Los comicios que se celebrarán en México el próximo 1 de julio son calificados por muchos como históricos. El candidato predilecto en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, promete un cambio sin precedentes si triunfa, mientras que el PRI y el PAN, parecen condenados por primera vez, también según las encuestas, a un papel secundario en el destino del país.

El diario El País conversó con los historiadores Enrique Krauze y Tomás Pérez Vejo sobre el momento político que se vive en México, en donde, entre otras cosas, advirtieron sobre los peligros del populismo en las próximas elecciones.

La conversación, que tuvo lugar en la colonia Roma de la Ciudad de México, comienza con una reflexión sobre la genealogía del poder en América Latina.

De acuerdo con Pérez Viejo, el fracaso del Estado podría explicarse con la ideología de este continente del nacionalismo. “Da la impresión de que en este continente el nacionalismo goza de un extremado plus de legitimidad, y es llamativo también que mientras que en el mundo europeo el nacionalismo tiende a ser patrimonio de las derechas, en el mundo latinoamericano tiende a ser patrimonio de las izquierdas”.

Para Enrique Krauze, hay un factor central que explica el arraigo del nacionalismo mexicano y son los Estados Unidos. Es decir, la primera guerra internacional imperialista de Estados Unidos fue contra México y con el botín de más de la mitad de su territorio. El nacionalismo mexicano se empezó a forjar en el siglo XIX y luego la Revolución Mexicana tuvo como uno de los valores esenciales el nacionalismo, pero fue un nacionalismo cultural.

En cuanto a la próxima elección del 1 de Julio, Krauze señala: “López Obrador cree que la historia la hacen los héroes y para él los mayores héroes de la historia en México son los de la historia oficial: Hidalgo, Juárez, Madero y Lázaro Cárdenas. No veo ninguna huella del pensamiento liberal de Juárez en López Obrador, y menos aún veo huellas de Francisco I. Madero, que es todavía más idealista y puro. Yo no creo que, por su actitud, por su temperamento, por su biografía, López Obrador sea un demócrata y menos un liberal”.

Pérez Viejo coincidió con Krauze. “Pocos políticos hablan más de historia que López Obrador, pero tengo la impresión de que es el heredero de la historia de bronce en el peor sentido del término. Cuando López Obrador habla de Benito Juárez, no habla de Benito Juárez, sino de San Benito Juárez, un héroe Inmaculado, sin defectos; lo mismo cuando lo hace de San Lázaro Cárdenas. Una sucesión de héroes impolutos que han hecho a México y en la que él busca incluirse. Una historia en la que cuenta poco lo que le haya pasado a las personas, al pueblo de México. Los santos están bien para las iglesias, pero no para una sociedad democrática”.

Según Enrique Krauze, lo que define el populismo es justamente la existencia del líder que establece a través de la comunicación con micrófono, Twitter, la televisión, un contacto magnético, hipnótico con un sector de la población, en el marco de un régimen democrático. Además de que “separa la realidad social y política entre el pueblo y el no pueblo, entre la luz y las tinieblas, alimenta esa polarización, alienta continuamente la movilización, inventa enemigos externos y enemigos internos”.

“Yo creo que lo que une a líderes como Donald Trump, Hugo Chávez, Eva Perón, Juan Domingo Perón, es que un sector, por cierto muchas veces minoritario, muy grande, pero minoritario, queda prendado, enamorado de este líder carismático y vota por él”, sentencia Krauze.

 

 

Con información de El País

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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