Derek Chauvin, el exagente de policía acusado de matar al afroamericano George Floyd en mayo de 2020 en Mineápolis, Minesota, Estados Unidos, fue declarado culpable esta tarde, de los tres cargos que enfrentaba.
Los miembros del jurado decidieron de forma unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio involuntario en segundo grado, que implica hasta 10 años de prisión.
Como no tiene antecedentes penales, el expolicía solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.
La sentencia que deberá cumplir el exagente ya condenado por causar la muerte por asfixia de Floyd en mayo de 2020 se conocerá en unas semanas, entre seis y ocho, según adelantó el juez.
Los miembros del jurado invirtieron poco más de diez horas de deliberaciones para alcanzar el veredicto que leyó, pasadas las 16:00 hora Mineápolis, el juez del caso, Peter Cahill.
Al anunciarse la culpabilidad de Chauvin, los habitantes de Mineápolis reaccionaron con júbilo: sonidos de cláxon, gritos de “justicia” y aplausos.
Chauvin fue esposado y detenido en el tribunal, después de ser declarado culpable. Su rostro estaba cubierto con una mascarilla como medida de prevención contra el COVID-19, por lo que no se pudo observar su reacción, fuera de sus ojos que recorrían el juzgado. De inmediato se le revocó la fianza y fue retirado de la sala con las manos esposadas detrás de la espalda.
El jurado estuvo integrado por seis personas de raza blanca y seis de raza negra o mestizos. Las identidades de los jurados se mantuvieron en secreto y no se darán a conocer hasta que el juez decida que es seguro hacerlo.
Otros tres expolicías de Minneapolis que fueron acusados de complicidad en el homicidio de Floyd irán a juicio en agosto.