El cofundador del cartel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, se declaró este viernes “no culpable” en una audiencia en el tribunal de Nueva York, donde será juzgado por actividades criminales y tráfico de drogas, que pueden llevarle a pasar el resto de sus días en prisión.
Debilitado físicamente, al grado de necesitar ayuda para levantarse de la silla, Zambada, de 76 años, escuchó de la fiscalía los 17 cargos de los que se le acusa, de los que se declaró “no culpable” a través de su abogado. Su próxima audiencia está programada para el 31 de octubre.
Al ser preguntado por el juez James Cho cómo se sentía, el acusado respondió con un escueto: “Bien, bien”. Después, se limitó a responder con un “sí señor” a través de intérprete a las preguntas habituales del magistrado sobre si entendía las acusaciones y cuestiones de procedimiento.
El fiscal Francisco Navarro recordó que su oficina busca “una orden permanente de detención” para el acusado que supone “un peligro extremo para la sociedad y alto riesgo de fuga”.
La fiscalía neoyorquina acusa al narcotraficante mexicano, que en más de cuatro décadas de carrera delictiva nunca había sido detenido, de 17 cargos, entre ellos empresa criminal continuada, tráfico de drogas (en particular cocaína, heroína y fentanilo), asesinato y tráfico y posesión de armas.
De ser hallado culpable, puede recibir una condena de cadena perpétua, tal como le sucedió a su socio y compadre Joaquín “El Chapo” Guzmán, que fue condenado en el mismo tribunal de Brooklyn a cadena perpetua.
Detenido en el aeropuerto de Santa Teresa, Nuevo México al aterrizar en un pequeño avión en compañía de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, Zambada también se había declarado no culpable ante un tribunal de El Paso, Texas.
Según contó en una carta que circuló su abogado tras su detención, Zambada fue emboscado y engañado por Guzmán López y traído por la fuerza a Estados Unidos.
En las últimas dos décadas, la justicia estadounidense había emitido al menos 16 órdenes de acusación contra él.