El aumento de la inflación y la desaceleración en Estados Unidos y China llevaron al FMI a rebajar sus perspectivas de crecimiento para la economía mundial para este año y 2023, y a advertir que la situación podría empeorar mucho.

A la “recuperación tentativa” del año pasado tras la recesión de la pandemia, le ha seguido una evolución “cada vez más sombría en 2022 a medida que los riesgos comenzaron a materializarse”, afirmó el Fondo Monetario Internacional, que considera cada vez más probable que se entre en recesión.

Reconoció que varios frentes han afectado a una economía mundial ya debilitada por la pandemia, incluida la guerra en Ucrania, que ha hecho subir los precios de los alimentos y de la energía, lo cual ha llevado a los bancos centrales a subir las tasas de interés, señala el documento Perspectivas de la Economía Mundial (WEO).

El informe WEO recortó la estimación de crecimiento del PIB mundial para 2022 a 3.2%, 0.4 puntos porcentuales menos que el pronóstico de abril.

Los confinamientos por COVID y el empeoramiento de la crisis inmobiliaria han obstaculizado la actividad económica en China, mientras que las agresivas subidas de tipos de interés de la Reserva Federal están ralentizando el crecimiento de Estados Unidos.

El FMI hizo una clara advertencia: las perspectivas de crecimiento “se inclinan abrumadoramente a la baja” y, si los riesgos se materializan, podrían llevar a la economía mundial a una de las peores recesiones del último medio siglo.

Lo que más le preocupa son las consecuencias de la guerra en Ucrania, incluida la posibilidad de que Rusia corte el suministro de gas natural a Europa, así como un nuevo aumento en los precios de alimentos debido al efecto de la contienda bélica en el suministro de cereales, que podría desencadenar hambrunas.

De concretarse el panorama, se frenaría de golpe el crecimiento, reduciéndolo al 2% en 2023, una tasa que solo se ha visto cinco veces desde 1970, alertó el FMI.

El organismo prevé que los precios al consumidor aumenten un 8.3% este año y un 9.5% en las economías de mercados emergentes.

El FMI rebajó las previsiones de crecimiento para la mayoría de los países, incluidos Estados Unidos y China, que perdieron más de un punto porcentual respecto a las previsiones anteriores. Para EUA prevé un crecimiento de solo 2.3%, dado que los consumidores gastan menos y las tasas de interés suben. El informe no descarta que ya haya empezado una recesión, definida por dos trimestres de crecimiento negativo.

Se espera que la economía de China se desacelere drásticamente en 2022, hasta 3.3%, la expansión más baja en más de cuatro décadas exceptuando el período de crisis por la pandemia en 2020.

Sin embargo, hubo algunas excepciones como lo son los casos de Italia, Brasil y México, y aunque pareciera sorprendente, Rusia, que se beneficia del aumento de los precios del petróleo debido a las sanciones occidentales, señala el WEO.

Para Brasil la estimación es de 1.7% (+0.9 puntos porcentuales en comparación con abril), mientas que para nuestro país el FMI indicó que se espera un crecimiento de 2.4%, es decir, 0.4 puntos porcentuales más que su previsión previa.

Pero en 2023, México y Brasil crecerán menos de lo pronosticado hace tan solo tres meses: 1.1% en el caso de Brasil (-0.3 puntos porcentuales) y 1.2% en el caso de nuestro país (-1.3 puntos porcentuales).

Para América Latina y el Caribe en su conjunto el FMI elevó hasta el 3% su perspectiva de crecimiento para este año, una revisión al alza de 0.5 puntos porcentuales “como resultado de una recuperación más fuerte en las grandes economías” como Brasil, México, Colombia y Chile.

Ana Paula Ordorica es una periodista establecida en la Ciudad de México. Se tituló como licenciada en relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y tiene estudios de maestría en historia, realizados en la Universidad Iberoamericana.



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