El fiscal de Nuevo León, Gustavo Adolfo Guerrero, presentó su renuncia este miércoles en medio de los cuestionamientos que se le han hecho a la Fiscalía General del estado por el feminicidio de Debanhi Escobar, cuyo caso está por cumplir seis meses sin resolverse.
Guerrero presentó un escrito ante la Oficialía de Partes del Congreso del estado, encargado de la aprobación del titular de la Fiscalía, en el que somete a su consideración la renuncia al puesto que ocupa desde el marzo de 2018.
“Ello, como parte de mi proceso de jubilación por haber cumplido más de 40 años de desempeñarme como servidor público del estado de Nuevo León”, señala fiscal en el documento.
Este escrito le llegó ayer a los padres de #DebanhiEscobar. Es del Congreso de @nuevoleon
Habían solicitado la remoción de Gustavo Adolfo Guerrero como fiscal del estado.
Hoy se da a conocer que él presentó su renuncia al cargo @FiscaliaNL pic.twitter.com/20hsVsEmRf
— Itzel Cruz Alanís (@i_alaniis) October 5, 2022
Añadió que, a lo largo de sus años en el servicio público, ha transitado con orgullo por distintos encargos y tareas. “En los que concentré mis más altos esfuerzos, siempre en pro de la justicia y el Estado de derecho”, añadió.
Sin embargo, argumentó que ahora toca el turno de “nuevos retos”, y señalando que se retira con la satisfacción del “deber cumplido”.
Apenas el 19 de septiembre, Mario Escobar, papá de la Debanhi, quien desapareció el pasado 9 de abril y su cuerpo fue hallado 12 días después en una cisterna de un motel, exigió al Congreso del estado la destitución del fiscal, debido a las omisiones en el caso de su hija.
El caso de Debanhi, aún sin esclarecerse y que fue atraído por la Fiscalía General de la República (FGR), ha despertado indignación internacional por la imagen que se viralizó de ella abandonada junto a una carretera en Nuevo León y porque la fiscalía estatal primero indagó el caso como accidente.
El fiscal también causó polémica por sugerir en una entrevista, en medio de la investigación del feminicidio, que la ola de desapariciones de mujeres en el estado se debía a “rebeldía” de las jóvenes y a una “decisión voluntaria”, en la mayoría de los casos.