Vivo en un país en donde el presidente presume que encabeza el gobierno más transparente pero en el cuál no podemos saber si éste se vacunó o no; qué día comenzó con síntomas; qué prueba se hizo; cuándo y cómo evoluciona su estado de salud.

Un país en donde López Obrador dice que al ser presidente él ya no se pertenece; es un servidor de la nación. Pero ante las peticiones de transparencia sobre su contagio de COVID, dado a conocer el domingo pasado, la respuesta del zar del coronavirus mexicano, el Dr. Hugo López Gatell, es que nada se sabrá sobre el estado de salud del presidente por derecho a su privacidad. No podremos ver una fotografía de su resultado positivo de COVID-19, como el de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien la subió a twitter el lunes pasado.

A partir de la publicación de la columna de mi colega Darío Celis en El Financiero el 19 de diciembre, en la que afirmaba que tanto el presidente como otros integrantes del gabinete, habían sido vacunados con la dosis de CanSino Biologics, decidí hacer una solicitud de información a la Oficina de la Presidencia para confirmar esta versión.

No parecía inverosímil. El presidente iba y venía; arrancaba con sus mañaneras y tenía juntas con su gabinete, todo como si el virus ni existiera. Como si su salud no fuera motivo de preocupación por la hipertensión que él mismo ha comentado padece y por su edad. Era evidente que el presidente no seguía los protocolos de salud como usar cubrebocas para protegerse y proteger a quienes lo rodeaban.

La respuesta a esta solicitud de información por parte de la Oficina de la Presidencia fue declarase incompetentes para dar respuesta. Pidieron remitir la pregunta a SRE y/o a Salud. Se hizo la solicitud a ambas secretarías. Salud no ha dado respuesta. SRE pide que haga la solicitud a la Oficina de la Presidencia. Es decir, se están aventando la bolita y no han querido ser transparentes ante una pregunta tan puntual para conocer quiénes dentro del gobierno, incluyendo al propio presidente, se han aplicado o no la vacuna de CanSino. Las respuestas están disponibles aquí: https://anapaulaordorica.com/respuestas-presidencia-a-consulta-sobre-vacunacion/

La salud del Jefe de Estado es cuestión de seguridad nacional. Por ello se le lleva pidiendo al presidente transparencia al respecto. ¿Qué razones tiene López Obrador como para no honrar la tan cacareada transparencia en esta materia muy a su alcance?

No comparto las teorías de la conspiración que apuntan a que el contagio de COVID de López Obrador es mentira. Pero sí sorprende que en un tema que debiera ser tan sencillo ser transparente, el presidente opte por la opacidad.

No hay mal que por bien no venga, reza el dicho. Esperemos que ante el lamentable contagio del presidente, del cual seguramente saldrá bien y recuperado muy pronto, veamos una mejor respuesta de AMLO ante la pandemia que tiene a México en tan mal estado. Otros jefes de Estado lo han padecido. Boris Johnson modificó sustancialmente las políticas públicas de Gran Bretaña a partir de su contagio en torno al coronavirus a pesar de haberlo minimizado en un principio. Ojalá ocurra algo similar con el presidente de México.

Columna completa en El Universal

Apostilla: El 16 de marzo el Dr. Hugo López Gatell declaró que “la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio”. ¿Tampoco esta declaración merece una rectificación del encargado de lidiar con la pandemia en México?

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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