Shinzo Abe, primer ministro japonés que más tiempo permaneció en funciones, y tras dejar el cargo mantuvo una gran influencia y poder político, fue asesinado este viernes mientras pronunciaba un discurso de campaña.

Amado por los conservadores, odiado por muchos progresistas, ninguna de sus políticas provocó mayores divisiones que su sueño, finalmente infructuoso, de reformar la constitución, por la cual Japón renuncia a la guerra.

El disparo que le arrebató la vida se dio minutos después de que Abe empezó a hablar en el acto político en Nara y horas después lo declararon muerto en un hospital.

La policía arrestó al sospechoso de efectuar el disparo en el lugar de los hechos, situación que conmocionó a todo Japón, uno de los países más seguros y con las leyes de control de armamentos más estrictas del mundo.

Cerca del sospechoso se halló un artefacto de doble caño que parecía ser un arma de fabricación casera.

Abe, un político de raza al que educaron para que siguiera los pasos de su abuelo, el ex primer ministro Nobusuke Kishi, fue quizás la personalidad más polémica y compleja de la historia reciente de Japón. Provocó la furia tanto de los progresistas en el país como de las víctimas de la Segunda Guerra Mundial con su campaña belicosa para reformar las fuerzas armadas y su posición revisionista de que el veredicto de la historia por el pasado brutal de Japón fue injusto con el país.

Al mismo tiempo, revitalizó la economía japonesa, encabezó los esfuerzos para que cumpliera un papel más destacado en Asia y fue uno de los pocos faros de estabilidad política hasta su renuncia hace dos años por razones de salud.

“Es la figura política más imponente de las últimas décadas”, aseguró Dave Leheny, politólogo en la Universidad Waseda. “Quería que Japón recibiera en el escenario global el respeto que, según él, merecía. Además, quería que Japón dejara de tener que pedir perdón por la Segunda Guerra Mundial”.

La televisión pública NHK trasmitió un dramático video de Abe cuando pronunciaba un discurso en una estación ferroviaria en la ciudad occidental de Nara. Estaba de pie, con traje azul marino y alzaba el puño cuando resonaron los disparos.

Se vio a los guardias de seguridad derribar a un hombre de camisa gris y someterlo contra el pavimento. Al caer, Abe se llevó las manos al pecho, con la camisa manchada de sangre.

La policía de la prefectura de Nara confirmó el arresto del sospechoso, al que identificó como Tetsuya Yamagami, de 41 años. NHK informó que fue marinero de la Armada japonesa durante tres años a principios del 2000.

Abe renunció a la jefatura de gobierno en 2020 porque dijo que la colitis ulcerosa que padecía desde la adolescencia había resurgido. Dijo a la prensa en ese momento que le resultaba “desgarrador” no haber alcanzado muchos de sus objetivos, como la reforma constitucional, la normalización de las relaciones con Corea del Norte, la solución de disputas por islas con sus vecinos y la firma de un tratado de paz con Rusia para poner formalmente fin a las hostilidades de la Segunda Guerra Mundial.

Al renunciar, era el primer ministro de mayor permanencia contando los días consecutivos en funciones. Superó el récord de su tío abuelo Eisaku Sato, que cumplió 2.798 días en el cargo de 1964 a 1972.

Tras el asesinato, las fuerzas políticas de Japón informaron que seguirán adelante con las elecciones del domingo a la Cámara de Consejeros de Japón, la cámara alta de la Dieta o el Congreso japonés.

El primero en confirmarlo fue el secretario general del partido Liberal Democrático (PLD) al que pertenecía Abe, quien ha ratificado que la formación proseguirá con los actos de campaña previstos para el sábado “para demostrar que el país no va a sucumbir al miedo”.

A continuación, el primer ministro de Japón y presidente del PLD, Fumio Kishida, ha insistido en que las elecciones se desarrollarán según lo previsto. “Las elecciones son el pilar de la democracia y la democracia hay que defenderla”, ha declarado Kishida.

“No podemos rendirnos ante la violencia y por esta razón seguiremos luchando en la campaña electoral hasta el final. Espero que el pueblo de Japón piense en ello y trabaje duro para proteger a nuestra democracia”, apuntó.

Twitter y Facebook anunciaron que ambas plataformas de redes sociales eliminarán cualquier video del asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe que infrinja sus reglas sobre contenido dañino.

En las redes sociales circulaban varios videos del ataque que mostraban a un hombre armado disparando dos veces un arma en contra de Abe. Algunos solo mostraban los momentos antes y después del ataque, mientras que otros mostraron ambos disparos.

Meta dijo que estaba eliminando los videos que mostraban el momento del ataque y que había desactivado las cuentas de Facebook e Instagram del sospechoso; en tanto Twitter dijo que sus equipos de aplicación de las normas estaban trabajando para “abordar el contenido dañino” relacionado con el ataque y “eliminar de manera proactiva” el material que viola sus reglas, que incluyen restricciones en contenido delicado, como la violencia explícita.

Finalmente, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden afirmó que el asesinato del ex primer ministro japonés Shinzo Abe era una “tragedia para Japón y todos los que lo conocieron”.

Biden, que se dijo “atónito, conmocionado y profundamente entristecido” por la noticia. Rindió homenaje en un comunicado a un hombre que había “dedicado su vida” a servir al pueblo japonés.

También el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), expresó sus condolencias a amigos y familiares del ex primer ministro, así como al pueblo de Japón, por el asesinato del político, que calificó como “muy lamentable”.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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