Las concentraciones de gases de efecto invernadero subieron a un nuevo récord en 2019 y volvieron a aumentar este año a pesar de una esperada caída en las emisiones debido a los confinamientos que hubo en casi todo el mundo para frenar la propagación del Covid-19.

Y es que muchos científicos esperan la mayor caída anual en las emisiones de carbono en generaciones este año, ya que las medidas para contener el coronavirus han dejado en tierra aviones, atracado barcos y mantenido a los viajeros en casa.

Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) describió la caída proyectada como una “pequeña irregularidad”, y dijo que el impacto resultante en las concentraciones de dióxido de carbono que contribuyen al calentamiento global no sería mayor que las fluctuaciones anuales normales.

“En el corto plazo, el impacto de los confinamientos por el Covid-19 no se puede distinguir de la variabilidad natural”, dijo en su reporte de gases de efecto invernadero.

El informe anual publicado por la agencia de la ONU mide la concentración atmosférica de los gases (dióxido de carbono, metano y óxido nitroso) que están calentando nuestro planeta y provocando eventos climáticos extremos.

Los niveles de dióxido de carbono, un producto de la quema de combustibles fósiles que es el mayor contribuyente al calentamiento global, alcanzaron un nuevo récord de 410.5 partes por millón en 2019, dijo. Dicho aumento anual es mayor que el del año anterior y supera el promedio de la última década.

Al igual que otros organismos científicos, la OMM dijo que espera que las emisiones globales anuales de carbono caigan este año debido a las medidas contra el Covid-19, y aventuró una estimación preliminar de entre 4.2 y 7.5 por ciento.

Tal caída no causaría que el dióxido de carbono atmosférico disminuya, pero ralentizaría la tasa de aumento temporalmente en una escala que cae dentro de las variaciones normales, dijo.

El secretario general de la OMM, Petteri Taalas, explicó que las cuarentenas masivas pueden haber disminuido la emisión de agentes contaminantes y gases invernaderos como el CO2, pero no han tenido ningún impacto significativo en su concentración en la atmósfera.

Taalas recordó que desde 1990 el forzamiento radiativo (diferencia entre la insolación absorbida por la Tierra y la energía que ésta irradia de vuelta al espacio) ha aumentado un 45%, reforzando el calentamiento del planeta.

Todos los gases de efecto invernadero tienen un periodo prolongado de vida, pero el CO2 que representa el 80% del total, es el que más dura. Alertó que puede quedarse cientos de años en la atmósfera y más tiempo en el océano.

“La última vez que la Tierra experimentó una concentración de CO2 comparable fue de 3 a 5 millones de años atrás, cuando la temperatura era de 2 a 3 grados centígrados más y el nivel del mar de 10 a 20 centímetros más elevado, pero en ese entonces no tenía 7,700 millones de habitantes”, comentó Taalas.

El científico y responsable de la OMM dijo que estos resultados son principalmente consecuencia del uso de combustibles fósiles, entre los cuales se está observando una ligera disminución del carbón, pero un aumento del consumo de petróleo y gas.

A preguntas relacionadas con las expectativas que genera en el área del cambio climático la próxima llegada del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a La Casa Blanca, Taalas recordó que éste ha ofrecido “invertir un par de billones en tecnologías limpias”.

Si esto sucede, agregó, no sólo será positivo por el hecho en sí, sino también por la motivación que puede ser para otros países. Sobre la Administración de Donald Trump, comentó que a pesar de su mala imagen en lo relativo al medio ambiente EEUU ha cumplido buena parte de los compromisos del Acuerdo de París de 2015, del que Trump retiró a su país.

Foto: @NoticiasONU

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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