El papa Francisco presidió este viernes una oración junto a migrantes en una iglesia de Nicosia, en Chipre, durante la cual condenó la esclavitud y tortura que sufren, tras una misa celebrada en el estadio de la capital ante miles de personas.

El Pontífice llegó a la dividida isla mediterránea ayer, en un viaje de cinco días que incluirá también a Grecia.

Con este viaje, el número 35 desde su elección en 2013, el papa argentino quiere atraer la atención sobre el tema migratorio, un problema mayor en Chipre y en la zona, puerta de entrada a la Unión Europea.

Según las autoridades chipriotas, el Pontífice llevará consigo a Italia a 50 inmigrantes, 10 de ellos se encuentran detenidos.

Decenas de personas, la mayoría de ellas extranjeras, se agolparon frente a la iglesia de la Santa Cruz de Nicosia, situada a pocos metros de la zona de distensión administrada por Naciones Unidas. Algunas de las personas presentes esperaban formar parte de este grupo.

El papa Francisco pidió “abrir los ojos” frente a la esclavitud y la tortura que sufren los migrantes, especialmente en los campos, haciendo un paralelo con la segunda guerra mundial.

“Nos recuerda la historia del siglo pasado, de los nazis, de Stalin, y nos preguntamos cómo pudo ocurrir. Pero lo que ocurrió en el pasado está ocurriendo hoy en las costas vecinas (…) Hay lugares de tortura, gente que se vende”, dijo el Papa durante la oración con los migrantes.

Y es que el flujo migratorio ha tomado relevancia no solo en países como Chipre, sino en todo el mundo, especialmente en algunos lugares de Europa y América. México ha venido enfrentando este problema en los últimos años de manera importante con las llamada caravanas migrantes que salen de países de Centroamérica.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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