La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México presentó este martes las conclusiones de los dictámenes periciales realizados con motivo del choque de dos trenes del Sistema de Transporte Colectivo Metro, ocurrido el pasado 10 de marzo en la estación Tacubaya.

En conferencia de prensa, el vocero de la Fiscalía informó que se determinó que el accidente fue el resultado de omisiones de operación, incurridas por el conductor y la reguladora en los procedimientos de seguridad correspondientes.

Señaló que el peritaje realizado por la Fiscalía, en el que participaron 12 especialidades, coincide con el presentado por la empresa alemana TÜVRheinland, la cual se contrató para elaborar un dictamen de manera independiente.

Indicaron que el peritaje se realizó a partir de los análisis a la caja negra, radio Tetra, telefonía fija, videos y documentos técnicos.

Ulises Lara compartió una cronología de lo que sucedió al momento del accidente.

Detalló que al salir de la estación Tacubaya con rumbo a la estación Observatorio, el conductor del convoy 33 recibió alertas en su tablero de control. Ante esta situación, el sistema de seguridad del tren actuó, bloqueándose en automático.

Dijo que de acuerdo con los manuales operativos en el STC, el conductor estaba obligado a aplicar el frenado del convoy, mediante la maniobra de estacionamiento de emergencia en rampa. Sin embargo, la reguladora de la línea no instruyó al conductor a realizar esas medidas, que implicaban mantener el convoy detenido de forma segura, sino por el contrario, le instruyó a que avanzara.

“El conductor cambió el modo de pilotaje automático a manual limitado, con la autorización de la reguladora del Puesto Central de Control. Cabe señalar que en este modo de conducción no se cuenta con ningún dispositivo de seguridad del tren”.

Señaló que a partir de ese momento y durante ocho minutos, en el video se observa a diferentes personas que entraron y salieron de la cabina del conductor, cuando los manuales señalan que para ese momento debería ponerse en frenado manual y con calzas en cada vagón y desalojar el tren.

De acuerdo al registro de la caja negra, las diferentes maniobras provocaron que se perdiera la presión del aire del sistema de frenado.

De acuerdo a los protocolos, durante dicho tiempo el Puesto Central de Control nuevamente debió ordenar que se aplicara el freno de estacionamiento de cada vagón, desalojar el tren, así como prevenir a tiempo al operador del convoy 38, que se encontraba en la estación Tacubaya, lo cual se informó, no ocurrió.

“El hecho pudo evitarse si el conductor del tren 33 y la reguladora hubieran actuado conforme a los manuales técnicos operativos del STC, mismos que conocían y para los cuales fueron capacitados”.

Basados en las conclusiones del peritaje, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México anunció que integra la carpeta de investigación correspondiente, en las hipótesis de homicidio culposo y lesiones para que en su momento se ejerza acción penal.

Se añadió que el tren 33 recibió su último mantenimiento el pasado 09 de marzo de este año y funcionaba correctamente.

El peritaje también corroboró que las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo cuentan con las medidas de seguridad requeridas para la operación y funcionamiento, en particular en el tramo que comprende la estación Tacubaya-Observatorio.

“El Metro continúa siendo un medio de transporte eficiente y seguro, tanto para los usuarios como para su personal”, indicaron las autoridades.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



Escribe un comentario