La historia de Evelyn Hernández está conmocionando a todo el continente. Evelyn cometió un error: parió sin esperarlo, aún siendo producto de una violación.
Todo se remonta a abril del año pasado, cuando Evelyn una estudiante de secundaria con 18 años y que vivía en una zona rural de El Salvador, llevaba meses siendo abusada sexualmente por un miembro de una pandilla de la región. Sangraba periódicamente y no sabía que tras uno de sus asaltos sexuales había quedado embarazada.
Un día comenzó a sentir dolores en el vientre y al encontrarse en la letrina de su casa, de su cuerpo salió un feto muerto; ella sufrió un fuerte sangrado y perdió el conocimiento. Su madre la llevó a un hospital, donde quedó detenida acusada de abortar, practica que el aquel país está penado por la ley.
Esta semana fue sentenciada a 30 años de prisión por “homicidio agravado en perjuicio de su hijo recién nacido”, la jueza que llevó el caso basó su dictámen en que Eevelyn no buscó atención prenatal.
“A Evelyn se le ha acusado injustamente. Toda la prueba es indiciaria, puro prejuicio de lo que debió haber hecho”, indicó Dennis Muñoz, abogado de Evelyn y quien anunció que apelará la sentencia. “Por ejemplo, dice la Fiscalía que no llevó control prenatal, pero nunca describen una conducta encaminada a provocar la muerte de su hijo recién nacido”.
Distintas organizaciones no gubernamentales cuestionaron el fallo y han llevado el caso más allá de las fronteras del país centroamericano, en donde está estipulado que los médicos deben informar a las autoridades si creen que una mujer ha intentado abortar. Si no denuncian, ellos también podrían enfrentar condenas en prisión.
Con información de BBC MUndo / Foto: Twitter
