elevado, borrando los frágiles signos de recuperación observados en los últimos meses,  y aumentando la perspectiva de una recesión más profunda.

Los mercados bursátiles europeos alcanzaron sus niveles más bajos desde junio, mientras que el euro cayó frente al dólar y el índice de volatilidad Cboe, conocido como el “indicador del miedo” de Wall Street, subió a su nivel más alto en casi dos meses.

Aunque los líderes han intentado evitar el duro costo de los confinamientos, las nuevas medidas reflejan la creciente alarma por el desatado ritmo de la pandemia en España, Francia, Alemania, Rusia, Polonia y Bulgaria.

“Si esperamos hasta que las unidades de cuidado intensivo estén llenas será demasiado tarde”, dijo el ministro alemán de Salud, Jens Spahn, cuyo país ya está admitiendo pacientes de Países Bajos, donde los hospitales han superado sus límites.

La viceprimera ministra rusa, Tatiana Golikova, dijo el miércoles que las camas de hospitales estaban al 90% de su capacidad en 16 regiones del país, mientras que funcionarios advirtieron que incluso sistemas de salud bien equipados, como los de Francia y Suiza, podrían colapsar en unos días.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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