El Banco de México (Banxico) indicó este miércoles que las pruebas de estrés al sistema financiero local mostraron que la banca en su conjunto cuenta con niveles de capital que le permitirían hacer frente a distintos retos que podría enfrentar la economía derivados de la pandemia del coronavirus.

No obstante, a nivel individual algunas instituciones que representan una baja participación en el sistema podrían sufrir dificultades para mantener los niveles mínimos de capitalización requeridos por la regulación local.

Al presentar el Reporte de Estabilidad Financiera, Banxico reconoció que la pandemia de COVID-19 ha planteado un escenario inédito a nivel global, que ha afectado profundamente la vida cotidiana y las actividades económicas en todos los países. En particular, dijo, las medidas de confinamiento y distanciamiento social adoptadas para limitar la propagación del virus han tenido un efecto adverso sobre las economías, dislocando las cadenas de valor y paralizando diversos sectores productivos.

Precisaron que el sistema financiero en México continúa enfrentando retos importantes relacionados con la operación de los mercados, el flujo de financiamiento a la economía, la contención de los problemas de liquidez y la gestión adecuada de los riesgos.

Reconocieron que las afectaciones a la actividad económica ocasionadas por la pandemia y las medidas implementadas para su contención han repercutido en los niveles de empleo e ingresos de los hogares.

Banxico detalló que el financiamiento a hogares durante el segundo y tercer trimestre del año se desaceleró, asociado a factores de oferta como de demanda, explicándose principalmente por la reducción del financiamiento destinado al consumo. La morosidad de la cartera de consumo exhibió una disminución en todos los segmentos debido a los quebrantos de cartera vencida de la banca; los préstamos personales continúan siendo el segmento que presenta mayor morosidad. A diferencia del crédito al consumo, el crédito a la vivienda continuó creciendo en 2020, aunque a un menor ritmo.

Por su parte el financiamiento total a las empresas privadas no financieras del país se desaceleró durante el segundo y tercer trimestre de 2020; no obstante, aclaró Banxico, su variación real anual se mantuvo ligeramente positiva a septiembre. En particular, el crédito a Pymes continuó contrayéndose durante el periodo de referencia, reflejando un menor financiamiento, particularmente, a nuevos acreditados.

Con respecto a la posición financiera del sector público, el informe del Banco de México refiere que en el periodo enero-septiembre de 2020, el balance público presentó un déficit menor al que se había proyectado originalmente en el Paquete Económico 2020. Lo anterior resultado tanto de menores ingresos presupuestarios como de un menor gasto respecto a lo previsto en la Ley de Ingresos de la Federación. En cuanto a las empresas productivas del Estado, la caída de los precios del petróleo, así como una menor producción, propiciaron una reducción en los ingresos anuales de Pemex durante el tercer trimestre.

Se añade que si bien a principios de la pandemia el riesgo de liquidez para algunas instituciones aumentó, en general las instituciones contaban con amplias reservas de liquidez para hacer frente a este riesgo. A partir del segundo trimestre de 2020, tras el choque inicial generado por la incertidumbre de la pandemia, las reservas de liquidez del sistema en su conjunto, en particular de los bancos más grandes, se han incrementado. Los bancos medianos y pequeños mantienen también, en promedio, niveles adecuados de liquidez, a pesar de los retos que han enfrentado durante el segundo semestre.

Asegura que la banca de desarrollo e instituciones de fomento continúan presentando solidez financiera. Añaden que el financiamiento de la banca de desarrollo tiene potencial para mitigar los efectos crediticios de las contracciones económicas, siempre y cuando se utilicen para financiar proyectos socialmente rentables y con condiciones adecuadas de recuperación.

En el reporte, se mencionan cuatro riesgos macrofinancieros para el sistema financiero: una recuperación de la economía global menos vigorosa de lo anticipado, particularmente en Estados Unidos; mayor volatilidad en los mercados financieros internacionales y una recomposición de flujos hacia activos de menor riesgo; una recuperación más lenta de la economía nacional, y ajustes en la calificación crediticia soberana y de Pemex.

A dichos riesgos se suman los relacionados con la continuidad operativa por las medidas de confinamiento y trabajo a distancia implementadas por diversas instituciones financieras durante la pandemia. Asimismo, el incremento en las conexiones remotas que se requieren en el uso de esquemas de trabajo a distancia ha contribuido a un aumento en la exposición a los riegos asociados a la ciberseguridad.

“El sistema financiero mexicano en su conjunto ha mostrado resiliencia ante las condiciones adversas que se han presentado. No obstante, persiste incertidumbre respecto a los efectos de la pandemia en la cartera de crédito de los sectores más vulnerables, por lo que se requiere especial seguimiento a los sectores o segmentos con mayor afectación en sus ingresos, así como al riesgo que representa para algunas instituciones la concentración en sus fuentes de financiamiento”, precisa Banxico.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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