El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, avanzó este lunes en la conformación del que será su próximo gabinete al anunciar varios altos cargos incluyendo la confirmación de Antony Blinken, quien será su secretario de Estado.
Under the Biden-Harris administration, American national security and foreign policy will be led by experienced professionals ready to restore principled leadership on the world stage and dignified leadership at home. Read more: https://t.co/ojrTxrzafV
— Biden-Harris Presidential Transition (@Transition46) November 23, 2020
La elección de Blinken, un experimentado diplomático que fue número dos del Departamento de Estado, indica un retorno hacia el multilateralismo después de la estrategia de Donald Trump de distanciarse de los aliados tradicionales de Washington.
Biden también anunció la elección del cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas, nacido en La Habana, para dirigir el Departamento de Seguridad Interior (DHS), el primer latino e inmigrante nominado para ese cargo.
When I was very young, the United States provided my family and me a place of refuge. Now, I have been nominated to be the DHS Secretary and oversee the protection of all Americans and those who flee persecution in search of a better life for themselves and their loved ones.
— Alejandro Mayorkas (@AliMayorkas) November 23, 2020
“Alejandro Mayorkas, exsubsecretario del DHS, quien ha sido confirmado por el Senado de Estados Unidos tres veces a lo largo de su carrera, será el primer latino e inmigrante nominado para servir como secretario del Departamento de Seguridad Interior”, informó el equipo de transición de Biden en un comunicado.
Blinken, de 58 años, fue subsecretario de Estado y asesor adjunto de seguridad nacional durante el gobierno del presidente Barack Obama y tiene estrechos vínculos con Biden.
“No tenemos tiempo que perder en lo que respecta a nuestra seguridad nacional y política exterior. Necesito un equipo listo desde el Día Uno que me ayude a reclamar el puesto de Estados Unidos como presidente de la mesa, a unir al mundo para afrontar los enormes desafíos a los que nos enfrentamos y avanzar en seguridad, prosperidad y valores”, señala el comunicado del equipo de transición de Biden.
My mother taught me to lead with the power of kindness and compassion to make the world a better place. I’ve carried that lesson with me throughout my career in Foreign Service – and, if confirmed, will do the same as Ambassador to the United Nations.
— Linda Thomas-Greenfield (@LindaT_G) November 23, 2020
Entre los nombramientos también destaca el de Jake Sullivan, quien será asesor de Seguridad Nacional, un cargo clave en la Administración estadounidense, y se convertirá en una de las personas más jóvenes en décadas en acceder a este puesto. Sullivan fue uno de los miembros del equipo que participó en las negociaciones que permitieron alcanzar el acuerdo nuclear con Irán. También medió en el acuerdo de alto el fuego de 2012 para Gaza.
Como embajadora de Estados Unidos en la ONU Biden ha escogido a Linda Thomas-Greenfield, que ya ejerció como secretaria de Estado adjunta durante la Administración Obama. El exsecretario de Estado John Kerry será el enviado especial de Biden para Clima, con asiento en el Consejo de Seguridad Nacional.
America will soon have a government that treats the climate crisis as the urgent national security threat it is. I'm proud to partner with the President-elect, our allies, and the young leaders of the climate movement to take on this crisis as the President's Climate Envoy.
— John Kerry (@JohnKerry) November 23, 2020
Avril Haines será la primera mujer que dirija los servicios de inteligencia estadounidenses como directora de Inteligencia Nacional. Haines ha sido subdirectora de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Reema Dodin y Shuwanza Goff fungirán como subdirectoras de la Oficina de Asuntos Legislativos de La Casa Blanca, uniéndose a Louisa Terrell quien recientemente fue nombrada directora de la Oficina de Asuntos Legislativos de La Casa Blanca.
El equipo de transición de Biden añadió que la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos serán dirigidas por “profesionales experimentados” dispuestos a restaurar el liderazgo en el escenario mundial, así como mantener un liderazgo al interior del país.
Los puestos de gobierno deben ser aprobados por el Senado, una cámara cuyo control aún está en el aire, a falta de que se repartan los dos últimos escaños en juego en Georgia, que están pendientes de una segunda vuelta que tendrá lugar en el mes de enero.