Las parejas chinas casadas podrán tener hasta tres hijos, anunció el gobierno chino este lunes, un cambio drástico con respecto al límite actual de dos hijos, después de que los últimos datos demográficos mostraran un pronunciado descenso de los nacimientos en el país más poblado del mundo.

Pekín eliminó en 2016 su política del hijo único, que llevaba décadas en vigor, y la sustituyó por un límite de dos hijos para evitar los riesgos para su economía derivados del rápido envejecimiento de la población.

Sin embargo, la medida no logró un aumento sostenido de los nacimientos debido al elevado costo de criar hijos en las ciudades chinas, un problema que persiste en la actualidad.

El cambio de política vendrá acompañado de “medidas de apoyo, que favorecerán la mejora de la estructura poblacional de nuestro país, cumpliendo la estrategia de hacer frente activamente al envejecimiento de la población”, declaró la agencia oficial de noticias Xinhua tras una reunión del Politburó presidida por el presidente Xi Jinping.

Entre esas medidas, China reducirá los costos educativos para las familias, aumentará las ayudas fiscales y a la vivienda, garantizará los intereses legales de las mujeres trabajadoras y reprimirá las dotes “elevadísimas”, según dijo la agencia, sin dar detalles. También se pretende educar a los jóvenes “en el matrimonio y el amor”.

Y es que según datos recientes, China tenía una tasa de fertilidad de tan sólo 1.3 hijos por mujer en 2020, similar a la de sociedades envejecidas como Japón e Italia y muy lejos de los 2.1 necesarios para el nivel de reposición.

Recordemos que a finales de la década de los setentas, los dirigentes chinos señalaron que la población del país rozaba los 1,000 millones de habitantes, casi el doble que en 1949, cuando los comunistas llegaron al poder. En respuesta, el hombre fuerte del régimen, Deng Xiaoping, impone la política del hijo único, que previa fuertes multas para quienes las infringieran, aunque incluyó excepciones para las minorías étnicas o las familias campesinas si su primer hijo era una niña.
El número de nacimientos se hundió: a 1.6 a finales de los años 1990, mientras que en 1970 era de 5.9. En ese momento, Pekín aseguraba que gracias a su política se evitaron 400 millones de nacimientos. A finales de 2013, el gobierno autoriza a tener dos hijos a aquellas parejas cuyos dos componentes sean hijo único.
Pero dos años después, solo 1.45 millones de parejas habían presentado una solicitud para tener un segundo hijo, es decir, apenas un 15% de la población que podía optar por la medida. En 2016, Pekín decide autorizar que todas las parejas puedan tener dos hijos.
El año pasado, el número de nacimientos cayó incluso a 12 millones, su nivel más bajo desde 1961.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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